Hola a todos 😊 aquí el siguiente capítulo, medio más temprano a lo habitual de la madrugada e.e
El título lo dice todo owo igual le calculo que ya vamos poco más de la mitad e.e ya saben, mis patas de araña en la libreta son deformes...

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Choque
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Se habían apagado las máquinas y el motor había comenzado a dar marcha atrás junto a las hélices y turbinas...

Pero Murdoch había comenzado a notar como el barco viraba pero sin éxito alguno pues la proa chocó fuertemente contra un costado del tempano de hielo provocando una rotura en un lado del metal del navío... el agua había comenzado a romper el casco por la presión y comenzado a filtrarse a gran velocidad....

Un temblor comenzó a sacudir el barco, inclusive el timón estaba vibrando por el impacto, y en su camarote, curiosamente revisando unos planos, el señor Andrews vio con atención como su copa de vino que tenía a lado comenzó a vibrar ondeando el líquido en su interior.

— ¿Que está pasando?

Vio hacía arriba el candelabro, este tintineaba por el movimiento.

El hielo había golpeado el barco y pedazos de este habían caído en la cubierta.

— ¡Atrás!

Rantaro jalo a Wakiya dejando a este detrás de él cuando varios trozos del Iceberg cayeron frente a ellos.

Una de las primeras cosas que comenzó a llenarse de agua fue el área de carga, donde aquellos vigilantes que buscaban a la pareja fueron ahogados de imprevisto por la presión de está. Un cargamento con sangre de dragón, valiosa en ese entonces se había perdido también al contacto con el agua, pues es una savia especial que se utiliza como barniz.

El agua había comenzado a entrar pues era de un tamaño considerable el golpe... Se habían encendido las alarmas y en el área de las calderas comenzó a llenarse de agua.

— ¡Corran corran!

Se activo el sistema para cerrar las puertas ya que el agua había comenzado a inundar las calderas y debido a ello el barco iba a disminuir su marcha hasta detenerse por completo una vez que se pagarán los motores, pero para ello todavía faltaban unos minutos.

Las pesadas puertas metálicas comenzaron a cerrarse lentamente dándoles a los obreros tiempo para entrar y resguardarse del agua.

Uno de los encargados apresuraba a sus compañeros hasta finalmente entrar cerrándose la compuerta. Aunque no todos tuvieron suerte.

Murdoch notando en un tablero que indicaba el número de puertas, viendo que esté ya registraba todas cerradas vio preocupado a sus compañeros.

— Avisen al capitán.

Afuera, debido al temblor, varias personas habían salido a cubierta notando todavía como se alejaban del iceberg.

— ¿Que ocurrió?

— ¿Viste eso?

— Fue muy grande.

Rantaro se acercó a la cubierta asomándose para ver el agua, estaban justo abajo de donde se abrió el barco.

— ¿Estás bien, lindo?.— Rantaro vio a su ojiazúl.

— Si.— Wakiya asintió con la cabeza aunque un poco nervioso.

Tras el fuerte impacto, y conforme los camarotes de tercera clase comienzan a inundarse, lo que provocó la confusión de los pasajeros, Valt se había puesto de pie para sentir el agua en sus pies y saltar sorprendido por eso.

— ¿Que fue lo que pasó?

Se comenzó a vestir medianamente con sus compañeros de camarote y salió de este, justo en ese momento Shu se acercó colocándose un saco.

— Valt ¿están bien?.— Lo vio el albino preocupado.

— Si si, bueno, no se dónde está Rantaro.

— Ven conmigo.

Ambos fueron juntos para buscar al pelirrubio sin imaginar siquiera lo que iba a ocurrir.

— ¿Que fue lo que pasó?.— El capitán había llegado a la cubierta del timón notando a sus oficiales.

— Un iceberg, señor...— EL primer oficial lo vio preocupado.— Trate de virar, pero, logramos darle de costado.

— Cierren las compuertas...— El capitán se acercó a una orilla para asomarse, alcanzando a ver parte del iceberg, qué aún ya a distancia se lograba notar su buen tamaño.

— Ya lo hicimos señor...

Preocupado el capitán se les quedó viendo, los hombres esperaban sus órdenes.

— Llamen al carpintero para que evalúe los daños.

El capitán Smith se reúnio con Ismay y Andrews para evaluar los daños del choque, sacando todos los planos del trasatlántico.

— Debido al tamaño de la abertura, las compuertas uno, dos, tres, cuatro y cinco comenzaron a llenarse de agua.— Andrews comenzó a explicar en los planos.— luego la seis, siete y las demás lo harán...

— ¿En cuanto tiempo señor Andrews?

— Unas horas capitán...— La cara afligida de Andrews se los dijo todo.— Dos horas o menos...

— Paren los motores, oficial.

— Si señor.— Murdoch se alejo a atender la orden.

— Y que la tripulación comience a repartir salvavidas para comenzar a evacuar el barco.

Ismay y los oficiales del barco se asombraron ante la noticia pero procedieron a repartir chalecos salvavidas a los pasajeros y a preparar los botes salvavidas para subir primero a las mujeres y los niños de la primera clase. Sin embargo, saben que mucha gente morirá en el hundimiento final porque el barco no contaba con la suficiente cantidad de botes para rescatar a todos los tripulantes y pasajeros. A pesar de ello, habían intentado mantener con hermetismo la tragedia con tal de evitar el pánico.

En la clase alta habían comenzado a repartir los chalecos salvavidas con un orden y educación respetable. Tocando de puerta en puerta suavemente.

— Por favor señor, póngase el chaleco salvavidas.

Ross, un pasajero originario de Canadá al escuchar las alertas no hizo más que molestarse, pues lo habían molestado.

— Hará falta algo más que un iceberg para que me despierten.— Volviendo a su habitación a dormir.

En clase alta los avisos eran tratados con tacto y amabilidad.

— ¡Vamos! ¡Despierten!

A comparación de en tercera clase, donde a golpes fuertes en la puerta despertaban a los pasajeros dándoles los chalecos salvavidas no muy amablemente y creándoles confusión.

Wakiya estaba preocupado por lo que habían visto que sujeto a Rantaro del brazo.

— Debemos avisar a mamá y a Silas...

— Si, está bien.

Ambos comenzaron a caminar a las habitaciones para buscar a Ruth, pues Silas en ese momento estaba hablando, al parecer molesto, con el jefe de policías del barco.

— ¡A mi no me interesa que se esté hundiendo el barco!.— Exclamó el peliverde.— ¡Me han robado y quiero que atrapen al responsable!

Fuera de las habitaciones, mientras Silas estaba con los policías, Free estaba recargado en la pared esperando a alguien... Ese alguien no tardó en aparecer.

— Señorita...— El guardaespaldas se acercó a Wakiya quién iba con Rantaro.— Silas está dentro, esperándolos.

Los jóvenes no dijeron nada, Wakiya solo asintió con la cabeza y Rantaro vio a Free... Pero al pasar por un lado del artista, el mayor sutilmente dejo caer dentro del bolsillo del abrigo de Rantaro el corazón del mar... Sin que esté se diera cuenta.

Al entrar a la habitación las miradas se fueron hacia los jóvenes. Wakiya se acercó a su prometido.

— Silas a pasado algo terrible.

— Si, lo sé cielo...— Silas lo sujeto suavemente del brazo.— Perdí dos cosas valiosas está noche, por fortuna una acaba de llegar.— Vio al ojiazúl quién lo veía confundido.— y creo saber dónde está la otra.

Enseguida hizo que los guardias sujetaran a Rantaro para asombro de ambos.

— ¡Oigan que!

— ¡Sueltenlo!.— Pero por el agarre del brazo, Silas no dejo a Wakiya acercarse.

Los oficiales bajo desconcierto de los chicos, inspeccionaron entre la ropa de Rantaro hasta finalmente sacar algo especial.

— ¿Esto es lo que busca?

Entre su mano, colgando, tenía la preciada joya. Wakiya se asombro, aún más lo había hecho Rantaro.

— Arréstenlo.

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CONTINUARÁ
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CURIOSIDADES: Si el Titanic hubiera chocado de frente con el iceberg, toda la proa habría quedado destrozada pero el agua habría entrado en menos compartimentos (no es lo mismo si se inundan los 2 primeros que los 5 primeros) y, al tardar más en hundirse, la ayuda habría llegado a tiempo.

En el Titanic no había camarotes con el número 13 por un tema de superstición, evitar la mala suerte y todo eso. Vaya ironía dado lo que habia sucedido.

También llevaba un cargamento de 76 cajas de... SANGRE DE DRAGÓN. En realidad la sangre de dragón es un tipo de savia que se obtiene en una palmera de las Islas Canarias y se usaba para darle color al barniz para la madera y para el maquillaje de la época.

Se afirma que un pasajero canadiense llamado Hugo Ross estaba durmiendo cuando chocaron y, cuando fueron a alertarle, dijo: 'Hará falta algo más que un iceberg para que me levante de la cama'. Volvió a dormirse y murió allí.

Chanchanchan
Y así Silas empezó con sus celos porque se comieron su mandado e.e
Gracias por leer 😊❤️ y nos leemos pronto ❤️😊