Hyunjin esperaba por Jeongin mientras jugaba en su celular, luego de ver a sus dos amigos irse y dejarlos solos en el edificio decidieron volver a sus casas, acordando verse al día siguiente después de clases con la excusa de querer recuperar el mes que estuvieron casi sin hablar.

Aunque más que una salida de amigos, Hyunjin quería verlo como una cita, y haría lo posible porque se sintiera de esa
manera.

Y el que Hyunjin le haya saludado con un beso en la mejilla era una buena señal, quizás no sería tan dificil hacer que se sintiera como una verdadera cita si continuaba actuando de esa manera.

Ahora caminaban hacia cualquier lugar, realmente no habían acordado alguno en específico, sólo querían verse antes de iniciar las vacaciones de verano, pues seguramente viajarían con sus familias y no podrían verse tan seguido hasta volver a clases.

Hyunjin quiso acercarse un poco más, pero creyó que tal vez Jeongin podría sentirse incómodo, así que prefirió mantener cierta distancia, cosa que no pasó desapercibida para el menor, quien rápidamente sostuvo su mano y la apretó un poco, dándole a entender que podía acercarse si así lo quería.

--¿Por qué tu rostro está tan rojo?-- Preguntó Jeongin, pasando una mano por sus mejillas y tocando su frente para comprobar que el menor no tuviera
fiebre--. No pareces estar enfermo.

Eso sólo provocó que el rubor en sus mejillas aumentara, sintiéndolas algo calientes.

--Hace calor, eso es todo--. Dijo, acelerando un poco el paso.

Jeongin rió bajo y comenzó a seguirlo, había extrañado pasar tiempo con Hyunjin y molestarlo por cualquier cosa, le gustaba cuando inflaba sus mejillas al molestarse por algo, porque entonces le permitía abrazarlo hasta que se le pasara.

Frenó de golpe y accidentalmente chocó contra su espalda, disculpándose mientras intentaba averiguara quién buscaba, pues Hyunjin veía hacia todos lados repetidas veces y creyó que tal vez serían Jisung y Minho.

Pero la persona frente a ellos definitivamente no era ninguno de los dos.

Un chico medio alto y de cabello negro acariciaba delicadamente las mejillas de Hyunjin, quien no pudo evitar sonreír ante el tacto, dejando a Jeongin confundido.

--¿Quién es él?

Ambos chicos voltearon a verlo con una sonrisa, pero Jeongin sentía que algo no estaba del todo bien con él, y no le gustaba para nada.

--Un amigo, sólo quise acercarme a saludar--. Respondió Hyunjin--. De todas formas no es importante, ya nos ibamos, ¿no?

Jeongin asintió, tomando su mano mientras intentaba arrastrarlo lejos de ahí, pero el menor no parecía querer irse a pesar de lo que había dicho.

--¡Adiós, Minnie!-- Gritó cuando estuvo algo más alejado del lugar, sacudiendo su mano de un lado a otro, despidiéndose.

Jeongin frunció el ceño y le hizo caminar un poco más rápido, cruzando la calle hasta llegar a un pequeño parque parecido al de la última vez, sólo que este tenía algunos juegos rotos.

Se sentó en una banca, obligando a Hyunjin a sentarse a su lado para luego verle con molestia, siendo ahora él quien
estaba confundido ante el repentino cambio.

--¿De dónde lo conoces?

--No es importante--. Dijo, fingiendo desinterés.

Quería creer que Jeongin estaba celoso, por más imposible que pudiera llegar a ser, porque de alguna forma le hacía sentir bien.

--¿Por qué se comportaba de esa manera contigo?

--Tenemos una relación algo... Especial, digo, ¿alguna vez ha tenido un "casi algo" con alguien?-- Hizo comillas con sus dedos, sonriendo internamente al ver a Jeongin fruncir el ceño, sin molestarse en ocultar su desagrado--. De todas formas no es asunto suyo, no tengo por qué contestar sus preguntas sin sentido, mejor vamos a comer algo.

Se levantó rápidamente de su asiento, pero Jeongin no planeaba simplemente dejar pasar lo ocurrido.

--¿Es tu novio?-- Preguntó nuevamente, sosteniendo su antebrazo y haciéndole regresar.

--Aún no--. Respondió, esta vez sin poder ocultar su sonrisa--. Pero creo que pronto lo será, me invitó a salir este fin de semana en la noche, dijo que tenía preparada una sorpresa.

Realmente nada de lo que había dicho era cierto, ese chico sólo era alguien que había conocido hace un tiempo, pero las cosas no resultaron entre ellos así que decidieron ser sólo amigos, aunque a Hyunjin comenzaba a gustarle (tal vez
demasiado) pensar que era capaz de provocar celos en el mayor.

--No irás--. Volvió a decir--. Te quedarás en casa y dormirás temprano.

Por más que intentó contener su risa, esta vez le fue imposible hacerlo, Jeongin le parecía realmente lindo cuando se enojaba, comenzaba a agradarle verlo de esa manera, aún si no se daba cuenta de lo que realmente provocaban sus palabras.

El mayor frunció el ceño mientras veía a Hyunjin cubrir su boca con sus manos para intentar ocultar su risa, sin entender nada.

--Lo siento--. Habló Jeongin, dudando en acercarse a él--. Era broma, no te enojes, ¿sí?

--¿Cómo puedes bromear con algo así? Ese chico no me agrada, vi cómo te miraba, seguro pensaba cosas extrañas, quién sabe qué podría hacerte estando a solas.

Hyunjin rodó los ojos y se atrevió a abrazarlo, sorprendiéndose al sentir los fuertes brazos de Jeongin rodear su cintura, haciéndole sonreír.

El menor se sentía asustado de lo que pudiera ocurrir, y tal vez (sólo por si acaso) debía vigilar a Hyunjin más de cerca, cualquiera querría aprovecharse de alguien tan tierno e ingenuo como lo era él.

No quería verlo triste por culpa de algún idiota, ¿y quién mejor que él para asegurarse de que su amigo no
saliera lastimado? Nada malo podría salir de todo eso, él se aseguraría de que así fuera, es más, Jeongin creía ser lo suficientemente bueno como para hacerlo feliz.

Ignorando algunos detalles, claro.

Ahora Jeongin sólo podía sonreír como si fuera lo mejor que le hubiera pasado en la vida.

Por otro lado, Minho y Jisung aún estaban acostados, recibiendo las caricias del otro y disfrutando de la tarde.

Aún les era demasiado dificil de creer todo lo que estaba ocurriendo, pero definitivamente era lo mejor que pudo
haberles pasado, ninguno esperaba que Minho pudiera sentir algo tan rápido, pero estaba bien.

Ahora sólo les quedaba esperar y ver lo que ocurriría en el futuro, porque ya sea para bien o para mal, ellos seguirían
juntos. Estaban seguros de que así sería.

Re toxi el Inne