{sei}
Tres años después Nico seguía sin poder quitar ese estúpido tatuaje.
Así que sólo miró al suelo y se mordió el labio, quitándose la chaqueta y extendiendo el brazo hacia el frente.
Eros rió con malicia, a su lado pudo sentir a Jason contener el aliento.
—Me... me gusta Percy Jackson.
El dios desapareció, Jason sólo colocó una mano en su hombro y bajó su camisa.
En su clavícula, varios centímetros bajo una pluma de ave y en diagonal a una llama de fuego estaba la misma jodida ola.
Nico quería llorar.
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