Esta vez preferí no contarle nada a Toñi sobre la nueva no-cita, sino iba a tener que estar hablando del tema durante dos semanas completas y con los exámenes, las evaluaciones y el final de curso de los niños tenía más que suficiente. Ya la llamaría para quedar en cuanto fuera la última evaluación...

Pero parecía que no iba a poder estar tranquila. El sábado antes de la cita llamaron a casa a las 11 de la mañana. Abrí la puerta con Gabi en brazos en calzoncillos y embadurnado de migas de pan, y yo con el pelo sucio mal recogido en un moño y un pijama de verano de Óscar lleno de rotos del que no era capaz de desprenderme.

Al abrir me encontré con un chico con un estilo totalmente Josie (llevaba hasta las mismas gafas de sol) que me abordó con una cara dura impresionante.

- Hola chata, soy Emilio, llámame Emi. Me mandan de la agencia para ver el tema del estilismo para la cita del jueves. Vamos como súúúúper retrasados, así que deja al crío en el suelo y quítate ese horror que llevas puesto para que pueda tomarte las medidas.

¿Os he dicho que sin café me vuelvo una cabrona? Pues ese día aún no había podido ni prepararlo...

- Mira, "chato", no sé quién coño eres ni de qué vas, pero ya te estás largando de mi casa o te meto dos guantás que te vuelven hetero del tirón -no sólo me vuelvo una cabrona sino que además hablo sin filtros.

Emi se me quedó mirando bien serio, pensé que iba a ponerse a gritar histérico por mi comentario totalmente inapropiado sobre su condición sexual, y con razón, la verdad... Pero en lugar de eso se echó a reír.

- Ay cari, creo que nos vamos a llevar MUY bien. Ya me dijo Jake que eras una mamá leona, ¡me encanta! Si te parece te cojo a esta monada mientras te preparas un café tranquila porque creo que te hacen falta un par de minutos de relax. Disculpa además mi entrada, pensaba que Álex, el "boss" te había dicho que nos íbamos a hacer cargo de tu estilismo para el día J. ¿Lo pillas? Como el día D pero con jota de jueves -y se echó a reír de nuevo- ¿No? Mala mañana, ¿Verdad? No te preocupes que aquí está Emi para alegrarte el día.

Después de llamar a la agencia para corroborar lo que el estilista decía, de dos cafés bien cargados y sin quitar ojo de encima a Josie2 (así lo bauticé en mi mente y así se quedará) mientras jugaba con los niños, me relajé un poco. En realidad fue hasta divertido: Josie2 llamó a su ayudante, Lucía, una chica joven con el pelo rosa y un cutis perfecto que se dedicó a entretener a los niños mientras él me tomaba medidas y me contaba cómo había pensado que sería el vestido, el maquillaje, el peinado, etc para ver si estaba de acuerdo. Hacia el mediodía, después de habernos hechos los mejores amigos, se marchó no sin antes darme su teléfono por si tenía alguna sugerencia o, simplemente, me apetecía charlar un poco.

Quedamos, si no había cambios de última hora, en vernos el jueves en cuanto saliera de la última sesión de evaluación para arreglarme y que estuviera a tiempo para las 9. Le expliqué que no necesitaba arreglarme tanto, que para mí era aún menos que la anterior no-cita, pero me contestó muy serio.

- Cariño, vas a salir en la tele, a la gente le da igual que para ti esto sea un favor al pobre de Jake. Tienen que pensar que es real, que lo estás disfrutando y que todo es idílico, como si fuera real. Así que te voy a poner monísima de la muerte para que todas te envidien y quieran estar en tu pellejo. Porque no me dirás qué Jake no está para mojar pan...

Ahí tuve que darle la razón. Porque sí, Jake era todo un bombón.

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El jueves a las 20:55 estaba lista. Finalmente me vistieron con un vestido rojo con escote de caja, talle alto y vuelo justo por encima de las rodillas, un recogido desenfadado, un maquillaje ahumado con los ojos perfilados con khôl y los labios en un rojo muy veraniego. Me negué a ponerme tacones así que optaron por unas sandalias muy cómodas y elegantes y un juego de pendientes con pulsera y colgante de brillantes pero muy discreto. El bolso era un Andy de CH del que sé que luego me costaría despedirme...

A las 21 horas, puntual, estaba Jake con todo el equipo de grabación. Me saludó con mucha corrección pero serio. Parecía incómodo... ¡Cómo si yo estuviera disfrutando de todo este circo! Bueno, vale, puede que si hubiera disfrutado el rato que estuve con Josie2 poniéndome guapa, ¡pero no de lo que estaba por venir! El tema de las cámaras me podía nerviosa. Sabía que tenía que ser natural pero tenía que parecer que estaba en una cita real y no tenía muy claro como encajaba todo eso...

Me dijeron que la actitud con Jake debía ser cariñosa, cogerme de su brazo, darle la mano si él me la ofrecía... Todo aquello que yo no quería. En algún momento miré a Jake con cara de agobio y él me sonrió cómplice, sabía que estaba incómoda y me tranquilizó ver que no estaba molesto conmigo como parecía al principio.

Nos llevaron en una limusina hasta el puerto. Cuando vi el yate me alarmé y me volví a Jake.

- Le dije a Álex, tu jefe, que a las 12 como muy tarde tenía que estar en casa. Son las nueve y veinte, ¿va a darnos tiempo?

- Tranquila -contestó el que parecía el organizador- la cena será en el barco. Mientras cenais dará una vuelta por la ensenada. Llegarás a casa a tiempo, Cenicienta.

- David... -le recriminó Jake antes de que yo pudiera contestarle.

- Ya sabes, las 12... Cenicienta... Vaya humor de perros que tienes hoy, Jake. La tía no es tan troll y Emilio la ha dejado que no parece la misma. Vaya, que hasta yo me la fo...

Jake dio un golpe a la puerta de la limusina y se acercó a él en un claro gesto intimidatorio. Y yo estaba alucinando pepinillos, ¿es que acaso no veían que estaba ahí y que los estaba escuchando perfectamente? Me dirigí a David, yo no era ninguna princesa en apuros. Nunca lo había sido y no iba a empezar ahora, sabía defenderme solita.

- Oye... ¿Eres David, no? ¿Por qué no te buscas un rinconcito para hacerte una manola pensando en la Cenicienta mientras Jake y yo vamos a pasarlo bien? Porque eso es lo más que podrías conseguir conmigo -David se me quedó mirando con los ojos como platos y yo continúe -aunque supongo que eso ya lo sabes porque pareces lo suficientemente listo como para saber cuándo algo está fuera de tus posibilidades... ¿O quizá te estoy sobrestimando y realmente pensabas que por ser viuda y tener niños estoy tan loca y desesperada como para plantearme dejarte ponerme un sólo dedo encima? Porque si es así, lo lamento, pero... "Contigo no, bicho".

Le dije con mi sonrisa más dulce parafraseando un vídeo que se había hecho viral cuando aún era estudiante en la universidad.

A David parecía que los ojos se le iban a salir de las órbitas y Jake empezó a reírse a carcajadas.

- Eso te pasa por bocazas, David -le dijo.

Después me pasó el brazo por encima del hombro y subimos al yate seguidos de las cámaras que estaban ya grabando.

- ¿Estás lista, Cenicienta? -me dijo con sorna.
- Claro que sí, príncipe azul -le contesté siguiéndole la broma.

Y nos dirigimos a la falsa no-cita más bizarra que he tenido a día de hoy.