Una amiga

Advertencias: Escrito largo, violencia.

Él apodado Q de nuevo escapó un rato de la mafia, se suponía que debía hacer una misión pero no quiso y prefiero irse un rato a un parque, el celular que traía en la bolsa no dejaba de sonar, lo ignoraba mientras seguía caminando alegremente, era tan bien sentir el aire libre en su cara, pues estar siempre encerrado a veces lo enloquece, hasta el punto de querer matar a todos quienes le rodean, y tal vez pase eso hoy.

—¡Tonta!.—Un insulto escuchó, provenía de alguien de su edad, no era dirigido a él, si no a una niña, el curioso vio la escena.

Era una niña de su edad, traía un vestido lila, con unas calcetas blancas y zapatos, aunque ya se había ensuciado por estar en la tierra, además sus coletas estaban estropeadas, pues unos niños las jalaban con fuerza, la menor abusada tan sólo se quejaba sin hacer nada, ni siquiera protestaba.

Patética.

Es lo que pensó Yumeno al verla así, después noto sus rodillas raspadas al igual que rasguños en sus brazos, es obvio que debía sufrir de eso desde hace tiempo.

Realmente no le importaba mucho, pero quería ver las expresiones de esos niños estando en la agonía con desesperación, por eso se acercó, pronto los contrarios lo notaron y pararon la paliza que le daban a la niña, que tan solo observa al otro niño de mirada peculiar. —Que fenómeno.—A veces los niños podían ser tan crueles.

—Dejen de molestarla, ahora yo quiero jugar con ella.—Exigio con una sonrisa confiada, ellos tan solo se rieron para ir hacia él.

—¿Y si no que?... Eres horrible que con ese cabello.—Recibió un empujón por parte de unos de los niños, no se cayo siguió de pie.

Yumeno sonrió con maldad. —Que con esa sonrisa de tarado.—Dijo él otro niño que también le dio otro empujón, acompañado de un manotazo en el brazo.

Perfecto.

Entonces el alzo la mirada ante ellos, esa sonrisa siniestra que mostró hizo temblar a ambos individuos, aunque trataron de mostrarse valientes riéndose. —E-Eso que...—Mientras la niña, que yacía en el suelo sentada tan solo veía la escena, podía escapar de sus agresores pero seguía quieta, tal vez queriendo saber como termina eso, o meterse cuando las cosas empeoren.

Esta vez ambos niños lo atacarían, y la pequeña niña detrás se levantó para intentar detenerlos, aunque solo recibió un empujón por parte de ambos que la hizo caer en el suelo.

Por alguna razón a Yumeno le hirvió la sangre, entonces mostró sus brazos con navajas, ambos niños se pusieron pálidos al ver la sangre y notar como ese niño de cabellos bicolor sigue sonriendo.

Entonces una risa siniestra se escuchó, y junto con eso desgarro el muñeco que cargaba con una de sus manos.

Pronto empezaría la pesadilla para ambos agresores, pero Yumeno ya no sentía tantas ganas de presenciar eso, y fue mejor con la niña, ahora que la veía de cerca es bonita, aunque muy tonta piensa él.

Aún así le agradó. —Ven, no querrás ver esto.—Ofrecio su mano, ella vio por unos segundos las heridas que cubrían los brazos del niño, pero después de hacerlo tomo su mano sin dudar.

Preguntándose si es su ángel guardián, de ese que le cuenta su mamá siempre.

Se la llevó lejos de la escena que empezaría, ya se habían dado la vuelta y empezaron a caminar lejos, pero se escuchan claramente gritos de gente asustada. —¿Estas bien?. —Pregunto la niña, restándole importancia a lo otro, él sonrió.

—Claro que si, en cambio yo debería preguntarte eso, ni siquiera te defendiste.—Le dijo, aún seguían tomados de la mano, no tenía ganas de soltar su mano y a ella parecía no le molestarle, así que decidió permanecer así, gustándole el contacto con esta persona.

—Mamá dice que la violencia es mala...—Le contestó.

—No siempre, depende como la uses.—Esos eran los pensamientos del Kyusaku. —Sabes si tu mamá te quisiera te enseñaría como defenderte en vez de enseñarte esas tonterías. —

—¿Tus papás te enseñaron que esta bien la violencia?. —El caminar paro, la niña solo veía a Kyusaku que hizo una mueca ante la pregunta.

—Quienes me criaron.—Respondió con sequedad.

—¿Y no te cuidan?...—

—¿Que?.—

—Si te cuidarán, no tendrías eso.—Miro hacia las navajas que están en su piel. —Si te quisieran te curarían. —Agregó, Yumeno desvío la mirada sin querer contestar nada mas.

Realmente eso le afectó un poco. —Como sea... Quiero sentarme.—Divisó una banca y apresuró el paso para sentarse junto con la niña.

Aún le parece extraño que haya accedido tan rápido a irse con él, pensó que dudaría o le tendría miedo, la miró de reojo, ella sólo columpia sus pies de un lado a otro mientras mira a... Nada en particular. —¿Porque no estas en casa?. —Le pregunto al fin. —O porque tu mamá no esta contigo. —

—Ella esta ocupada... Tratando de calmar a mi padrastro.—El alzo una ceja intrigado esperando a que le cuente mas. —Usa mucha la violencia, y mamá quiere ayudarlo para que ya no la use.—

—Entonces a tu mamá también la golpean, eres igual de débil que ella.—La sinceridad de él era dolorosa pero cierta.

Sentía lástima por ella, usualmente ese tipo de familias no terminan bien.

Por un momento sintió nervios, viendo el rostro de ella ensangrentado con sus ojos sin vida, detestó esa imagen que vino a su mente. —Yo creo que mamá es fuerte...—Le respondió, bajando su cabeza, mientras jugaba con sus dedos. —Siempre sonríe aunque esta triste.—

Él Kyusaku quedó en silencio, tal vez tenia razón, pero aun así estaba mal que la madre de ella soportara todo eso, sobre todo porque a veces puede terminar siendo un circulo vicioso en el cual la niña se verá afectada.

—¿Como te llamas?.—Se la había llevado consigo y ni siquiera sabían sus nombres.

—__________ ¿y tu?.—

—Yumeno...—

Se quedaron en silencio ambos mientras la niña llevo su vista hacia el cielo, se empezaba a nublar. —Oh, debo irme a casa.—Comento ella para así levantarse de la banca. —Me gustó hablar contigo, creó que eres mi primer amigo... Nos vemos. —Se despidió con la mano y salió corriendo del parque, sin dejar que Yumeno respondiera.

Él por primera vez sintió una gran emoción, que no era causada por hacer que la gente se mate entre si, le gustaba, esperaba que siempre fuera así.

...

Pasaron unos días, pudo salir otra vez y fue hacia el parque en donde la conoció, su corazón late rápido, esta tan emocionado, espera verla pronto, lo único que hay en su mente es el rostro de ella... Aunque nunca sonrió le pareció la mas linda niña que conoció.

Pero ella no estaba, se quedo un rato buscándola incluso espero unas horas allí, pero nunca llegó, por si fuera poco la impaciencia es mas porque el maldito celular no deja de sonar, su alegría se desvaneció y tan solo esta frustrado, molesto. —¿¡Que quieres!?. —Grito a Mori, sabía que era él.

—Ya has completado la misión... —Dijo, esperando un si por respuesta.

—No tengo tiempo para eso, debo encontrarme con ella.—Contestó.

—¿Ella?.—Le ha preguntado.

—Si... No ha llegado debería estar aquí, quiero verla. —Le ha dicho, por primera vez escuchó tristeza en la voz del Kyusaku tan desesperado porque _________ no aparece.

—Pronto va a anochecer debes regresar...—A Mori le había intrigado aquello que dijo él niño, tal vez al fin pueda encontrar la manera de controlarlo sin la ayuda de Dazai.

—No quiero, y dejame en paz.—Sentenció y así colgó.

Las horas pasaron, la gente ya se iba para sus casas, tan solo veían con extrañes a aquel niño con ese muñeco tétrico, pero a él poco le importaban esas miradas, solo quería verla a ella, su primer amiga.

Y ya había anochecido, ya no hay nadie en el parque, solo él que abraza con fuerza a su muñeco, no quiere irse, necesita saber que ella esta bien, ¿que tal si al ultimo le paso algo?, se arrepiente de no haberla ayudado o haber hecho mas, agachó la cabeza, y desordenó sus cabellos bicolor, casi rasguñando su cabeza.

—Hola...—Esa voz, sin duda es ella, alzo la mirada, topándose con la misma imagen que se creo en su mente ese día, ella tenía sangre en el rostro no parecía ser suya, pero vio unos ojos vacíos, sin vida alguna.

Yumeno se fue hasta ella, y empezó a peinar su cabello con las manos, pues estaba hecho un desastre, a la vez revisa que no tenga herida, parece estar bien. —¿Que ocurrió?. —Pues podía ver rastros de lágrimas en sus mejillas, algo muy serio debió haber pasado, tal vez ese hombre le levanto la mano o algo peor.

La niña no respondió, pronto Yumeno sintió como dos delgados brazos se enredaron en su cuello, con fuerza, había silencio. —¿________?.—El tardó unos segundos en también abrazarla, la duda lo carcome, pues no sabe que le ha sucedido a su amiga.

—Mamá... —Murmuro. —Mamá uso la violencia y mató a ese hombre.—Dijo al fin, los ojos peculiares del niño se agrandaron con sorpresa, después de todo la madre ya no se quedo con los brazos cruzados, aunque es una verdadera lástima que todo haya acabado así, seguramente la enviaran a la cárcel. —Después ella murió..—

La niña tuvo la mala suerte de presenciar todo, decidió regresar muy temprano a casa, pues los niños no la dejaban de molestar.

Pero fue un gran error.

Cuando entro se topo con la misma escena de siempre, su madre soportando la paliza que le daba ese hombre, mientras ruega a que se detenga y que recapacite, ella trago saliva, no le gustaba verla así, quiso hablar pero de tan sólo ver el rostro de ese ser hizo que se le fuera la voz, como siempre iba a refugiarse en su habitación, hasta que escuchó un ruido que la hizo detenerse y cubrirse las orejas, cuando alzó la vista para saber que paso vio la escena en donde eso estaba en el suelo, con sangre en el pecho no dejaba de salir, aún estaba vivo y trato de alcanzarla a ella, hablar para decirle que llame a una ambulancia, pero solo ensució el rostro de la niña en un vano intento por hacerla reaccionar. —Mi niña, por favor perdoname.—Escucho la angelical voz de su madre que la llamaba, en sus manos había una arma.

La mujer se agacho enfrente de la niña, mientras intento limpiar esa sangre que hay en su rostro. —Mamá... —

—Te fallé como madre.—Pues le enseño una vida llena de violencia y sumisión, debió ser mejor, no dejarse llevar por la esperanza de que él cambiaría. —Lo lamento tanto...—Empezo a llorar, por primera vez podía ver la tristeza de su mamá, la niña le limpio las lágrimas, y la mujer sujetó con fuerza la mano de su pequeña, creía que por bien de su niña debía permanecer lejos suyo, para siempre, e ir con quienes velarían bien por ella además cometió asesinato algo imperdonable.

Ya le había escrito a sus padres para que vinieran y se hicieran cargo de su niña. —Desde hoy tu vida será mejor, ahora sal por favor. —Ella negó, no quería dejarla sola.

Pero la mujer con delicadeza la sacó de la casa y después cerro con llave, la niña desesperada empezó a golpear la puerta, gritándole para que la deje entrar, después solo escucho el mismo ruido de siempre, se asomó por la grieta que hay bajo la puerta, apenas notó un nuevo charco de sangre y sabía lo que significaba, la menor libero todas sus lágrimas, grito con dolor, ya no le quedaba nada.

Solo su amigo.

Yumeno no tenía palabras de consolación para lo que acaba de escuchar, realmente todo se tornó turbio, él solo la siguió abrazando. —¿C-Crees que haga lo mismo que mi mamá?... No quiero matar, no quiero hacerle daño a nadie, pero si no lo hago entonces ellos me dañaran.—Sus labios temblaban mientras decía todo eso, así era su punto de vista de la vida.

—No lo harás.—El contestó con seguridad, para así separarse un poquito de ella, lo suficiente para que lo miré a los ojos. —Yo soy fuerte, juro que te protegeré, así nadie te hará daño, y... Podrás ser feliz.—Tomo las manos frías de la niña.

Ni él mismo pensó que al fin haría algo por alguien, que ayudaría, que tendría a alguien especial.

—¿Y quien te protegerá a ti?... No quiero que llores a escondidas.—Despues de todo su madre al hacerse la fuerte término así. —No quiero perderte a ti también. —Después de todo es su primer y único amigo.

—Tú lo harás, siempre que estés allí para apoyarme yo estaré bien.—El mostró una de sus mas adorables y sinceras sonrisas ante la niña, gracias a eso, pudo ver un brillo en los ojos de ella.

Esta vez la ayudará, no la dejará ir otra vez, para su mala suerte deberá recurrir a ese hombre.

...

—El psicólogo la esta ayudando mucho, y dijo que también tu compañía...—Yumeno estaba en la oficina de Mori, no le gustaba estar cerca de ese hombre, pero tiene que. —Espero ahora cumplas tu parte del trató. —El Ougai sonrió, mientras él Kyusaku solo le dedico una mirada indiferente.

—Claro que lo haré, siempre y cuando ________ este bien, y no te acerques a ella.—Despues de todo conocía los "gustos" de su jefe, y para nada dejará que la vea.

—Vaya, puedo sentir la sed de sangre, y yo que solo te he ayudado...—

—Lo haces por conveniencia.—

—Pero te alegra ¿no?... Así podrás cuidar de tu linda muñeca.—

—Ella es mi princesa. —Le corrigió, es esa princesa que lo rescato de la soledad. —Ya me voy.—Se levantó para así irse.

—A mi también me alegra la llegada de ella...—Yumeno detuvo su andar, esperando a que su jefe termine de hablar. —No solo porque ahora te puedo controlar, si no porque ya has dejado ese mal hábito de las navajas.—Y salió de la oficina.

Aunque era cierto lo que dijo Mori, después de ese día ella le pidió que dejará esas navajas, que tenía miedo que después le hiciera mas daño.

—¡Yumeno!.—La voz dulce de ella lo llamó, __________ lo saluda con una sonrisa leve, aún mantenía una mirada triste, pero ya no es tan notable a diferencia de cuando llego aquí, además sus ojos brillan como si se trataran de dos estrellas.

Le gusta verla sonreír, hace poco empezó a hacerlo, poco a poco supera todo lo que vivió, lo deja en el pasado y vive el presente con alegría junto con él Kyusaku. —Ya termino tu cita...—Ella asintió.

—Si... Pensaba hacer la tarea, ¿vamos?.—

—Claro...—Cualquier actividad ordinaria, se vuelve alegre y divertida para Yumeno cuando ella esta.

Espera esta felicidad dure para siempre, al fin su corazón se aviva por un sentimiento puro, ya no se siente vacío como antes gracias a su princesa.

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Lo quería subir desde hace horas pero no se pudo :'v aunque aquí ya esta al fin :D (a ver si no corto los guiones :( )
Y vaya desde hace tiempo no usaba imágenes entre él texto UvU menos mal ya lo hice, y bueno.espero les haya gustado ( ･ω･)ﾉ
Posiblemente ahora sigue uno de Shibusawa 7u7