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Capítulo 4: Celosos.

No se guíen por la fotito, aquí encontrarán a dos celosos que no se mostrarán esas amplias sonrisas😁

DISFRÚTENLO

Lo primero que hizo al llegar a casa fue adentrarse en el cuarto de Jimin y lanzarse a su cama, mientras que este lo miraba desde la silla de su escritorio, confundido ya que él nunca había irrumpido así en su habitación.

—¿Te pasa algo? —preguntó al poner sus manos en el borde de la silla.

—Está soltero —anunció, para luego sentarse—, no hay obstáculos para conquistarlo.

—Hablas de Kookie, ¿cierto? —comenzó a emocionarse.

—Claro que sí, obtuve información de una fuente confiable, así que puedes proceder a enamorar a tu querido basquetbolista —esto último lo dijo en un medio tono de burla.

Cosa que Jimin ignoró, consumiendo solo la parte de que podría acercarse a él sin ningún problema, y esto hizo que se apresurara a abrazarlo

—¿¡Qué estás haciendo!? —trató de separarlo.

—Muchas gracias, Min, de verdad gracias por averiguarlo.

—Ya, está bien pero suéltame —lo hizo, aún emocionado—. ¿Cuántas veces debo decir que no me gusta que me toquen?

—Ay, no te hagas —se acomodó a su lado, tomando una de las almohadas y abrazándola—. Mucha gente te vio tocar el mentón de Hobi hyung en la biblioteca~ —canturreó, esto hizo que se sorprendiera.

—Eso es poco probable, solo habían como tres personas en la biblioteca aparte de nosotros —se excusó—. Nadie más estaba ahí.

—Se nota que no recuerdas que estamos hablando de Jung Hoseok, el mejor jugador de tenis de la universidad, todos estarían pendientes de él hasta de cuando come. Además, la evidencia está en su blog de fans —buscó su teléfono y le enseñó la publicación—. Míralo por ti mismo.

Tomó el teléfono y exactamente había una foto de él tomando su mentón, tenía muchos me gustas y comentarios positivos, aunque algunos también de confusión. Pero lo que llamó su atención fue lo que esta decía:

¿Qué creen de esta parejita? 😏 Al parecer el chico nuevo nos quiere quitar a nuestro solecito 😭, pero si nuestro Hobi es feliz nosotras también ;)

—Esto está muy mal —dijo, sin apartar la mirada de esta.

—¿Qué está mal? Eres famoso, y Hobi hyung es muy guapo, deberías agradecer que te shipeen con él.

—Pues no lo agradezco —le entregó el movil, su expresión siendo totalmente seria—. Esto solo causará problemas, y no quiero que me linchen un montón de fanáticas desquiciadas.

—Pero si muchas de ellas los apoyan.

—Aún así, siempre habrá alguien que se oponga.

—Mm, pero tú no has negado que te gusta —el rubio le dedicó una mirada pícara, en ese momento, los nervios  empezaron a atacarlo y sus mejillas comenzaron a calentarse.

—De-deberías irte a tu cuarto, Jimin —tartamudeó, levantándose de la cama para moverse hasta la ventana, necesitaba aire—. Eres demasiado entrometido.

Una risita se escuchó en la habitación, esta provenía de Jimin, el cual se levantó también y se cruzó de brazos.

—Creo que tú deberías volver al tuyo  —él lo miró, lleno de confusión—, ya que este es el mío.

Yoongi miró a su alrededor y se dió cuenta de que era cierto, esa no era su habitación.

—Ah…. bueno, entonces me voy — dijo con nerviosismo, saliendo de ahí.

Aunque antes se tropezó con la esquina de la cama, haciendo que Jimin volviera a reír cuando sujetó su pie, reprimiendo el dolor al morder su labio inferior. Pero Yoongi ignoró su burla, enderezándose, tratando de no gritar por el golpe hasta que llegó a su habitación, y se lanzó a su cama con la mirada en el techo.

—Todo esto es culpa tuya, Seok —murmuró—. Ni siquiera puedo controlar mis nervios cuando hablan de ti —cerró los ojos un instante, recordando su rostro y la forma en que lo miraba mientras le enseñaba; le resultaba muy tierno cuando se perdía en sus pensamientos.

Segundos después, el sonido de su móvil lo sacó de su pequeño trance, avisándole de un mensaje, era de Jimin.

Este le había enviado un número de teléfono, y debajo decía: “Esto es por si quieres llamar a tu querido Hobi ;), no me lo agradezcas”

—Ja, sueña con eso —dejó el teléfono a un lado y se dirigió hacia el baño.

Después de una relajante ducha y una “cena familiar”, volvió a su habitación para terminar su libro, acompañado de una leve música instrumental proveniente de sus auriculares, aunque después de un tiempo, se quedó dormido.

En pocas horas amaneció, y él ya se encontraba de camino a la Universidad con su padre y Jimin. Ya en las afueras de esta, Jimin salió primero, pero antes de que él pudiera salir del carro, su padre lo detuvo.

—¿Podemos hablar un momento? —empezó con tranquilidad, él suspiró  para luego mirarlo.

—Por favor se breve, pronto tengo que entrar —su tono fue neutro al igual que su expresión.

—Lo seré. Escucha, sé que esta situación no te gusta, pero entiéndeme hijo. No puedo seguir aferrándome a tu madre y tampoco quiero alejarme de ti. Cuando todo esto pasó, no supe cómo fortalecer nuestra relación y me disculpo por no prestarte toda la atención que necesitabas. Ambos la perdimos, Yoongi; los dos sufrimos al quedarnos sin ella. Pero realmente quiero empezar de cero, y eso no implica que la olvidaré, ¿podrías tener algo de paciencia?

Sus palabras resonaron en su mente, trayendo el recuerdo de aquel doloroso momento y el sentimiento de añoranza lo abrazó, provocando que sus ojos empezaran a arder, anunciando un llanto que supo retener.

—No todo es tu culpa, yo también me distancié y me encerré en mi propio dolor; tampoco pensé en tu sufrimiento. Pero no tengo nada en contra de tu matrimonio —dijo después de unos segundos, aclarando su garganta—. Al principio si estaba molesto, sabes que para mí esos cambios pueden ser bruscos, pero ya estoy bien, creo que podría acostumbrarme con el tiempo —su padre le dedicó una pequeña sonrisa—. Además, este lugar no es tan malo.

Le devolvió la sonrisa, el mayor suspiró aliviado; le hacía feliz ver que su hijo lo comprendía. Este colocó la mano en su hombro, apretándolo levemente.

—Me alegra que pienses así, hijo, sabía que tarde o temprano lo aceptarías —el contrario asintió, sin borrar su sonrisa.

—Ahora si me voy —tomó su mochila y abrió la puerta—. Nos vemos después, papá.

—Nos vemos, hijo.

Asintió por última vez, para después salir completamente del auto, viendo como en segundos se alejaba. Una sensación de alivio y felicidad se apoderaron de su ser; se sentía bien hablar profundamente con su padre, aunque fuese en un breve momento.

—Gracias por notar mi presencia —dijo con cierto sarcasmo el rubio cruzado de brazos a su lado.

—Lo siento por no verte —revolvió ligeramente su cabello, ante esto rió un poco.

—Bueno, ¿ya te arreglaste con él?

—Creo que sí. Por lo menos ahora logramos disculparnos mutuamente...—dijo al asentir, cuando su vista se fue completamente hacia un grupo de chicos que estaban sentados en los bancos de afuera.

No escuchó nada de lo que decía Jimin, solo podía ver a aquel castaño sonriente con sus amigos, eso también lo hizo sonreír. Estos días en que lo veía tanto, se había vuelto una costumbre para él sonreír al notar su presencia. Se sentía raro, mucho, pero de alguna manera le gustaba.

Aunque esta se borró cuando otro chico se les sumó. No lo había visto cerca de él,  así que le resultó extraño, y más cuando puso el brazo sobre sus hombros, y luego comenzó a pellizcar sus mejillas con tanta confianza y cercanía, debido a esto, inconscientemente su ceño se frunció.

—¿Yoongi, me estás escuchando? —trató de llamar su atención el rubio.

—¿Quién es ese que lo está tocando? —no despegó su mirada seria de ellos al preguntar.

—¿Quiénes? —siguió la dirección en que veía y se dio cuenta de a quién se refería—. Oh, ese es Kim Seokjin, pero todos le dicen Jin. Es uno de los mejores amigos de Hobi hyung, así que es normal que hagan..

—Eso no es normal —lo interrumpió con brusquedad—. No deberían tocarse tanto ni estar tan cerca —se acomodó la mochila y comenzó a caminar.

—Ah, espérame —lo siguió.

Un mar de emociones negativas se le vino encima; no le gustaba sentirse así. Estaba molesto e incómodo, su primer impulso hubiese sido acercarse a ellos y separarlos, quitando sus manos de aquellas hermosas mejillas que él castaño poseía, pero logró controlarse. ¿Qué pensarían de él si actuaba así? No tenía por qué hacerlo, no tenía derecho.

En su primera clase, la cual era de historia, vió entrar a ese chico de antes por la puerta, con una sonrisa brillantemente irritable que formó ciertos murmullos por todo el salón, y para colmo, caminó hasta su asiento y se sentó a su lado. Él se corrió un poco y en respuesta, el otro solo rió.

—Deberías aprender a controlar tus expresiones —fue lo primero que dijo, y llamó su atención—. Se puede deducir fácilmente que estás celoso —volvió a sonreír.

—Creo que viste mal —dijo con firmeza—. Solo es tu imaginación.

—Uh, ¿en serio? Yo creo que mi vista es tan perfecta como yo —su comentario hizo que rodara los ojos.

—Piensa lo que quieras —sacó su cuaderno, queriendo ignorar su presencia.

No podía dejarse provocar, no le daría el gusto de ver cómo no podría controlarse al ver lo cercano que era a Hoseok.

—Mm, ahora sí podría creerle a los rumores —lo miró de reojo—. En realidad te gusta mi Hobi.

«“Mi”, no sabes lo que estás diciendo.»

—Que yo sepa él no es tuyo —le dedicó su usual mirada de desagrado—. Que sean mejores amigos no significa que puedas decir que es de tu posesión. Y apenas me conoces, así que no pretendas saber leerme.

Jin se asombró por su respuesta, pero eso solo le daba aún más ganas de molestarlo.

—Ja, sí que eres valiente, Min. Pero te diré algo —se acercó un poco a él, estando a escasos milímetros de su oído—. Tú no te lo mereces, así que ni intentes acercarte a él con otras intenciones. Yo soy el único que puede proteger a Hoseok —el tono y sentido de sus palabras realmente lo enfurecieron, pero Jin recogió su mochila y se alejó a los asientos del fondo antes de que pudiera decir algo.

Cada sílaba que había salido de su boca, provocaba que se sintiera completamente impotente. Quería enfrentarlo, pero no tenía los argumentos. Por lo que necesitaba calmarse y pensar primero; antes de actuar impulsivamente, debía buscar el origen de sus emociones y sentimientos. Debía estar seguro de que realmente sentía algo por Hoseok. Así que solo dejó que el día siguiera, hasta que llegó la hora del entrenamiento.

En el gimnasio solo se encontraban el entrenador, Hobi y Namjoon, estos últimos estaban entrenando; al parecer había llegado más temprano de lo acordado. El castaño fue el primero en saludarlo y sonreírle al percatarse de su presencia, hasta se acercó a él.

—Hoy viniste temprano, Yoongi —dijo con una sonrisa al acercarse.

—Yo… terminé mis clases antes, así que pensé en venir —Hobi asintió lentamente.

Su mirada recorrió su rostro de punta a punta, terminando en la pequeña elevación de sus labios, y ahí los nervios comenzaron a atacarlo, hasta el punto de tragar su propia saliva con dificultad.

—Ah… ¿puedo… puedo jugar con ustedes? —balbuceó, tratando de calmarse, el rostro del contrario se mostró confundido por un breve instante, pero después sonrió.

—Claro, ¿quieres estar en mi equipo?  —dijo con emoción, y eso era la mismo que Yoongi pensaba.

—Me encanta…

—¡Yo jugaré contigo! —lo interrumpió una voz desde la entrada; la presencia de este hizo que volviera su mal humor y rodara los ojos.

—¿Jin? ¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Hobi, desconcertado.

—Solo quería ver tu entrenamiento —se acercó a él poniendo el brazo sobre sus hombros, otra vez provocándole—. Y cuando escuché que jugarías en equipos, me dieron ganas de jugar a tu lado como cuando éramos niños.

—Pero si a ti no te gusta el tenis, Jin —recordó, aún confundido por lo que estaba diciendo—. Siempre te quejabas cuando te pedía jugar conmigo, diciendo que era un…

—Un fantástico deporte —lo interrumpió, terminando la frase que obviamente no seguía así—. Déjame jugar en tu equipo, ¿si?

Le pidió, acariciando su cabello con la mano que acompañaba al brazo que descansaba sobre sus hombros.

—Pero... —su mirada se posó en el Yoongi—, ya le había pedido a Yoongi que jugara en el mío.

—El puede jugar con Namjoon —lo miró con una ceja arqueada—, ¿cierto, Min?

Trataba de controlarlo, o no, lo estaba probando. Pero no dejaría que se diera cuenta de que en realidad lo afectaba que intentara alejarlos.

—Está bien —hizo un gran esfuerzo para suavizar su tono—. Iré a cambiarme entonces —lo miró unos segundos y luego se fue a cambiar, mostrando un ceño fruncido que solo Namjoon pudo notar.

—¿Qué es lo que tratas de hacer, eh?—murmuró Hobi, dándole levemente con su codo en el estómago.

—Solo quiero divertirme, Hobi. Acompáñame a quitarme esto, ¿si? —se fue por el mismo camino que Yoongi recorrió y Hobi lo siguió.

Ya en el juego, ambos equipos estaban en posición, y el que dio el primer golpe fue Namjoon. La pelota iba de un lado a otro, haciendo que la tensión creciera en el cuerpo del que la recibía. En ocasiones los puntos estuvieron a su favor, pero en otras no, aunque eso no le molestó tanto como que en cada victoria del equipo de Hoseok, hubiese un nuevo roce entre ellos, a veces las manos, o un corto abrazo, todo eso hacía que perdiera el control y la concentración, provocando que perdieran.

—¡Maldición! —soltó al estrellar la raqueta contra el suelo, sobresaltando a todos.

Nam se acercó a él y puso la mano en su hombro.

—Hey, tranquilo, solo es un juego —este se deshizo del agarre al mover su hombro con brusquedad, haciendo que se alejara un poco.

Al ver las miradas sobre él, de preocupación y, por parte de Jin, de satisfacción, sintió que el mismo aire que respiraba lo estaba ahogando; necesitaba salir de ahí.

—Creo que me iré primero —murmuró al tomar sus cosas y encaminarse a la salida.

—¿Min? ¿¡A dónde vas, Yoongi!? —no lo escuchó— ¿Ahora qué le pasó?

—Tal vez no le gusta perder~ — canturreó Jin, haciendo girar su raqueta con su mano derecha.

—Tú y yo hablaremos luego —se refirió a Jin, quién elevó los hombros restándole importancia—. Iré a buscarlo.

Salió también del lugar, y poco después, Jin soltó una pequeña risita.

—No caigas tan rápido, Seok, así no será divertido —se murmuró a sí mismo, viéndolo salir.

Bueno, Jin puede llegar a sacar a todos de sus casillas, pero es buena gente, ya lo verán.

Chaíto 💜

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