Capítulo 15
Más de un mes pasó, y un nuevo kaiju llegó con la misma intención de atacar las Praderas, al igual que sus 3 homólogos.
Sin embargo, nuevamente, gracias a la Guardia del León, el intento de ataque por parte de este fue frenado incluso antes de llegar a las Praderas, llevando al combate en las tierras de los Forasteros.
Durante este, a pesar de no ser un espacio abierto, el entorno ayudó mucho para distraer, contener, y finalmente derrotar a la enorme criatura, quien terminó sepultada bajo una montaña de rocas.
Otro problema contra el que tuvieron que lidiar, antes de la llegada de la llegada de este kaiju y el anterior, fue la aparición de Zira, una leona quien fue pareja de Scar, junto a sus 3 hijos y algunas leonas más.
Ellos se habían apoderado del abrevadero de la familia de Jasiri, una hiena con la que Kion y su equipo entablaron una amistad, y entendiendo que no todos los forasteros podrían ser malos.
Ella pidió ayuda a Kion para recuperar el abrevadero, y así el león conoció primero a los hijos de Zira, y luego a esta misma, sin embargo, luego de enterarse que el león era hijo de Simba, la leona decidió mantenerlo cautivo, y engañar a Jasiri, diciéndole que Kion dejaría que el abrevadero perteneciera solo a los leones.
La hiena, aunque dudando un poco se sentía triste por eso, hasta que llegó el resto de la Guardia, explicaron que ellos habían oído de Zira y su familia, gracias a Rafiki, y juntos fueron a ayudar a Kion, quien finalmente terminó enviando a la familia de leones más allá incluso que las Lejanías.
Aunque, ellos no sabían que ese...no sería un problema como los que tendrían más adelante.
Ahora mismo
-¿Estás bien Kion?- preguntó Fuli.
-Yo...dejé que Janja me provocara...me enojé mucho...y...eso hizo que perdiera el control del Rugido- fueron las palabras del león algo cabizbajo.
-Sí, lo notamos, hiciste que ese volcán gigante hiciera erupción-dijo la chita mirando hacia atrás por un segundo.
-Lo cuál por cierto...fue totalmente in-bunga-creíble!- exclamó Bunga.
-Pues...je...supongo que si lo fue- dijo Kion con una ceja arqueada, junto a una sonrisa de lado.
-Y a pesar de eso, todos estamos bien, incluso Kiara- fue lo siguiente que dijo Fuli.
-Pues, si, supongo que eso es lo que cuenta, además no pasó otra cosa aparte de eso- dijo el león mientras empezaba a caminar junto a ellos.
Unos segundos después
En el interior de ese volcán en las Lejanías, se encontraba una cobra, que respondía al nombre de Ushari, y junto a ella, estaba Janja, quien le arrebató un bastón que tenía, y lo tiró a la lava.
En ese momento, parecía empezar a escucharse algo, hasta que en medio de la lava, un ligero torbellino de fuego apareció, y junto a este, la imagen, o el rostro mejor dicho, de un león, el cuál se estaba riendo fuertemente, pero que no se podría escuchar, si es que estabas lejos de ahí.
-A-A-Ahhh...¿tu...eres?- preguntó Janja con las orejas bajas, y notorio temor.
-Sí...yo...soy...Scar- esa fue la respuesta que dió el recién aparecido, mientras veía con una sonrisa a ambos.
Por la noche
-Hoy ha sido un día agitado para ustedes ¿Verdad?- fue la pregunta de Rafiki.
-Bastante...y...preocupante...al menos, porque habían raptado a Kiara- fue la respuesta que dió Kion, sin embargo, este luego de unos segundos notó como el mandril parecía pensativo- ¿Qué sucede?
-No es nada príncipe- respondió el Mzuji Real, cerrando sus ojos mientras se ponía de pie y caminaba un rato- Esta sensación...
-Rafiki...enserio...¿Qué pasa?- preguntó el león esperando que su duda se aclarara.
-Hay...un ligero disturbio...- eso fue lo que dijo el mandril en su mente mientras una corriente de aire pasaba a través suyo y del león.
-Rafiki...es...acaso...¿Otras de esas cosas?- preguntó Kion algo dudoso.
-No...no es eso- señaló el Mzuji Real, aún sin mirarlo.
-Arghhh...Rafiki...Ese lugar...el que dijiste...que salían esas cosas...- dijo el león mientras recordaba.
-Si...¿Qué pasa con ese lugar?- preguntó esta vez el mandril.
-¿En dónde está?- fue la pregunta que hizo el león.
-¿Por que lo quieres saber?- preguntó otra vez Rafiki volteando a verlo.
-Para...ir y terminar de una vez por todas con esto...- esas fueron las palabras del león.
-Muchacho...¿Estás consciente de lo que dices?- volvió a preguntar el mandril, mirándolo seriamente.
-Rafiki...¿No sería mejor hacer eso? Ya no tendríamos de que preocuparnos porque sigan atacando- fueron las palabras del felino mientras una ligera sonrisa aparecía en el.
-Aún no estás listo...te falta mucho para poder, o creer que puedas hacerlo tu solo- dijo el mandril mientras empezaba a retirarse.
-Al menos dime en dónde podría empezar a buscar- dijo el león alzando un poco la voz, y haciendo que el mandril detuviera su marcha.
Pasaron algunos segundos, en los que el silencio empezó a reinar entre ambos, hasta que...
-El océano...ahí es dónde se encuentra...- esas fueron las palabras del mandril sin voltear, antes de empezar a retirarse.
-El...océano...pero...¿Dónde?- se preguntó Kion mentalmente.
Dos días después
-¿El qué?- preguntó Bunga extrañado.
-El océano Bunga- señaló Ono- La verdad yo no lo he visto, pero algunos de mi parvada deben de conocer o acordarse.
-Y...¿Ellos pueden saber dónde está?- preguntó el líder de la Guardia.
-Quizás, supongo que solo habría que preguntarles- dijo la garceta.
-¿Por qué de repente...te notas interesado en saber eso?- fue la pregunta que hizo Fuli.
-Ah...solo...es por curiosidad- esa fue la respuesta del león mientras ahora tenía una pata detrás de su cabeza- Solo es...por eso.
La chita lo miró aún algo confusa, y luego miró a Beshte y Ono, quienes también se mostraban confusos, pero en señas, el de la vista más aguda decía que quizás no tendrían que preocuparse mucho.
Durante casi una hora, la Guardia fue patrullando como siempre, no teniendo problemas más que con hienas, o chacales, y por suerte, nada parecía salir fuera de lo normal.
En la tarde
-Más allá...¿De las Lejanías?- preguntó Kion.
-Al menos...es lo que me contaron- fue la respuesta por parte de Ono.
-Y eso que...no hemos visto casi nada de allá- añadió Fuli- Al menos, nos aventuramos un poco más cuándo nos enteramos de Zira.
-Pues si, pero creo que alguien que no sabe tardaría días en atravesar ese sitio- señaló la garceta.
-En fin, gracias Ono, de verdad- dijo el león con una ligera sonrisa.
-No es nada, nos vemos después chicos- fue lo último dicho por la garceta antes de elevarse en el aire, y luego finalmente alejarse.
-¡Adiós!- exclamaron ambos felinos mirando a su compañero alejándose.
-Bien...ahora enserio...- fueron las palabras de Fuli mientras su pequeña sonrisa se esfumaba.
-¿Mmm?- ese sonido emitió el león mirándola con una ceja arqueada.
-¿Porque quieres saber en dónde queda...el océano?- preguntó la chita.
-Ya les dije Fuli...es...solo curiosidad...- fue la respuesta de Kion con una ligera sonrisa de lado- Oí de ese lugar...y...quise ver si alguien sabía de el...
-¿Lo oíste de dónde?- preguntó la ojiverde de nuevo.
-De Rafiki, anoche estuve hablando con el- señaló el ojinaranja.
-Aún te quedas despierto hasta tarde...Con razón ya no llegas temprano a los patrullajes- señaló Fuli.
-Si, perdón por eso, pero es que Rafiki también me dijo que no podía descuidar un entrenamiento- dijo Kion mirándola solo de rato en rato.
-Pues si, pero tampoco tienes que olvidarte, de nuestro deber- dijo la chita antes de empezar a alejarse- Iré a cazar, nos vemos después.
-Sí...¡Nos vemos después!- exclamó el león mirando a su compañera alejarse, hasta perderla de vista- Bien...supongo que...podría dar un vistazo y asegurarme de que no pasa nada con los cocodrilos.
Dicho eso, el felino corrió un par de metros, antes de impulsarse, y dar un salto, mientras una fina aura blanca envolvía su cuerpo, para finalmente alejarse de ese sitio.
Mientras tanto
-Así que ahora, quieres disputarme el liderazgo de los cocodrilos ¿eh?- fue lo dicho por el cocodrilo llamado Makuu.
-Ese es nuestro método, ya deberías saberlo- eso dijo uno de los cocodrilos, quien respondía al nombre de Kiburi, y había convocado a un Mashindano.
-Bien, acepto...el lago Matope...en el ocaso- sentenció el líder de los cocodrilos.
-Sé muy bien la tradición...pero veamos...si aún sabes lo que es pelear de verdad- señaló Kiburi antes de retirarse.
-Tengo que informarle a mi padre...y a los demás...- fue lo dicho por Kion, quien se había mantenido oculto escuchando, antes de retirarse, aunque no había sido el único que había estado espiando, pues 2 eskincos también lo hacían, pero ellos se retiraron hacia las Lejanías.
En el Lago Matope
Ya el sol casi empezaba a ocultarse, y ya la Guardia del León junto a los habitantes de las Praderas se encontraban ahí.
-¿Creen que Kiburi pueda ganar?- preguntó Fuli.
-Yo espero que no- respondió Beshte.
-Sí...Makuu...el merece ser el líder- fue lo dicho por Kion.
-¿Hablaste con tus cocodrilos sobre el plan?- esa fue la pregunta por parte de Ushari, hablando algo apartado con Kiburi junto a los cocodrilos.
-Sí...ellos ya saben que hacer...¿Sabes?...Me agrada como piensas...Eres una serpiente lista- fue lo dicho por el posible líder de los cocodrilos en las Praderas.
-Yo solo quiero estar, del lado del ganador- afirmó la cobra egipcia.
-Y lo vas a estar...- dijo Kiburi antes de mirar a sus cocodrilos- Ya saben que hacer, durante la pelea...No se lo verán venir...y cuándo gane...no solo regiré a la manada...todos nosotros...regiremos en las Praderas.
Unos segundos después, ambos contrincantes ya estaban en medio de todos los que miraban, incluyendo a la Guardia, y pronto, la Familia Real también llegaría, pues era parte de la tradición.
-Muy bien Kiburi...tu querías esto...veamos...si tienes realmente lo que se necesita- dijo Makuu hablando en voz alta.
-Lo tengo...¡Y te lo demostraré!- exclamó el cocodrilo, antes de lanzarse uno contra el otro, comenzando así el enfrentamiento.
-Después de ver y lidiar contra una criatura gigante...esto...ya no es tan sorprendente...- fue el pensamiento de Kion- Aunque...debo admitir que aún es un poco emocionante.
-Muy bien, sepárense, y reúnanse en el blanco...Acabaremos fácilmente con el- dijo uno de los cocodrilos con los que trabajaba Kiburi.
En los siguientes segundos, ambos contendientes parecían parejos, ya que ninguno estaba dispuesto a rendirse y dar su pata a torcer, aunque, Ono no quería ver dicho confrontamiento, entonces voló de la espalda de Beshte, antes de darse cuenta del movimiento de ciertos cocodrilos, algo dudoso sobre que era lo que planeaban hacer, así que fue a avisarle a Kion.
El líder de la Guardia también empezó a tener dudas, por lo que en voz baja le pidió a su compañero que continuara vigilando, mientras el Mashindano continuaba.
-Chicos, chicos- fue lo que dijo la garceta, antes de alejarse junto a sus 3 compañeros, pues Kion estaba algo apartado de ellos- Tienen los ojos puestos sobre el rey...y...creo que piensan en atacarlo.
-Eso es...Usan el Mashindano como una distracción- señaló Fuli- Ono, guíanos a dónde están, y rápido.
Los 4 miembros de la Guardia, guiados por Ono lograron interceptar a los cocodrilos justo antes de que saltaran sobre el rey Simba, y ahora se enfocaban en mantenerlos a raya.
Fuli, Beshe y Ono ya habían casi logrado frenar a 2 de ellos, pero el que estaba lidiando con Bunga, pudo quitarselo de encima, y estuvo avanzando hacia dónde se encontraba el rey, antes de que un cachorro de león se interpusiera en su camino.
-¿Qué pensabas hacer?- fue la pregunta que hizo Kion, antes de hacerlo retroceder de un golpe.
-¿Qué es...? ¿Kion?- eso se preguntó el rey, antes de alejarse un poco, y darse cuenta de que la Guardia tenía sometidos a los 3 cocodrilos- Kion...¿Qué estás sucediendo?
-Pues...ahora ya nada...- afirmó el de ojos naranjas mirando a los 3 cocodrilos.
-Ellos...trataban de emboscarme- fueron las palabras del rey luego de analizar la situación.
-Y usaron el Mashindano para cubrirse- dijo Fuli- Por suerte Ono pudo verlos antes y avisarnos.
-Conozco a estos cocodrilos, y sé que no pudieron haberlo hecho solos- dijo el rey.
Regresando al enfrentamiento entre los cocodrilos, una vez vió como el rey león ya no se encontraba, Kiburi aceptó la derrota, pero dijo que ahora, ya que el rey no estaba, todos se inclinarían ante ellos, los cocodrilos.
-¿Así es como funciona para ustedes?- preguntó el rey regresando con ellos y junto a la Guardia.
-¿Qué? ¿Pero...cómo es que...?- se preguntaba Kiburi no entendiendo como falló el plan.
-Ahí es dónde intervenimos nosotros...la Guardia del León- señaló Kion con un tono algo serio, y sin mostrar una sonrisa aparente.
-Majestad...le digo enserio...no tenía ningún conocimiento sobre esto- habló Makuu acercándose al rey león.
-Lo sé bien, porque estoy lo planeó Kiburi...pero al ser tu el líder, dejaré que seas tu el que le asignes el castigo- dijo Simba.
-El perdió el Mashindano, ya ni el ni sus seguidores serán bienvenidos en mi Manada, haz lo que creas conveniente- dijo Makuu.
-Está bien- dijo Simba antes de posicionarse frente al cocodrilo mencionado- Kiburi, escucha atentamente, tu y tus seguidores, ya no tienen permitido estar en las Praderas, así que, vayanse ahora.
-Y no vuelvan- añadió Bunga estando junto a sus 3 compañeros.
-Pero...- iba a decir el cocodrilo, antes de gruñir y dar un paso hacia el rey, pero fue interrumpido por Kion.
-Ya escuchaste Kiburi...- habló el joven león- Así que mejor no te busques problemas, y vayanse ahora mismo.
-Arg...bien...pero volverán a saber de nosotros...que te quede claro...cachorro- dijo el cocodrilo exiliado en forma de amenaza antes de retirarse junto a los suyos.
Unas horas más tarde
En una zona con un par de rocas y algunos árboles, se escuchaban sonidos de algo agitándose en el aire, luego algunos golpes, hasta que un joven león sale disparado hacia atrás, deteniendo su marcha al afirmar sus garras en el suelo.
-Bien muchacho, es todo por hoy, ve a descansar- esas fueron las palabras de Rafiki mientras se pasaba a retirar, dejando solo a Kion.
Este último cerró los ojos mientras iba recuperando aire y acomodando un poco el mechón de su melena, antes de dar un salto en el aire, e impulsarse, llegando rápidamente a su destino, la Roca del Rey, parándose justo en la punta de esta.
Gracias a ello, podía ver a muchos, pero muchos metros de distancia, las Lejanías, mientras las palabras del mandril, y de Ono resonaban en su cabeza, antes de abrir los ojos, y decir:
"Mañana, cruzaré las Lejanías...y voy a llegar hasta el océano...para terminar...de una vez por todas con esto"
Y hasta aquí el nuevo capítulo.
Espero les haya gustado, les mando un abrazo psicológico y nos vemos en un próximo capítulo.
Cuídense mucho, los quiero a todos.
Chau, chau.
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