Capítulo 9: Desconfianza
El concepto de orden-caos es un concepto primario en la reflexión filosófica. El "caos" ha sido siempre un elemento importante en toda la mitología sobre el origen del universo.
El pensamiento griego clásico añadió algo fundamental: la concepción del "Orden de la Naturaleza".
Se trata un orden que no depende del azar, ni de los astros, ni de la voluntad de los dioses, sino que es orden que surge del cumplimiento de una Ley Natural imposible de cambiar.
La Naturaleza -según dicho pensamiento- está viva, estable y en constante movimiento invisible de energías.
HOSEOK
Fecha: 5 de Marzo 2018
Estaba aburrido. Las horas en esa habitación parecían durar mucho más que 60 minutos, estaba casi seguro de eso.
Sin embargo el adolescente de cabellos castaños por temor de estar experimentando "otro episodio de aquellos que no sabía cómo nombrar", no se atrevía a interactuar con nadie.
Bueno, casi nadie.
Había una excepción.
En la habitación a su lado había otro paciente, que parecía estar más en una realidad propia que la del resto de la gente.
Era gritón, esa había sido su primer impresión. Gritaba dormido en lo que parecían ser pesadillas y gritaba despierto a los médicos que trataban de suministrarle medicina.
"No tiene buen carácter", Jung recuerda haber pensado eso sobre su nuevo vecino, del cual lo separaban unos pocos pasos. Parecía odiar a todo lo que le rodeaba. Pero Hoseok había sido capaz de conocer al otro lado de él, en momentos extraños de lucidez, donde charlaban a través de la fina pared que los separaba.
Su curiosa y peculiar amistad había surgido de un instante a otro, con la intensidad con la que dos seres perdidos se aferran entre sí para no sentirse tan desamparados.
«—¿Qué es lo que sueñas?—Había preguntado finalmente una madrugada cuando los gritos de su "vecino de habitación" lo despertaron.
Se sentó en su camilla y prestó atención. En aquellas horas podía oírse absolutamente todo. Supo que el otro joven se había incorporado también, pudo escucharlo con claridad.
Pasaron unos segundos de silencio. Pegó su oreja a la pared, curioso y expectante
—Hay un niño...—le contestó una voz curiosamente grave y cansada. —Yo-... Yo no puedo recordar bien. Creo que estoy olvidando cosas importantes— confesó.
—Me gustaría olvidar yo también— respondió entonces, exponiendo sin saber por qué toda su vulnerable situación. Quizás su terapeuta tenía razón: debía hablar mas. De alguna curiosa forma, se sintió aliviado.
—Estoy seguro de que debía acordarme de algo—repitió el muchacho, sonaba agotado.— Pero no puedo... No puedo recordar... »
Hoseok suspiró cansado en el silencio de la madrugada, recordando su primer intercambio de palabras con el muchacho gritón.
Hacía ya dos días que su peculiar compañero no estaba en sus cabales. Lo sabía porque había absoluto silencio, interrumpido por balbuceos esporádicos que hacía el muchacho en sueños.
Dormía mucho, lo cual suponía que era extraño por su edad. Hoseok suponía que era joven, deducción que tenía por la voz ya que jamás lo había visto.
Tenía curiosidad de saber cómo se veía, pero también le gustaba sentirse escuchado por alguien de quien no conocía ni su aspecto. Se sentía más seguro hablando de sus temores.
Tal vez era mejor así.
Tal vez era mejor no saber.
NAMJOON
Fecha: 02 de abril del 2020
Se sentía extrañamente culpable de la caída de aquella copa. El rostro desencajado de su vecino miraba a su dirección con lo que podría considerarse que era auténtico temor.
"¿Lo asusté..? ¿Estoy presionando demasiado..?" se preguntó entonces refregando entre sí sus manos con ansiedad.
—Debe ser un empleado nuevo— dijo una voz a su izquierda, desde la mesa contigua a la suya.
Namjoon casi se cae del asiento al girarse con brusquedad, reconociendo perfectamente al emisor antes de verlo: Yoongi.
El joven de ojos gatunos estaba allí, sentado con un jean amplio y una remera también varios talles más grandes. Parecía que no se tratara de prendas realmente suyas. Sostenía en sus manos el menú y finalmente apartaba la vista de la barra y de la copa rota para verlo de frente luego de ver por el rabillo del ojo su exagerada reacción.
El moreno estaba en shock, con la boca ridículamente abierta e incapaz de poder formular una oración. Su gesto debía verse por demás extraño porque el jovencito ahora lo observaba con recelo, con el ceño cada vez más fruncido.
Él parecía no tener la menor idea de quién era Joon... Pero eso no podía ser.
¿O si?
—¿Sos vos?—Atinó a decir con torpeza, intentando encontrar su voz nuevamente—¿Yoongi...?— preguntó entonces temeroso.
Él más bajo abrió sus ojos sorprendido y se quedó en silencio, confirmando a Joon que en efecto, este era el primer encuentro para el joven.
La cabeza de Namjoon trabajaba a una velocidad vertiginosa, intentando recordar todo lo que el muchacho le había dicho.
« —No sé cuándo aparezco, ni cuánto voy a durar ahí... No lo controlo. Me cuesta entender en qué tiempo estoy, casi nunca lo termino de saber con certeza. Me pone de los nervios conocer a quienes aún no saben de mi. »
—Aun no nos conocemos—dijo ya para entonces en una confirmación en voz baja inclinándose hacia él, como temiendo ser oído por alguien más aunque no había nadie cerca.
El adolescente parecía no encontrar palabras tampoco, se lo veía emocionado. Namjoon incluso podía asegurar que sus ojos estaban más brillosos.Claramente no esperaba encontrar a alguien como él, parecía un niño confundido.
Cuando finalmente Yoon estaba por decir algo, fue interrumpido por una voz autoritaria que hizo a ambos clientes mirar nuevamente al frente para ver a un Hoseok de mandíbula apretada y cara casi tan colorada como su cabello.
—Ustedes dos... ¡SIGANME!—dijo antes de iniciar una caminata a grandes zancadas hacia la salida.
Joon tragó asustado. Su vecino le resultaba intimidante cuando estaba serio.
Una mano más pequeña que la suya se aferró a su muñeca con determinación, haciendo que desvíe nuevamente su atención hacia Yoon. El tacto le generaba un extraño cosquilleo que le recordaba al hormigueo de una extremidad dormida, pero que quemaba ligeramente.
—¿Lo conoces?—preguntó con su peculiar voz grave, soltándolo inmediatamente como si a él también le hubiese quemado. El moreno no pudo evitar pensar que aquel chico sonaba mayor a lo que se veía, y recordando las confesiones de tienda de café de la universidad se preguntó si era debido a "sus vivencias" que tuvo que crecer aceleradamente.
Algo en su corazón se estrujó un poco. Se sentía como un hermano mayor, lo cual era gracioso porque era hijo único y no tenía amigos tampoco. Aunque si lo analizaba, con Hoseok sentía algo similar.
"Debería retomar terapia" determinó por enésima vez en esa semana.
—SÍ... —atinó a responder nuevamente con torpeza mientras se levantaba de su asiento dispuesto a seguir a su vecino. - Deberíamos seguirlo, él es uno de nosotros.
Las últimas palabras lograron que el joven se levante casi de un salto, como un cachorro dispuesto a seguirlo aún sin tener idea de quién era.
Tragó el nudo que la ansiedad le estaba generando en la garganta. Al parecer el momento de responder preguntas había llegado.
"¿Pero quiero saberlas?.." dudó el más alto mientras reacomodaba su asiento juntándolo a la mesa con manos algo temblorosas.
Su estómago se retorció con ansiedad mientras lideraba el camino hacia la puerta principal con Yoongi siguiéndolo de cerca.
HOSEOK
Fecha: 02 de abril del 2020
"Estamos Jodidos..."
Hoseok mordía sus labios con fuerza mientras sentía sus brazos temblar y sus piernas flaquear peligrosamente con cada paso.
"Absolutamente jodidos..."
La campana de la puerta del local que sonó a sus espaldas le indicó que en efecto lo habían seguido los otros dos muchachos.
"¡Estos idiotas!" podía sentir perfectamente a la vena de su cuello palpitar. "¡No saben lo que hacen! ¡Están complicado todo!"
El muchacho cerró con fuerzas sus ojos.
"No seas duro con ellos, hacen lo mismo que hacíamos..." resonó la voz de Jeon en su mente haciéndolo paralizar y sudar frío de un momento a otro. Sus parpados se abrieron con velocidad y sus pupilas buscaron con nerviosismo a su alrededor.
Obviamente el chico no estaba allí.
No podría estar, porque él estaba jodidamente muerto.
-Mierda...-masculló aún girando su cabeza en todas direcciones. Por alguna razón estaba seguro de que lo vería.
Estaba perdiendo la cordura otra vez.
"Buscan respuestas" volvió a insistir aquella voz ajena que su cabeza se empeñaba en hacerle recordar cada vez que las crisis de ansiedad llegaban.
—¿Hoseok?—la voz de Namjoon lo hizo volver a su realidad.
Se giró con brusquedad. El muchacho de hoyuelos no era culpable, puesto que no sabía lo que estaba provocando, pero de todas formas estaba enfurecido.
—¿TE DAS CUENTA DE LO IRRESPONSABLE QUE ESTAS SIENDO?
No queria ser brusco, pero prácticamente estaba gritando. No era su intención inicial, pero no podía parar. ¿Su mente asustada siempre sería tam compleja de entender? ¿O ya no había escusas para justificarse y en verdad era un desquiciado?
"¿Qué haces...?" pudo oír la voz del pequeño Jeon reprochandolo. Se esforzó por ignorarlo, acercándose a los dos jovenes que habia llamado con el porte de quien está yendo a una pelea. Sus manos temblaban aún más que antes y la visión era algo borrosa.
Namjoon por su parte lo miraba confundido, ignorando totalmente todas las luchas internas que estaba teniendo.
"Necesito un trago" pensó el mesero con la frente perlada por una capa fina de sudor frío. Notó detrás de su vecino al adolescente de cabello cereza fantasía viéndolo con desconfianza. La sola presencia, incluso sin haberle dirigido la palabra, lo hacía colerizar más.
Ese muchacho era otro despierto. Estaba seguro. Estaban jodidamente arruinando toda la estabilidad que se esforzaba por mantener. Estaban manchando su único espacio de persona normal que le quedaba.
—¡SOMOS 3 EN UN MISMO SITIO, MALDITA SEA NAMJOON!— escupió con ira señalando al más bajo de ellos que ya lo miraba para entonces con cara de pocos amigos. —¡NO ME METAN EN ESTO! ¡NO ME BUSQUEN! ¡NO SE ACERQUEN A MI!
Quería huir a su casa de estudiante. Tenía miedo de estar fuera otra vez.
YOONGI
Fecha: 02 de abril del 2020
Por momentos el muchacho creía su único destino era sencillamente fluir en el tiempo sin pertenecer a ninguno en específico. No tenía pertenencia. No sabía que pasaba con él, ni lo que pasaba con él mundo en el momento en el que sencillamente "caía".
La lógica dictaba que debería ya, luego de tantos viajes, estar acostumbrado al sentimiento. Incluso él, de a ratos, se creía que lo estaba.
Pero en ese instante, mirando desde la amplia espalda del moreno hacia aquel irritado mesero que los había prácticamente echado del local, estaba tan confundido que no sabía qué hacer o qué decir.
Haciendo un pequeño apartado a la situación específica, el hecho de que sus sentimientos con cada día que pasaba eran más confusos era una realidad que ya no podía negarse. Ni siquiera podía ignorarlo él mismo. Por ello, no era de sorprender que ahora su interior luchaba contra dos fuertes sensaciones.
Por un lado, algo burbujeaba con intensidad en su interior desde que aquel joven alto lo reconoció y llamó "uno de nosotros". Cierta parte de su confundido cerebro estaba emocionado.
"¿Pertezco a un grupo? ¿Es posible? Puedo quizás... ¿Tener un amigo?" pensaba con una infantil emoción que le hacía temblar las manos, sin tener idea de que dicho pensamiento ya existía en el pasado de Namjoon y en el futuro inmediato de él mismo.
Sin embargo, por otro lado, la hostilidad del muchacho pelirrojo de ojos afilados lo hacía enfurecer hasta querer golpearlo.
"¿Por qué me mira de ese modo?" repetía la otra parte de su ser, viendo al otro joven desde atrás del hombro de aquel moreno alto.
—¡SOMOS 3 EN UN MISMO SITIO, MALDITA SEA NAMJOON!— increpó el mesero con ira.
"Namjoon".
Yoongi trató de recordar el nombre, mientras veía al otro joven articular gestos enfurecido y señalarlo a él.
No entendía nada de lo que estaba pasando. El sólo había entrado a aquel local, movido por la repentina sensación de necesitar hacerlo.
Fluir.
Era que estaba acostumbrado a hacer. Sin rumbo. Esa era su vida.
Fuera de lugar.
¿Acaso aquellos dos representaban un cambio? ¿Serian un ancla para la confundida nebulosa de su mente? Por que así parecía. De pronto se sentía tan... Estable.
Yoon contuvo su respiración al comprender que, por primera vez en mucho tiempo, estaba siendo capaz de hilar con más lucidez sus propios pensamientos.
—¿Me estás jodiendo?—Joon explotó finalmente, aún dándole la espalda.—YA ESTAMOS EN ESTO. ¡NO ME USES COMO ESCUSA PARA HUIR, YA SOS DESPIERTO DE ANTES QUE YO!
"¿Despierto?" aquella palabra resonó en su cabeza con fuerza, golpeando y sacudiendo sus memorias con brusquedad.
«Un niño le sonreía mientras abría un envase de jugo de naranja. Parecía ser alguien que conocía.
—Somos despiertos, Yoongi-ssi... Lo que nos diferencia de los dormidos es que podemos ver y sentir lo que ellos no. »
Un ligero pitido le hizo sacudir la cabeza. Parecía que algo viejo y olvidado luchaba por salir a la luz.
Mientras, la situación entre los otros dos continuaba, ajenos a su estado. Ahora veía al otro muchacho contestar con el mismo nivel de enojo, ninguno parecía prestarle atención.
—¡Y DESDE ENTONCES HAGO LO POSIBLE PARA EVITAR MÁS QUIEBRES!
"¿Quiebres?"
«—¿A qué te referís con qué no lo ven?— se oyó a sí mismo consultarle al pequeño.
—No lo notan en absoluto. Lo he comprobado.—Respondió encogiéndose de hombros con una mueca.— No tienen la menor idea de lo que sucede, no saben que el tiempo se estira... Para ellos es como seguir en un sueño, ajenos a los quiebres de tiempo.»
El pitido se hizo más fuerte. Sus extremidades cosquilleaban. ¿Estaban dormidas? Se sentía raro. Incómodo.
—No. Lo que hacés es huír y negar lo que te pasa, Hoseok.— determinó el más alto con hostilidad.
Ese tal Hoseok no pareció tomar bien esa contestación, porque tomó al otro joven del cuello de la remera con brusquedad. Yoongi quería reaccionar pero no podía, se sentía aturdido.
« —¿Cómo sabes tantas cosas?
El niño lo miró con inocencia. El escenario era distinto esta vez. Era de noche y estaban paseando lentamente por un parque.
—Hace mucho me pasa. Lo fui descubriendo. Mi padrastro hace eso y me enseñó: "descubrir y pensar". Siempre me dice que debemos hacerlo.
Respondió sencillamente mientras caminaba nuevamente mirando al frente.
—¿Y por qué me cuentas todo esto? ¿Tu padrastro es despierto también?
—Creo que es mi función...— dijo ahora sin apartar su vista del camino, mostrando un puchero infantil y omitiendo abiertamente hablar sobre su tutor.— Una vez encontré a alguien que me dijo que hay personas que son pegamento.
—¿Pegamento?
—Sí. Creo que yo también soy eso.
—No entiendo.
—No hace falta que lo hagas-contestó sonriendo. »
—¡No vuelvas a hablarme como Jeon! ¡No me des sermones!— dijo amenazante el pelirrojo.
Algo en el interior del peli-cereza se removió casi dolorosamente.
—¡¡¿¿Pero quien mierda es Jeon??!!— contestaba Namjoon empujando a Hoseok para sacárselo de encima mientras que Yoon daba pasos hacia atrás abrumado por los sonidos amplificados que le hacían doler la cabeza.
Se estaba descomponiendo. Su cabeza parecía querer explotar. Las imágenes se empezaban a superponer en su mente.
Cerró sus ojos con fuerza.
Algo debía recordar. Estaba seguro de ello.
¿Pero qué era?
"...Jeon..." su cabeza repetía el nombre como un loop ensordecedor.
«Abría sus ojos luego del blanco cegador. Estaba vomitando otra vez y soltó una maldición en voz baja con sabor a bilis.
Una mano pequeña le cedía un pañuelo descartable, sacándolo por un instante de su malestar para ver que no estaba solo.
—Hola Yoon— dijo el niño de dientes de conejo.
—Jeon, ¿cómo haces siempre para encontrarme?— se oyó preguntar.
Aunque no se veía a sí mismo, sabía que estaba sonriendo. Tenía a alguien que lo esperaba dentro de esa locura.»
Yoongi volvió a prestar atención a su entorno actual. Estaba tembloroso y una capa de sudor frío le pegaba la ropa al cuerpo. Se sentía enfermo y a la vez extrañamente lúcido.
Dio pasos atolondrado hacia el mesero y lo tomó de la manga con determinación, llamando su atención.
—¿¿Conocías a Jeon también...??— su boca estaba seca. Las palabras le raspaban la garganta y salían con una inexplicable dificultad.
Recordaba.
Por fin recordaba. No sabía por qué le costaba tanto, pero por fin allí estaba vislumbrando entre sus memorias con más claridad.
Hoseok se soltó de su agarre al escucharlo como si su tacto fuese ácido.
Se veía espantado.
—¿¿¿Por qué no dejan todo como está???— dijo con terror en la voz, intercalando su vista entre ambos chicos.
Un nudo extraño en la boca del estomago lo hizo contraer sus facciones. "¿Dejar todo como está?... " la sola idea de seguir con esa realidad le generaba angustia y ansiedad.
—¿No querés hacer lo que quería Jeon? ¿Arreglar el daño?
—No se puede reparar. No hay nada que reparar. Hay que seguir nuestras vidas.— dijo determinante el pelirrojo.
Yoon no daba crédito a lo que oía. Lo vio empezar a alejarse, dando por zanjado el tema. Como si no quisiera estar cerca de ellos.
—¿Es tu amigo...?— increpó entonces a Namjoon que estaba con la confusión pintada en la cara.
—Yo-... Dame un momento...— respondió corriendo ahora hacia el otro chico.
Quiso pedirle que no vaya, pero no pudo. El pitido empezó a molestar nuevamente, dejándolo mudo y asustando en su sitio.
No quería irse. No cuando por fin había recordado algo.
Tenía miedo de volver a perderse.
Se abrazó a sí mismo con terror, contrayéndose en su sitio, mirando a los otros dos chicos que ahora discutían a varios pasos de distancia de él.
Luchó contra su pánico intentando encontrar nuevamente su voz, hasta que logró emitir una especie de quejido que hizo que ambos giraran a verlo nuevamente.
Una bocanada profunda. El aire le faltaba otra vez. El blanco vendría por él pronto. Estaba seguro.
—¡Es un quiebre! ¡No voy a durar mucho acá! ¡No sé ni tu nombre!— llegó a decir en voz alta con toda su fuerza de voluntad.
—¡¡Ven a buscarme!!— le dijo entonces chico de pelo negro dirigiéndose con pasos apresurados hacia él.
—Namjoon, ¡NO! ¡ES UN ERROR! — gritó Hoseok dejando su sitio para alcanzarlo y frenarlo tomándolo bruscamente del brazo para que no se acerque a él. Parecía jodidamente más asustado que el mismo Yoon.
Con rapidez, Joon se safó y corrió en su dirección.
—¡Namjoon! ¡28 de marzo 2020, clase optativa IV de la mañana, Universidad de Seúl!— le grito mientras aún se acercaba.
—¡Vamos a arreglar esto, ya nos juntaremos la próxima a aclarar las cosas, Namjoon!— llegó a responder antes de que la luz lo tragara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro