[30 de la quinta luna, año 127 D.C] [mayo]

Bellatrix Black Lestrange estaba condenada a ser un fantasma con el castigo de solo ser vista por una persona.

Más de ocho años condenada a una bebé de cabello negro y ojos verdosos. Por un momento recordó a la bebé de la profecía que había condenado a su señor, luego vio su amada varita en la cuna junto a un huevo de dragón.

Y ahí comprendió.

El hechizo vinculante, para permanecer en la línea mágica de los Black.

Se supone que renacería nuevamente en una Black, cuyo nacimiento las estrellas tuvieran la misma alineación del día de su nacimiento.

Cuando la bebé notó su presencia, empezó a llorar en su cuna, rápidamente un hombre la tomó en brazos y la empezó a arrullar entonando en una nana en francés, luego una mujer de largo cabello plateada también empezó a calmarla.

"Arcturus" dijo la mujer. Bellatrix permaneció un año en donde solo sabía que ese hombre era un Black y que ya no estaban en el mundo mágico.

Cuando llegó a Grimmauld Place con la bebé llamada Lucerys, Bellatrix como espíritu recorrió la ancestral morada de su familia, hasta el árbol familiar.

Y se dio cuenta, estaba ligada a la nieta de Henrietta Potter.

Cuyo segundo nombre era Bellatrix.

Bellatrix observó el retrato de su tía, que la pudo ver. Vio los ojos de la mujer que ella mató, y ahora como fantasma se dio cuenta cómo la magia negra en la que sumergió como mortifaga había quebrantado su mente junto a los años en Azkaban.

La hermana de su padre. La mujer que la tomó como pupila en su juventud.

Ella misma en su obsesión por complacer a Lord Voldemort había derramado la sangre de su sobrina. Una mujer de sangre Black combinada con un New Blood.

Al pasar el tiempo empezó a extrañar a sus hermanas.

Cuando veía a Jazmín Targaryen junto a Lucerys, le recordaba a su dulce Andrómeda en su juventud, y cuando nació Visenya el recuerdo de Cissy se sintió una puñalada.

Con los años vio a la niña que estaba ligada, Lucerys Targaryen podía hablar con fantasmas. El primer fantasma era ella, Lucerys pensaba que era una amiga imaginaria, luego conoció a otros fantasmas que habitaban Red Keep.

Maegor I, su esposa Tyanna de Pentos, la princesa Gael, el príncipe Baelon y la reina Alysanne.

Lucerys, con cinco años, le preguntó si debía decirle a sus padres y abuela que podía ver fantasmas, pero Bellatrix le dijo que era mejor mantener oculto ese don.

No por lo que podían hacer Arcturus y Rhaenyra, sino a la reacción de esa mujer trastornada que era reina.

Puaj, una muggle religiosa, como la asqueaba.

Sus hijos, menos la niña, eran de su estirpe podrida. El mayor un pervertido que veía con lujuria las criadas y a Jazmín y el otro niño como esas ratas silenciosas que había en Hogwarts, algunos Ravenclaw en específico, que se refugiaban en libros y magia, solo que este se le podía notar los ojos de envidia.

En vida, había escuchado que Henrietta Potter podía hablar con dragones, había tomado como suya el parsel y potenció para hablar con dragones.. Había pasado a sus hijos, menos a los cachorros Lannister que se quedaron solo con la habilidad de hablar con serpientes, y de ahí a sus nietos.

Bellatrix se divertía ante la mirada de envidia del pequeño muggle, las hijas de sangre Black tenían dragones de cunas y podían hablar con ellos. Mientras él, veía con ilusión a los dragones de sus hermanos y él nada.

Oh pero ese niño era escurridizo y ahora era testigo de cómo un grupo de niños, todos con sangre Black buscarán darle una lección.

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Daenaera salió de la habitación donde su madre y hermano dormían luego de que tomaran una poción para dormir sin sueño.

Sus primos vinieron por ella, Baelon exclamando que alguien se había subido y estaba en el cielo con Seasmoke.

Daenaera estaba en furia, era el dragón de su padre.

Sin perder el tiempo, fue con Baelon , Lucerys, Lauren y Loreon por las cuevas que llevaban a la playa en busca del dragón.

—¡Es él! — dijo Baelon . Su primo o sus tíos trajeron sus varitas, por lo que vio el destello de una daga en el cinturón de su primo.

—Soy yo — contestó con presunción, como si hubiera conquistado algo.

—Seasmoke es el dragón de mi padre — Daenaera dio un paso al frente, lista para irse a puño limpio si era necesario.

—Tu padre está muerto — dijo Aemond — Seasmoke tiene un nuevo jinete,

—¡¿Cómo te atreves?! — chilló Lauren con el rostro rojo y los ojos verdes destilando odio — ¡Estamos en un maldito funeral!

Aemond levantó los hombros, como si no le importará que la casa Velaryon estaba de luto. Daenaera soltó un chillido y saltó encima de Aemond, pero el bruto la empujó a la tierra, rápidamente ella sintió el sabor de la sangre en su lengua.

Rápidamente escuchó como Loreon le había dado un puñetazo, pero Aemond respondió otro. Daenaera se puso de pie vio que Baelon lanzó un puñetazo como lo hizo Loreon, pero este le dio un golpe directo al ojo izquierdo.

Lauren estaba ayudando a pararse a Loreon.

Lucerys fue directo a Aemond, pero no parecía querer atacar, pero Aemond se había precipitado y agarró una de las trenzas de Lucerys para luego tirarla al piso. Daenaera escuchó el grito de su prima que se sujetaba la nariz.

Todos al ver que Aemond había agarrado el cabello de Lucerys, se precipitaron para golpearlo. Daenaera no tuvo reparos en golpearlo, había faltado el respeto a la memoria de su padre al reclamar su dragón en periodo de duelo.

Lauren, le estaba dando golpes en la pierna, mientras Loreon lo golpeaba en el estómago junto a Baelon , pero Aemond logró apartarlos a todos a base de patadas.

Daenaera escupió sangre luego de que él le pateara la cara. En un momento de descuidó, Lucerys se había vuelto de pie, con la nariz goteando sangre, Aemond había cerrado su mano sobre el cuello de ella.

De pronto, el cabello negro de Lucerys se había tornado en un blanco fantasmal.

—¡Morirán en llamas, monstruos! — amenazó Aemond amenazando con golpear a Lucerys con una roca.

—¡No soy un monstruo! — chilló Lucerys con un gemido lastimero.

—¿No lo eres? ¡Eres una bruja! ¡Un demonio hecho carne!

Baelon sacó su daga, y Aemond soltó a Lucerys nuevamente hacia el suelo. Daenaera se sostuvo la boca al sentir demasiada sangre en su lengua y dientes, vio como los hombros de Lucerys temblaban.

Baelon empezó a blandir su daga pero Aemond lo esquivaba para luego darle con una roca en la cabeza.

Daenaera sintió magia picar en sus dedos, y levantó su mano, mucha de la arena en el piso voló hacia el rostro de Aemond.

Nadie sabe cómo, pero Lucerys había tomado la daga y con un movimiento limpio sobre el ojo derecho de Aemond.

Él cayó gritando de dolor al piso mientras los ojos de Lucerys parecían brillar anormalmente en verde, como la maldición asesina.

El sonido de armaduras llegó hacia los oídos de todos.

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Jason llegó hasta el salón corriendo, al entrar vio como sus dos hijos estaban siendo curados por James.

La sangre manchando sus rostros. Lauren tenía el labio superior partido y Loreon tenía una ceja que brotaba sangre.

Él corrió hacia sus hijos, no había mayores heridas.

—¿Cómo sucedió esto? — preguntó el rey desde el trono de madera en la sala.

Jason miró a su alrededor. Laena revisaba el rostro de su hijo mientras Rhaena permanecía callada.

La princesa Rhaenyra sujetando a sus hijas. La princesa Jazmín tomaba la mano de su hermana.

Lucerys tenía el cabello revuelto, y totalmente blanco, como si fuese un fantasma parado observando todo. Temblaba y su mano derecha estaba manchada de sangre.

—El joven príncipe fue atacado por su sobrina, Su gracia — contestó un capa Blanca. Ser Criston estaba detrás de la princesa y sus damas con el pomo en su espada.

—¡Ustedes juraron proteger y defender a mi sangre! — reclamó el rey poniéndose de pie.

Los caballeros dijeron que nunca habían tenido que proteger a la familia real de la misma familia real.

Las puertas del salón se abrieron dejando ver a Lily seguida de su hijo.

Jason observó como su hijastra estaba en camisón y descalza, pero sobre todo con el cabello suelto. Ondas doradas cayendo por su espalda.

El shock no le había dado tiempo de recogerse el cabello.

—¿Se curará? — preguntó la reina sentada junto a su segundo hijo. El Maestre le cocía el rostro.

—La herida sanará — contestó el Maestre — Pero ha perdido el ojo, majestad.

La reina soltó un gemido lastimero, Lauren le jaló la manga y Jason se agachó hacia su hija.

—Se ha robado al dragón de Laenor — dijo Lauren — Agarró el cabello de Lucerys y casi la golpea con una roca..

Lord Corlys y la princesa Rhaenys bajaron las escaleras mientras el señor de la casa preguntaba qué pasaba. Mientras la reina le reprochaba algo al príncipe Aegon porque le dio una bofetada.

Rhaenyra se agachó hacia su hija que sollozaba en silencio.

—¡Él me atacó! — acusó Aemond en dirección a Baelon

—¡Atacó a Lucerys! — defendió Baelon con fuerza.

Todos los niños empezaron a gritarse. Lauren lo acusó de irrespetuoso, Loreon apoyandola. Daenaera insultando mientras Baelon la seguía.

Jason observó como Lady Rhea sujetaba a Loreon del cuello de la camisa y el príncipe Daemon sujetaba a Lily que parecía querer desmayarse.

Lucerys le susurró algo a la princesa Rhaenyra , cuya mirada fría parecía congelar el infierno. El rey caminó hasta su hija para interrogarlo, la reina saltó a la defensa de su hijo diciendo que fue atacado a morir.

—El príncipe Aemond ha insultado a mi hija — dijo la princesa. — Se ha ido contra mis sobrinos y ellos se han defendido.

—Mis hijos sangran, majestad — se metió Jason — Todos los niños fueron atacados de cierta manera.

—¡Mire a mi hija! — chilló Lily abrazando a Daenaera. Su camisón celeste estaba manchado de sangre junto a la más sangre seca en su boca.

—¡No solo ha insultado a mi hija! — siguió diciendo la princesa Rhaenyra — Si no a niños de tres casas más.

—¿Y por un insulto mi hijo pierde el ojo? — preguntó la reina sollozante.

—¿Qué insultos? — preguntó el rey.

—Los han llamado monstruos — contestó James Royce — Demonios hechos carne.

El rey volteó a ver a su hijo, quien dio una sonrisa sarcástica.

—¡Habla Aemond! — le exigió el rey —¡¿De donde escuchaste eso?

El niño miró a su madre que parecía asustada, luego miró a su hermano mayor y contestó : —Fue Aegon.

El rey se fue contra su hijo, pero en un momento, Lily soltó un chillido.

—¡El dragón de mi esposo! — chilló Lily en dirección al príncipe mutilado — ¡Ladrón! ¡El sacrofago de mi esposo aún no se asienta en el mar y ha robado su dragón! ¡¿Con qué derecho?!

Ella fue directo hacia la reina, cara a cara.

—¡Esto es no solo un insulto a mi esposo e hijos! — le gritó a la reina en la cara — ¡Si no a la Casa Velaryon! ¡Estamos en medio del luto y este niño ha reclamado a un dragón que ha perdido a su jinete hace poco!

—¡Esos niños le han quitado el ojo a mi hijo! — gritó la reina.

Las dos siguieron gritando hasta que Jason junto a James tuvieron que apartar a Lily de la reina antes que envolviera sus manos en el cuello de Alicent Hightower.

El rey ordenó que cualquiera que volviera a insultar a sus nietas llamándolas demonios o algo similar perdería su lengua. El rey ordenó buena voluntad entre todos, pero la reina no satisfecha pidió el ojo de Lucerys.

La niña se ocultó detrás de su madre temblando aun con el cabello blanco.

Al no verse complacida, la reina empujó al rey arrebatándole la daga y caminó hacia la niña asustada. Ella gritó y la princesa Rhaenyra sostuvo los brazos de la reina para evitar que atacara a su hija.

Todos se alejaron, la guardia resguardando al rey. Jason se colocó en frente de sus hijos, Laena miró con odio a la reina verde mientras hacía de escudo de sus dos hijos.

Las damas de la princesa protegieron a las niñas mientras Lord Corlys y la princesa Rhaenys resguardaron a sus hijos.

James y Lily esgrimieron sus varitas hacia la reina. James con la mirada seria, siendo el escudo de su esposa e hijos, Lily con el pulso firme y los ojos llenos de lágrimas.

Se intercambiaron palabras. La reina hablando de deber y sacrificio, la princesa diciéndole la verdad a la cara.

La reina se apartó y cortó el brazo de la princesa Rhaenyra, las damas chillaron al ver a su señora sangrando.

El rey le ordenó a la reina que parara. La reina se quedó muda, el niño mutilado se acercó a su madre diciendo.

—Puede que haya perdido un ojo, pero he ganado un dragón — dijo el príncipe — Me parece un pago justo.

Jason frunció el ceño.

Este niño derramó sangre Lannister, golpeó a sus nietos, insultó a su hijastra en el funeral de su esposo.

Cruzó la mirada con Otto Hightower, cuyo broche de la Mano del Rey brillaba en su pecho.

Los Hightower pagarían por esto. 

N/a: Y bueno... se ha perdido un ojo y robado un dragón. 

Y si, Lucerys ve fantasmas. Solo imaginémonos conservando con el fantasma de Visenya o Aegon I que murieron en Dragonstone. 

Y si, la varita de Bellatrix, la Madre Magia se la dado a Lucerys. Y ahora Bellatrix es el ángel ( o demonio personal) de Lucerys. Y claro que le contara más adelante a sus padres de Bellatrix y los fantasmas. 

Bellatrix observando como niños con sangre Black golpean y mutilan a un niño muggle: