
Reflexiones
El siguiente día empezó con normalidad, con el jaleo normal en el baño y el desayuno para después la partida de la mayoría a sus centros de estudio. Por parte del resto, pasaron la mañana dando clase con sus hermanas a excepción de Leni y Lynn D que en esta ocasión se dedicaron a vaciar el ático para preparar la habitación nueva.
Lana se encontraba bastante desanimada, pero quería pedirle disculpas a su amor por su comportamiento celoso. También lo había notado a él algo extraño cuando estuvieron con Liam, pero en ningún momento el se enfadó con ella ni le dijo que no hiciese esas cosas. Tras la comida del medio día, estaba armada de valor para hablar de nuevo con su hermano. Pero solo llegó a ver como este era arrastrado por Lori con cascos de moto cada uno en sus manos.
Lily: Hermana Lana... ¿podemos jugar juntas?
Lana: Claro Lily. Perdona, he tenido muchas cosas en la cabeza y ni Lincoln ni yo hemos estado contigo para que nos conozcas mejor.
Lily (con una gran sonrisa): Lincoln si ha estado jugando conmigo, incluso me regaló su peluche Bun bun. Ahora es mi peluche favorito.
Lana (Con sonrisa triste): Vaya, el siempre es muy atento y bueno con todas, en cambio yo...
Lily: Vente a mi habitación, allí hablaremos mas tranquilas.
Lily le envió una mirada furiosa a Lola que espiaba disimuladamente desde la cocina. Una vez en el cuarto que compartía con Lisa, la pequeña cerró la puerta y le entregó a su hermana la conejita Bun bun.
Lily: Toma, si la abrazas te sentirás mejor. A mi me ayuda mucho.
Lana (tomando a Bun bun): Gracias Lily. Perdona, es solo que mi cita no fue demasiado bien y estoy algo desanimada.
Lily (enfadada): Claro que no fue bien. No te pusiste el vestido que escogí.
*CLONK* *CLANK* AAAAAHHHH *PLOFF*
Ante la incrédula mirada de las dos hermanas, una figura había caído de los conductos de ventilación, llevaba un trapo en la mano y tenia el pelo recogido con una bandana roja. La chica había quedado tirada en la cama de Lisa con las piernas en alto haciendo que su falda cayese y revelase unas braguitas de encaje rojo.
Lana: ¿Estas bien?
La deportista se puso de pie de un salto y empezó a disculparse de forma efusiva.
Lynn A: Perdón, perdón... no las estaba espiando, solo limpiaba los ductos y y ustedes se pusieron a hablar y bueno, no quería molestar, así que...
Lily: No pasa nada Lynn Angelito, si eres tu no veo nada malo. Pero pensaba que le tocaba a la Diablito el limpiar los ductos.
Lana: Seguro te engañó para que lo hicieses tu, ¿verdad?
Lynn A (sonriendo): Bueno, en verdad se lo pedí yo. Si le hubiese dejado la limpieza, seguro habría acabado peor de lo que estaba, así que la dejé a ella subiendo los muebles al ático.
Las tres rieron a la vez, Lana se encontró un poco mas aliviada al estar con sus hermanas. Y charlaron sobre que debería hacer en la próxima cita con su dios griego, aunque Lana dudaba de si de verdad llegaría ese momento, disfrutaba imaginarse como seria.
****************
Por su parte Lincoln permanecía con los ojos cerrados, fuertemente agarrado a la cintura de su hermana mayor. Nunca había montado en moto y aquel repentino arrebato lo pilló desprevenido, no sabia a donde lo llevaba Lori ni su motivo. Tras un par de horas y muchos baches notó como su hermana paraba el motor y se dispuso a abrir los ojos.
Los arboles los rodeaban, algunos rayos de sol se colaban entre las frondosas ramas repletas de hojas que haba sobre sus cabezas. La sensación blanda bajo sus pies era sumamente agradable en aquel lugar de tonos verdosos donde el trinar de los pájaros se escuchaba alegre y apacible.
Lincoln: ¿Ya... ya hemos llegado?
Lori: Si, quítate el casco y respira. *inspira* *expira* Literalmente se siente genial.
El peliblanco obedeció y vio que se encontraban en un camino de tierra en el bosque, estaban muy alejados de Royal Woods y aunque el aire fresco y el olor a tierra húmeda le gustase, el chico se sentía intranquilo.
Lincoln: ¿Po-Por que me has traído aquí Lori?
Lori (dándole la espalda): Lana y tu lleváis algunos días tristones y no se os ve casi juntos. Y eso que erais un par de lapas. ¿Os ha pasado algo?
Lincoln: Pues tuvimos una cita que no fue demasiado bien y creo que a Lana no le gusta que me vea con mis amigas. Parece como si no confiase en mi.
Lori: ¿Eso es todo?
Lincoln (triste): No, también me enfadé al sentir que no confiaba en mi y acabé gritándole. No se que me dio... me siento fatal y no se como dirigirle la palabra.
Lori: Vaya, eso si que es algo feo hermanito. Seguro que literalmente te sientes deprimido y con ganas de solucionarlo todo y volver a lo que era antes. Harías lo que fuese para que todo eso no hubiese pasado.
Lincoln (sorprendido): ¿Como lo sabes?
Lori: Jejeje. Me ha pasado muchas veces con Bobby. Por eso te he traído aquí.
Lincoln (extrañado): ¿Por es...?
Lori: ¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!
Licoln se asustó ante el gran grito que dio su hermana, pero tras acabar esta lo miró con una sonrisa.
Lori: Vamos, ahora tu. Suéltalo todo.
Lincoln: ¡Aaahhhh!
Lori (con ceño fruncido): Así, no. Mira, así.
Lori: ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!
Lincoln: ¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!
Lori: Eso es, suéltalo todo.
Lincoln: ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!
Lori: Muy bien, ¿que tal te sientes?
Lincoln (respirando pesadamente): Uff... pues... pues estoy mas tranquilo.
Lincoln (sorprendido): ¿Aquí es donde venias cuando te marchabas tan enfadada de casa?
Lori: Algunas veces, sienta bien el... !!AAAHHHH¡¡
El chico miró extrañado a su hermana que había dejado la frase a medias y ahora estaba con cara de miedo mirando hacia el. Con gestos le indicaba que se acercase a ella y se pusiese detrás mientras daba poco a poco pasos hacia atrás, entonces el albino notó algo en su cabeza.
Fenrir: Hola cachorro. Cuanto tiempo sin verte corretear por aquí. ¿Como te encuentras? Te he oído gritar...
Esa voz en su cabeza hizo que el albino se girase con una sonrisa, ya sabia de qué o mas bien de quien se había asustado Lori. Corrió a abrazar a la gigantesca loba negra que había aparecido entre los arboles.
Lincoln: ¡¡Fenrir!! Cuanto tiempo. Te hemos echado de menos.
Lori (aterrada): !Lincoln¡ Aléjate, podría arrancarte un brazo de un bocado.
Fenrir: ¿Conoces a esa chica? Tiene un olor muy fuerte...
Lincoln: Si, disculpa. Deja que te presente. Fenrir, ella es mi hermana mayor Lori. Lori, te presento a Fenrir, la guardiana del bosque de Royal Woods.
La loba dirigió su mirada a la hembra que temblaba delante suyo.
Fenrir: Un placer conocer a alguien mas de la manada de mi cachorro.
Lori: ¡¡AAhh!! ¿Que es esa voz? Algo suena dentro de mi cabeza.
Lincoln: Tranquilízate Lori, solo es Fenrir. Ella habla directamente a nuestras cabezas. Es quien me pasó la maldición que me transformó en lobo.
Fenrir: Fue culpa tuya.
Lori (calmandose): ¿Como que fue culpa de el?
Lincoln: Bueno, jejeje. Me caí rodando y mi brazo acabó dentro de su boca mientras bostezaba tumbada en el suelo...
Fenrir: Si, no suelo maldecir a nadie a no ser que le haga algo imperdonable al bosque y apenas ninguno de los que han sido malditos han recuperado su forma original.
Lori: Pero... pero...
Lincoln: No pasa nada, fue todo un accidente y también fue Fenrir quien salvó a Lanita.
Fenrir: ¿La otra cachorrita no ha venido contigo? Creí que ahora que ya erais humanos de nuevo vendríais a presentarme a vuestros lobatos.
Lori (sonrojada): !Aun son muy jóvenes para eso¡
Fenrir: No para un lobo. *sniff* *sniff* Oye tu hermana no habrá sido una mujerfeta, ese olor que ha soltado es muy fuerte.
Lori (roja): !Son los nervios¡ A mi no me ha mordido ninguna mofeta...
Lincoln (triste): Lo siento Fenrir, Lori tiene razón es muy pronto, a demás desde que hemos regresado no nos van tan bien las cosas como me gustaría.
La gigantesca loba se sentó sobre sus patas traseras y escuchó atenta todo lo que le explicaba el muchacho albino, Lori se unió a la conversación aun algo temerosa de aquel enorme animal, pero al contrario de lo que parecía su imponente apariencia, esta trataba al muchacho como si de su hijo se tratase. Una sensación de paz recorrió el corazón de la rubia al ver que durante el tiempo que estuvieron solos en el bosque, alguien cuidaba de ellos.
Lori: Muchas gracias Diosa Fenrir por cuidar de mis hermanos.
Fenrir: No soy ninguna Diosa, solo una guardiana. En cada bosque hay uno, pero no nos solemos dejar ver por los humanos. A ti te lo he permitido, pues eres parte de la manada de mis cachorros de buen corazón.
Lincoln: Muchas gracias por todo Fenrir y gracias por tus consejos. Arreglaré las cosas con Lana y te presentaremos a nuestros pequeños... cuando los tengamos. Jejeje.
Fenrir: Bien, voy a ver como se encuentran los castores, creo que intentaban reconstruir una presa que se les rompió. Cuídate mucho cachorro y... Lori, tu será mejor que tengas cuidado con eso que llamáis alcohol o puede que te lleves una sorpresa.
Lori (sorprendida): Lo tendré en cuenta, gracias, pero yo no bebo.
Tras estas palabras la loba se adentró en el bosque como siempre, sin hacer ruido, sin dejar marcas de que hubiese estado allí, como si de un fantasma se tratase. Por su parte, ambos hermanos con una sonrisa en sus rostros se subieron nuevamente a la moto de Lori para regresar a su hogar. Lori al manillar y Lincoln detrás abrazando a su hermana agarrándose como podia.
Lori (sonrojada): Emmm... !Lincoln¡ Las manso mas abajo, por favor.
Lincoln (blanco): Ups... perdona, fue sin querer.
Durante el viaje de regreso el chico si que mantuvo los ojos abiertos y disfrutó del viaje mientras su hermana conducía. Había logrado pasar una tarde increíble y se había reencontrado con Fenrir. Solo le preocupaba un poco lo que había dicho la loba sobre tres personas con cascos amarillos que han pasado varios días por allí. Pero no le dio mas importancia, después de todo, el bosque era reserva protegida y la guardiana se podría encargar de protegerlo de cualquier mal. Pero lo que le quedó claro es la promesa que le hizo cuando le devolvió a Lana, que siempre la protegería, pasase lo que pasase. Así que debía arreglar todo aquello y no causarle mas dolor.
****************
Mientras tanto, en algún lugar de la casa, cierta deportista con una mirada diabólica mostraba una sonrisa malévola mientras miraba a su victima y le propinaba una fuerte patada.
*CLONG* *BLOP* *BLUM*
Lynn D: Bueno amiguito, es una lastima el tener que separarnos, pero necesito que hagas esto por mi. Así que mejor no te muevas de tu sitio y cuando todo pase traeré un cuchillo bien afilado para sacarte de tu sufrimiento. Ya sabes, no te muevas de ahí para nada o me veré obligada a patearte mas fuerte.
Sin mas ceremonias la castaña con camiseta negra puso la rejilla de ventilación tapando lo que había hecho y procedió a atornillarla nuevamente para que no se viese que había hecho.
Sr. Lynn: Cariño, ¿te encuentras bien? He escuchado un golpe muy fuerte.
Lynn A: Tranquilo papá... tetico. Solo me he dado un golpe. Ahora salgo y terminamos de subir el colchón.
A la llegada de todos, el ático por fin estaba completamente amueblado y con la cama hecha. Las LynnS habían quedado en irse turnando para dormir allí, como siempre, con algunas pegas de Lynn D. Pero en esta ocasión no hubo violencia de por medio. La cena transcurrió con normalidad para casi todos, menos para la pareja de hermanovios, que se resistían a acabarse su plato. Todas sus hermanas ya habían abandonado la mesa y únicamente se encontraba Rita con ellos esperando que terminasen, mientras distraída ojeaba una revista.
Lana: Odio el brócoli... sabe fatal.
Rita (leyendo su revista): Veras que de mayor te acabará gustando.
Lincoln: ¿A caso hay algo que realmente odiases de niña pero que ahora te encante?
Rita (leyendo su revista): Claro, ser azotada.
Los hermanos quedaron con la boca abierta mientras que su madre se sonrojaba de golpe y se tapaba la boca. Corrió a taparle las orejas a su hija pequeña.
Rita: LALALALALALALA
Lincoln (sonrojado): Es muy tarde mamá... ya lo hemos escuchado.
Lana: ¿Con que eso sienta bien?
Finalmente Rita cedió en que no se comiesen los mini arbolitos verdes, pero debían olvidar lo que había dicho. Se habían perdido durante ese tiempo el programa familiar del Barco del Amor, pero no le dieron importancia. Subieron al piso superior y cada uno se fue para su cuarto, pero antes de entrar el chico se giró.
Lincoln (algo sonrojado): Emm... que duermas bien Lanita.
Lana (sorprendida): Ehh.. tu también Zeusito.
Finalmente ambos entraron a sus respectivos cuartos con una pequeña sonrisa en sus rostros, pero no tan grande como la de una de las hermanas que se dirigía a su cuarto con un par de vendas, maquinando lo que debería hacer para lograr su objetivo.
Pues hasta aquí este capitulo queridos lectores. Espero que les esté gustando como continua esta romántica aventura de la parejita. LJ y yo nos complace que os esté gustando y nos dejéis vuestro voto y algún comentario.
Como siempre, gracias por el apoyo y un fuerte abrazo ^_^
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