Juntos
Hola a todos 😊 aquí el siguiente capítulo 😃 me alegro que les gustaron los dibujos, habrá más 7u7
Y ahora lo que todos esperaban... e.e ya saben, sino les gusta el lemon cuando lleguen a las estrellitas pues hasta ahí le dejan owo
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Juntos
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Una vez que el ojiazúl guardo el dibujo en la caja fuerte junto a una nota, Wakiya había terminado de vestirse, Rantaro había salido un momento a la cubierta privada que tenían notando que la noche estaba muy tranquila pues las olas del mar chocando contra el barco no se escuchaban demasiado y para variar... Hacia frío.
Era una de las noches más frías realmente.
Aunque eso no importaba para algunos debido a que el viaje era ameno y tranquilo.
Wakiya termino por ponerse está vez un vestido un poco menos complicado. Normalmente entre su ropa de ese día llevaba un corset y este sin ayuda no le sería fácil ponerse, así que uso algo más ligero y fácil de poner. Sonrió pues había sido algo muy hermoso lo que hizo Rantaro por él.
Por mientras todo eso ocurría, arriba Free por órdenes de Silas había ido a buscar a Wakiya.... Habían visto al pelirrubio con Rantaro en la proa del barco horas antes y al notar que en ese lapso este no se apareció para la cena ni para estar con Silas, el peliverde se había molestado pensando en que su prometido estaba con un perdedor.
— Hace frío...— Rantaro hizo un huequito con sus manos para calentarse estás con su aliento y luego entrar viendo a Wakiya. Se veía lindo aún usando un vestido.
— Parece que si...— Wakiya se acercó para darle un beso.
— Eres tan lindo...— Aunque a Rantaro todavía se le hacía extraño ya no decirle linda.
Fue en ese momento en que escucharon la puerta principal abriere.
— ¡Escuché un ruido!.— Wakiya jalo de la mano a su pelirrubio.
— Espera... mis cosas...
Aunque aún así siguió a Rantaro de la mano y este lo guío por otra puerta de la habitación... Free había entrado a la sala donde habían estado y se le hacía un poco extraño notar los muebles de distinta manera a la que normalmente estaban acomodados.
Había escuchado un ruido en extra y se acercó de inmediato.
Fuera por el pasillo, Rantaro y Wakiya rieron un poco pero iban caminando a paso rápido. Ambos voltearon justo para ver a Free salir de la habitación y al voltear a ambos lados los vio.
— ¡Corre!
Ambos jóvenes pelirrubios salieron corriendo y Free detrás de ellos...
— ¡Espere espere!
— ¡No cierre!
Los chicos al doblar la esquina llegaron al elevador, un pequeño cuarto de madera enrejado que permitía subir o bajar a los diferentes pisos aunque como siempre, solo era para dos clases de pasajeros. Rantaro corrió la reja de golpe permitiéndole a Wakiya entrar con él.
— ¡Rápido! ¡Cierre!
El encargado del elevador cerro la reja y enseguida el mecanismo de este empezó a bajar.
— Maldición.— Free se había molestado cuando veía bajar a ambos, incluso se reían de él y Wakiya le dijo adiós con la mano.
No quedándose con ello el pelirrubio bajo corriendo las escaleras.
— ¡Vamos vamos!
Estando en una de las plantas bajas, Rantaro tomo de la mano a Wakiya para pasar por una puerta de servicio.
— ¿Que era antes? ¿Policía?.— El mayor se burló al ver qué, nuevamente Free no les perdió la pista.
— Creo que si era eso.— había reído Wakiya.
Pero ambos nuevamente salieron corriendo llegando hasta un cuarto donde estaba la turbina principal del barco, debido al ruido ambos se taparon los oídos.
— ¿¡Lo perdimos!?.— Rantaro le preguntó a gritos.
— ¿¡Qué!?.— Wakiya no escuchó hablando igual a gritos.
Por el ruido era difícil hablar, hasta que notaron una compuerta en el suelo... Debido a que Free podría descubirlos en cualquier momento, Rantaro se acerco y abrió la compuerta notando unas escaleras.
Kiyama había bajado primero y enseguida le ayudo tomando de la cintura a Wakiya para bajarlo también.
— ¿Que hacen ustedes aquí?
Habían llegado a las calderas donde los hornos estaban en funcionamiento y uno de los que laboraban ahí habían notado a los jóvenes.
— ¡Vámonos!
Wakiya jalo de la mano a Rantaro y ambos salieron corriendo.
— ¡Deténganse! ¡No pueden estar aquí!
Pero los chicos no se habían detenidos, se siguieron por todo el corredor de las calderas.
Habían terminado por entrar a otro apartado dándose cuenta que era el centro de equipaje... Ahí habían infinidad de cajas y pertenencias de los pasajeros. Entre ellos un auto al que los chicos se acercaron pues a Rantaro le había llamado la atención el modelo.
— Ejem.— Wakiya sonrió llevando sus manos detrás de su espalda, jugando.
— Oh si, lo siento.— Rantaro entendió su juego y le abrió la puerta.— Por favor.— Le ofreció la mano.
— Gracias.— Wakiya había tomado su mano para subir al auto y sonreír.
Enseguida Rantaro subió a la parte del piloto, el vehículo tenía un cristal corredizo en la parte que daba al asiento delantero donde Rantaro estaba, por lo que Wakiya corrió el cristal y recargo los brazos en el borde.
— ¿A dónde te llevo amor?.— Rantaro giro un poco la cabeza para darle un beso.
— A las estrellas...
Enseguida Wakiya soltó una risita y jalo por los brazos a Rantaro para meterlo al interior del auto, logrando su cometido. Ambos terminaron en el asiento del auto pero el mayor tenía entre sus brazos a su ojiazúl, acariciando su cara suavemente intercalando pequeños y dulces besos.
Wakiya tomo la mano de Rantaro que tenía en su rostro y llevo está a besar su dorso poco a poco besando también sus dedos con ternura.
— ¿Nervios?.— El oji café veía de diferente manera al menor.
Ambos realmente se veían de la misma manera.
— Por favor acaríciame
Wakiya le dio una dulce mirada y ambos se volvieron a besar con ternura, y no solo eso, el ojiazúl llevo la mano que tenía de Rantaro para poner esta sobre su pecho, el mayor recorrió con esa mano el cuerpo de su amado para continuar besándolo.
Entregándose mutuamente ese amor que había nacido entre ellos.
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El beso comenzaba a ser cada vez más intenso y Wakiya comenzó con algo de timidez recorrer el pecho de Rantaro.
Estaba un poco nervioso... Teniendo 17 años nunca antes había hecho lo que estaba por hacer con Rantaro, con Silas solamente había llegado a los besos pero no a más... pues no lo amaba...
Amaba a Rantaro y aún con esos nervios como cualquiera siendo su primera vez quería entregarse a él.
Conforme pasaban las caricias por su pecho, Rantaro tampoco se había quedado atrás pues le estaba acariciando su espalda con cuidado, pero en un momento dado, la mano de Rantaro llegó al listón del vestido comenzando a jalarlo, quitando el listón podría fácilmente bajar el cierre.
— Rantaro...
Un suspiro de parte del ojiazúl interrumpió el beso...
— Seré cuidadoso...
Volvieron a besarse, Rantaro termino por besarle el cuello para comenzar a bajarle el cierre del vestido.
Sería la segunda vez en ver esa dulce y delicada piel... pero era la primera vez donde sentía le deseo por recorrerlo no solamente con la mirada como había ocurrido cuando lo dibujó.
El vestido cayó delicadamente del cuerpo de Wakiya, quién cerro los ojos pues enseguida entre caricias y besos, Rantaro comenzó a jugar con su pecho deleitándose mordiendo los pezones del menor. Por los besos y las caricias Wakiya comenzaba a gemir suavemente.
Al principio había estado un tanto avergonzado debido a que, sintiera que su cuerpo no era suficiente para Rantaro... pero antes de enamorarse de lo físico, el pelirrubio ya se había enamorado de lo que tenía por dentro... Y Rantaro lo amaba de esa manera. Dejándose llevar por todo ello, comenzó a corresponder todas sus caricias y besos, más cuando el mayor masajeó suavemente su miembro.
La ropa de Rantaro también estorbaba y también se deshicieron de ella, su cuerpo no era tan musculoso pero era del agrado de Wakiya, quién quedando sentado sobre él comenzó a acariciar y a besar el pecho de su amado.
— Te amo...
Wakiya sonrió ante hermosas palabras que Rantaro le había dado... de verdad estaba perdidamente enamorado de él, quién lo había aceptado cómo era, y aún sabiendo ello seguía a su lado.
Estando sentado sobre su vientre, sin romper ese beso que más y más hacía crecer el deseo, Kiyama le acarició la espalda desnuda desatando su cabello, la trenza se deshizo de manera que las hebras doradas de Komurasaki cayeron suavemente sobre sus hombros, el aroma de su piel y la imagen que le daba el menor había despertado más el deseo de Rantaro.
Por lo que cuando el ojiazul le rodeo el cuello con sus brazos estando todavía recostados en el piso del automóvil, el oji café se acomodo un poco mejor para besarle el cuello, su pecho, y acariciándole la espalda todavía bajo sus manos suavemente haciendo movimientos circulares en la piel de su amado.
Los gemidos de su ojiazúl se hicieron presentes pues las manos de Rantaro habían llegado a su cadera, bajando poco a poco hasta acariciar suavemente su trasero. Subiendo y bajando poco a poco en caricias empezaba a estimular a Wakiya de ese modo.
Y no solo eso, pues estando sobre él con las piernas abiertas el miembro erecto de Rantaro estaba despertando y haciendo presión suavemente entre la virginidad de Wakiya... Un estremecimiento de placer recorrió la espalda de Wakiya pero volteo a ver a Rantaro a los ojos.
— Escucha, si no quieres-...— Rantaro fue interrumpido por Wakiya por un beso que esté le dio.
— Llévame a las estrellas...
La mirada sonrojada llena de éxtasis de Wakiya le dieron a entender lo que quería.
Cómo nunca antes había hecho algo así, Rantaro también tuvo cuidado para primero dilatarlo de manera que la penetración no le doliera... Con juegos y caricias comenzó a acariciar haciendo presión para entrar poco a poco. El deseo hacía que Wakiya se aferrara al cuello de Rantaro gimiendo y diciendo su nombre.
Hasta que se arqueo gimiendo aún más, pues Rantaro había entrado dentro de él, no tardaron en correr unas pequeñas lágrimas pues le había dolido.
— Te-ten cuidado...
— Lo tendré...
Rantaro le había secado las lágrimas pero poco a poco había comenzado a moverse y lo que al principio comenzó con una ligera molestia el dolor termino siendo un placer indescriptible para ambos... La virilidad de Rantaro le proporcionaba un enorme placer y la calidez del interior del ojiazúl le aprisionaba bastante.
Cabalgando literalmente sobre Rantaro, el calor del momento y el deseo hacían que el calor subiera en ese pequeño espacio donde se estaban demostrando cuánto es que se aman.
Los movimientos fueron haciéndose cada vez más fuertes y el deseo les estaba haciendo perder la cordura por todo el placer que sentían.
— Rantaro...— soltando con más descaro sus gemidos, la piel perlada de sudor de Wakiya hacía querer desearlo más.— Te amo...
— Y yo a ti...
Con unas cuantas estocadas más pronto llegó el clímax pues Wakiya termino dejando salir su semen manchando el estómago de ambos, pero los movimientos no habían parado todavía, pues Rantaro aún no terminaba.
Wakiya por las sensaciones que estaba recibiendo llego al orgasmo y termino soltando un grito de placer pero también golpeó la ventanilla del auto con su mano, por el calor de sus cuerpos el cristal estaba empañando dejando una perfecta marca de su mano cuando la apartó arrastrando está.
Cayó rendido sobre el cuerpo de Rantaro una vez este inundó de su esencia el interior del menor.
Su primera vez había sido más que especial porque estaban con la persona que amaban.
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CONTINUARÁ
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Y así fue como le comieron el mandado a Silas e.e okya xD
OwO espero les haya gustado, lo quise hacer suavecito e.e es que no se, ellos se me hacen re tiernos como para hacer perversiones más Hard xD pero espero les haya gustado n.n
Gracias por leer 😊❤️ y nos leemos pronto ❤️😊
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