Hola a todos 😊 lamentamos la tardanza, ayer salí en la tarde y acabe medio cansada pero aquí está e.e
No hay mucho de decir cofcof 7u7

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Dibujó Especial
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Wakiya ya había decidido dar el paso de irse con Rantaro en cuanto llegarán a New York...

No era la vida a la que tanto estaba acostumbrado, no lujos ni riquezas... Eso no importaba. Rantaro era el hombre ideal, trabajador, optimista y eso era lo único que le interesaba al oji azúl... Solamente era ser feliz y ya.

Estaban haciendo mil y un planes para la nueva vida juntos que les esperaba al llegar a tierra. Y si, Wakiya no tenía interés de decirle nada a su madre.

Aunque esa idea no le gustaba a Rantaro este lo entendía. Ruth jamás iba a aceptar la relación de ambos y además todavía estaba el tema de su ruina económica que casándose con Silas iba a cambiar. Por eso y más Wakiya ya tenía muy decidido escaparse con Rantaro en cuanto llegarán a su destino... Llevaría pocas cosas, y poco dinero que mantenía guardado pero era una nueva vida.

Una vida donde ambos iban a ser felices.

Pero para eso todavía faltaban unos cuantos días más. Ahora Wakiya tenía algo más en mente que quería hacer...

Por mientras su madre estaba con otras personas y Silas hablando de negocios donde demoraría sus horas sin aparecer, Wakiya llevo a Rantaro a su habitación para mostrarle algo importante.

— Nuestro pequeño lugar del barco, aquí es la sala de estar...— Wakiya se burló mientras pasaba con Rantaro.

— Es bastante amplio....— Rantaro silbo levemente dándole un vistazo a la pieza aunque en cuanto vio algo más se acercó a este.— Es Moret...

Rantaro se había acercado a una pintura paisajista que tenía Wakiya junto a otros cuadros más, Wakiya sonrió viendo que le llamaba la atención.

— ¿Conoces su obra?.— Se acercó a él para ver el mismo cuadro.

— Por supuesto.— Sonrió el mayor.— Mira ahí, como utiliza el color para darle mejor textura y realismo.

— Lo sé, por eso me encanta.— El ojiazúl sonrió, le gustaba que tuvieran en común el gusto por el arte, algo que con Silas no tenía.

Después de ello, Wakiya se había acercado a la caja fuerte para sacar algo en especial, tomo el estuche que guardaba un collar y se acercó a su pelirrubio con este.

— Mira esto.— Wakiya le dio el Corazón del mar.

— ¿Que es esto?.— Kiyama tomo la joya para girarla con la luz y ver sus destellos.— Es muy pesado... ¿es algún zafiro?

— Es un diamante... uno muy raro...— El menor estaba a su lado y continúo hablando con algo de timidez.— Quiero que me dibujes... cómo a tus chicas francesas... usando esto...

— Seguro...— Rantaro seguía viendo el collar.

— Usando...— El ojiazúl seguía un tanto tímido.— Usando solo esto.

Inmediatamente el muchacho de ojos castaños lo volteo a ver entendiendo que era lo que decía, por ello había balbuceado un poco sonrojado...

Pero había aceptado.

Por mientras Wakiya iba a arreglarse, en la sala de estar Rantaro estaba acomodando un diván que tenía varias almohadas para también de acuerdo a la iluminación de la sala, acomodar está para poder dibujar mejor. Así que después de un rato, había terminado por tener listo todo.

Al principio si había dudado debido a que Ruth podría llegar de un momento a otro, o peor aún, Silas. Pero Wakiya le había tranquilizado diciendo que, mientras haya bebida y tabaco, su prometido no se aparecería hasta en un buen rato. Por parte de Ruth, estaría ocupada hablando con otras personas seguramente de lo grande y costosa que sería la boda... La boda del año al parecer para la señora Komurasaki. Después de eso había tranquilizado a Rantaro para poder hacer el trabajo que le pedía.

En el área de su habitación, Wakiya se había soltado el cabello y anudado a una trenza que, por los nervios le quedo un poco torcida pero se le veía natural a como quería salir en el dibujo.

Si había un poco de nervios, pero por emoción... Nunca antes había hecho una cosa así y era de cierta manera excitante saber el resultado... Nunca pensó en la idea con morbo... Después de todo, Rantaro era muy profesional con su trabajo como artista.

Finalmente se había acercado a la sala nuevamente, usando una bata de color rojo con dorado y visible colgando de su cuello el Corazón del mar. Rantaro ya tenía listos sus carboncillos y estaba afilando uno con forma de lápiz cuando vio al menor acercarse.

— Lo único que pido, es un dibujo donde parezca muñeco de porcelana.— Sonrió orgulloso acercándose más a él.— Y como cliente que paga, espero recibir lo que pido...

Le lanzó una moneda y Rantaro sonrió tomando está, Wakiya se alejó un poco para comenzar a abrirse la bata poco a poco ante la mirada del oji café.

La piel blanca y suave de Wakiya quedó al descubierto una vez que la bata cayó al suelo, dejándolo totalmente desnudo ante la mirada de Rantaro quién, no le apartaba la mirada de encima... No solamente por ser Doncel, tenía una figura esbelta y delicada, sino que desde niño tenía un cuerpo frágil y pequeño, pero aún así atrayente y por esa atracción Rantaro tardo unos segundos en reaccionar...

Le estaba gustando lo que veía. Pero como se mencionó, Kiyama era muy profesional si de trabajo se trata.

— Re-recuestate en el sofa...— Aunque no por eso dejo de sonar algo nervioso.

— ¿Así?.— Wakiya le obedeció quedando medianamente recostado de lado con los brazos cerca del rostro.

— Muy bien, así... Tu brazo izquierdo un poco levantado cerca de la cabeza.— Rantaro le dio indicaciones.— Ahora, baja la barbilla y las piernas igual, una sobre la otra flexionada.

— ¿Así está bien?.— Wakiya se había acomodado a lo que le decía Rantaro.

— Si, así como estas.— Rantaro sonrió y tomo el cuaderno.— No te muevas ya...

Wakiya respiro profundamente y asintió a lo que le pidieron, enseguida Rantaro había comenzado con trazos firmes y seguros pero también delicados, comenzando a detallar cada detalle del ojiazúl sin perder ni uno de estos.

Aunque no por eso había momentos en los que se sonrojaba, divirtiendo a Wakiya.

— No imaginó a Monseur Moret sonrojandose...

— El pintaba paisajes, no personas.

Sonrió Rantaro mientras seguía su trabajo. Realmente era bastante profesional con ello.

— Que serio.— Sonrió Wakiya viendo a su amado.

— No hables corazón...

— Lo siento...

Wakiya no volvió a moverse o hablar para no estropear el trabajo de su amado, realmente era uno de los momentos más eróticos de su vida y algo realmente emocionante para él.

Finalmente el dibujó había sido terminado y Wakiya se puso de pie tomando la bata para ponérsela de nueva cuenta mientras Rantaro terminaba los últimos detalles.

— Aquí tienes.— le pasó a Wakiya una carpeta de cuero donde iba su trabajo.

— Gracias.— Wakiya sonrió abrazándolo por el cuello estando detrás de él y dándole un beso.

Beso que claro, Rantaro le correspondió con ternura.

Por mientras todo eso sucedía en cubierta se encontraba Silas todavía con algunas personas pero Free se acercó a él, le murmuro algo y el peliverde se puso de pie para verlo.

— ¿Que estás diciendo?

— Vieron a Wakiya con el pobretón de Kiyama.

Claro, eso molestó a Silas, pues no quería que su prometido siguiera frecuentando a Rantaro... Ya que el peliverde si lo veía como una amenaza para su matrimonio.

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CONTINUARÁ
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CURIOSIDAD: El Dibujo de Rose que aparece en la Película fue hecho por el Director Cameron... Y en las tomas donde se ve a Leo DiCaprio ir haciendo los trazos son en realidad las manos de James Cameron haciendo el icónico dibujo.

Chanchanchan e.e
No hubo eh, final feliz para el dibujo xD 7u7 ya dijimos que Rantaro es profesional así que e.e
Pero no sé preocupen, que ya se viene la parte del auto y e.e mejor no pregunto si lo quieren explícito o algo asi...
Gracias por leer 😊❤️ y nos leemos pronto 😊❤️