Todos hemos pasado por ese momento en el que estamos a punto de subir una historia, y de pronto los miedos llegan sin previo aviso y nos llenamos de inseguridades. 

¿Qué tal si lo que escribo apesta? ¿Qué tal si a nadie le gusta? ¿Qué tal si recibo malos comentarios? ¿Y si nadie comenta? 

El miedo al fracaso está presente todo el tiempo, y no solo en la escritura, sino en la vida. Pero entonces, ¿qué hacemos para que ese miedo no nos paralice? No existe una fórmula mágica para deshacerse de ese sentimiento, cada individuo maneja sus temores de la manera que puede, y es genial pasar por ese proceso aunque al inicio parezca algo malo. 

Lo primero que debemos tener en cuenta es que debemos ser honestos con nosotros mismos. 

Es mentira que escribimos solo para nosotros. Si lo hiciéramos no publicaríamos nada en internet. No es malo admitirlo, tampoco es malo buscar la aceptación de otros cuando se trata de nuestro trabajo, pero deben tener en cuenta que la primera aceptación es la de nosotros mismos. 

También es muy importante saber diferenciar lo que es una opinión y una crítica. Una crítica es el resultado del análisis de algo. El resultado puede ser positivo o negativo, pero no existe tal cosa como una “crítica destructiva” o “crítica constructiva”. Una crítica es solo eso, una crítica, y ataca principalmente aspectos técnicos, si es subjetiva, entonces ya se convierte en una opinión, y las opiniones son diversas, y esas sí pueden ser buenas o malas. 

Es importante que sepas que debes tomar ambas cosas de la forma más objetiva posible. Analízalo, toma lo que te sirva para mejorar y descarta el resto. No se deben tomar las cosas de forma personal y mucho menos permitir que un comentario negativo afecte tu autoestima o tu seguridad. 

Ningún comentario define el talento de nadie, sin embargo, es completamente normal sentirse agobiado o triste cuando recibimos una opinión negativa. 

Dejen que fluya ese sentimiento pero que nunca se pierda la objetividad. 

A escribir se aprende escribiendo. Cometiendo muchos errores, fallando y volviendo a intentar, pero principalmente, escribiendo sin parar, sin rendirse ni dejarse influenciar por comentarios maliciosos. 

El miedo existe, es muy normal y sano. Buscar la aceptación también lo es, y esperar comentarios positivos y éxito también. 

Siéntanse seguros de lo que hacen, amen lo que escriben tanto como si fueran sus propios fans, disfruten del proceso de escritura, sientan las emociones de los personajes y esa seguridad se va a ver reflejada en sus novelas. Muestren seguridad aunque no se sientan tan seguros. Quizás no sea la receta mágica, pero es la clave para perder el miedo.

¿Y ustedes han experimentado el miedo a la hora de subir una novela? ¡Cuéntennos en los comentarios!