CAPÍTULO IV
JiMin subió en ascensor hasta su piso, abrió la puerta y vio a TaeHyung y JungKook viendo una película juntos.
- ¿Qué ha pasado?- pregunto JungKook.
- Pensábamos que estabas con el prota de tu novela cumpliendo todas tus fantasías.
- ¡TAEHYUNG!- le reprendió JungKook.
- ¿Piensas que él sólo está conmigo por sexo?
TaeHyung trató de sosegarse.
- Pienso que le has tenido idealizado durante tanto tiempo que ahora no quieres ver a la persona que realmente es.
- ¡Eso no es verdad!
- Escribiste toda una novela en la que relatabas tus fantasías con él, luego le conociste y sólo pudiste comprobar una mínima parte del plano sexual pero...
- ¡Eso no es cierto!
- Deja de ser tan crío, JiMin- explotó- que sepas que habla latín o que le gusta Dostoyevski no tiene nada que ver, ¿acaso sabes lo que le hace feliz? ¿Y lo que le hace infeliz? ¿Sabes qué es aquello que hace que se cabree? No sabes nada de esas cosas, sueñas con una relación pero piensas en el sexo. ¿Qué clase de relación quieres con él? No quiero volver a verte en la mierda, eso es todo.
JiMin le miró, en cierto modo, se sintió agradecido por sus palabras.
- ¿Cómo has venido hasta aquí?- preguntó JungKook.
- Él me trajo, le conté lo sucedido y se ofreció traerme.
- Por lo que he podido ver de YoonGi, es una persona muy impulsiva... de ti depende esperar.
A la mañana siguiente, JiMin se levantó pronto, preparó el desayuno, un termo de café para dos y se fue a casa de YoonGi.
- ¡Hola!- saludó cuando vio al rubio. Le recibió con una sonrisa y un abrazo- ¿Por qué tan cargado?
- Me sentí muy mal porque ayer tú pediste sushi y yo te dejé tirado, así que te he preparado el desayuno... ¡Y un termo de café!
- ¿Me has preparado el desayuno?- preguntó YoonGi, emocionado.
- No soy un gran cocinero, pero sí- dijo rojo hasta las orejas.
YoonGi sintió un irrefrenable deseo de besarle. Le miró, miró sus labios y apartó la mirada.
- Esto... esto es...
- Puedes abrirlo- dijo el menor.
YoonGi abrió la bolsa de papel y vio dos bagels rellenos de jamón con extra de queso.
- No los he tostado porque llegarían fríos...- empezó JiMin.
- ¡No pasa nada!
El chico fue a la cocina y empezó a trastear, enchufando un mini tostador para tostar el desayuno.
- No sé cómo darte las gracias.
- Estás demasiado emocionado- comentó JiMin.
- Hace demasiado que no como una comida casera, aunque sea un desayuno...- dijo, con nostalgia- ¿qué tal ayer con JungKook y TaeHyung?
A JiMin no se le pasó por alto aquel cambio tan radical de tema pero consideró que lo mejor sería hablarle de sus amigos y, más tarde, volver a aquella conversación inacabada.
- Estaban... alterados, sobre todo Tae. Son mis amigos de toda la vida, yo lo entiendo. Supongo que en el fondo soy igual de protector con ellos, sobre todo con JungKook, que es el pequeño.
- ¿De quién te protegen?
Hizo aquella pregunta como quien pregunta el tiempo que va a hacer mañana y, sin mirarle, puso cada desayuno en un plato y le acompañó al salón.
- De ti- dijo JiMin, mirándole.
- Entiendo que lo hagan- replicó- no creas que estoy orgulloso de mis actos.
- Pero...
- No hay un pero. Eso ya lo hablamos, fui impulsivo y... ya está.
- Lo sé.
YoonGi notó cierta lejanía en JiMin.
- ¿Hay algún problema que tengas ahora mismo? Algo en lo que dudes, algo que le preguntarías a tus amigos pero que sólo yo pueda responderte.
JiMin se tapó la cara y resopló.
- Es que ni siquiera tú puedes responderme a esto.
YoonGi le miró sin entender.
- Suéltalo- pidió.
- Es la segunda vez que me dices que fuiste impulsivo, que te dejaste llevar... ¿Cuántas veces vas a seguir siendo impulsivo? Si algún día llegas a estar conmigo pero se te presenta la oportunidad, ¿me vas a engañar? Entiende que me lo cuestione.
YoonGi cerró los ojos y tomó aire, tratando de afrontar la desconfianza de JiMin.
- Entiendo tus sentimientos- dijo, al fin- pero yo no puedo convencerte de la noche a la mañana de que... fue un error el momento en el que te besé... fue un error el momento en el que casi te hago mío... no puedo convencerte de ello, sólo puedo demostrarte cómo soy día a día y esperar que, en determinado momento, des el salto.
- Si salto, ¿me vas a sujetar? ¿Esta vez vas a impedir que me golpeé?
- Estaré encima de ti antes de que te des cuenta.
- ¿No sería debajo?
- Si así te gusta más...
JiMin sonrió y le dio una patada por debajo de la mesa.
Aquella mañana estuvieron hablando sobre ideas, escribiendo, empastando partes y la semana posterior igual. JiMin se quedaba a dormir, pero sólo en su habitación en la casa de YoonGi.
Un domingo por la mañana se despertó pronto para ir al baño y cuan fue su sorpresa al ver a YoonGi en el salón, pero no estaba solo, sino que estaba con otro chico ¿sería alguno de sus amigos? Se acercó un poco a las escaleras y le distinguió, era SeokJin. Conteniendo el aire en sus pulmones, se escondió en la esquina de la escalera, al lado de la puerta, ¿SeokJin habría vuelto porque quería volver con YoonGi? Imposible.
- Lamento venir tan pronto- dijo SeokJin.
- Sólo estaba durmiendo- dijo YoonGi.
"Maldición" pensó JiMin "¿Por qué le sonríes así a tu ex? ¡Así sólo puedes sonreírme a mí, desgraciado!"
Los celos consumían a JiMin y él no podía hacer nada para remediarlo.
- Eres demasiado vago, siempre lo fuiste- reprendió Jin.
- Prefiero pensar que trabajo demasiado entre semana y merezco un descanso los domingos.
Ambos volvieron a reír.
"Yo no le veo la gracia" pensó JiMin.
- No he venido sólo a por mis cosas- empezó SeokJin- quería hablar contigo, no tuvimos oportunidad... la tuvimos pero creo que no era el momento.
- Sí, deberíamos hablar- dijo YoonGi- yo...
- Yo...
Ambos volvieron a sonreír y JiMin pensó que entraría en combustión espontánea debido a los celos.
- Tú primero- dijo SeokJin.
- Gracias- YoonGi suspiró- lamento haberte engañado, cuando lo nuestro dejó de funcionar y empezamos a poner un parche tras otro, debí dejarlo pero sentía que no podía, sentía que estaba siendo egoísta contigo porque me habías ayudado a tener la carrera que siempre ansié.
- No debiste seguir conmigo sólo por eso...
- Eso lo sé ahora- suspiró- tampoco debí engañarte. Una cosa era saber que no sentíamos nada el uno por el otro, pero engañarte... te jodí y jodí a JiMin... JiMin... ¡Lo siento! ¡Siempre trato de hablar de ti y de mí y acabo hablando de JiMin! ¡Te juro que no es mi intención! ¡Me estoy volviendo loco! Es como... es como si...- se quedó callado tratando de encontrar la mejor frase que pudiera encajar con sus sentimientos. JiMin, por su parte, no respiraba, no sabía que iba a decir YoonGi, pero sabía que fuese lo que fuese sería lo más sincero que escucharía sobre él en su vida- es como si mi vida y la suya estuviera entrelazadas... o unidas, ¡es una puta locura! ¡Y me asusta! Me asusta porque empiezo a pensar que estoy enamorado de él de verdad y él no confía en mí.
- Empiezas a pensar... cuando ese chico entró por esta puerta, te encantó y no lo niegues.
- No es su aspecto... bueno, a ver ¡no soy ciego! ¡Lleva un buen viaje! Pero cuando sentí la necesidad de estar a su lado, fue cuando le conocí- resopló- yo siempre me he considerado una persona completa y, dentro de esa independencia propia, él me complementa.
JiMin, que estaba escuchando todo aquello, se asomó por la esquina de la escalera y miró a YoonGi un momento para luego volver a esconderse.
- Creo que tarde o temprano, JiMin se acabará dando cuenta de esto, no es posible que sea tanto o más corto que tú.
- ¡Yo no soy corto!
- ¿Seguro?
YoonGi rio, quizás un poco más reconfortado.
- ¿Qué tal estás tú? ¿Cómo has estado? ¿Qué has estado haciendo?
- Bueno, debo decir que los primeros días tras la ruptura, mal, no porque te echara de menos o algo así, sino porque tenía mal sabor de boca, desazón...
- ¡Verbaliza!
- ¡Joder, YoonGi! ¡Diez años! ¿No has tenido la sensación de que has perdido el tiempo conmigo?
- Bueno, perder no, pero sí he tenido, y tengo, la sensación de que he postergado algo inevitable durante muchos años. ¿Por qué piensas que has perdido el tiempo conmigo?
- En estos últimos diez años lo único que hice fue trabajar, que tuvieras lo mejor porque... ¡eras mi novio! Es tan curioso... la gente no mezcla placer y negocios porque piensa que los negocios van a acabar siendo los afectados, pero a nosotros fue al revés. Nosotros seguimos juntos porque pensamos que se lo debíamos al otro por hacer nuestro trabajo bien. ¡Qué locura!
Se quedaron en silencio, ésta vez no hubo una risa o una sonrisa de por medio, no, sólo silencio.
- YoonGi, necesito saber...
- Sobre el día que te engañé.
- ¡Sé que tú también tienes preguntas y yo te las contestaré! Pero necesito saber...
- No fue algo premeditado.
- ¿Si sólo hubieras salido con NamJoon y Hobi hubiera pasado?
- ¡Claro que no!
- Lo que te estoy tratando de decir es que si te hubieras encontrado a cualquiera en aquella discoteca, otra persona que no fuera JiMin, ¿lo hubieras hecho?
- Ni le hubiera mirado- dijo, con total seguridad- el problema era, es y será que JiMin no es cualquier persona y aquella noche nos sentíamos más cercanos que nunca. Queríamos hablar, por eso fuimos al pequeño reservado, pero al estar en la intimidad... sabía que él lo quería, lo notaba, pero yo era el que tenía pareja, debía haberme frenado.
- Si yo no hubiera estado allí, ¿te hubieras acostado con él?
- No lo sé, ganas tenía, y muchísimas... y las sigo teniendo. No te voy a mentir, no te voy a decir que me sentí fatal por lo que hice. Me sentí mal por engañarte a ti y hacerle daño a él, por hacer las cosas mal, pero nunca por besarle, nunca por lo que sucedió. Y, siendo francos, él está arriba. Lleva en esta casa alrededor de una semana y media.
JiMin parpadeó, tenía tantas ganas de bajar, abrazarle y besarle...
- Oh...
- Aun no hay nada entre nosotros y a este paso no sé si lo va a haber, él desconfía de mí y no es para menos.
Jin se quedó en silencio, no quería darle consejos a su ex sobre como conquistar a la persona con la que le había engañado.
- Supongo que querrás tus cosas... no hay mucho aquí, pero te las guardé en una caja...
- En realidad, quería comentarte otra cosa- dijo Jin.
- Dime.
- Esto... ¿recuerdas el piso antiguo donde vivía antes?
- Sí, claro, yo mismo te ayudé con las obras y decoración.
- Se inundó, está destrozado.
La parte celosa y desconfiada de JiMin volvió a emerger "no creo que venga a vivir aquí" pensó para sí "cree el ladrón que todos son de su condición" dijo una vocecita insidiosa en la cabeza de JiMin que bien se parecía a la de JungKook "yo no le robé nada, su novio se vino conmigo por iniciativa propia" pensó JiMin, indignado consigo mismo.
- ¿Qué vas a hacer? ¿Necesitas casa? Aquí está JiMin, pero puedo dejarte el antiguo estudio, el nuevo inquilino no entra hasta dentro de tres meses.
JiMin sonrió y se apoyó en la pared, encantado de que su novio le haya dado el lugar que se merecía "¿novio?" pensó JiMin "él no es mi novio, sólo... ¿qué somos?"
- NamJoon me ha dejado su casa.
- Su casa es como mi estudio, de una habitación, ¿cómo vais a dormir en...? Oh... ¿juntos?
"Como me digas que te molesta que tu ex y tu mejor amigo compartan cama, no me vuelves a ver" pensó JiMin molesto. No sabía porque estaba siendo tan celoso, él no era así.
- Sí, de eso quería hablarte... bueno... nos llevamos bien y antes de que pueda ocurrir algo más yo quería hablar contigo...
- ¡Eres un buen tío y él también! ¡Os lo merecéis!
- No creo que sea nada serio, tampoco te pongas como si nos fuéramos a casar...
- ¿Por qué dices eso?
- A él también le gustan las chicas.
- Espero que todo el tema de JiMin no haya afectado de algún modo a tu autoestima- dijo, incómodo- entiende que nuestra relación estaba acabada, los dos lo dijimos. Tienes buen aspecto, eres guapo, eres alto y agradable.
- No me afecta, pero creo que NamJoon me trata como si yo fuera el pobre cornudo...
- Hablaré con él.
- ¡No es necesario! Sólo venía a contarte... pues lo que está pasando entre él y yo.
- ¿Quieres tus cosas?
- Sí, por favor.
YoonGi se levantó y se dirigió a las escaleras. Asustado, JiMin se metió en su cama y ya no volvió a salir de ahí. Lo siguiente que escuchó fue la puerta cerrarse.
Se levantó y bajó al salón para buscar a YoonGi, pero antes entró al cuarto de baño, necesitaba orinar, despejarse y preguntarle de modo muy claro todo lo que le iba a preguntar a YoonGi.
- Buenos días ¿Te he despertado?- preguntó, con una sonrisa, al ver al chico salir del baño.
- Llevo despierto un rato- dijo con sinceridad.
La sonrisa de YoonGi se borró de golpe.
- ¿Has escuchado la conversación que he tenido con Jin?
- Desde arriba se oye...
- Tendrás preguntas...
- ¿Estás enamorado de mí?
YoonGi asintió con la cabeza.
- Sí- dijo, al fin. Quiso preguntar si era recíproco, pero le dio miedo la respuesta.
- ¿Piensa que te complemento?
Volvió a asentir y, como ocurrió antes, no pudo preguntar si a él también le pasaba.
- Si tuvieras la más leve oportunidad... ¿saldrías conmigo? ¿te acostarías conmigo?
- No lo dudaría... sólo... te estoy esperando...
Aquella frase de tres palabras fue lo que le hizo falta a JiMin para abalanzarse sobre YoonGi y besarle.
YoonGi giró y cayeron sobre el parqué del salón. JiMin enlazó sus piernas alrededor de la cintura de YoonGi y éste profundizó en el beso, haciendo gemir al menor.
- Espera... espera...
YoonGi volvió en sí cuando notó las manos del menor quitar su camiseta.
- ¿Qué pasa?
- ¡Es nuestra primera vez! ¡Para mí es importante! ¿Para ti no? ¡No podemos hacerlo en el suelo del salón como si fuera cualquier cosa!
JiMin sonrió y subieron a la habitación de YoonGi. Allí, en una cama, situada entre estanterías de libros y con un cierto olor a papel antiguo, se entregaron el uno al otro.
- Todavía no te apartes- pidió JiMin, acariciando la mandíbula de YoonGi.
Acababa de perder su virginidad, había sido bonito, sí, pero quería que YoonGi se quedara a su lado.
- ¿Quieres que me tumbe y te abrace hasta que te quedes dormido?
- Son las doce de la mañana, no me voy a dormir- dijo JiMin, riendo- pero agradecería que me abrazaras.
YoonGi se tumbó y abrazó a JiMin, colocó almohadas a su alrededor y le arropó con tanto mimo que el chico sonrió y le besó.
- Bueno, cabe la posibilidad de que me quede dormido...
- ¿Estás bien?- preguntó YoonGi- sé que ha sido tu primera vez... sé que en el sexo soy muy rudo y me he controlado muchísimo, pero...
- ¿Cómo que eres rudo? ¿Por qué? ¿Qué te gusta hacer? O que te hagan...
De pronto, JiMin se mostraba de lo más interesado en aquella conversación y YoonGi recordó que el chico había escrito un libro que bien podía hacerle la competencia al kamasutra.
- Te responderé a todas esas preguntas cuando tú me digas si estás bien.
JiMin sonrió y le besó.
- Me gustan tus besos- confesó- no sé exactamente qué decirte. Tenía mucho miedo cuando subí aquí, sí, pero también muchas ganas. También me sentía cohibido de que me vieras desnudo.
- Podría pasarme los días mirando, acariciando y besando tu cuerpo- confesó.
El menor se sonrojó y YoonGi comenzó a besarle desde el cuello hasta la cadera para luego volver a subir.
- Pensé que seguirías bajando...
- Aún no- dijo, con una sonrisa- ¿te dolió la penetración?- preguntó muy serio.
JiMin tenía claro que ese era el punto al que YoonGi quería ir pero como el muchacho sólo daba vueltas, decidió preguntarlo sin más.
- Al principio, un poco... ¿podrías prepararme más la próxima vez que lo hagamos?
YoonGi sonrió y le besó.
- Siento haberte dañado.
- No me duele. Pero para la próxima vez...
- Te prepararé mejor... incluso puedes decirme cómo te gusta hacerlo...
- He perdido la virginidad contigo, ahora mismo, yo nunca...
Se calló ante la expresión de YoonGi. El chico estaba alzando una ceja.
- ¿Me vas a decir que nunca te has masturbado?
- ¡Eso es diferente!
- ¿Por qué? ¿Yo no puedo masturbarte?
YoonGi se apoyó en un brazo y, con su mano libre, la llevó al miembro de JiMin.
- ¿Qué vas a hacer?
- No estoy haciendo nada.
- Quizás debas hacerlo...
- ¿Hacer el qué?
JiMin le miró y le besó con pasión.
- Has dicho que eres rudo en el sexo, que te gusta serlo... que te has controlado... házmelo fuerte y no te controles.
- Prométeme que me dirás que pare si algo no te gusta, o te molesta...
- Te lo prometo.
YoonGi se mordió el labio inferior y luego besó con pasión a JiMin, éste alzó las caderas y sus miembros se rozaron.
- JiMin...
- Sigue...
- Aún no he empezado.
Sonriendo, volvieron a besarse y durante quince minutos, en aquella casa, sólo se escuchó los gemidos, los gritos de placer de JiMin y YoonGi y la cama golpear repetidas veces contra la pared.
- Ah... JiMin...- gimió YoonGi, saliendo de él y apoyando su frente en la del menor- tus gemidos junto con el sonido de la cama golpear la pared podría ser la música que me inspire.
JiMin se tumbó sobre el cuerpo de YoonGi y entrelazaron sus dedos.
- Ni se te ocurra volver a hacérmelo de un modo que no sea éste.
YoonGi rio.
- Debo entender que te ha gustado...
- Indirectamente te dije una vez que había pensado mucho en ti... sí, lo hice, claro que lo hice... cada vez que escribía alguna de las escenas del libro me acababa masturbando muy fuerte mientras pensaba en ti... te consideraba un hombre tan caliente en aquella época...
- ¿Ahora no?
- Es distinto. Te conocí, conocí tu forma de ser, de pensar... y es esa forma que tienes de hablar, tan pronto correcta y tan pronto incorrecta, como asumes tus errores, tu humildad... me enamoré de todo eso... y todo eso hace que me parezcas una persona aún más caliente que antes.
YoonGi sonrió y le besó.
- Entonces... ¿Estamos juntos? Digo ¿tú quieres estar conmigo?
- Sí, sí quiero estar contigo. Estamos juntos.
Se besaron y YoonGi abrazó a JiMin, acariciando su pelo y todo su cuerpo desnudo.
- JiMin... esto me asusta...
- ¿Por qué?
- Porque siento que no tengo un control sobre mí mismo, siento que ahora mismo el dueño de mi vida eres tú. Tú tienes el control sobre todo.
- No. Recuérdalo: somos completos y nos complementamos el uno al otro- le besó- seguimos teniendo el control de nuestras vida pero... ¡somos más felices juntos!
- Esto solo es la locura de los primeros meses- dijo YoonGi, con ironía.
- ¿A qué lo adivino? Te sientes poco rudo por sentir esa locura.
- Siempre puedo volver a ser rudo cuando tú quieras...
JiMin sonrió y volvieron a besarse.
Los días siguientes los pasaron enfrascados en la novela que iban a publicar juntos. Apenas veían a sus amigos, sólo escribían, corregían y hablaban entre sí. Aunque a veces dejaban de escribir para dedicarse el uno al otro.
- A esto sólo le hace falta un título- dijo YoonGi.
- "Sacrificio" es un buen título- opinó JiMin.
YoonGi escribió el título, lo mandó a imprenta y, con un beso, cerraron aquel capítulo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro