Bosque en peligro
Tras abandonar la casa llorando, Lana no podía dejar de pensar en lo traicionada que se sentía, eso no eran celos, había visto completamente como su amado estaba teniendo relaciones con Lola. Su pecho le dolía, sentía como si su corazón se rompiese a pedazos, pero seguía corriendo, corriendo sin pensar. Corriendo hasta llegar a un sitio que reconoció. Llegó a la alambrada que separaba el bosque del pueblo, había sido mejorada y enterrada bajo el suelo para evitar que los animales excavasen debajo, pero ella no necesitaba excavar, ya no. Tomó impulso y trepó la reja hasta pasar por encima de ella y adentrarse en el bosque.
Quería alejarse de todo, volver a aquel sitio donde solo importaban ellos. Donde se sentían a salvo y felices. Donde nadie se interponía entre ellos. El bosque donde se besaron por primera vez, donde compartieron tanto tiempo juntos, donde se sentían protegidos. La joven no pudo aguantar mas, cayó a los pies de uno de los arboles y rompió en un amargo llanto lleno de dolor.
En su mente solo podía ver una y otra vez como su amado se encontraba desnudo en la cama con Lola encima de él, había notado que Lola ahora era mas mayor, como ella, pero sabia de los sentimientos de Lola y tras como la trató debía haber esperado algo así.
Fenrir: Hola cachorra, ¿por que lloras?
Lana: *buaaa*...¿Fenrir? *sniff* ....*buaa*...
La majestuosa loba se alzaba entre los arboles observando como la joven lloraba desconsolada. La loba había cogido mucho cariño a aquel par que maldijo sin que lo mereciesen. Durante aquellos años pudo ver como se llevaban bien con casi todos los animales del bosque, como se cuidaban y protegian el uno al otro, las noches en las que charlaban y le preguntaban sin cesar sobre sus vivencias. Para la guardiana del bosque, aquella hermosa pareja eran como sus propios cachorros.
Fenrir: Si, cachorra. Te he escuchado llorar.
Lana: Yo...*buaa*... soy tonta *buaaa*... Zeusito...*sniff* el y....*buaaa*... Lola... *sniff*... yo no... no... ellos... *buaaa*... yo...
La enorme loba se acercó a la chica y se sentó a su lado, con cariño extendió su pata hasta ella para atraerla sobre su cuerpo.
Fenrir: Es muy tarde cachorra, ven y descansa conmigo. Por la mañana me podrás explicar mejor lo que te ha pasado.
Lana no opuso resistencia, se abrazó al enorme cuerpo de Fenrir y ahogó sus lágrimas contra el pelaje de esta, el hocico de la loba acariciaba tiernamente su cabeza intentando tranquilizarla. Sin darse cuenta la chica rubia se quedó dormida abrazada por el peludo cuerpo de la guardiana.
La mañana no tardó en alzarse, pero ninguna de las dos se movió de aquel lugar. Lana había pasado un muy mal día y debía descansar su fatigada mente, Fenrir por su parte mantenía un ojo abierto vigilando los alrededores pero no fue hasta bien entrada la mañana que no levantó su cabeza al captar un olor familiar. Alguien se acercaba a toda prisa, saltando matorrales y esquivando ramas. No tardó en ver el pelo blanco de su otro cachorro aparecer entre los arboles.
Lincoln: ¡LANITAAA!
Fenrir: SShhhh... cachorro, es mejor que la dejes dormir.
Lincoln: Oh, Fenrir. Gracias al cielo que estas con ella. ¿Esta bien?
Fenrir: Si, solo esta cansada. Ha estado gran parte de la noche llorando. ¿Puedes decirme que ha pasado?
Lincoln (apenado): Nos encontró a Lola y a mi en la cama. Pensaba que era ella, pero en verdad resultó ser Lola que es una de mis hermanas, la gemela de Lanita...
Fenrir: ¿La doble malvada que te secuestró?
Lincoln: Ella no es mala... pero siempre ha tenido el habito de conseguir lo que quería a cualquier costo. Pero en el fondo es buena niña... chica... lo que sea.
Fenrir: Bueno, como único macho en una manada esas situaciones a veces ocurren. Déjala aquí conmigo unos días, si se despierta y te ve solo lograras que se ponga nerviosa de nuevo.
Lincoln: Si, pero me siento responsable. Quiero arreglar las cosas con ella...
Fenrir: Bueno cachorrito, eso lo deberás lograr una vez este tranquila y quiera verte de nuevo, ahora solo harías que se alejase mas.
Finalmente el albino fue convencido por las palabras de la sabia guardiana, dejaría allí a su amada y les contaría a sus padres que necesitaba un tiempo de reflexión, pero que estaría bien. Se despidió de ella dándole un suave beso en la mejilla que se encontraba salada debido a las lagrimas. La chica se estremeció por un momento ante el contacto, pero luego se volvió a relajar. El albino dejó a su lado una bolsa con un par de bocadillos que había llevado, pensando en que podrían comerlos juntos mientras hablaban del tema, pero tras aceptar la petición de la guardiana, era mejor que ella se quedase con ambos.
Tras un par de horas Lana despertó con la cara aun cubierta del pelaje negro de Fenrir, se desperezó dando un fuerte bostezo mientras la loba la miraba tranquilamente.
Fenrir: Buenos días cachorra. ¿Te sientes mejor?
Lana: Buenos días Fenrir. Estoy mas calmada por lo menos, peor sigo sintiéndome mal por lo que pasó.
Fenrir: Bueno, has dormido mucho tiempo, toma, es mejor que comas algo.
La loba le acercó la bolsa con los bocadillos que había traído el albino. La joven tomó la bolsa y desenvolvió uno de los bocadillos y se lo quedó mirando con expresión triste.
Lana: El ha estado aquí, ¿verdad?
Fenrir: Así es, pero le he pedido que te deje a mi cargo hasta que te sientas mejor. No creo que fuese bueno dejarlos a solas ahora mismo. ¿Me contarás ahora lo que pasó?
Lana (mordiendo el bocadillo): Si, claro, gracias por todo Fenrir. Pues la verdad es que al principio cuando regresamos tuvimos unos problemas, al volver con el resto de gente yo me ponía celosa rápidamente al ver que otras chicas se interesaban por mi amor.
Fenrir: Es un buen ejemplar y seguro muchas hembras querrían tener sus cachorros.
Lana: Pero todo eso lo conseguimos solucionar, incluso... bueno, jejeje... incluso hemos empezado a practicar para tener cachorritos...
Fenrir (meneando la cola): Eso es una gran noticia, ya quiero ver como serán. ¿Que tiene eso de malo?
Lana: No hay nada de malo con eso, pero ayer... me tenia que quedar cuidando de mi hermanita menor Lily hasta que se durmiese, sin saberlo le dejé beberse una bebida energética que la puso mas nerviosa que un demonio de tasmania y casi igual de destructivo. Tras mucho rato conseguí que se durmiese tras leerle un voz alta uno de mis libros de estudios.
Fenrir: Menuda faena. Debió agotarte.
Lana: Si, pero cuando lo logré y fui al cuarto de Zeusito... el estaba desnudo con una chica rubia encima suyo desnuda también, estoy casi segura de que era Lola, pero se veía tan grande como yo... lo estaban haciendo...
Fenrir: Esa Lola es una de tus hermanas, ¿Verdad?
Lana: Si, mi hermana gemela.
Fenrir: Y, ¿os parecéis mucho?
Lana: Bueno, nuestros gustos son muy distintos, pero físicamente siempre hemos sido casi iguales.
Fenrir no dijo ni preguntó nada mas, simplemente dejó que la chica terminase de comer y después corretearon por el bosque, Lana ayudó a la enorme loba con algunos de los problemas de los animales en el bosque, sin darse cuenta el día había pasado rápidamente. Lana se encontraba alegre jugando con unas crías de mapache cuando la loba volvió a preguntarle.
Fenrir: Entonces, por lo que he entendido, te enfadaste al ver a tu macho apareándose con otra hembra, ¿es correcto?
Lana: *suspiro* Si... se que Lola debió haberlo chantajeado o engañado o algo, pero... es muy doloroso...
Fenrir: Si, puede que sea doloroso, pero por lo menos fue con alguien que era identica a ti.
Lana: ¿A que te refieres?
Fenrir: Tu misma has dicho que ambas sois físicamente iguales, puede que el no supiese que era ella y pensase que eras tu.
Lana (sorprendida): ¿Como si... me... suplantase?
En la mente de la joven mecánica se reproducía aquel precioso momento en que ella había suplantado a su gemela para ganar las entradas a Lactolandia donde pasó el mejor día del mundo con su querido hermano y donde le dio su primer beso. ¿A caso, si Lola no se hubiese lesionado, aquella escena se hubiese repetido pero con Lola en su lugar? Sacudió su cabeza para quitarse esos pensamientos.
Lana: Aun y así, no esta bien, Lola sabia muy bien que el estaba conmigo...
Fenrir: Si, aunque siendo el único macho de una manada grande, esas cosas suelen suceder.
Lana: ¿A que te refieres?
Fenrir: Por hoy dejemoslo así, será mejor dormir un poco. Mañana tendrías que ir al rió a por alimento y agua.
*******
La semana pasaba muy lenta para el albino que tras los estudios, solo se quedaba en su cuarto observando el monitor con la señal de su amada. Habían pasado ya 7 días desde que se fue de casa en medio de la noche y aun no había regresado. Había tenido una acalorada discusión con Lisa sobre que debía haberla traído de vuelta, pero él confiaba en Fenrir y por lo que veía en el dispositivo, su hermana se movía de un lado al otro del bosque.
Lincoln: *suspiro*...
Lucy: ...no me robes mis frases...
Lincoln: !!AAAHHH¡¡ Lucy... me has asustado. ¿Cuando entraste?
Lynn: Os lo dije, esta en las nubes.
Lori: Literalmente llevamos aquí en tu puerta desde que has entrado y te has puesto a suspirarle al detector.
Leni: Vamos chicas. No sean así, seguro echa mucho de menos a Lanita.
Luna: Eso es lo que yo decía, sis. Pero no puede quedarse aquí todos los días, acabará mal.
Lisa (enfadada): ¿Te has decidido ya en ir a buscar a nuestra unidad fraternal restante?
Lincoln: Gracias por preocuparos chicas. ¿Donde está Luan?
Lynn: Pues esta haciendo un vídeo en directo para sus seguidores después de que el vídeo de Benny se volviese viral, se ha vuelto una estrella en TuYoube.
Lily (triste): ¿Lana se marcho por mi culpa? Siento mucho el beber esa bebida que me prohibieron...
Lincoln/Lori: Noooo, no es culpa tuya.
Lincoln: Ven Lily, vamos a jugar a fuera un rato. Lanita se marchó por culpa mía, no por algo que hicieses tu.
Tras agradecer a cada una de sus hermanas y darles un abrazo, el chico salió al jardín acompañado de Lily, allí jugaron un rato con unos muñecos y la pelota hasta que otra de sus hermanas se acercó vergonzosa y triste a donde estaban.
Lola (apenada): Linki... ¿sabes algo de Lana?
Lincoln: Aún sigue en el bosque con Fenrir... ¿necesitas algo mas?
Lola (triste): No... perdona... ya me...
Lana: ¡¡ZEUSITO!! ¡¡LOLA!! NECESITAMOS AYUDAAAA
Los rostros de los tres se iluminaros y se dirigieron al sitio del que provenían los gritos. Lana corría hacia ellos a toda prisa completamente sucia. Lily fue la mas rápida en reaccionar y se lanzó corriendo a los brazos de su hermana mayor, interceptándola y terminando ambas en el suelo.
Lily: ¡¡LANA!! Has vuelto. Perdona, no volveré a beber esa bebida nunca mas, pero por favor, no vuelvas a irte así...
Lola/Lincoln: ¡¡LANA!!/ ¡¡LANITA!! ¿¿QUE PASA??
Lana: Lily, ves a avisar al resto. Lola, Zeusito, tenemos que ayudar a Fenrir. Hay un enorme incendio en el bosque.
Lola: Hermanita... perdóname... yo...
Lana: ¡Ahora no hay tiempo! Tenemos que correr y hacer algo. Ya aclararemos las cosas tu y yo después.
Lincoln: Vale Lanita. ¿Como ha pasado? No ha habido tormenta estos días...
Lana: Fenrir sospecha que ha sido provocado, dice que últimamente ha visto a unos hombres con casco amarillo por la zona donde ha empezado el fuego.
Lily: Voy corriendo a avisar a las otras. Seguro Lisa tiene algún cañón de agua gigante o algo asi y Lori y Leni pueden correr la voz con sus celulares.
Sin mas espera, Lily se metió corriendo a dentro de la casa, mientras las gemelas y su hermano corrían en dirección al bosque, tras tomar varios cubos del garaje. No podían dejar que ese hermoso bosque que los cobijó y fue su casa durante tanto tiempo se perdiese por unos desalmados.
Lo dejamos aquí por este momento. Estamos llegando ya al final de este fic y esperamos que sea de su agrado. En cuanto todo se calme un poco, por fin podremos saber que decisiones han tomado Lynn, Lucy, Lana y el resto. Ayúdennos con su voto a controlar el incendio del bosque.
Gracias por su apoyo y sus comentarios. Un fuerte abrazo ^_^
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