Toda la semana había estado molesto y a Naruto lo único que se le ocurrió para animar a su amigo había sido invitarlo a un antro.

-Dobe, ni siquiera me gusta bailar – dijo indiferente el azabache.

-Vamos Sasuke, por favor, será divertido, además habrán muchas chicas lindas y demasiado alcohol, eso sin duda te animara – dijo el rubio abrazando a su amigo.

-Oh dobe, deja de hacer eso, se ve tan homosexual y más viniendo de ti – dijo molesto el azabache.

-Lo haré sólo si prometes que iras conmigo al antro – dijo sonriendo el rubio.

-Si, si como sea – señaló el azabache, haciendo que el rubio gritara de emoción. Al fin había llegado la noche, Naruto había convencido al fin al azabache a que fueran al antro para que así su amigo pudiera despabilarse de toda la semana que a su parecer había sido pesada y por eso su amigo se encontraba tan irritado, al llegar ya se encontraba Sai en compañía de Shikamaru y Neji.

-Mira Teme, hasta el amargado del Hyuga ya esta aquí – se acercó a ellos con una sonrisa zorruna.

Esa noche Sasuke se veía espectacular, atrayendo hacía si la mirada de varias de las chicas que habían, traía su cabello un poco desaliñado, una camisa de vestir color azul marino con los dos botones de arriba desabrochados, logrando dejar al descubierto un poco de su perfecto pectoral, traía un pantalón de vestir y zapatos negros, y se había colocado más loción de lo que acostumbraba a petición de su amigo el rubio.

-Al fin – dijo Shikamaru – ya me estaba aburriendo – señaló mientras bebía un poco de su bebida.

-Lo sentimos, pero es que el Teme no quería salir, pero al fin dio el pie a torcer, de veras – dijo entusiasmado el chico.

Durante el transcurso de la noche, los chicos habían bailado, tomado e incluso habían intercambiado número con algunas de las chicas que se encontraban en dicho lugar, Sasuke se había limitado a estar sentado al lado de Shikamaru, quien también se encontraba más interesado en sus bebidas que en las chicas que les coqueteaban.

-Vamos, no sean amargados, bailen un poco, hay miles de chicas lindas – dijo entusiasta el rubio.

-No molestes Naruto – dijo Shikamaru tratando de alejar al rubio quien intentaba llevarlo a la pista de baile.

-Así jamás van a divertirse, son bien amargados – comentó el rubio ofendido, mientras se dirigía solo a la pista de baile.

-Sabes en realidad no se porque vinimos a este lugar, el dobe de Naruto es un idiota si cree que esto es relajarse, a mi me estresa tanto ruido, no me deja pensar – comento Shikamaru mientras encendía un cigarro.

-Hmmm y que lo digas, yo solo acepte venir, porque no dejaba de oír su voz chillona todo el día – dijo divertido el azabache.

-Sabes Sasuke, mejor deberíamos de ir a visitar a mis primos, es más divertido y menos problemático que esto.

-¿A que primos quieres ir a ver? – pregunto el azabache mientras miraba su celular.

-¿Como que a que primos?, solo tengo a Sakura y a Gaara, de hecho creo que la conoces, ella era tu alumna o algo así no se muy bien – señaló mientras fumaba su cigarro.

-¿Sakura? ¿La hija de Tsunade y Jiraiya? – preguntó sorprendido el moreno.

-Sí, ella misma, ¿Por qué la pregunta?

-Pero... ¿Qué no Sakura es hija única? – preguntó inquieto el azabache.

-Para nada, ella tiene un hermano, se llama Gaara, es mayor que Sakura, hace como dos días que llegó del extranjero ya que es militar, creo que es comandante o algo así, es muy agradable, y siempre que se puede juntos molestamos a Sai, los tres somos amigos desde la infancia, por eso creo que sería mas divertido ir con ellos que estar aquí con este par de idiotas.

-¿Sai conoce a Gaara? – pregunto molesto el azabache.

-Si, acabo de decirte que somos amigos desde la infancia, porque la pregunta – volvió a encender otro cigarro.

-No, nada, es solo que nunca mencionó Sai que Sakura tuviera un hermano – señaló molesto.

-Bueno, quizá sea porque Sakura tenía que mencionarlo y no Sai, además sabes como es él de reservado, de hecho una vez, antes de que yo anduviera con Temari, el muy desgraciado ya sabía que yo quería con ella, y que ella quería conmigo y jamás me dijo, lo mismo le paso a Gaara con Azura, sabes cual fue su justificación.

-Hmmm no, cual.

-Pues que no era su asunto, y que si tenía dudas, que yo mismo hablara con Temari, ¿Que maldito no?, pude haber estado antes con ella, pero el romántico de Sai nunca me dijo nada, pedazo de idiota, no se porque sigo considerándolo de mis mejores amigos.

-Maldito – dijo el azabache.

-Sí que lo es, al menos Gaara no tardo tanto en decirle a Azura, de hecho creo que ya están en plan de compromiso, bueno al menos mi primo ya tiene en claro que quiere asentar cabeza, creo que de hecho viajaremos juntos para pedir su mano, Gaara nos pidió a Sai y a mí que lo acompañáramos ya que los 4 éramos amigos desde la infancia, por lo visto esta muy seguro de que Azura le dirá que si, ya que le pidió a Sakura que le ayudara con los planes de la boda jajaja me preguntó que pasaría si la chica le dice que no, sería divertido, aunque es demasiado problemático pensar en eso, por eso espero que me falte mucho para pensar en ello – comentó Shikamaru haciendo como si le diera escalofríos pensar en esa idea.

Sasuke comenzó a tomar más y más, de manera desesperada, sitiándose un completo imbécil recordando lo que le había hecho a la joven, era obvio que Gaara se dirigiera de esa manera a Sakura, pues era su hermana, el anillo, bueno, el dedujo que sería para Sakura, pero retomando lo que decía la carta, le preguntaba a Sakura que le parecía el anillo, no que era para ella el anillo, era un imbécil, un completo y total imbécil, y por sus ataques de celos sin fundamentos, había lastimado y alejado por completo a la chica que tanto le gustaba, la cual al parecer no tenía intención alguna de perdonarle su falta.

Durante el transcurso de la estadía en el antro, Sasuke se encontraba demasiado tomado, le dolía la cabeza y sentía que todo le daba vueltas, en la pista de baile había visto a una pelirosa, pensando que quizá sería su chica, pero al acercarse a ella, pudo notar que no lo era, se sentía frustrado, tenía la necesidad de verla, de pedirle perdón y que ella le perdonara, quería que ella volviera a sonreírle de la misma manera que solía hacer cuando comenzaban a llevarse bien, extrañaba el tiempo que pasaban juntos en el Juzgado y en clases, al termino de la noche Sasuke se había dirigido con mirada asesina hacía Sai.

-Supongo que ya te enteraste por el hablador de Shikamaru – se encogió de brazos Sai.

-¡Eres un imbécil!, ¿Porque no me dijiste? – cuestiono molesto el azabache.

-Jajaja vamos Sasuke, en mi defensa propia te diré que yo insiste en que le preguntaras a Sakura y que no crearas cosas en tu cabeza, no siempre lo que vez es lo que parece – dijo sonriente Sai.

-Soy un completo idiota – dijo cabizbajo.

-De eso no hay duda – río Sai.

-Hmmm – dijo molesto el azabache.

-Vamos Sasuke, todo tiene solución, los Haruno han sido amigos de mi familia toda la vida, y he conocido a Sakura desde que era una niña, no hay nada que unas lilas y una disculpa sincera puedan solucionar, si te dejas ayudar te ayudare, Sakura no es mala persona, pero obviamente estaba demasiado molesta, demonios Sasuke ella ni siquiera sabía porque la tratabas así – señaló Sai, abrazando al azabache.

El lunes siguiente, Sasuke había acudido a casa de Jiraya para entregar un proyecto, había tocado la puerta esperando ver a la pelirosa para intentar hablar con ella y disculparse pero sus intentos habían sido en vano; al llegar a casa de Jiraya había sido atendido por el mayordomo quien lo había llevado a la sala para que esperara a que llegara Jiraiya y Tsunade.

-¿No hay nadie en casa entonces? – preguntó con interés el azabache.

-Sólo se encuentra la señorita Sakura, pero los señores no deben de tardar en llegar, me pidieron que los disculpara con usted si es que llegaba antes, sólo fueron a realizar unos pagos y regresaban – comentó el mayordomo.

-¿Puedo verla? – pregunto tímidamente el azabache.

-No se si se pueda, pero puedo preguntar si usted desea, la señorita Sakura se encontraba un poco indispuesta cuando llegó a casa – dijo serio el mayordomo.

-¿Indispuesta? – preguntó intrigado el azabache.

-Me temo que sí, desde que llegó y hasta entonces no ha salido de su habitación – dijo serio el mayordomo.

-Hmmm ya veo... entonces podría preguntar si puedo hablar con ella – suplicó el azabache.

El mayordomo se dirigió a la habitación de Sakura dejando sólo al moreno, quien mientras esperaba observaba las fotografías de la sala.

-Perdón por la demora Sasuke – lo sorprendió Jiraiya.

-Jiraya- sama, Tsunade-sama – dijo haciendo una reverencia.

Jiraya pasó a Sasuke a su despacho, el cual daba una vista al jardín de su esposa, en el se encontraba un joven con un extraño leotardo en color verde, con cabello negro de hongo, y con unas enormes cejas, quien se encontraba muy entusiasta haciendo calentamiento, Jiraya al notar que Sasuke lo observaba comentó.

-Ese extraño chico es mi ahijado, se llama Rook Lee – dijo rascándose la cabeza Jiraya.

-Se ve muy entusiasta – dijo divertido el azabache.

-Así es siempre, sobre todo cuando viene a ver a Sakura – dijo el viejo mientras anotaba en un cuaderno.

-Hmmm supongo que debe de llevarse muy bien con Sakura – dijo con sarcasmo el azabache.

-Bueno... supongo ya que son amigos – dijo riendo el anciano – lo quiero y me cae bien ya que es mi ahijado, pero seamos sinceros con esas cejotas de azotador asustaría a cualquiera jajaja además es demasiado atolondrado, nunca se cansa de profesar su amor a mi hija, ya ni siquiera Gaara o yo lo hacemos tan efusivo.

-Otro fan más de Sakura, supongo – dijo por lo bajo.

-Si, así es – suspiro el anciano – aunque Sakura tenga a tantos pretendientes nunca le he conocido a ningún novio hasta ahora y eso me alegra, pero supongo que no tendré la suerte de que así sea durante tanto tiempo, hace poco escuche a mi preciosa hija hablando con Mei respecto de lo mucho que le gustaba alguien, creo que aunque me cueste entender mi amada hija esta creciendo, aunque no me gustaría que eso pasara tenía que suceder o no, bueno supongo que lo entenderás cuando seas padre, hmmm ahora que lo recuerdo, a ti tampoco te he conocido a nadie Sasuke, bueno, antes salías con una pelirroja escandalosa, cual era su nombre... ah si Karin, ¿Qué ha sido de ella por cierto? – preguntó divertido Jiraiya.

-Bueno, en realidad fue algo sin importancia, ella quería estar todo el tiempo pegada a mí, e incluso quería que comenzáramos a vivir juntos, yo la verdad no estaba preparado para ello... antes pensaba que no estaba listo para formalizar una relación.

-Y supongo que ahora lo estas – lo interrumpió el anciano con una sonrisa.

-Supongo que lo estaba – dijo cabizbajo.

-¿Y que ha pasado para que cambiaras de opinión? ¿Una chica quizá? – preguntó sonriente el anciano.

-Hmmm – se limitó a decir el azabache.

-Jajaja lo sabía, siempre tiene que ver todo con una mujer, apuesto a que debe ser muy interesante y sobre todo hermosa, para que te haga cambiar de parecer – dijo con una enorme sonrisa – ¿Cómo es ella Sasuke? ¿Qué tan proporcionada esta? – preguntó picaramente, haciendo ademanes con sus manos.

-Hmmm jamás comentaría algo de esa índole con usted y menos de ella – se defendió el azabache, el cual estaba demasiado sonrojado.

-Oh Sasuke que amargado eres, al menos dime como es ella, que es lo que hizo para que te gustara tanto, tú sonrisa de idiota y el sonrojo que te ocasiono me hace tener intriga de quien es esa muchachita – dijo sonriente mientras servía dos vasos con whisky.

-Es algo incomodo para mi gusto hablarle de ella, miró de reojo la ventana al percatarse que la pelirosa regaba con cuidado de las flores del jardín con ayuda del chico extravagante con enormes cejas.

-Vamos Sasuke, sabes bien que tú y el atolondrado de Naruto siempre han sido como mis hijos, porque no puedes contarle a este viejo lo que tanto te acongoja, como es la chica que tanto te gusta, me ayudarías mucho con una de mis investigaciones, estoy escribiendo un nuevo libro, le prometí incluso a Kakashi que le daría la premisia pero si cooperas, tú la tendrás antes incluso antes que a Kakashi.

-Hmmm sabe muy bien que soy muy reservado.

-Oh Sasuke, no seas cruel con este viejo – suplico el anciano.

-Hmmm, bueno, pero no seré muy detallista si eso es lo que espera – dijo el azabache logrando causar una enorme sonrisa de oreja a oreja en el sabio pervertido.

-Claro, puedes decir lo que te haga sentir más cómodo, pero si hay detalles sucios no dudes en mencionarlo – sonrió el anciano, mientras anotaba algo en una libreta.

-Bueno, ella es más joven que yo.

-Oh Sasuke que enfermo estas – rió divertido el anciano – jajaja lo siento tanto, no te interrumpiré más – volvió a escribir en su libreta.

-En verdad no me siento muy cómodo hablando con usted de esto, lo digo enserio – menciono a la defensa el azabache.

-Bueno, al menos dime si es hermosa o que tiene de especial esa chica para causar tanto interés en ti.

-La verdad no tengo ni idea, sólo se que es la mujer más hermosa – dijo en un suspiro.

-Sabes hijo, lamento decirte, pero te equivocas.

-¿Por qué dice eso?

-Porque la mujer más hermosa es mi atolondrada y loca esposa, bueno... aunque pensándolo bien, se encuentra mi hija, y mi preciosa Sakura-chan si que lo es – dijo el anciano tomando una foto donde estaba Sakura abrazando al anciano, Sasuke ante dicho comentario sólo sonrió de medio lado.

Sasuke y Jiraya habían terminado un poco tarde de revisar el trabajo, así que Jiraiya había invitado a cenar a Sasuke, quien no muy convencido acepto la invitación.

Sasuke, Jiraiya y Tsunade se encontraban ya en el comedor sentados.

-Esta niña me va a volver loca, le dije hace más de 10 minutos que ya estaba la cena – dijo Tsunade sobandose la cabeza.

-Vamos mi amor, sabes como es Lee, de seguro la entretuvo, no debe de tardar – dijo Jiraiya tomando la mano de su esposa.

Sakura y Rock Lee llegaron al comedor, al ver la presencia de Sasuke, Sakura se incomodo, motivo por el cual se coloco detrás de Rook Lee.

-Siéntate a mi lado princesa – comentó Jiraya, levantándose para acercar la silla de Sakura.

Sasuke le sonrió a la chica, pero esta ni se tenso al mirarlo, y tomo un trago de su vaso de jugo para no corresponder al saludo del azabache.

-Piensan salir a algún lado a estas horas Lee – pregunto Tsunade mientras colocaba mantequilla en un biscocho.

-Mmm si madrina, he invitado a Sakura-chan a bailar – dijo sonriente Lee mientras se atragantaba con un enorme panque.

-Y a donde irán a bailar – preguntó sonriente Jiraya.

-Bueno, nos hemos decidido por ir a Konoha Club – dijo sonriente mientras miraba con ojos de amor a la chica.

-No piensan salir así o sí Lee – preguntó sarcástico Jiraiya.

-Oh padrino, claro que no, pasare por Sakura-chan más tarde, tengo que ir a bañarme y cambiarme, además la reservación la tenemos para después de las doce de la noche – dijo sonriente el chico – nadie popular llega antes de esa hora.

Al término de la cena, Sasuke se había retirado de la casa de los Haruno apenas y había terminado de comer, había mandado un par de mensajes de texto y rápidamente conducto su vehículo hasta su casa.