Titanic: El último reencuentro
15 de Abril de 1980: Escribo esto como mi testimonio final . Y para eso me es necesario narrar todo lo que sucedió durante mi estancia durante el R.S.S Titanic hace ya sesenta y ocho años. Mi querida esposa falleció hace cinco años a causa del cáncer. Si, han oído bien, la he llamado esposa, y luego eso es lo que era, me importa un comino que esta sociedad retrograda no la reconozca como tal. Todos los que me conocieron durante las últimas seis décadas me conocen como Rose Thomas, compañera sentimental de Jacqueline Hughes, nativa de Manchester.
Pero solo el segundo dato es cierto. Mi verdadero nombre no es en absoluto Rose ni mucho menos nací en Manchester....ni siquiera nací en el mundo humano. Ni siquiera soy humana.
Mi verdadero nombre es Ealinne y soy una sirena.
Mi madre era la bruja del mar o así era como le decían la mayoría de los habitantes de Nereidan. Yo siempre la llamaba por su nombre de pila era Syonne. Tengo dos hermanas, Mirthan y Aoinan. Mirthan era ya una adolescente cuando yo nací y Aoinan todavía nacería años mas tarde, justo poco antes de los hechos que me llevarían al exilio en el mundo terrestre. Mi raza vive de promedio unos 300 años así que todas ellas deben de seguir aún vivas....o al menos así lo espero.
Mi madre era consultada por todo tipo de habitantes dentro de Nereidan y todos alababan su trabajo. Ya a partir de los cinco años la ayudaba en su trabajo recolectando hierbas curativas, sería eso lo que me llevaría a mi primer encuentro con ella, Jacqueline, o Jackie como en verdad la conocían sus seres cercanos.
Como ya se imaginaran, dentro del mar no hay estaciones y los únicos indicios que teníamos nosotros de aquello era o la mayor intensidad del reflejo solar durante el verano o la aparición del hielo durante el invierno. Fue en esta última fecha cuando yo me encontraba mirando que hierbas coger cuando oí un crujido arriba de mi cabeza, miré en esa dirección por pura curiosidad.....y me encontré con una escena que en cambio me helo la cabeza: Una niña humana que luchaba por volver a la superficie presumiblemente después de haberse caído dentro del hielo.
Diariamente nos advertían sobre no acercarnos a los humanos y aún más de no dejarnos ser vistos por ellos. Esas palabras hacían mella en todos los niños, yo incluida y cumplíamos las precauciones a rajatabla, solo los mas extremadamente insensatos las desobedecían. Pero la criatura que yo tenía ante mí no solo estaba claramente indefensa sino que moriría pronto si nadie la ayudaba. Por eso no dude al ir hacia ella, cogerla por las axilas y ayudarla a subir. Al principio se resistió fuertemente a mi agarre, pensando que yo era un depredador marino hasta que se giro para mirarme. Años mas tarde, me diría que tardo en entender que clase de ser era yo. Cuando vi que otros brazos humanos la alzaban del agua, me di por satisfecha y me fui (que no sintiera miedo de la cría humana que acababa de socorrer no significa que no sintiera lo mismo hacia sus progenitores)
Después de eso no hay nada destacable que contar, a no ser que les parezca interesante los numerosos pretendientes que tuvo mi hermana durante esa época, cosa que dudo. Aunque si quiero resaltar que éramos felices, especialmente después de que Syonne tuviera a Aoinan. Nunca nos dijo quién era el padre pero a nosotras tampoco nos interesaba saberlo.
Sin embargo, sería apenas tres meses después de este acontecimiento cuando ella llegó a nuestra cueva: Mollen, la hija menor del Rey Nefer. Mollen era una chica de diecinueve años realmente hermosa, con la piel celeste y el cabello rubio hasta la cintura. Se topo primero con Mirthan y conmigo pues Syonne estaba alimentando a Aoinan.
-¿Esta aqui la bruja del mar?-pregunto nada mas vernos.
Mire a Mirthan indecisa de que contestar, y ella lo hizo en mi lugar:
-Eso depende de quien pregunte.
Mollen parecio sorprendida de que no supiéramos quien era.
-Soy la princesa Mollen. Requiero la ayuda de la bruja.
Mirthan la miro sopesadamente como analizándola.
-Ahora voy a avisarla.
Al cabo de unos minutos salió para avisarla de que Syonne había aceptado verla. La acompañe al interior de la gruta, hacia la estancia donde mi madre recibía a todos sus clientes.
-Alteza, es toda una auténtica sorpresa encontrarla aquí- dijo mi madre de manera franca, pero sus maneras no impresionaron a Mollen que no dudo en espetar:
-¿Quiénes son estas chicas? ¿Sus ayudantes?
Yo me moleste por su tono pero mi madre y mi hermana parecieron no inmutarse.
-En cierto modo si - respondió Syonne de manera lacónica.
La princesa pareció dudar durante un instante pero finalmente dijo:
-Necesito un hechizo especial.
-¿Cómo de especial?
Mollen dudo de nuevo antes de contestar:
-Un hechizo que me convierta en humana.
Mi hermana la miró insólita y no pude evitar lanzar una exclamación, hasta mi madre puso cara de sorpresa, algo realmente atónito en ella.
-¿En humana? ¿Por que? - interrogo Syonne.
-Porque estoy enamorada de uno, por eso - respondió Mollen.
Yo no comprendía nada; ¿la princesa de Nereidan tenía una relación con un humano? ¿Cómo?
Syonne debía compartir el mismo escepticismo a juzgar por las preguntas que hizo a continuación:
-¿Cómo le conociste? ¿Cómo se llama?
-Se llama Edward, le vi por primera vez mientras viajaba por nuestras aguas, y enseguida me di cuenta de que era alguien excepcional, le encanta la música y es el mejor poeta que he conocido.
Syonne la contempló inmutable.
-Así que ya estas tan enamorada como para ir a la superficie....¿Pero que hay de él? ¿Siente lo mismo por ti?
Mollen agachó la cabeza:
-No....lo cierto es que todavía no me conoce.
-Vaya, ¿y aún así quieres ir a su lado? ¿Qué pasará si no te corresponde; has pensado en eso?....
-Pues claro que lo he pensado, no soy una niña boba - contestó Mollen molesta- Y he decidido que no importa, si tengo una posibilidad quiero intentarlo.
-Pequeña, si conoces las historias de las demás sirenas que decidieron convertirse en humanas, ya sabrás cuales son las consecuencias de esa decisión....Dicho eso, te lo preguntaré por última vez: ¿Estás segura de que quieres hacer esto?
Mollen afirmó de manera rotunda:
-Completamente.
Mi madre suspiró.
-Está bien, tengo testigos de que fuiste completamente consciente de lo que hacías. Para conseguir tu propósito deberás beber esta poción a medianoche y bebértela entera, ni una sola gota menos.
Mollen tomo el frasco con alegría, algo incomprensible para mí, viendo la empresa tan arriesgada en la que se estaba metiendo de cabeza.
-Mil gracias - le dijo a Syonne antes de irse.
Mi madre negó con la cabeza:
-Resérvate ese agradecimiento mejor para el caso de que tu historia tenga un final feliz.
Al marcharse la princesa, yo pregunte:
-Syonne, ¿Cuáles son esas consecuencias de las que hablabas?
Mi madre pareció cavilar antes de contestar:
-Cuando una sirena o un tritón decide convertirse en humano, eso conlleva también el acortamiento de su vida, de 300 años al promedio de la vida humana. Pero eso no es lo más grave, y es que jamás podrán volver a sumergirse en el mar.....o de lo contrario se transformaran espontáneamente en espuma marina.
Me quede horrorizada.
-¿Y aún así le diste la poción para hacerlo...? - espete antes de poder pensarlo mejor.
-Mi niña, ya viste que ella ya sabía de eso y aún así se mostro dispuesta a hacerlo. A veces no nos queda más remedio que respetar la voluntad de los demás, por mucho que estemos de desacuerdo con ella.
Dos días tardo en llegar la tormenta a nuestras vidas. Todas estábamos aún durmiendo cuando el estruendo a la entrada de nuestra cueva nos despertó. No tardamos en ver quienes eran: El Rey Nefer en persona, juntos con sus soldados, apareció ante nosotras colérico:
-Syonne, la bruja del mar - espeto desdeñoso - Ya debes de saber porque estoy aquí.
-Así es, Majestad.
-Entonces, si precias tu vida, me dirás donde encontrar mi hija y así deshacer lo que has causado.
-Señor, ella no me dijo a donde iba a ir e incluso aunque lo hubiera hecho lo más probable es que ya sea tarde para evitar nada.
Nefer pareció estar a punto de gruñir a nuevo....hasta que me vio y una sonrisa siniestra se formo en su sonrisa.
-Niña, ¿Dónde esta esa poción? - me pregunto en tono amenazador.
Yo no dude en decírselo y cuando lo consiguió fue cuando le ordeno a sus hombres:
-Agarradla.
Ellos no tardaron en obedecer y me vi aprisionada. No importo las suplicas de mi familia, el Rey Nefer me obligo a beber la misma poción que mi madre le había dado a su hija. No recuerdo nada de lo que ocurrió a continuación hasta que me desperté en la orilla del mar, desnuda, sintiendo frío por primera vez en mi vida y con mi piel antes azul ahora siendo rosada. Os ahorrare una penosa y larga narración de todas las penurias por las que tuve que pasar de ahí en adelante, sólo contare como cinco años después fui adoptada por los Dewitt Bukater, una familia aristocrática. Lo que en principio parecería una noticia feliz pronto se desvelo como nada más que una estratega del matrimonio Bukater para chantajear emocionalmente al patriarca de la familia y así conseguir un lugar principal en su testamento. Si el Rey Nefer en persona me hubiera dicho que accedía a dejarme volver a cambio de que ahogara a mis padres adoptivos, le habría obedecido de inmediato. Poco después de que cumpliera dieciocho años, me obligaron a comprometerme con un hombre igual de insufrible que ellos, Caledon Hockley.
En esas tesituras estaba cuando me embarque en el Titanic.
Desde hace días me venía rondando las palabras de mi madre: "Si vuelven a tocar el mar, se transformaran en espuma marina" y me preguntaba seriamente si aquella no sería una mejor opción a vivir con unos padres adoptivos que solo me querían por interés y casarme con un hombre al que detestaba.
Estaba recurriendo de nuevo a sus pensamientos cuando mi camino y el de Jackie se cruzaron repentinamente de nuevo.
-Señorita, ¿quiere pedir ya la comida?
-No, gracias.
Pero la camarera permaneció ahí y entonces preguntó:
-Disculpe pero ¿no nos hemos visto ya antes?
Ya estaba a punto de decirle que no cuando me fije bien en su rostro. Veréis, las especies acuáticas tienen muy buena memoria fotográfica y se ve que yo no había perdido esa característica. Gracias a eso me di cuenta de quien era la camarera.
La niña a la que había rescatado de morir ahogada hace tantos años.
Aquella misma noche me decidí finalmente por la opción de arrojarme al mar, así al menos volvería a mi verdadero hogar. Pero entonces Jackie me encontró de nuevo. Ella fue la luz que necesitaba para iluminar esta nueva vida que me habían impuesto. Básicamente me convenció de seguir adelante. Como agradecimiento, convencí a Caledon de que la dejara desayunar con nosotros al día siguiente con la excusa de que era una amiga del orfanato. Aunque al final pasamos todo el día juntas, para disgusto de mis padres adoptivos y de Caledon. Averigüé que aquel fatídico día en el hielo estaba pescando con su padre, que ella y su familia eran nativas de Dublín entre muchas cosas de ella. Al final de la noche, después de la cena me pregunto con una sonrisa cómplice:
-¿No te apetece ir a una fiesta de verdad....?
La auténtica fiesta estaba en tercera clase, lo que enfureció al matrimonio Bukater cuando se enteraron pero a mi ya me daba igual, por primera vez en años era feliz. El día del hundimiento me di cuenta de la verdad, estaba enamorada. Mi mundo natal nunca compartió los prejuicios del mundo terrestre respecto a las parejas del mismo sexo. Y algo me decía que era posible que Jackie sintiera lo mismo por mí.
Entonces ella me confronto:
-Rose, en los últimos días he estado reviviendo ese momento en el que me salve de morir ahogada....Verás, nunca se lo he dicho a nadie......pero lo cierto es que aquel día fui salvada por una sirena.
Tuve que fingir sorpresa.
-¿¡¡En serio¡¡?
-Sí, en serio. Y luego me acuerdo perfectamente de su rostro. La primera vez que te vi no logre identificar de que me sonaba tanto tu cara hasta que me di cuenta de que te parecías mucho a aquella sirenita....sólo que ahora estoy convencida de que de hecho eras tú.
De tratarse otra persona me hubiera molestado en negarlo. Pero con ella no pude. Le conté absolutamente todo. Os preguntareis que dijo ella después de eso, la respuesta es....Nada. Solamente me abrazo, un abrazo que desde hace demasiado tiempo necesitaba. Ah, y luego me beso....pero bueno, ahí os hare el favor de ahorraros detalles. Por mucho que lamente la gran perdida de vidas que hubo a causa de la tragedia, lo cierto es que nos dio la oportunidad de fugarnos y empezar una vida juntas aquí. Hasta que la enfermedad se la llevo.
Jackie pidió explícitamente ser enterrada en el mar y gracias a un llamado de sangre pude contactar con mi familia desde el barco para que se llevaran el cuerpo y la dejaran en el punto indicado. Ahora me uniré a ella en el lugar que nos unió y donde también todas aquellas personas que fallecieron aquel terrible 15 de Abril y al mismo tiempo regresare a mi hogar natal, del que en otro tiempo desearía no haber salido jamás pero ahora me doy cuenta de que entonces me habría sido imposible haber llegado a conocer a mi amada.
Se despide, Ealinne.
Esta historia pertenece al concurso Infinity Awards de @EditorialMultiverse , muchas gracias por darme la oportunidad de participar.
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