Él 💧
Mientras la señorita Butterfly corría, jadeaba y se ahogaba en sus penas, alguien descansaba tirado en una banca de cubierta y, al ver a cierta mujer corriendo como si los 40 ladrones la persiguieran, no pudo pensar otra cosa: la joven corría peligro. Pero lo único de lo que debía ser salvada era de sí misma. Y Globgor se dio cuenta de ello cuando vio a la peliverde pasando el vallado de popa y mirando el agua con cierto vértigo. Una cosa no quita la otra.
Globgor: *se acerca a ella* Yo de usted no lo haría. Ese agua está helada. Y no me apetecería tener que saltar a salvarla.
Eclipsa: ¡No se acerque! ¡Usted no me conoce! ¡Márchese de aquí!
Globgor: Si lo quisiera hacer, créame que lo habría hecho. Me habría marchado. Pero no puedo hacer eso. Ahora me siento involucrado. Si usted salta, yo salto.
Eclipsa: ¡Déjeme en paz! ¡Usted está loco si hace eso!
Globgor: Desde el más sincero respeto; no soy yo quien esta casi colgándose de una barandilla en la popa de un barco. Tendremos tiempo para discutir quién es el loco si vuelve usted aquí y se sienta conmigo a hablar. Querría saber qué le ha hecho pensar a una mujer como usted que su única salida era ésta.
Eclipsa: ¿"A una mujer como usted"? ¡Le repito que usted no sabe nada de mí! ¡No puede llamarme "una mujer como usted" y quedarse tan ancho!
Globgor: Bueno, en mi opinión, es mejor ser como usted que no como su marido. Pero aquí, cada uno con lo suyo.
Eclipsa: ¿Conoce usted a mi prometido? ¡Pero si él jamás se juntaría con..! Bueno, ya sabe usted.. un..
Globgor: Un monstruo y un pobretón. Dígalo. Lo tengo asumido.
Eclipsa: Yo iba a decir "con alguien diferente de recursos limitados", pero veo que lo lleva bien.
Globgor: Sí. Me sorprende que fuera de ser tan considerada.
Eclipsa: *sonríe dulcemente* ¿Por qué no iba a serlo?
Globgor: *se ríe a carcajadas* Veo que ya no me tiene por un loco. *se da cuenta de que Eclipsa sigue en el borde de popa* ¿Va a volver de ahí? Lo digo por irme sacando la camisa y, así, ahorrar tiempo si he de salvarle.
Eclipsa: Sí, pero ¿podría ayudarme? No soy muy ágil a veces.
Globgor: ¡Claro! *le ofrece su mano, pero Eclipsa resbaló y estuvo a punto de caer*
Eclipsa: *colgada con la mano de su nuevo amigo como única salvación* ¡No me suelte! ¡No me suelte, ayúdeme! *se le caen los zapatos de los pies y ve que, por el oleaje que hay, éstos ni siquiera flotan* ¡Socorro! ¡Ayúdenme!
Globgor: ¡Tranquila! ¡Cálmese, la subiré! ¡Sólo intente de impulsarse con los pies, como si tratara de volar! ¡Yo la subiré por su brazo! ¡Suba un poco y deme el otro!
Eclipsa: *hace todo lo que le ha dicho* Ya.. casi.. ¡estoy! *consigue subir arriba, pero, por su falta de calzado, tropieza y cae justo encima de Globgor* Esto, yo.. ¡Perdóneme! *corre a mirar el mar y pone cara de desilusión* ¡Oh! Mis zapatos.. ¡Con todo lo que me gustaban! Los he perdido.
Globgor: *sarcásticamente* Oiga, ¿podría usted, no sé yo, ¡alegrarse por seguir viva!?
Eclipsa: Bueno, técnicamente, desde el principio, eso era exactamente lo que quería
evitar. Pero gracias por salvarme.
Luego, llegó en general del barco, pensando que Globgor, al tener a Eclipsa encima cuando los vio a escondidas, trataba de hacerle algo malo, corrió a buscar al rey Shastacan. Pero, afortunadamente, Eclipsa explicó que ella quiso ver las hélices del motor y que, al asomarse tanto, resbaló, pero suerte que Globgor estaba allí, y él la salvó. ¿No era la verdad? No, no exactamente. Pero no iba a decir que Globgor tuvo que hacerle entrar en razón para que no se suicidara, ¿verdad? Como "recompensa", Eclipsa utilizó su labia y encanto para convencer a Shastacan de invitar a Globgor a cenar mañana a las 22:00h con la alta sociedad. Cuando éste accedió, la reina y el monstruo se sonrieron con complicidad. ¿Cenar juntos? ¡Por fin, Eclipsa disfrutaría de la cena! No hablaría con los demás, sinó con Globgor. Le diría qué significaban algunas palabras complicadas, ó qué hacer en las horas puntas, como las de brandy, misa, polo, ect ect. Y Globgor estaría toda una velada con la mujer más hermosa de todo el barco. Podría ver su sonrisa, su manera de contestar a las lenguas viperinas que quisieran ofenderla.. ¡sería una cena en condiciones! Ambos lo podían imaginar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro