Arrestó injusto
Hola a todos 😊 lamentamos la tardanza, pero aquí estamos e.e es que está semana al final se puso ajetreada y cambiaron los planes pero bueh e.e espero les guste 😊
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Arresto injusto
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Todo había pasado tan rápido que Wakiya no hablo, estaba realmente confundido con todo.
— Arréstenlo.
Le habían esposado las muñecas a Rantaro quién se había negado y también seguía hablando defendiendo su inocencia.
— ¡Esto es un error! Yo no lo robe.
El pelirrubio de ojos azules finalmente había hablado acercándose a su prometido.
— Silas, él no fue...— Su mirada delataba que creía en su inocencia.
— Las pruebas ahí están.
— Pero...
— Además.— Lo interrumpió el peliverde acercándose aún más a su oído para comenzar a murmurarle.— Tal vez lo tomo mientras estabas vistiéndote.
Eso le había dado a entender a Wakiya que Silas seguramente ya había visto el dibujo, y que posiblemente con todo ello ya se había hecho de muchas ideas respecto a ese tipo de inocencia que Wakiya ya no poseía, pues aunque tenían un buen tiempo comprometidos, Silas no se había atrevido nunca a tocarlo en ese sentido.
La policía comenzó a caminar jalando a Rantaro quién todavía se negaba.
— Wakiya por favor créeme, yo no fui.
— Se encontró el diamante en tu bolsillo, no hay más que decir, acompáñame.— Hablo el jefe de policía.
— ¡Yo nunca he robado nada!
— "Propiedad de Lui Shirosagi"...— Free leyó una inscripción estampada en el forro de la gabardina que anteriormente Rantaro había tomado para hablar con Wakiya en cubierta.
— La reportaron como robada hace unas horas...— Recordó el jefe que a media tarde había llegado un reporte de robo, ese tipo de cosas en el barco rara vez pasaban pero eran tomadas en cuenta muy en especial por ser personas de primera clase.
Silas solamente sonrió burlándose pues ello ayudaba aun más a su plan, y al juzgar por la cara que puso el ojiazúl, ya Rantaro empezaba a creer que Wakiya les estaba creyendo todo.
— Lo iba a devolver ¡lo juro!.— Pero comenzaron a llevarse al joven.— Wakiya ¡Wakiya!
Se habían llevado a Rantaro y Silas sujetó la muñeca de Wakiya para también llevárselo arriba. Ya que habían comenzado a subir a las mujeres y niños de primera clase, y también a los donceles... En ese aspecto, era fácil identificar a los donceles pues la mayoría vestía de acordé a la clase a la que pertenecía.
Antes de llegar a cubierta, se habían encontrado con el señor Andrews quién no podía disimular su preocupación mientras pedía que usarán los chalecos salvavidas tanto a los pasajeros como a la tripulación.
— Señor Andrews...— Wakiya se había acercado a él cuando veían la conmoción.
— Señorita...
— Señor...— El pelirrubio lo había interrumpido.— Vi el choque...— Eso también llamo la atención de Silas.— Dígame la verdad por favor...
Ante la petición, Andrews suspiro con pesar.
— El Titanic se va a hundir... Deben de subir a los botes...— Había visto también la preocupación en Wakiya.
Después de ello, Silas llevo a Wakiya con su madre, quienes estaban también junto a otras personas para abordar los botes salvavidas.
— ¿Acomodarán a las personas por clases?.— Ruth, clasista como era, estaba junto a otras personas entre ellas Molly, Wakiya había escuchado ese comentario justo cuando llegaba con Silas y le había molestado.— Solo espero que nuestro bote no esté muy lleno.
— ¡Madre ya cállate!.— Wakiya le había alzado la voz para sorpresa de Ruth, Silas igual la vio.— Hay muchas personas, pocos botes y el barco ya se está hundiendo... ¡No muchos se salvarán!
— Pues solo se salvarán la mejor clase...— Silas vio a su prometido con frialdad.
Molestando más a Wakiya evidentemente.
En el fondo del barco, había comenzado a avanzar el agua inundando compartimiento por compartimento y en tercera clase ya había iniciado un poco de pánico pues las rejas de entrada habían sido cerradas.
— ¡Por favor! ¡Solo mujeres y niños! ¡Solo mujeres y niños!.— Habló el vigilante.— Cuando terminen con primera clase...
Pero con todos hablando a la vez y con el mismo miedo las indicaciones no eran del todo escuchadas en incluso se interrumpían entre sí.
Una mujer pelirroja tenía a sus dos pequeños niños de alrededor de seis años, uno de cabellos igual de rojos que ella y ojos rosas y el otro de cabello azul y ojos verdes.
— ¿Mami subiremos a los botes?.— Hablo el más pequeño, el niño de ojos rosas.
— Si, solo cuando pongan a la primera clase, después de seguirán con nosotros.— Explicó su madre.— Así que no hay que ponernos nerviosos y esperemos pacientemente.
— Si.— El niño de ojos verdes asintió.
Aún más al fondo, en otra área, habían dejado a Rantaro esposado contra un tubo de metal grueso que se utiliza para la ventilación... desde ahí podía observar el agua por la ventanilla, y eso le preocupaba pues está iba a entrar de un momento a otro. Aunque todo ello a Free no le preocupaba. El pelirrubio estaba sentado a una mesa y despreocupado estaba jugando con una bala, haciéndola rodar por lo ligeramente inclinado que estaba la mesa... Rantaro solamente lo observaba y cuando sintió las miradas, Free vio al menor y cargo su arma, para comenzar a levantarse.
— No creo que todo el barco se hunda.— Comenzó a hablar el pelirrubio.— De cualquier forma, había olvidado decirte algo.
A Rantaro no le dio tiempo a nada más que a flexionarse tras el golpe en el abdomen que Free le dio privándolo del aire, el menor había comenzado a toser y estando esposado de esa manera le había tomado más tiempo recuperarse.
— Un recordatorio....— Siguió Free mientras guardaba la pistola en su porta-armas oculto dentro de su saco.— de parte de Silas...
Enseguida comenzó a irse dejando a Rantaro totalmente solo.
Estando arriba, varios de los botes habían comenzado a descender poco a poco y de ese modo había sido ya el turno de Ruth, Molly y otras mujeres más.
— Los asientos de primera clase están aquí.— Habló la señora Brown mientras le ayudaban a subir.— Sube linda, hay mucho espacio.
— Vamos, Wakiya.— Ruth vio a su hijo.
Pero el pelirrubio se quedó estático pensando en otras cosas mientras los veía. Había entendido algo más y comenzó a caminar para alejarse de ahí pese a los gritos de su madre.
— ¡Wakiya!
Silas enseguida fue detrás de él.
— ¿Tú a dónde crees que vas?.— Sujeto al menor del brazo.
— ¡Suéltame!.— Wakiya había forcejeado.
— ¡Ni pienses que lo vas a ir a buscar!.— Pues eso imaginaba que el ojiazúl iba a hacer.— ¡Es solo un pobretón!
— ¡Que me sueltes!
— ¡No lo haré!.— Lo jalo aún más para llevárselo.— ¡No voy a dejarte ser el esposo de un malnacido muerto de hambre!
— Prefiero ser eso que tú esposo...
Finalmente Wakiya se había soltado del agarre de Silas y salió corriendo para alejarse de el pese a la molestia de su prometido...
Pero era verdad lo que había pensado, iba a buscar a Rantaro para abordar un bote esperando juntos.
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CONTINUARÁ
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Chanchanchan e.e ya se viene más desastre e.e y si owo ese par de niños son los solecitos... Había dicho que habría más referencias a algunos nombres de algunos de los chicos xD como el de la gabardina e.e
Gracias por leer 😊❤️ y nos leemos pronto ❤️😊
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