Capítulo 11: Inconvenientes con nombre y apellido.
—Nam, Nam espera —repetía Jin, pero este no lo oía y afianzaba cada vez más el agarre en su mano.
Desde la escena anterior no habían parado de caminar, ya se encontraban en el salón de Artes y él no lo miraba, ni siquiera le hablaba.
—¡Me estás lastimando, Namjoon! —este grito fue lo que hizo que se detuviera y soltara su mano de inmediato, pero seguía dándole la espalda.
—Lo… lo siento —murmuró, su voz se había quebrado.
Jin se puso en frente él y vió como sus ojos estaban completamente cristalizados.
—¿Por qué te estás disculpando, eh? —llebó sus manos a su rostro, para acariciar sus mejillas y secar las pequeñas lágrimas que escaparon de sus ojos.
—Yo… dejé que él te tocara, que te besara, debí haber llegado antes y ni siquiera permitir que te hablara —se reprochó, arrepentido.
Sus palabras lo hicieron sentir ganas de llorar también, en parte lo que acababa de pasar y también porque.... Namjoon ya sabía de su pasado al parecer.
«Seguramente Hoseok se lo contó...»
—Tu no podías saber lo que haría. Y en un momento u otro nos encontraríamos y tendríamos que hablar.
—Sí pero besarte no tenía que estar incluido, el solo pensarlo me hier..
Lo interrumpió al rodear su cuello con sus brazos para besarlo; no quería que recordara ese momento, él también quería olvidarlo. Esa sensación de los labios que en su pasado adoró, convirtiéndose en algo horrible y que no quería repetir, le dejaron en claro que Yikyung ya era importante para él. Solo quería los suaves besos de Namjoon, solo necesitaba sus abrazos y caricias; no quería pensar en nadie más.
—Lo que yo tuve con él fue un mal recuerdo, Nam, y es algo que prefiero olvidar para que no duela tanto —empezó a decir después de separarse, su voz se mostraba tranquila, aunque tenía rastros de su dolor—. Pero contigo todo es diferente, y quiero creer que tú eres mi primer amor, así que no lo mencionemos, ¿está bien?
Nam no estaba completamente de acuerdo; quería hacer pagar a ese imbécil por hacerlo sufrir, que se arrepintiera de cada palabra que le dijo y lo lastimaban incluso ahora. Pero si Jin quería olvidarlo, entonces él no se opondría a la idea. Por eso lo abrazó y empezó a dejar leves caricias en su cabello.
—Si quieres hacer eso, está bien, pero siempre sé sincero conmigo, ¿vale? No quiero pasar por alto nada de lo que te pase —se separó y colocó las manos en sus mejillas, acariciándolas, mientras se encontraba con su mirada—. Créeme cuando digo que te quiero, Jinnie.
—Lo sé, y estoy seguro de que eres sincero —le sonrió y volvió a abrazarlo, querían quedarse así un poco más, querían olvidarlo todo y solo pensar en ellos.
En el gimnasio, después de que todos se cambiaran, no quedaban más que los familiares de los chicos y los entrenadores que hablaban con los respectivos de la escuela.
—¿No crees qué debes decirme algo, Yoongi? —preguntó su padre de brazos cruzados al acercarse a ellos.
—Creo que ya lo viste, padre —respondió, entrelazando sus dedos con los de Hobi, mirándolo con una sonrisa—. Hoseok y yo estamos juntos.
Su padre no hacía más que mirar sus manos sin expresión alguna, no mentiría, le sorprendió bastante la noticia, pero trataba de organizar sus ideas en silencio. En segundos, los padres de Hobi se les unieron.
—No irá a oponerse, ¿cierto? —dijo su madre, un tanto amenazante—. No sería capaz de hacer alguna amenaza contra la relación de nuestros hijos, Señor Min.
Él posó la mirada en la mujer, quién lo veía con una de sus cejas alzadas; se mostraba amenazante y autoritaria, por lo que en segundos, su expresión se relajó.
Los padres de Hoseok sabían de su relación desde el mismo día que empezaron; los chicos les hicieron una videollamada para conocerse aunque fuera a través de un pantalla y tener una sincera conversación. Aunque en el transcurso, Hoseok tuvo que ir a hacer unas cosas a la cocina, y lo dejó a él a cargo de la llamada.
—Hoseok nos habló mucho de tí, Yoongi. Sabíamos que al final terminarían juntos, ¿cierto, amor? —empezó su madre del otro lado del celular, emocionada y complacida. Su esposo se encontraba a su lado, y también sonreía y asentía, de acuerdo con su esposa.
—Les agradezco mucho que me hayan aceptado tan rápido —Yoongi les devolvió la sonrisa; al principio estaba muy nervioso por conocerlos, aunque no fuera personalmente, y más porque Hoseok lo dejó solo con ellos, pero sus padres eran iguales a su novio: amables y comprensivos—. Prometo cuidar muy bien de Hoseok de ahora en adelante.
—Sabemos que lo harás —esta vez, respondió en señor Jung—. Aunque me gustaría preguntarte algo, Yoongi. ¿Tus padres saben que te gusta Hoseok, que sales con nuestro hijo?
Yoongi se detuvo a pensar un momento; su padre tenía una ligera idea de que le gustaba alguien, pero no sabía quién era ni tampoco que, bueno, que era un chico. Nunca tuvo esa necesidad de hablar sobre sus dudas con él, por eso se las guardaba. Pero ahora que había conocido a Hoseok y él lo hacía sentir de una manera tan diferente y bonita, debía de hablar seriamente con su padre entonces.
—Aun no le he hablado sobre eso, no estoy seguro de cómo se lo tomará. Pero lo haré, no se preocupen, no esconderé mi relación con Hoseok de nadie.
—Tranquilo, cariño, nosotros te entendemos —empezó la mujer, tratando de calmarlo—. Para Hoseok también fue difícil contarnos como se sentía, y nosotros también estábamos confundidos y preocupados por él, por su decisión. Temíamos que sufriera por lo cruel que pueden llegar a ser algunas personas y el cómo afectaría eso a su futuro, pero seguía siendo nuestro hijo a pesar de todo. Sabemos que Hoseok es fuerte y puede enfrentar lo que sea mientras tenga el apoyo de las personas que ama, así que no tengas miedo Yoongi. Si tú padre realmente quiere lo mejor para tí, te apoyará siempre y cuando seas sincero con tus sentimientos.
Sus palabras fueron como un cálido abrazo para evadir sus miedos; estaba feliz por sus consejos, agradecía que la madre de su novio fuese tan sincera y comprensiva, porque ahora no temía a la reacción de su padre al enterarse.
El padre de Yoongi aclaró su garganta antes de empezar.
—Solo estoy sorprendido —empezó, un tanto nervioso—. Nunca me dijo que tenía una nueva pareja —dirigió su a Yoon—, pensé que seguías con…
—¡Shookga! —una voz femenina resonó en el gimnasio, llamando la atención de todos. La chica se les acercó, yendo directamente a los brazos de Yoongi.
—¿Jieun? —musitó con sorpresa, esta se separó un poco de él con una sonrisa.
—Vine a buscarte, cariño —soltó, provocando que el asombro y el enojo adornaran su rostro, el de ambos.
—¿Quién es ella, Min? —preguntó Hobi, mirándolo con el semblante serio.
—No es nadie importante —se apresuró a responder, separándose de ella y acercándose a él.
—¿Cómo puedes llamar así a tu novia, Shookga? —ella se cruzó de brazos con una expresión de "tristeza". Seok solo esperaba una explicación dejando escapar ciertas muecas de molestia.
—Tu y yo terminamos hace mucho tiempo —le recordó, agarrando su brazo con fuerza, intentando que los mayores no lo vieran—. Y te he dicho muchas veces que no me llames así.
—Ah... duele, Yoon...
—Yoongi, suéltala —le dijo Hoseok, pero él no lo escuchó, sino que reafirmó el agarre—. ¡Te dije que la sueltes!
Tomó la mano con que la agarraba y la separó con brusquedad.
—Vamos a hablar —se lo llevó lejos de sus padres y de esa chica, a los vestidores.
Estando en frente de los casilleros, lo soltó, para volverse a cruzar de brazos y mirarlo más serio de lo que estaba.
—Puedo entender que la presencia de esa chica te molestó —empezó a decir—, yo no la conozco y tampoco sé que pasó entre ustedes. Pero no puedes hacerle daño por enojo, Yoongi, mucho menos frente a nuestros padres.
Este desvío la mirada por un momento, y revolvió su cabello antes de hablar.
—Tengo razones para ponerme así.
—Entonces explícamelas —lo cortó—. Créeme que soy una persona bastante tranquila y comprensiva, pero no me quieres ver al límite.
Y era verdad. Él siempre se mostraba amable y tranquilo con todos, pero cuando lo veías serio o inexpresivo, significaba que estaba molesto y hablando completamente en serio. Yoongi se acercó a él y tomó sus manos, acariciándolas levemente.
—En realidad nunca fuimos nada, Hobi —empezó a explicar—. Nosotros éramos amigos, no tan unidos, pero lo éramos. Ella llegó un día a mi casa golpeada y débil, con notorias marcas por todo el cuerpo. Ahí me explicó que su exnovio siempre la maltrataba cuando bebía; él era mayor que ella. Me contó cómo, a pesar de sus intentos por mantener la relación, las constantes peleas y el miedo la estaban destrozando por dentro. La manera en que temblaba mientras relataba cada una de ellas, de alguna forma me ablandó. Hablaba con tanto dolor que me dio mucha lastima su situación y traté de apoyarla y consolarla, a pesar de que no sabía cómo.
Este hizo una pausa, mirándole fijamente, tratando de buscar en sus ojos la seguridad de que no se iría cuando escuchara toda la historia.
—Por eso me pidió que fingiera ser su novio después de denunciarlo, para que dejara de molestarla. Y yo acepté, no porque me gustara, sino por pena a su problema. Mi madre siempre le tuvo mucho cariño desde que sus padres se habían mudado a nuestra ciudad, por lo que, a pesar de no tener intenciones románticas hacia ella, sentí que debía ayudarla por mi madre. Se suponía que solo actuaríamos como una pareja frente a su exnovio y a veces por las calles pero, mientras pasaban los días, esta noticia se regó por todo el vecindario y llegó a oídos de nuestros padres como un "romance perfecto". Así que ellos, al no conocer los detalles de nuestro acuerdo, decidieron comprometernos cuando cumplieramos la mayoría de edad para unir a las familias.
Esto último hizo que Hobi alejara sus manos de las suyas, asustado y sintiéndose traicionado por lo que acababa de decir.
—¿Cómo... Cómo que compromiso, Yoongi? —su pregunta exigía desesperadamente una respuesta.
—Amor, espera —las volvió a tomar—. Por favor déjame terminar.
—Entonces se breve. Todo esto me está lastimando, ¿sabes? —sus ojos comenzaron a cristalizarse.
—Te diré todo pero, por favor no llores, ¿si? —acarició su mejilla—. No soportaría ser la causa de tus lágrimas.
Hobi trataba de contenerlas para que lograra terminar y desviaba la mirada cada vez que podía, Min alejó su mano lentamente y suspiró para volver a hablar.
—Yo rompí nuestro "compromiso" —dijo, recobrando su usual tono de determinación—, porque ella me mintió. La oí hablar con su mejor amiga y, en esa conversación, confesó que había provocado a su novio para que la golpeara, solo para deshacerse de él. También dijo que solo quería salir conmigo, pero como yo siempre la rechazaba tuvo que llegar a esos extremos; solo me veía como un capricho, y se sentía muy orgullosa de, según ella, haberme consiguido. Ella fue la que le comentó a su padres que estábamos juntos y que quería que ellos nos comprometieran, todo fue parte de su plan, Hoseok. Por eso me alejé de ella lo más que pude —tomó su mentón con suavidad, obligándolo a mirarlo a los ojos.
—Te juro que nunca sentí nada por ella; solo quería ayudarla porque realmente me daba lástima y por el cariño que le guardaba mi madre. No sabía cómo manejar su situación, y creí que podía hacer algo bueno. Por favor, no te enojes conmigo, te lo ruego —susurró, casi con desesperación, mientras su mirada se llenaba de angustia.
Seok secó las lágrimas que salieron, mojando sus mejillas, y respiró hondo.
—Te creo —Yoongi soltó el aire que contuvo, por el alivio, y se permitió sonreír un poco—. Pero no me hagas pasar por un momento así de nuevo, no sé si pueda actuar tan tranquilo mientras me cuentas todo.
—Te prometo que no lo haré —se acercó más a su rostro, uniendo sus frente en tanto cerraba los ojos—. Creo haberte dicho que solo dejo que tú me toques como quieras, mis sentimientos y pensamientos solo te pertenecen a ti, Hoseok.
—Y más te vale —asintió.
El peligris acortó los pocos milímetros que los separaban, llegando a colocar sus labios sobre los del contrario, comenzando un leve y dulce movimiento entre ellos; el sello de su reconciliación. Pero este tranquilo y breve momento fue interrumpido por el estruendo del cerrar de la puerta.
—Ups —dijo la chica que entró—. ¿Los interrumpí? —su tono, evidentemente actuado, hizo que ambos rodarán los ojos al mirarla.
—Vete de aquí —espetó Yoongi, borrando su expresión de inocencia.
—No lo haré —respondió, comenzando a acercarse—. Vine desde muy lejos a buscarte, cariño, no me marcharé tan fácilmente, a no ser que quieras irte conmigo.
Sonrió de costado.
—Entonces no me dejas más opción que sacarte yo mismo —esta vez, Seok habló—. Si crees que tu insignificante presencia hace o crea algún conflicto entre nosotros, estás muy equivocada —se puso frente a ella y se acercó un poco a su oído—. Intenta acercarte a mi novio de nuevo y prometo llevarte un lindo ramo de rosas al hospital.
Los ojos de la chica se abrieron a más no poder, y él simplemente se alejó con una sonrisa, para luego tomar la mano de Yoongi.
—Espero que te quede claro —se encaminaron a la salida, dejándola sola en el lugar.
—Sigue pensando que me puedes intimidar. No tienes idea de con quién te metiste, Hoseok —murmuró.
Al salir, volvieron a encontrarse con sus padres, quienes los esperaban bastante serios, esperando una explicación.
—¿Nos pueden explicar que pasó, hijo? —dijo la madre de Seok.
—Todo está bien, ma. Solo fue un malentendido, ¿cierto Min? —él asintió.
—Por favor no se preocupen, y realmente me disculpo por como me comporté hace un momento —inclinó levemente su cuerpo hacia los mayores, para después mirar a su padre—. Papá, no te acerques a Jieun, ella y yo no tenemos nada que ver así que te pediré que no insistas en juntarnos.
—No te preocupes, hijo. Ya sé que estás reservado, aunque me hubiese gustado haberme enterado de otra manera, pero lo acepto si estás feliz.
—Gracias —el mayor le sonrió y dio unas palmaditas en su hombro, acercándose a su oído.
—Me alegro de que hayas encontrado el lado bueno de la mudanza, Yoon —ambos rieron—. Oh, ¿qué les parece si vamos a cenar para celebrar que los chicos ganaron?
—A nosotros nos parece bien —dijo la mujer—, ¿cierto, cariño? —le habló a su esposo a su lado.
—Por supuesto, así nos conoceremos mejor —aceptó.
—Entonces, vamos —dijo Hobi, emocionado—. Conozco un restaurante muy bueno al que podemos ir.
—En ese caso, guía el camino, hijo —dijo el Señor Min, a lo que él asintió y todos comenzaron a caminar.
El restaurante del que había hablado Hoseok quedaba bastante cerca. Este tenía una decoración acogedora y la comida era realmente deliciosa. El lugar gozaba de mucha fama por su comida, música, y por la amabilidad de sus empleados, por eso era el restaurante favorito de Hoseok.
Luego de la cena, los padres de Hobi volvieron a su casa al igual que el padre de Yoongi, pero estos dos se dirigieron hacia el departamento de Seok; habían acordado quedarse ahí.
—Iré a ducharme primero —dijo Hoseok al dejar su bolso en la habitación y tomar su ropa y toalla.
—Está bien —Min se dirigió a la cocina—. ¿Quieres qué te prepare algo por si tienes hambre?
—No te preocupes, ahora no tengo hambre —habló desde el interior del baño.
—Vale, pondré tu helado en refrigerador para cuando termines —se acercó a este para realizar la acción.
—Está bien, ¡gracias cariño! —él sonrió al oírlo; le gustaba que lo llamara así. Segundos después, se empezó a oír el sonido del agua caer.
Cuando ambos se bañaron y colocaron sus pijamas, se sentaron en la cama a ver una película titulada, “Love Forecast”, mientras que Hobi comía su helado con la cabeza recostada en su hombro y él acariciaba su cabello, recibiendo una que otra cucharada del helado de su novio en el proceso; le gustaba la textura suave de sus cabellos y también verlo sonreír cuando comía su helado de chocolate con menta.
Al terminarse la película, Hobi llevó el recipiente a la cocina y volvió a la cama tiempo después; su pijama consistía en una remera negra y unos pantalones de algodón con detalles morados, mientras que el de Yoongi estaba compuesto por una enguatada verde y unos pantalones a cuadros del mismo color.
Hobi se acomodó en su pecho, abrazándolo, y él volvía a acariciar su cabello; era una forma de que se durmiera más rápido.
—¿Te gustó la película? —preguntó Yoongi, a lo que asintió.
—Fue divertida y bonita —alzó la vista hacia él—. Aunque sentí algo de pena por él, ya que sufría mucho por tener que reprimir sus sentimientos.
—Eso es algo normal. Existen muchas personas que pasan por eso. Los sentimientos son complicados, y mucho más cuando la persona que te gusta es tu mejor amigo. Muchas veces surgen dudas de si no estarían confundiendo los sentimientos de amistad con amor, pero sus reacciones y acciones cuando ven a esa persona con otro, los delatan por completo. A veces tienen un final feliz, otras veces tienen que aprender a dejar ir esos sentimientos para poder encontrar a la persona indicada, aunque eso lleve bastante tiempo —besó su frente al terminar de hablar—. Yo agradezco haberte encontrado a tiempo, amor.
Hobi, lo escuchó atentamente, en silencio, para después de unos segundos sentarse en la cama. Yoongi hizo lo mismo, curioso por su expresión.
—Si…. si yo me alejara de ti, ¿qué es lo que harías? —preguntó, con timidez.
—¿Por qué preguntas eso? —frunció levemente el ceño, por la confusión.
—Solo quiero saberlo, ¿qué harías? —él pensó por un momento.
—Primero te pediría una explicación para saber tus motivos, y dependiendo de ellos sabría cómo actuar —Hobi asentía, aún sin mirarlo—. Pero si algún día decides alejarte de mi por razones poco convincentes, no te dejaré, no pretendo dejarte ir tan fácil, amor.
Hizo un leve toque en su mentón, acto por el que sonrió un poco.
—Yo… tengo algo que decirte.
—Lo sé —lo interrumpió, desprendiendo un suspiro—. Sé lo que quieres decirme.
Finalizó con desánimo. Hobi parpadeó varias veces por lo dicho, confundido y desconcertado.
—¿Cómo lo sabes?
—Tus paredes son finas, amor —le recordó—. Te escuché cuando hablaste por teléfono con el entrenador al ir a la cocina; me preocupó que te demoraras tanto, así que me acerqué a la puerta y te oí —ambos guardaron silencio por un momento.
Ambos tenían la duda de cómo empezar a hablar, no querían que él ambiente se volviera denso e incómodo.
—Entonces..
—No me voy a interponer en tu sueño —volvió a interrumpirlo, y tomó su mano suavemente—. Por mucho que no quiera alejarme de ti, no te voy a imponer nada, tampoco quiero ponerte entre la espada y la pared. Solo esperaré a que vuelvas.
Yoon le mostró aquella sonrisa que siempre lo reconfortaba, y no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran debido a sus palabras. Por eso, lo abrazó lo más fuerte que pudo, y él le correspondió.
—Te amo tanto, Min —las lágrimas comenzaron a brotar—. Muchas gracias por comprenderme.
—Yo también te amo, y no me tienes que agradecer —se separaron un poco y él secó sus lágrimas—. Solo vuelve pronto junto a mi, ¿de acuerdo?
Él asintió frenéticamente.
—Prometo que no verás pasar esos dos meses, solo serán tres competencias y podré volver contigo —dijo con emoción.
Yoongi suspiró, acomodando sus cabellos tras su oreja.
—¿Cuándo te irás? —preguntó.
—... En dos días —su respiración se pausó por un segundo; la respuesta lo sorprendió, no pensaba que fuera tan pronto.
—Oh, veo que quieren partir lo antes posible —él se encogió en su lugar, con la mirada en las sábanas; ahora él sentía ganas de llorar.
—Min —Hobi se le acercó—, volveré pronto. Por favor cuida de ti mientras no estoy, y pasa tiempo con los chicos, así no estarás solo —le depósito un corto beso en los labios—, ¿está bien?
—De acuerdo, haré lo que dices —Hobi sonrió—. ¿Vamos a dormir ahora? —él asintió, volviéndose a acurrucar en su pecho y abrazándolo.
Él se sentía triste e inquieto porque Hobi se iba, aunque estuviese de acuerdo le dolía pensar que no lo tendría cerca durante dos largos meses, era demasiado para él; sería mucho tiempo sin ver la hermosa sonrisa de su novio frente a él.
Nota: Solo diré que, sin drama no hay trama😌.
A continuación de aquí pasarán varias cosas que hasta a mí me dolieron un poco al escribirlas, pero ya ustedes juzgarán la situación cuando suceda.
Chaíto 💜
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