Yoongi

Después de que nos rescataran, nos fuimos a vivir juntos a un pequeño apartamento en Nueva York. Era un lugar modesto, pero acogedor. Teníamos una habitación, una cocina, un baño y un salón. No teníamos mucho dinero, pero nos bastaba. Trabajábamos duro, pero también nos divertíamos. Éramos felices, y nos queríamos.

Aera trabajaba como camarera en un café, y yo como pianista en un bar. Nos veíamos por las mañanas y por las noches, y nos contábamos nuestro día. Nos reíamos, nos abrazábamos, nos besábamos. Nos apoyábamos, nos cuidábamos, nos respetábamos. Nos entendíamos, nos complementábamos, nos amábamos.

Aera era mi chica, y yo era su chico. Aera era mi vida, y yo era su vida. Aera era mi sueño, y yo era su sueño. Aera era mi todo, y yo era su todo.

Y así pasaron los años, y seguimos juntos. Nos casamos, y tuvimos hijos. Dos niños y una niña, que se parecían a nosotros. Les dimos una buena educación, y les enseñamos nuestros valores. Les dimos mucho amor, y les hicimos felices.

Nuestros hijos crecieron, y se hicieron mayores. Se fueron de casa, y formaron sus propias familias. Nos visitaban a menudo, y nos traían a nuestros nietos. Nos llenaban de alegría, y de orgullo.

Aera y yo envejecimos, y nos hicimos viejos. Pero no nos importaba, porque seguíamos juntos. Seguíamos riendo, abrazando, besando. Seguíamos apoyando, cuidando, respetando. Seguíamos entendiendo, complementando, amando.

Aera era mi chica, y yo era su chico. Aera era mi vida, y yo era su vida. Aera era mi sueño, y yo era su sueño. Aera era mi todo, y yo era su todo.

Y así llegó el final, y nos fuimos juntos. Nos fuimos en paz, y sin dolor. Nos fuimos de la mano, y con una sonrisa. Nos fuimos al cielo, y nos reencontramos con nuestros amigos. Nos fuimos al Titanic, y volvimos a bailar.

Aera era mi chica, y yo era su chico. Aera era mi vida, y yo era su vida. Aera era mi sueño, y yo era su sueño. Aera era mi todo, y yo era su todo.

Y así fue nuestro final feliz, y el principio de nuestra eternidad.