Las noches fueron duras para el joven ciervo ya que aquella emoción aún no se había marchado, y sobre todo aquella enorme resaca, el joven quería seguir dormido en su cama, pero un golpeteo lo despertó por completo así que comenzó a disimular, y a poner en práctica aquellas clases costosas de actuación que fueron obligadas por su padre.

—Adelante.—Hablo alto.

A lo que lentamente la puerta se abría lentamente y al abrirse por completa dejando entrar nuevamente a la alpaca.

— Hola amo louis. Traje su desayuno, pero su padre me pidió que no le trajera mucha.

—Adivino, tengo una cita arreglada.

—No lo sé amo, yo solo cumplo con las órdenes.

—Oye, antes de irte ¿podrías traerme un botella de vino?.

—¿No cree que le sentará mal tomarlo alcohol muy temprano?.

—Anoche tome demasiado y me duele mucho la cabeza.

—¿Resaca?, vendré dentro de 4 minutos pero si ya se a ido le dejaré la bebida en el estante de arriba...

—Junto a los libros azules, me alegro que te lo hayas aprendido.— Interrumpió el ciervo mientras comía su desayuno, un jugo de naranja y un sándwich de huevos.

Aquella mañana transcurría como las otras, pero Bill estaba completamente furioso en el cuarto de una de las habitaciones del dormitorio, una sala llenas de plantas, aún que sean artificiales, la sección era calidad asiendo los conjuntos con los tenues rayos de sol que entraban por la ventana.

—Pensé que me acompañarías anoche.—Hablo el carnívoro sin mirarle, sentando su atención solo al plato con alimento enfrente de el.

—Estaba cansado.

—Supongo que sí, bailar con los de abajo, ¿eso te canso verdad?.

Aquella última frase había petrificado por completo al joven quien paro de comer, y levantó su mirada, y logro observar la evidente furia del tigre.

—¿Mandaste a algunos de tus empleados a vigilarme?, yo no soy ninguno de tus empleados para que me estes vigilando, soy tu prometido.- Dijo dando un sorbo a su bebida.

—¿Mi prometido? Mi prometido.—desesperado tira la mesa, con la tasa de té—. ¡Tu eres mi esposo! Eres mi esposo en la práctica aunque no aún por la ley, asi que debes de respetarme y honrar a tu esposo, ¿entendiste?, disculpa.—se retira del cuarto.

Para lo que entrara despues la alpaca y ver todo tirado un pequeño terror invadió su cuerpo cuando vio al imponente tigre que casi lo atropella mientras entraba.

Y un pequeño sollozo apareció, el miedo que había invadido al ciervo provocó que este comenzara a llorar, lo que acto seguido al sentir los brazos de la alpaca este se desplomó más mientras este era consolado por el.

Louis seguía asustado y al entrar a la habitación estaba su padre junto a alguien más. Parece que estuvieron hablando un buen rato ya que la mirada que este le lanzó le había provocado que ambas piernas le temblaban, así que como alguien respetuoso saludo sin recibir respuesta, así que rápido camino hasta su habitación, para que dentro de unos segundo su padre había entrado también, poniéndole seguro a la puerta para así evitar que este se escapara como ya lo hacía de hace mucho. Todos ya se daban cuenta que entre Legosi y yo había una química muy extraña, así que no querían que nos veamos juntos, y escuchar todas las cosas que comenzó a prohibir mi padre.

—No quiero que veas a ese lobo Louis, te prohíbo que lo veáis otra vez.

—Basta padre o te comenzara a salir sangre de la nariz.

—No estoy bromeando, estamos en una situación difícil, solo nos queda un legado de deudas que ocultar y un buen apellido, espero que me entiendas Louis, o que acaso me quieres ver por las calles de mendigo o siendo un trabajador en una de las fábricas que alguna vez tuvimos. ¿Quieres verme con los dedos machacados y lleno de aceite de motor? ¿eso es lo que quieres?—dijo el ciervo adulto, que al levantar la mirada este estuviera llorando.

—Esto es tan injusto padre.—con la cara abajo.

—¡Pero claro que lo es¡, somos hervivoros en un mundo donde el carnívoro predomina más, no tienes idea del dolor que siento obligándote a hacer esto. —agachando la mirada.- Si pudiera yo tomaría tu lugar pero mírame, yo ya estoy viejo, pero si quieres hacer lo que te dé la puta gana muy bien. Por qué al bajar de este barco nuestra vida de lujos termina, solo quiero que quede en tu cabeza, el sacrificio que hicimos para subir a este barco.

Dijo este secando sus lágrimas y saliendo de aquella habitación. Mi padre me presionaba a que haga algo que no quería pero no tenia salida, asi que solo hice caso a las palabras de mi padre, hasta que Legosi apareció y llego a cambiar mi pensamiento.

A Legosi ya se le había advertido que se alejara de mi, pero era su corazón el que era terco y llega a hablar conmigo y cambiar mi mente totalmente.

Las horas pasaban, y por órdenes de mi padre a los únicos que dejaban entrar a la habitación era a mí mayordomo para traerme comida, bebidas y uno que otro libro para leer ya que por el momento se me había prohibido salir.

—Tem ¿Aun sigue molesto mi padre?.

—Supongo que si por qué antes de entrar me pidieron mi identificación.

—Entiendo por qué lo hacen.

—¿Quiere que le traiga algo más?

—Solo un poco de champagne y unos cigarros si se puede.

—Esta bien. Toca hacer táctica samurái nuevamente.

Mencionó, lo que provocó una pequeña risa en la alpaca par que luego este saliera de la habitación. Mientras este se despide del ciervo y también de los guardias aunque solo movieron su cabeza.

Ten caminaba tranquilamente su rumbo a la cocina para buscar la botella de champagne, pero antes iba por uno de sus compañeros de habitación el cual le compraba los cigarrillos para su amo. Así que ya al tenerlo los únicos 3 que le quedaban los guardo en un pequeño corte que le había hecho a su corbata, idea de Louis para poder pasar desapercibido.

Pero algo no andaba bien, ya que desde que salió de la habitación donde se hospedaba Louis, Tel sentía todo el momento que alguien le seguía. Donde en un comienzo pensaba que eran cosas suyas, cambia cuando siguió sintiendo ese mismo sentimiento desde que salió de la cocina con las cosas. Así que caminando por otro pasillo, el cual por suerte se encontraba solo la alpaca se detuvo, y sin voltear este comenzó a hablar.

—Se que estás ahí.—hablo sin titubeos. —¡Sal!.

Ordenó, personal voltear no había nadie, visualmente ya que aquel extraño comenzó a hablar.

—Estoy bien por qué así no te causo terror.

— Tengo de amo a un caimán. Tú no me asustarse, así que sal.

Hablo nuevamente, y observar como de una esquina apareció aquella gran figura, la cual poco a poco comenzó a acercarse, hasta que la luz de focos se puso encima dando a la luz, de que aquel animal que lo seguía era un lobo.

—¡Vez!, De todo este barco eres el único que no causa terror. Ahora ¿Que es lo que quieres? ¿Por qué me estás siguiendo?.

—Quiero que me ayudes en algo. ¿Te prometo que te pagaré bien?.

—Lamento decirte, pero yo no trabajo en el club al natural, está en la zona de abajo, sala oeste.

—¿Que? ¡No!, Quiero que me ayudes ahora.

— ¡Aquí!.—sorprendido por las palabras del lobo.—Supongo que sí, a esta hora no trascurre nadie a esta hora. Pero qué sea rápido.

Aquel lobo al ver cómo la alpaca comenzaba a bajarse los pantalones este rápidamente corrió a detenerlo.

—¡No quiero eso! ¡Quiero que me ayudes a entrar a la habitación de louis.

—Ohhhh, ¿Por qué no comenzaste por ahí.—dijo este subiendo nuevamente su pantalón y abrochandolo.

—Necesiro hablar con Louis. Es algo muy importante.

—Dejame adivinar, tú eres el que lo metió en todos estos problemas ¿verdad?.

—Algo así.

—Lo lamento, dos guardias vigilan su puerta, no puedo ayudarte .—Dijo para comenzar a caminar nuevamente.

—¡Espera!.

—No puedo ayudarte.

—Solo dile que lo visitare, tengo que unos amigos para ayudarme, solo dale esto.

Hablo el lobo para luego darle un pequeño sobre. Para luego dar un suspiro grande.

—Bien, solo no me metas en problemas a mí también.

~2 horas despues~
Louis POV.

Ya me sentía completamente relajado, ese sabor de champagne y la nicotina de aquel cigarro lo había calmado por completo, cuando un gritó lo asustó, la curiosidad le mataba pero resistió ya que lo único que quería era enfadar a su padre. Así que solo camino nuevamente a su asiento, pero el abrir de una puerta comenzó a ponerlo nervioso y apagó como pudo el cigarro y lo tiro detrás de la estantería y con la almohada agitó lo que quedaba del humo en el cuarto. Pero cuando escucho como la puerta de su cuarto estaba por disculparse pero al ver de quién se trataba de asustó mucho más de lo ya se encontraba.

—¡Legosi! ¡¿Qué haces aquí?! Esto es imposible.—lo empuja.—tienes que irte.

Legosi se voltea y le habla frente a frente.

—Quiero hablar contigo Louis.

—¡No Legosi!, No, estoy comprometido, me casare con Bill, amo a bill.—dudoso.

—Louis puedes ser un joven egoista y petulante, pero debajo de eso, eres maravilloso ,sorprendete y carismático qué he conocido...

—Legosi solo vete.— dijo cortando su conversación

—Solo dejame tratar de explicarte, lo maravilla que eres.—respira profundo.—no soy un tonto se come es el mundo, tengo 10 soles en la bolsa y no tengo nada que ofrecerte, pero soy un apasionado, si tu saltas yo salto ¿ya olvidaste?.—Legosi se acerca y estan a punto de darse un beso.

—No es tu deber darme todos esos halagos.

—Si eso es cierto, solo el puede hacerlo no, así funciona todo.

—Legosi te tienes que ir mi padre vendrá en cualquier momento.— dijo este apartando la mirada.

Fue lo único que hizo para luego escuchar un portazo , así que dio un fuerte suspiro y al voltear el carnívoro ya no estaba en la habitación. Y en ese momento alnys no verlo, estaba claro que algo y es que no me tomo mucho tiempo pensar en le que debía hacer, mi corazón había hablado, mi mente había decidido, lo único que tenia que hacer era ir a verlo y demostrar que si puedo luchar por el amor que existe entre las dos, y no por lo maravilloso que me hace sentir solo al verlo.

Ya había pasado mucho tiempo y por los relojes del barco eran ya las cinco de la tarde. Su padre había llegado ya un poco con el humor mucho mejor, así que le permitió nada más una hora salir. Así que rápidamente lo más que pudo hablo con cada pasajero del barco. Y fue cuando se tópico un un labrador que se encontraba junto a otros sujetos, quien le dijo que estaba en la terraza del barco. Así que haciendo caso a ese chico comenzó a correr con la esperanza de que el aún esté ahí pero por ahora la suerte le sonreía, por qué el se encontraba ahí solo será esperar que no siguiera molesto.

—Legosi.

Llamo el ciervo, pero este solo se hizo el de oídos sordos, ya que por ahora no quería verlo.

—cambie de opinión.—se acerca a Legosi.—dijeron que estarías aquí.

—Solo dame tu mano y callate.

Hablo el lobo extendiendo su mano, a lo que Louis comienza a acercarse lentamente hasta tomar la mano del otro.

—Ahora cierra tus ojos, vamos y confía en mi. —llevándolo hasta las barandillas.—sujetate  de la barandilla.

—Confío en ti Legosi

—Ahora abre los ojos.—ordenó Legosi.

Legosi lo sujeta fuertemente de la cintura al ciervo para que esté no cayera por la fuerza del viento.

—¡Por dios! Siento como si estuviera volando, ¡Legosi estoy volando!.

Pero fue al momento de que las manos del lobo dejarán la cintura del ciervo y recorrieran su cuerpo y entrelazar con las del otro, lo que llevo a que Louis volteara a verlo.