Extra cinco ; anillo de compromiso
Felix caminaba de un lado a otro de forma ansiosa bajo la mirada calmada de MinHo, a lo que se preguntaba cómo podía estár tan tranquilo en una situación tan importante como esa, ¡a él estaba a punto de consumirlo! Tal vez solo debía dejarle ese trabajo a HyunJin, pero estaba demasiado emocionado e impaciente como para ello.
───¿Podrías mantener algo de calma? ───le pregunto MinHo, incorporándose del sofá para ir hacia él.
───¿Pretendes que guarde la calma cuando estoy a punto de pedirle matrimonio a mi novio! ¡Es una de las decisiones más importantes en mi vida, esto nos marcará a ambos y no puedo simplemente guardar la calma! ───exclamó Felix, entonces MinHo lo tomó de las mejillas y lo acercó a su rostro para mirarlo de forma fija.
───¿Tienes miedo de que no acepte? ───preguntó MinHo, los labios de Felix temblaron.
───Hablamos sobre esto desde que teníamos dieciséis, él dijo que es el mayor sueño que tiene conmigo y... sé que aceptará. ───comentó el pecoso, seguro de lo que decía.
MinHo se acercó aún más a su rostro, besando su frente de forma cálida. Felix soltó un suspiro.
───Entonces no tienes de qué temer, Lix. ───acarició sus mejillas en tanto lo observaba con cariño.
───Lo sé, pero el hecho de que me siento ansioso por esto es inevitable, ¡es automático!
───Supongo que eso ya es parte de ti. Por cierto, ¿dónde está HyunJin? ───cuestionó el mayor, soltando a Felix.
───Hoy estuvo comportándose extraño, honestamente. Dijo que iría a trabajar pero hoy es domingo y se supone que no trabaja. No lo sé... no sé qué sucede con él. ───el rubio tomo su mentón, dudoso de lo que había dicho su pareja.
───Tal vez tuvo que hacer algo importante respecto a su trabajo, no lo sé, solamente no pienses mal de adelantado. ───aconsejó el ahora pelinaranja al notar que empezaba a dudar.
───Intentaré no asumir cosas, cuando vuelva hablaré con él. Ahora creo que debería ir a hacer la compra del anillo, ¿cómo se supone que pida matrimonio si no tengo un anillo? Vamos, acompáñame, debo elegir el mejor anillo, el más digno para HyunJin.
Felix se acercó hasta la mesa de noche, tomando la llave de la casa entre sus dedos con planes de irse. MinHo lo siguió hasta que se encontraron en el exterior, el menor trabó la puerta y finalmente se dirigieron hasta un local de joyería. Una vez llegaron a esta, pudieron contemplar infinitos tipos de anillos en el mostrador, existía tanta variedad que eso dejó a Felix incapaz de elegir entre uno o el otro.
MinHo propuso varias ideas cuando notó que Felix no podía dejar de ser un total indeciso y la vendedora empezó a perder la paciencia pasada la hora. Aún habían algunos clientes que querían la atención de la mujer, así que tuvo que apresurar a su amigo. Felix se presionó para elegir uno de una buena vez, hasta que sus ojos llegaron a un anillo que logró convencerlo: uno de plata que poseía un diamante azul brillante incrustado.
Felix señaló el anillo maravillado y la vendedora se lo entregó, quien después de unos segundos terminó por vender finalmente uno de los anillos. El rubio tal vez fue hasta su casa sin dejar de admirar el eléctrico azul del anillo, asemejándose al color de los ojos de su enamorado, ese que lograba hundirlo en una increíble paz por infinitos momentos.
Cuando llegó a su hogar junto a su mejor amigo, se halló con HyunJin en la sala de espaldas, quien hablaba consigo mismo o tal vez con algún objeto, quizá era aquello último ya que cuando le llamaron la atención volteó asustado y ocultando algo en su espalda, lo que hizo pensar a Felix.
───Hey, cariño ───saludó HyunJin nervioso, sin quitar sus manos de su espalda───. ¿Qué tal? ¿a dónde fuiste?
───Uh, fui a pasear con MinHo por ahí, estaba aburrido, ¿y tú, qué hacías? ───Felix ladeó su cabeza, expectante─── ¿Cómo te fue en el trabajo que llegaste tan pronto? ───Felix se acercó a él mientras presionaba la caja dentro de su bolsillo.
───Ahm... Emma me llamó porque el taller consiguió una gotera en la lluvia de ayer y uno de nuestros cuadros se humedeció, tuvimos que arreglar eso y cambiar los cuadros de lugar. ───HyunJin parecía estár esforzándose por no mostrarse nervioso, aunque era algo inútil hasta cierto punto.
───Oh, bien. ───soltó Felix con simpleza, volteando son seriedad hacia MinHo al notar que HyunJin estaba mintiendo, lo que él no hacía ya que solía ser muy sincero.
───Yo... creo que debo irme, SooJin está sola en casa ahora y últimamente se ha sentido con mareos y ha tenido vómitos ───mencionó MinHo, jugando con los botones de su camisa con seriedad───. Al parecer JiSung ha logrado nuestro objetivo en la primera sesión.
───Suerte, Honnie. ───se despidió Felix al admirar cómo el pelinaranja empezaba a marcharse.
───SooJin acaba de decirme que hoy se haría una prueba de embarazo ───comentó HyunJin cuando Felix volvió a mirarlo───. La verdad me alegra que después de que lo hayan discutido tanto, finalmente se decidieran por hacerlo.
───Sí, es bonito que vayan a tener un bebé si es lo que tanto han querido. ───afirmó Felix con una sonrisa, comenzando a fantasear con ellos siendo padres de un bonito niño o una bonita niña, tal vez en un futuro podrían hacerlo realidad.
───Ahá... por cierto, amor, si esta semana tenemos algo de tiempo libre para nosotros, ¿te gustaría ir a cenar a alguna parte? Hace un tiempo no compartimos un tiempo romántico y especial debido al trabajo, quisiera que la pasáramos como en los viejos tiempos, ¿sí? ───propuso HyunJin con ilusión, observando a su novio con ojos tiernos de súplica. Felix no pudo negarse mucho tiempo a eso, asintiendo y entregándole un beso.
───Está bien, iremos.
Era de noche cuando HyunJin lo había llevado a aquel sitio, un restaurante elegante en el que había reservado una mesa en el balcón. Cuando Felix se adentró tomado de la mano de su novio, pudo observar varios detalles bonitos como: la mesa tenía un elegante mantel en el cual posaban los brillantes utensilios que utilizarían para la cena, a mitad de este mueble se presumían unas cuantas velas, la llama de las mismas bailando una suave danza cálida para ellos.
La vista era magnífica también, habían fuertes barrotes de los cuales sostenerte para contemplar el oscuro cielo donde destacaban las fervientes y lejanas estrellas, aunque sinceramente la intensa iluminación de la cuidad opacaba por completo el de las estrellas, pero aun así era bonito. Los grandes edificios llenos de vida y los carteles robando la atención cuando pasabas cerca.
HyunJin, en un acto caballeroso, apartó un poco el asiento ajeno para que se sentase cómodamente. Después él se sentó en la silla frente a Felix, gozando de su bonito paisaje que opacaba cualquier otra vista en aquel balcón, sus bonitas mejillas eran su cielo mientras que las pecas que lo decoraban eran sus estrellas, y era aún mejor, porque él tenía la capacidad de tocar su universo con solo un dedo.
Pronto ordenaron la cena en tanto creaban una agradable charla, contando lo que había pasado últimamente en el trabajo y lo mucho que se habían extrañado. Felix había descrito cómo se había sentido tener una sesión de fotos junto a uno de los modelos que él admiraba, lo cual fue una gran oportunidad y todo un honor. HyunJin se sintió tan feliz de ver lo ilusionado y emocionado que estaba su pareja al relatar lo que había hecho, lo que le gustaba y había soñado desde que era un adolescente.
Y para Felix fue lo mismo, quien adoraba escuchar a HyunJin hablar de lo que amaba hacer, de ver cómo sus ojos se iluminaban al decirle que le había ido bien al vender sus cuadros o que había podido ser contratado como fotógrafo en algún evento. Para él la felicidad de HyunJin significaba la suya, amaba verlo sonreír con ilusión y eso era lo único que quería apreciar por el resto de sus días.
Cuando la pareja finalizó su cena y el tema del que hablaron por más de una hora, Felix se preparó para proponer eso tan importante que marcaría un antes y un después en la vida de ambos, porque siendo sinceros aquella ocasión le había caído como anillo al dedo para proponerle matrimonio.
───HyunJin, ¿sabes que te amo cierto? ───las pequeñas manos del rubio sacaron la caja que contenía el anillo por debajo de la mesa, sus dedos se aferraron a los contornos, preparándose directamente para abrirlo en el momento que diría las palabras───. Si lo sabes, quiero decirte algo, porque la verdad yo te amo más de lo que a cualquier otra persona, eres el que me hace sonreír con tan solo verte, en el que puedo confiar cualquier cosa y en el que puedo apoyarme cuando la paso mal... eres mi compañero de vida, te amo.
───Yo también lo creo, tú y yo estamos destinados, eres el amor de mi vida y por más que suene algo cursi lo supe desde que te vi por primera vez. También quiero decirte algo...
Ambos suspiraron con nervios, sobre todo el menor. Se divisaron con emoción y sus manos debajo de la mesa temblaron cual gelatina.
───Digamoslo al mismo tiempo, ¿bien? ───propuso Felix, preparándose mentalmente para lo que estaba a punto de decir y hacer.
Suspiró e hizo un conteó que acabó en el tres y donde ambos cerraron sus ojos en el mismo instante, comenzando a elevar sus manos en las cuales una caja se sostenía. Ambos abrieron la caja donde el anillo descansaba al mismo tiempo, las joyas soltaron un brillo particular y luego la pareja formuló aquella tan esperada pregunta que los hizo erizar cada vello de su cuerpo.
───¿Quieres casarte conmigo? ───interrogaron al unísono, abriendo sus ojos al instante que se dieron cuenta de que habían dicho lo mismo, percatándose de que el contrario sostenía una caja con un anillo de compromiso. Ambos abrieron sus bocas con sorpresa.
───¿Tú...? ───HyunJin señaló a Felix incrédulo, demasiado sorprendido de que hayan coincidido en la propuesta, de que sus mentes hayan decidido hacer lo mismo y al mismo tiempo.
───¿Qué es esto? ───cuestinó Felix con algo diversión por la situación, el hecho de que sus cabezas hayan pensado en lo mismo le hacía gracia, aunque también le sorprendía lo conectados que estaban.
Ambos miraron su propio anillo y después el del contrario, intercalándose así hasta que se dignaron a responder con un sí en unísono, tan armonioso y delicado. Ambos soltaron una risa, acercándose al otro para plantarle un dulce beso que solamente decía y demostraba lo tanto que seguían amándose a pesar de los nueve años que habían transcurrido.
Con algún discurso lleno de amor la pareja se dispuso a colocarse mutuamente las alianzas, sus corazones latían tan rápido gracias a la emoción de aquella ocasión tan especial. El blanco que decoraba todo el salón les hacía sentir en un nube, como si estuvieran en una situación tan irreal y fantástica. Porque hace nueve años atrás aquello era solo un sueño que algún día deseaban cumplir, y allí estaban ahora, ambos frente al otro, casándose y pronunciando el esperado sí para seguir con un dulce beso como la primer vez, recibiendo cientos de aplausos por parte de sus invitados.
Con una radiante sonrisa entrelazaron sus dedos, así como sus almas estaban entrelazadas entre sí, tan unidos desde el primer momento y, como habían prometido ese día, hasta el día de su muerte. Porque solo la muerte seria capaz de separarlos físicamente, pero muy a pesar de eso, sus almas seguirían reuniéndose aún en otras vidas, encontrándose miles de veces y amándose miles de veces más por el resto de la eternidad.
Con un segundos beso, ambos sellaron de forma definitiva la promesa. Y finalmente, después de tanto tiempo, pudieron llamarse esposos.
el siguiente extra es el último :(
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