Lily se miró al espejo de su baño privado.

Sus ojos estaban rojos por todo el llanto de la noche abrazada a su conejo de peluche. Era una cosa que había estado con ella desde que nació, completamente blanco con detalles en rosa, una coqueta capa con un listón.

Y al parecer era la única que lamentaba la muerte de padre.

James efectivamente estaba aliviado, puesto que fue él que había salvado a mamá cuando padre la estaba asfixiando en el suelo de Black Manor.

Artu era insípido con los sentimientos. Y madre respetando las tradiciones sangre pura había optado por permanecer un mes de luto en la intimidad de la casa y llevar a cabo los ritos de luto.

Fue Lily la que lloraba en la soledad de su habitación a su padre y hasta el momento James no había tomado el derecho al cepillado de su cabello.

Sus hermanos nunca pudieron establecer más allá de un vínculo insiste con padre. Èl siempre criticaba a James por sus gustos muggles y envidioso de que Artu como segundo hijo podía heredar el señorío de los Black, incluso desaprobaba su estrecha amistad con Scorpius Malfoy pensando que eran pareja.

Pero con Lily era todo lo contrario, si le gustaba algo del mundo muggle se lo compraba. Muñecas, discos, discos, libros, ropa, todo lo que ella quería padre se lo conseguía. Incluso la había llevado a los teatros en Londres y New York a los musicales que tanto le gustaban.

Así que como si primer día como dama de la princesa debía lucir presentable. En la mañana hizo su sesión ritual de skincare coreano, ahora debía averiguar cómo continuar cuando los productos se acabaran.

Ya lista se peinó en un sencillo recogido, y se puso un vestido celeste de mangas abullonadas con un encaje blanco en el escote, nada provocativo o que las personas de este mundo pudieran considerar vulgar.

Recogió su bolso y sus guantes, guardó su varita en el bolsillo de su vestido y bajó por las escaleras. El reloj marcaba las seis y media de la mañana.

Anoche Lady Royce le explicó cuáles serían las labores de Lily como dama de compañía de la princesa. Principalmente estar junto a la princesa en sus actividades del día, asesorar al momento de vestir.

Al llegar al comedor vio que James y Artu ya estaban desayunando, con ropas ligeras aptas para su primer día como escuderos del príncipe Daemon.

—-Buenos días. ¿Y mamá? — preguntó Lily mientras se sentaba en la mesa.

—Creo que aun duerme — dijo James — Estuvo anoche en su biblioteca hasta tarde.

Lily asintió con la cabeza, en medio del desayuno, madre bajo vestida completamente de luto, un largo vestido negro y tres libros en las manos.

Los saludo a cada uno con un beso en la coronilla y se sentó en la cabecera de la mesa.

—Creo que esto te puede servir, Lily — madre le extendió los libros.

Lily vio rápidamente los títulos. Jane Eyre, Orgullo y Prejuicio, colección de poemas de Emily Dickson.

—¿Para que libros, mamá? — preguntó Lily.

—Uno de tus deberes como dama de la princesa será entretenerla — explicó madre — Seleccione estos por ser clásicos y no serían considerados escándalos como los libros que tú lees.

—¿Pero que hay de malo en la saga de Percy Jackson?

—Lily, se desarrolla en nuestro actual — dijo Artu — ¿New York del siglo XXI , gays, dioses y monstruos?

Lily hizo una mueca, pero eran buenas opciones la que su madre les estaba dando. Los cuatro tomaron su desayuno y al finalizar, la puerta fue tocada, posiblemente Ser Harrold listo para escoltarlos a la fortaleza.

Los cuatro fueron al recibidor, madre abrió la puerta y ahí estaba Ser Westerling. Se saludaron y madre se despidió de ellos.

—¿No irá a la fortaleza, mi lady? — preguntó el cabello,

—Soy viuda ahora, Ser Harrold — contestó madre — En mis traiciones deberé permanecer un mes en casa rezando por el alma de mi esposo y llevar a cabo los ritos fúnebres necesarios.

—Lamento su pérdida, mi lady.

—Gracias, Ser

Madre los vio desde el umbral de la puerta, con un chal oscuro sobre sus hombros y su cabello perfectamente recogido.

Ser Harrold le extendió la mano a Lily para ayudarla a subir el carruaje.

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Rhaenyra estaba en bata cuando entraron Laena y su nueva prima a su habitación luego de que terminó su desayuno. Al parecer las dos se habían coordinado para usar algo azul.

—Buenos días, princesa Rhaenyra — la prima Lily hizo una reverencia con la mirada baja.

—Buenos días — saludo Rhaenyra sentada en su cama.

Laena y Lily rebuscaron en su armario susurrando sobre los vestidos.

—¿Qué le apetece usar el día de hoy princesa ? — preguntó Lily.

—Deberías dejar de llamarme princesa — contestó Rhaenyra.

—Pero usted es la princesa, debería dirigirme hacia usted con su título de nacimiento — dijo Lily — Es el protocolo.

—Llámame Rhaenyra — pidió Rhaenyra.

Lily frunció levemente el ceño pero luego lo relajó y dijo : — Entonces. ¿Qué vestido quieres usar hoy, Rhaenyra?

Laena a su lado rio. Escogieron un vestido violeta para ella, una criada la limpió con trapos húmedos y luego le roció perfume.

Le ayudaron a colocarse el vestido y Lily la empezó a peinar. Rhaenyra notó una mueca en sus labios al ver como observaba su cabello.

—¿Hay un problema con mi cabello?

—No, solo que es muy lacio — contestó Lily. Rhaenyra vio desde el espejo a Lily, tenía el cabello más dorado que Rhaenyra y sus ojos casi translúcidos como una seda.

Pero ahí estaba, una belleza claramente Valyria.

—Puedes hacerle una trenza coronada — dijo Laena — Peinados más complicados siempre terminan deshaciéndose antes del almuerzo.

—Gracias por hablar mal de mi cabello, Laena — comentó Rhaenyra, Laena le guiñó el ojo.

—La trenza se escucha bien — dijo Lily — En la noche podemos intentar un truco de mi mundo para que su cabello adquiera ondas.

—¿Se puede? — preguntó Rhaenyra y Laena.

—Si, la tecnología muggle — sonrió Lily y luego señaló a los rizos de Laena — Y a ti te pueden hacer lacia.

Lily la peino y luego ellas dos preguntaron qué harían en el día.

–Traje algunos libros— Lily le mostró los tres libros — Dos novelas y un primario. ¿O quieres pasear por los jardines? Puedo decir a las criadas que tengan el té listo para la hora que necesitas.

—¿Laenor donde está? —preguntó Rhaenyra a Laena.

—En el patio de armas con Daemon y sus nuevos escuderos —- contestó Laena.

—Son mis hermanos. James y Arcturus — dijo Lily — Hoy es la primera vez que usaran espadas. De madera, pero espadas.

—¿Qué les parece si vamos a ver cómo los chicos se golpean entre ellos? — propuso Rhaenyra y sus dos primeras sonrieron.

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Alicent se frotó su pesado vientre de embarazada mientras veía a Rhaenyra caminar contenta entre Laena Velaryon y la famosa joven que llegó en la casa tétrica de la colina.

Su sangre Valyria era clara en su tono de piel, cabello y ojos, pero la chica parecía hechizar a los hombres que la veían.

Como su su presencia atrajera todas las miradas masculinas.

Bruja, dijo su padre , brujos en la corte.

Claro, esta chica estaba deleitando a todos con su presencia.

Los dioses serían misericordiosos y liberarían a Rhaenyra, a Aegon y su futuro bebé de esa bruja.

No sabía de lo que sería capaz. 

N/a: Lily mi niña hermosa. No es tu culpa que Antoine solo haya sido un buen padre para ti. 

Alicent: Es una bruja que hechiza a todos los hombres. 

Lily: No es mi culpa tener sangre de Veela y sangre de Valyria. ¿Es pecado heredar tanta belleza?

El conejo de Lily: 

Vestido de Lily  y bolso

Rhaenyra: 

Laena: 

Y porque soy un alma generosa y ya saben desde el prologo que Henrietta se casara con un Lannister, les adelanto el árbol genealógico.