Capítulo 16: Eventos Desafortunados
“Una vida vivida en el desconocimiento de los propios males es la menos penosa”.
-Aristóteles, en la Leyenda del Sileno
YOONGI
Fecha: 02 de abril del 2020
Su cuerpo cayó sobre el asfalto caliente y la piel de sus manos comenzaron a arder por las raspaduras incluso antes de que la luz blanca se disipara por completo y lo dejara volver a respirar correctamente. Yoon, a pesar de su ya asumida dificultad para coordinar los eventos, al poder ver nuevamente supo de inmediato la razón de su curiosa lucidez: se encontraba frente a la puerta del bar en donde trabajaba el amigo de Namjoon.
Estaba cerca de ellos, eso lo supo sin necesidad de verlos. Sonrió sarcásticamente con los sentimientos casi tan agrios como la bilis en su lengua, a la vez que se incorporaba para irse lo más pronto posible de allí. Ni siquiera era necesario tenerlos en su campo visual para estar seguro, su nivel de memoria le decía que sin duda había más despiertos cerca (o “atemporales”, como los llamaba JiMin). Recordaba que aquellos dos jóvenes -que compartían la desgracia de sentir lo que sucedía con el mundo- eran un ancla para su mente, aunque momentáneo e inestable lamentablemente.
Sus pasos tomaron firmeza y velocidad mientras se iba del umbral del bar familiar del que Hoseok lo había hechado. La información que le había dado el científico Park seguía clara en su cabeza, aunque no podía asegurar por cuánto tiempo sucedería, haciéndolo sentir ansioso. Los recuerdos del encuentro con Vante, el estado en el que ese muchacho estaba eran la prueba de lo que pronto le sucedería a él mismo, haberlo visto con sus propios ojos aun lo hacía estremecer.
Estaba jodido. Más jodido de lo que jamás había estado. Entender era peor que cuando se manejaba ignorando el trasfondo de los hechos.
Su huída, sin embargo, se vio interrumpida antes de alcanzar siquiera una cuadra de distancia. Una vez más, impulsos que no llegaba a comprender lo hicieron girarse y ver a Namjoon saliendo de allí apresurado en la dirección contraria. Por supuesto, el joven no tenía forma de saber que acababa de aparecer en la misma fecha en que habían tenido su encuentro los tres tan solo una horas antes, ni que la atracción que lo hacía unirse a aquellos chicos era pura física, como si de imanes se tratase.
—Está a salvo— murmuró para sí, siguiéndolo con pasos cautelosos sin siquiera ser consciente de sus acciones hasta que lo vio ingresar a un edificio que supuso que era donde el moreno vivía.
Con manos temblorosas limpió el sudor de su frente, tratando de aclarar sus ideas a medida que acortaba la distancia al umbral por el cual Joon había pasado sin mirar atrás.
Debía avisarle que estaba en peligro. Pero no podía acercarse a menos de media cuadra sin generar un quiebre que lo lleve lejos. Su dedo índice pasó con lentitud por el nombre “Kim Namjoon” colocado al lado del número de departamento y el timbre correspondiente.
—Necesito que seas cuidadoso hasta que pueda explicarte todo… —suspiró pensando en qué demonios podía hacer para hacerle llegar el mensaje.
HOSEOK
Fecha: 03 de abril del 2020
—¿¿Estás teniendo otro ataque de pánico??
Esperó unos segundo más, ansioso y caminando de lado a lado por su comedor sin oír ninguna respuesta desde la bocina del teléfono.
—¡Mierda, Namjoon!— gritó con exasperación tirando al suelo el aparato sin molestarse en siquiera apagarlo, preso de un ataque de furia e impotencia. Su atención volvió a la televisión y el canal de noticias que seguía su curso, con la nota sobre una pandemia que podía jurar que no existía horas atrás.
—Esto está mal… Jodidamente mal.
Tiró de su cabello con fuerza, como si con aquella acción lo pudiera por fin despertar de aquella nueva pesadilla en la que estaba sumido. Algo había cambiado, y no tenía la menor idea de las razones.
Nunca había vivido cambios en el pasado, o al menos no que haya notado. No podía dejar de preguntarse: ¿Significaba acaso que habían hecho algo mal el día anterior? ¿O se trataba de las acciones de alguien más?
—Mi vida a cada segundo empeora, no puedo creerlo—murmuró encogiéndose en su sitio sin saber que, en el edificio de en frente, un hombre del gobierno veía la llamada en curso desde el celular de Namjoon y pedía un rastreo de la posición.
JIMIN
Fecha: ??????
—Min Yoongi... Te presento a Vante.
Park se detuvo un momento para observar a ambos jóvenes verse a los ojos como dos animales cautelosos que evaluaban si huir o permanecer en su lugar.
—Otro atemporal de tu misma clase—aclaró finalmente.
No estaba seguro de que el encuentro entre ambos fuese una buena idea, y esa duda le hacía sudar las manos y limpiar compulsivamente sus anteojos otra vez. Las chances de éxito eran remotas, sobre todo si en sus cálculos tenía en cuenta la inestabilidad emocional de ambos atemporales.
JiMin era consciente de las ínfimas posibilidades de que la reunión llegue a buen puerto, pero absolutamente todo estaba arruinado en el mundo por lo que tampoco tenía nada que perder con intentarlo, o al menos eso se había repetido a si mismo cada paso que daba mientras llevaba hacia allí al chiquillo cuando lo halló en la mitad de la ciudad en ruinas.
—Vante—llamó con una fingida calma, consiguiendo que el muchacho de rizos centre su atención en él con ojos vidriosos.—Te recuerdo que tus lapsos de lucidez son muy cortos, te recomiendo que intentes ser conciso.
Una mueca de disgusto se asomó por la comisura de los labios finos del chico, aunque de todas formas asintió en silencio antes de regresar su vista a Yoongi que lo miraba tan extrañado como desconfiado.
“Era de esperarse” pensó, repasando nuevamente al jovencito con quien compartía sus días desde hacía ya un incalculable tiempo. En aquellos momentos, Vante se veía sano y completamente funcional. Esperaba que realmente el período de consciencia de su compañero fuese suficiente para que Yoongi confíe en ellos y entienda la gravedad del asunto. Por otra parte, esperaba que cuando dicha lucidez pase, su “episodio” no sea tan grave ni tan violento como para asustar al pequeño adolescente ni ponerlos en riesgo a ambos.
—No hace falta ni que lo digas, Park— dijo con voz grave y seca el joven de piel canela, dirigiéndose a él pero sin dejar de inspeccionar al nuevo integrante.— ¿Qué tan mal está el niño?
Park notó el ceño de Min fruncirse ante la palabra algo despectiva “niño” y se tensó en su sitio preparado para interponerse de ser necesario.
—La parte del control emocional deja en evidencia que los niveles de serotonina no están bien. Pero por suerte no parece tener "episodios".
—Eso lo hace confiable… ¿Cierto?
Park iba a hablar, pero la voz de Yoongi perdiendo la paciencia lo interrumpió antes de poder emitir palabra.
—¿Alguien va a explicarme qué está pasando o van a seguir hablando de mí como si no estuviese en frente de ustedes?
La boca del hombre volvió a quedar abierta sin llegar a expresarse, esa vez interrumpido por su compañero.
—Niño irrespetuoso. Estás dañado, como yo.
El castaño limpió el sudor de sus manos con nerviosismo, adelantándose para interponerse entre ambos. La situación se caldeaba con mucha velocidad entre ambos.
—La palabra no es “dañado”, ¿sí?— Interrumpió. Sus ojos buscaron conectar con los del adolescente.— Yoongi, ¿Te acordes de lo que estábamos hablando de la radiación y los agujeros negros?
Min asintió con lentitud, aún con la molestia en sus facciones.
—Bien. Yoongi, necesito que comprendas que vos estás haciendo lo que siempre quise conseguir.
El chico parpadeó un par de veces, como si procesara sus palabras a la vez que la rabia se evaporaba de su cara reemplazada por una máscara de seriedad.
—No entiendo…-murmuró.
—Dijimos que el tiempo se dobla como un papel que puede atravesarse con un lápiz, haciendo atajos que saltan de momento en momento sin conexión lineal—repitió con calma, pero sin suavizar la dureza de sus expresiones.— Vos estás tomando los atajos, aunque tristemente no sos quien utiliza el lápiz, caes por el agujero.
El espanto empezó a aparecer en el rostro del chico a medida que comprendía la terrible realidad que el científico le estaba explicando.
—¡Dijiste que los agujeros de gusano no absorbían a la gente…!—Se quejó con voz temblorosa y señalándolo con un dedo acusador.—¡Que se disolvían siendo pequeños y que sólo causaban radiación!
—Y eso es lo que pasaba. Eran ínfimos, la gente sólo sufría las consecuencias.
—Pero siempre hay excepciones. - Dijo Vante-—Nosotros no somos como la mayoría de la gente.
—Exacto. Ustedes dos, por ejemplo, tienen reacciones distintas a los demás. Más sensibles, por así decirlo.
—¿Por qué? ¿Qué tenemos de diferente nosotros de los demás?
—Eso, me temo, es algo que no pude descubrir. Las cosas se descontrolaron antes de poder establecer puntos en común entre los otros. El caos inició demasiado rápido, y él deterioro en ustedes es complejo.
—¿Caos?¿Qué nos-- ?—La queja del adolescente quedó suspendida en aire, completamente inconclusa, encendiendo las alarmas en el científico.
El shock en el rostro de Yoongi, quien ya no lo miraba a él sino a Vante lo hizo comprender antes de terminar de girarse a ver: la lucidez se estaba yendo con la misma rapidez con la que vino. Su compañero tenía la mirada desorbitada, observando un punto fijo como si alguien o algo estuviese ahí, e incluso comenzó a insultar en aquella dirección dando movimientos erráticos con su cuerpo que lo hacían parecer prácticamente ebrio.
—Vámonos, no querrás ver esto—dijo Park tomándolo de la muñeca a Min y llevándolo a otra oficina del mismo piso, dejando atrás los gritos e incoherencias en voz alta de un joven que se encontraba viendo cosas que en verdad no estaban allí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro