Artículo escrito por RavenYoru

Cómo escribir diálogos

Los diálogos… Esa cuestión tan importante en una historia y tan tediosa de armar. 

Para quienes recién comienzan, escribir diálogos es una de las cosas más complicadas, pero no porque sea complicado hacer diálogos en sí, sino porque existen pequeños detalles que a veces pasamos por alto, pero que son importantísimos para que una conversación entre dos personajes cobre sentido (entre otras cosas).

Comencemos con la estructura.

Los diálogos se escriben con la raya (—), que no es lo mismo que el guión alto (-). Las rayas se utilizan para delimitar el inicio y el final de una conversación entre dos o más personajes. 

Dentro de los diálogos también se utilizan signos de puntuación, y debemos colocarlos de forma correcta para que la oración no pierda sentido. Además, la primer letra de cada palabra que da inicio a un diálogo, va siempre pegada a la raya. 

Vamos a poner ejemplos para simplificar todo lo que acabo de explicar:

—Hola, hoy les vengo a explicar cómo funcionan los diálogos. 

Imaginen que las rayas son paréntesis, dentro de ellos van las explicaciones del narrador. Por ejemplo:

—Hola —dijo Raven—. Espero que esta explicación te sirva.

Como notarán, en el primer cierre sí existe una separación, y en este caso, como existe un verbo de habla que evidencia la conversación, este va en minúscula.

¿Verbos de habla? ¿Pero qué es eso?

Dijo, habló, exclamó, susurró, vociferó, murmuró, masculló, gritó, etc. 

Todos los verbos que indiquen que el personaje está hablando son verbos de habla. 

¿Es obligatorio ponerlos?

No, el simple hecho de utilizar la raya deja implícito que se está abriendo un diálogo entre los personajes, pero los verbos de habla ayudan a marcar el tono de la conversación. No es lo mismo decir que gritar.

Ahora, ¿qué pasa si no utilizamos verbos de habla y en su lugar colocamos una acción?

Si ya establecimos el tono de la conversación al inicio y lo que queremos hacer es marcar acciones, las cosas cambian un poquito. 

Recordemos lo que mencionamos anteriormente. Las rayas actúan como paréntesis, así que cuando marcamos una conversación con acciones (porque los personajes no hablan estáticos, sino que se mueven o hacen cosas) se representa así:

—A veces me cuesta un poco explicarme. —Tomó la taza y se sirvió un poco de té—. Espero estar haciéndolo bien.

Los signos de puntuación no desaparecen, pero van por dentro del diálogo, se comienza la acción con mayúscula (porque no estamos utilizando verbo de habla) y cuando se cierra el diálogo se coloca el signo de puntuación que corresponda. Puede ser punto, coma, dos puntos, punto y coma. 

Hay algo muy importante a tener en cuenta sobre los diálogos. Solo deben colocarse acciones que tengan relación con lo que está ocurriendo en el momento de la conversación.  No se agregan párrafos a los diálogos. 

Déjenme graficarlo con un ejemplo:

—Este té ya se enfrió. —El cielo azul ya había perdido toda su claridad cuando la oscuridad dio paso a la noche. Raven miró por la ventana y solo allí cayó en cuenta de que había pasado más tiempo del que creía. 

En el ejemplo de arriba, coloqué un pedazo de párrafo junto con el diálogo. Por supuesto, puede que tenga algo que ver con la historia que estoy contando, pero tengan en cuenta que, al contar solo con el recurso de la escritura, debemos ser lo más precisos posible para evitar que el lector se confunda, se pierda o se canse. 

Hay ciertas cosas que no solo marcan el tono de la conversación, sino también lo que se hace y cuándo se hace. Si el personaje toma la taza de té mientras está hablando con el otro personaje, o si primero le habla y luego agarra la taza. Esto también podemos marcarlo, y para hacerlo existe una excepción a la hora de comenzar con mayúsculas si no usamos verbo de habla. Por ejemplo: 

—Espero que con este artículo puedan aprender —tomó la taza de té y bebió un sorbo. 

En este caso, lo que marqué fue que tomaba la taza de té mientras hablaba, o sea, hice ambas cosas al mismo tiempo. Tampoco colocamos signo de puntuación dentro de la raya.

Veamos otro ejemplo:

—Yo también pude aprender muchas cosas sobre los diálogos. —Dejó la taza de té sobre la mesa, junto a la tetera.

En este caso, estoy marcando primero el diálogo, luego la acción. 

Entonces, teniendo en cuenta estos aspectos básicos sobre la estructura de los diálogos, ¿cómo hago para que mis diálogos sean reales e interesantes? Te voy a dejar algunos tips que yo tengo en cuenta a la hora de escribir mis historias.

🏳️‍🌈Pregúntate si tú o alguien más diría eso.

🏳️‍🌈Trata de que los diálogos no sean mecánicos. Hazlos naturales, fluidos, piensa en la personalidad de tu personaje y si él o la persona en la que te inspiraste diría algo como eso.

🏳️‍🌈Léelos en voz alta.

🏳️‍🌈Cuando termines de escribir una conversación, léela y actúa las voces y las exclamaciones para ver cómo sonaría si fuera una conversación real. Es la mejor forma de saber si salió natural o le falta soltura.

🏳️‍🌈No agregues diálogos innecesarios.

🏳️‍🌈Las conversaciones triviales que no llevan a ningún lado sobran. Es obvio que la gente habla, pero en una historia, las conversaciones o discusiones también son parte importante de la trama, así que no uses los diálogos como relleno porque puedes aburrir a tu lector. 

🏳️‍🌈No hagas diálogos larguísimos.

🏳️‍🌈A no ser que la historia lo amerite, o que quieras contar algo a través de uno de tus personajes, evita hacer monólogos o conversaciones eternas que no llevan a ningún lado. 

🏳️‍🌈No te enrolles con los verbos de habla.

He visto este error muchísimas veces. Con el afán de escribir algo con un carácter más serio, recurren a sinónimos muy rebuscados cuando en realidad, utilizar el “dijo” es igual de válido y no le quita calidad a una historia. No tengan miedo de repetir los verbos de habla o de utilizar los más conocidos. 

Hasta ahora, Esto es como un paneo bastante general sobre la estructura de diálogos. 

¿Tienen algunos tips más? 

¡Déjenlos en la caja de comentarios!