[30 de la Séptima Luna del año 114 D.C] [Julio]

Jason entró a la cabaña que había construido para su esposa para que tuviera su espacio para sus cosas mágicas. Solo ella, su elfina y él podían pasar las protecciones mágicas que Henrietta había puesto.

Al llegar vio a su esposa con un libro grande sobre su regazo y tenía lágrimas cayendo por sus mejillas. Tenía una camisa beige y una larga falda ligera que dejaba ver su abultado vientre por el bebé ( aunque la elfina decía que serían gemelos).

—¿Estás bien? — preguntó Jason con calma, los últimos días ella a cualquier cosa le decía parecía a la total defensiva.

—No, hoy es treinta de julio y mañana será treinta y uno — dijo ella. Jason sabía que los meses en el mundo de ella tenían nombres — ¿Y sabes que significa?

—¿Qué se acaba el mes?

–¡No! — sollozó con más fuerza — Hoy es el cumpleaños de Neville y mañana será el mío. Y será el primer año que no celebre con él. Hemos celebrado juntos cuarenta y dos cumpleaños el uno al lado del otro.

Jason sabía quiénes eran los más cercanos a su esposa. Neville Longbottom, alguien que ella describió como lo más cercano a un hermano, su mejor amiga Hermione desde los once años junto a una tal Padma y una chica llamada Luna. Un tal Draco que era "un fastidioso primo que en el fondo podía confiar en él"

Se acercó para ver el álbum de múltiples retratos de luz. En al foto mostraba a una niña de cabello negro recogido, tenia expresivos ojos verdes y con una lechuza blanca en el brazo que tenia alzado y un niño de rostro redondo y cabello rubio dorado junto a ojos azules, en sus manos tenia a un gran sapo verde.

"1991 Cumpleaños once de Neville y Henrietta"

—Lamento este ataque emocional — se disculpó Etta — Es el embarazo y que no pueda viajar a Runestone en mi condición.

Jason le frotó la espalda, sabía que lo más le molestaba que en su condición no podía usar los artilugios mágicos para ir con James y Laena ante el nacimiento de su primer nieto. Mandó a Dilly a Runestone alegando que la elfina era una elfina niñera con conocimientos de partera.

También envió con la elfina pociones para el dolor, evitar la fiebre puerperal, nutrientes.

—La cena está lista — dijo Jason — ¿Ordenó que la traigan a tu cabaña o quieres cenar conmigo?

—Voy contigo — contestó Henrietta cerrando el libro. Movió su varita y el libro fue a parar al escritorio.

Jason le ofreció su brazo y sin decir nada, ella envolvió su brazo con el de ella.

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James mostró la manta bordada de runas que había hecho para su bebé a la princesa Rhaenys.

Su suegra había llegado días antes por la posibilidad que Laena se pusiera de parto. La princesa y Arcturus junto a Lily y Laenor llegaron con sus dragones, dejando a las damas de Nyra que se encargaran del comedor.

—Es un perfecto trabajo de bordado — lo halagó la abuela Rhea — Nunca había visto puntadas tan preciosas.

—James se esforzó demasiado en la manta — sonrió Laena frotando su protuberante vientre. Dilly le extendió una charola con una taza humeante de té.

—Valió la pena las múltiples puñaladas de dedos — bromeó James. Se había picado innumerables veces con la aguja mientras bordaba la manta.

Tal como lo predijo, Lord Corlys había conseguido las telas más finas de Lyss y Braavos, y James trabajó en impregnar el hilo de plata con su firma mágica.

La manta era de color cobrizo de los Royce y el hilo era de plata por los Velaryon. Tenía runas protectoras tradicionales y Laena bordo caballitos de mar junto a dragones en la manta.

—Sin duda Runas es la única materia que en destacabas, hermano — dijo Lily

—También soy bueno en Encantamientos — señaló James — ¿Por cierto, irán a ver a mamá para su cumpleaños?

—Partiremos al amanecer a Casterly Rock para llegar para la cena — contestó Artu.

—Perfecto. Para que le envié unas pieles que compre como regalo — sonrió James — Además, al fin logré preparar un pequeño barril de Cerveza de Mantequilla.

—Lo más cercano a un trabajo de preparar pociones es tu talento para preparar Cerveza de Mantequilla — negó con la cabeza Artu.

James miró hacia la ventana del salón, las estrellas se veían brillantes en este cielo y una luna menguante en el cielo negro.

—Uhhh — Laena se quejó colocando una mano en su cintura.

—Laena — la princesa Rhaenys dejó de lado la manta para acercarse, Laena soltó otro quejido — ¿Cariño?

—Ya lleva moviéndose un rato — contestó Laena.

—¿Cada cuánto son? — preguntó Lily.

—No lo se, muy seguidas

—Ayúdenla — dijo la princesa.

Entre Rhaenyra, Lily y la princesa Rhaenys ayudaron a Laena a levantarse, se escuchó un pequeño chapoteo. James vio un líquido rosáceo en el piso.

—Oh oh — Laenor hizo una mueca.

—Creo que el bebé ya viene ahhh — Laena se encorvó ante otra contracción.

La abuela Rhea salió del salón en busca de las parteras o del Maestre. James rápidamente cargó a Laena en sus brazos hasta su habitación.

En el camino se toparon con Cassian que tenía el cabello revuelto y parecía haber despertado. Empezó a preguntar por Laena.

James abrió de una patada la puerta de su habitación, la princesa Rhaenys y Lily ayudaron a Laena a quitarse el vestido para que se quedara en camisón. James retrocedió un poco, Dilly llegó con el maletín de pociones que madre había enviado.

—James, sale — le ordenó la abuela Rhea.

—Pero es mi esposa e hijo — reprochó James. Alguien lo tomó del cuello de su camisa y lo arrastró por la puerta hasta el pasillo.

James se sentó en el piso mientras Artu y Laenor estaban parados con los brazos cruzados. Nyra estaba con ellos, su rostro había perdido el color dejándola como un lienzo en blanco, sus ojos destilaron miedo cuando escuchó un grito de Laena.

Artu la tomó de la mano, James sabía de la historia de la reina Aemma, sus numerosos embarazos y su muerte, así que el trauma a la cama de parto aún era fresco para la princesa.

Artu se la llevó mientras Laenor y él se quedaban afuera, las horas salían y las criadas entraban y salían de la habitación con trapos y baldes de agua.

James sacó su reloj de bolsillo. Ya era treinta y uno de julio.

—Al parecer el regalo para mi madre será su primer nieto — dijo James guardando su reloj.

Laena grito algo de patearle las bolas a James, él hizo una mueca y Laenor rio.

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A las diez y media de la mañana del treinta y uno de julio del año 114 D.C, Baelon Royce llegó al mundo.

Era un bebé regordete que provocó dolor a Laena al salir del vientre, tenía la piel morena con cabello plateado y sus ojos aún permanecían cerrados.

Luego de ser limpiado y que Arcturus lanzará un encantamiento de revisión, el Baelon fue envuelto en la manta que James bordó para él.

Lily fue a su habitación por su polaroid, era una suerte que la Lily del pasado comprará siete paquetes y solo haya usado uno cuando estuvo en L.A para el concierto de Taylor. Por lo que Lily solo tenía para tomar ciento sesenta fotos antes de no tener más.

Cuando James estaba sentado al lado de Laena con el bebé en brazos, ella les tomó una fotografía.

Todos los presentes la miraron.

—¿Trajiste tu cámara? — preguntó Artu

—¿Aún tienes papel? — preguntó James.

—Solo tengo para ocasiones especiales y esta es una de esta — dijo Lily dejando colgar la cámara sobre su muñeca y esperaba a que la imagen apareciera. Luego de unos minutos estaba lista —¡Tadan!

Lily mostró la fotografía a los nuevos padres. Laena sonrió a pesar del dolor.

—Ahora quiero una foto de Baelon solo — pidió Lily — Para dársela a mamá. ¡Ja! Baelon es su regalo de cumpleaños.

Cuando James ajustó a su bebé en brazos, Lily volvió a levantar la cámara, por un momento Baelon pareció sonreír para la foto. 

N/a: De a partir en este punto marcare los capítulos mas importantes con fecha para tener una linea de tiempo clara. 

Mi podre Etta, estando hormonal por el embarazo extraño mucho a su mejor amigo.