Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10: Fin del mundo (Parte 1)

El destino final del universo es una de las cuestiones fundamentales en cosmología física.

El escenario considerado como el más probable ocurrirá si el universo continúa en expansión como hasta ahora:

Sobre la escala de tiempo en el orden de un billón de años, las estrellas existentes se apagarán y la mayor parte del universo se volverá oscuro. Sobre una escala del tiempo mucho más larga en las eras siguientes, las galaxias colapsarían en agujeros negros.

En algunas teorías de la gran unificación, la descomposición de protones convertirá el gas interestelar subyacente en positrones y electrones, que se aniquilarán en fotones. En este caso, el universo indefinidamente consistirá solamente en una sopa de radiación uniforme.

-WMAP's Universe, NASA.


JIMIN 
Fecha: 12 de Mayo 2028


No tenia la menor idea de qué hora era. 


Dejó su taza de café vacía en la mesa de ese pequeña habitación que usaban para el descanso en aquel laboratorio experimental que habían construido con tanto esfuerzo. 

—Mierda— dijo en voz baja, hablando consigo mismo en la soledad de esas cuatro paredes.

Aun los números no eran estables, y no había dormido bien por días. Estaba agotado. Su cabeza dolía a pesar de haber tomado en esa última semana una cantidad de analgésicos que ya no podía contabilizar con exactitud.

Suspiró agotado cerrando por un momento sus irritados ojos que se resintieron con un incómodo picor al contacto con los párpados.

Estaba claro que necesitaba un maldito descanso.


“A la mierda con la taza. La lavaré luego...” pensó estirando su espalda que sonó en distintas zonas de la columna dejando en evidencia su pésima postura en las últimas horas. Se decidió a dejarla sencillamente allí, aunque su compañero iba a probablemente regañarlo cuando la vea, cuando sus ojos se desviaron a otra zona de aquella desgastada mesa.

—Oh...- murmuró con sorpresa al notar que allí sobre la madera estaba una fotografía que solía observar siempre de lejos, pero que reconoció de inmediato.

Sus dedos picaron de ansiedad por tomarla, y miró temeroso hacia la puerta que estaba detrás de él. No había nadie cerca. 

Su compañero de investigación parecía haberla olvidado allí,  o tal vez sólo se le había resbalado de su billetera en un descuido. “Debió haber caído, es imposible que la haya dejado.. “ se dijo mientras se abalanzaba contra aquel papel fotográfico con ansiedad. Él sabía bien lo obsesionado que aquel otro hombre estaba con aquella foto, hasta estaba percudida de lo mucho que la recorría con sus dedos a cada segundo que tenían de descanso.

Sus ojos se encontraron con otros dos pares de miradas que se notaban rebosantes de felicidad incluso entre los dobleces que ya se habían hecho permanentemente en la impresión gastada.

—Son ellos— dijo una voz detrás de él.

El susto lo hizo saltar en su sitio y la fotografía cayó al piso. 


Lo habían descubierto.


—Jin… Yo…

—Está bien. Me hubiese gustado que los veas en persona.—dijo con voz apagada el alto hombre de hombros anchos, antes de caminar hasta donde se había deslizado su preciado tesoro para volver a guardarlo en su billetera.

JiMin tragó el nudo en su garganta, siguiendo con la vista a Jin y pensando (una vez más) que su compañero parecía tan roto por dentro que jamás lo volvería a ver feliz.

Ya no era el joven con el que inició por primera vez el proyecto.


YOONGI
Fecha: 28 de marzo 2020


Las luces de la cafetería parecían incrementarse hasta tomar cuerpo, tapando en un manto blanco todo a su paso. Yoon sólo podía ver dificultosamente si entrecerraba sus ojos y luchaba contra el brillo que quería cegarlo, para llevárselo una vez más. 


—¡No hay tiempo!—llegó a decir jadeando.—¡Nos vamos a ver por primera vez, no se cuándo! —sentía que le costaba hablar, todo se veía luminoso y le generaba dolor.— ¡Necesito que me hagas saber que nos conocemos, dime dónde buscarte hoy! ¡Yo lo voy a recordar!


—¿¿¿¿Qué está pasando????— Namjoon estaba pegado al respaldo de la silla, mirándolo con horror. Yoongi podía aún ver su rostro, como si fuese lo único allí.


—Hay que arreglar esto...—llegó a decir antes de que la luz cegadora se lo lleve, sacudiendo con brusquedad su estómago y haciendo que sus músculos duelan terriblemente. 


De pronto, ya todo era blanco otra vez. 


El jodido blanco.


El ya conocido ardor en la garganta y el sabor a bilis llegaron también.


La historia se repetía. Su mente empezaba a nublarse, y la cara asustada del muchacho frente a él hacia tan solo unos segundos atrás ya no era tan clara.


Namjoon…” se dijo a sí mismo. Recordaba aún. Debía recordar.


Yoongi cerró sus puños hasta sentir entre sus espasmos a sus propias uñas clavarse en las palmas. 


Namjoon” se repitió mientras sus dientes se apretaban entre sí con una fuerza que le hacía doler la mandíbula “Namjoon, Hoseok, Jeon...” se dijo casi como un rezo. 


No quería olvidar. No debía dejar que el blanco se lleve eso consigo.


“...Namjoon, Hoseok, Jeon...” se repitió mientras el mareo lo descomponía.


Debía resistir.


“...Namjoon, Hoseok, Jeon...”


El sacudón final lo hizo caer en un piso dolorosamente duro e irregular. Sin estar seguro de si fue el golpe en seco de su pecho contra el suelo o si se trató de una consecuencia del viaje, lo próximo que Yoongi supo era que se encontraba con la respiración cortada y bloqueando por aire que al entrar punzaba los pulmones. 


Había llegado.


El costado de su cara aplastada contra un terreno rasposo le dolía lo suficiente para no permitirse quedarse en esa posición,  obligándolo a moverse aunque su cuerpo todavia sufría las consecuencias de las contracciones involuntarias y sus bocanadas parecían no inflar su pecho lo suficiente.


Su cabeza aún giraba para cuando se levantó del suelo, sin darse el tiempo que solía tomar hasta asimilar el nuevo lugar donde había caído. Aún no podía abrir los ojos, pero llegó a tientas a arrodillarse con algo de dificultad para dejar de lastimarse contra la dureza irregular sobre la que estaba su mejilla.


A ciegas, sus manos tantearon lo que supuso que eran piedras. Parecían grandes, sus dedos tocaron con cuidado tratando de entender donde se hallaba, pero no podía imaginarlo. Frunció su cejo confundido. Tampoco podía oír nada que lo ayude a entender su ubicación. 


“Al menos... No hace frío esta vez.” comenzó a pensar mientras aún acompasaba su respiración. El aire era pesado y agobiante. No sentía correr el viento, pero podía oírlo a la distancia.


Cuando su mareo finalmente disminuyó y no sentía que el mundo giraba vertiginosamente, abrió sus ojos.


—¿¡¿QU---?!?
Su sorpresa fue tanta que olvidó sus malestares, absolutamente anonadado y conteniendo el aire mientras sus pupilas barrían el área donde estaba.


Destruido.
Todo absolutamente destruido. Probablemente de no estar en el suelo, habría caído allí mismo por el impacto de lo que estaba viendo. 

Estaba en medio de la calle de una ciudad. O al menos, se notaba que alguna vez lo fue, pero no quedaba nada en pie. Parecía una postal post apocalíptica. Un dibujo futurista y pesimista que habría leído en alguna novela gráfica. Escombros era sobre lo que estaba arrodillado, y eso es justamente todo lo que lo rodeaba.


Los labios del joven adolescente temblaron sin control mientras miraba hacia todos lados sin terminar de comprender. 


Nunca había llegado a una realidad tan diferente. 


Su cabeza no podía pensar con claridad, las preguntas se aglomeraban: ¿Acaso algo había cambiado? ¿En qué año estaba?


Tambaleante, se levantó de su sitio. El sol estaba poniéndose en un atardecer naranja que habría sido precioso de observar de no encontrarse en medio de los restos de una civilización que ya no existía.


Los edificios estaban semi derrumbados, la vegetación había invadido parte de las ruinas y el pavimento estaba resquebrajado. Se podían observar en las calles autos comidos por el tiempo y el oxido, colectivos en el mismo estado tanto volcados como estrellados contra los restos de construcciones.

Su shock era tan grande que hasta le impedía tener el nivel de miedo que suponía que por lógica debía tener. Estaba demasiado sorprendido, incapaz de terminar de creer lo que tenía en frente.


Empezaba a sospechar que nadie más quedaba. No se oía absolutamente ni un sonido.


—Bienvenido.—dijo una voz a pocos pasos de él.


Yoon casi se cae nuevamente al suelo del susto y el giro brusco que dio para dirigir su vista al costado de donde la voz había salido.

De entre los escombros y el espacio entre construcciones —que parecía que cierta vez debió ser un callejón estrecho— una figura empezó a emerger de las sombras.


La boca del joven adolescente se quedó abierta de par en par al ver un hombre joven frente a él, mirándolo con serenidad.


—Hace tiempo no veía otro atemporal...— comentó el desconocido esbozando una sonrisa que convertía sus ojos en dos finas medialunas.

—¿Atemporal?—murmuró incapaz de hacer más que repetir. Nuevamente se encontraba sin entender nada de lo que pasaba. Su mente conectaba, sin embargo, más ideas y recuerdos que luego de otros viajes. Sorprendiéndose un poco al respecto pero manteniendo el silencio, el adolescente se dio cuenta que recordaba a Namjoon, a Hoseok, a Jeon e incluso recordaba ser un “despierto”. La terminología de este nuevo personaje que tenía en frente parecía de cierta forma ser más correcta pero para referirse a lo mismo.

—¿Estabas huyendo de alguien?— El joven obvió lo que le había preguntado, al parecer no le interesaba aclararse en ese momento. Su expresión también había cambiado, lo escudriñaba con cuidado. —¿O acaso vienes de una pelea?

—¿Pelea?

El hombre no se había aún movido de su sitio, pero su vista lo recorría con detenimiento incluso a la distancia. Por primera vez, entre tanta conmoción producida por el nuevo sitio al que había llegado, Yoongi se analizó a sí mismo: sus rodillas estaban raspadas, su pantalón se había rasgado y su remera estaba cubierta de tierra.

—Fantástico…— susurró con sarcasmo cuando notó la herida superficial. Reprimió un quejido en una mueca cuando su dedo índice tanteó la gravedad de la lastimadura, para comprobar que no era algo de que preocuparse


—Tendrías que lavar eso—comentó con calma el otro muchacho.


Yoon dirigió nuevamente su atención a él, quien por fin dio unos pasos tentativos en su dirección. No parecía mayor de unos 35 años y sus ropas eran unos harapos sucios y viejos. Cargaba una mochila amplia, que si bien estaba deteriorada se notaba que había sido cuidada con más esmero.


—¿Quien eres?— preguntó finalmente cuando estaba ya frente a él.


—Oh, disculpa... Me llamo Park JiMin—le dijo con una reverencia pequeña y una sonrisa corta.—Puedes confiar en mi, lo que no sé es si yo puedo confiar en vos. No te llevaré con Vante hasta estar seguro.

—Yo soy Min Yoongi.— murmuró mientras aquel castaño andrajoso se inclinaba a ver su rostro, que probablemente debía traerse alguna herida.
Por la cercanía, el peli-cereza notó que JiMin tenía un rostro agotado, algo sucio y con inicio de barba desprolijamente afeitada. Sin embargo, sus facciones a pesar del claro descuido eran casi angelicales.


Debió ser un tipo muy guapo... ¿Un modelo quizás?” razonó en silencio.


—¿Tengo algo?

Los colores se le subieron a la cara al notar que los ojos de JiMin lo habían atrapado mirándolo.

—No... Yo .. — Sus orejas ardían.—Me preguntaba de qué trabajabas...


—Hablaremos de eso en un sitio más cómodo. ¿Te parece? Tengo un par de preguntas que hacerte.

Y sin más, inicio su camino en la dirección por la que había aparecido en un principio. 


El adolescente dudó, observando la espalda de JiMin alejarse 


“¿Es seguro seguir a un desconocido en esta situación?” se planteó temiendo dar el primer paso.


—¿Vas a quedarte ahí?

Sus cavilaciones fueron interrumpidas por la voz del hombre que ahora lo miraba por sobre su hombro.

—Responderé tus preguntas, pero necesito que nos movamos de acá— agregó.


Sin detenerse a oír a sus preocupaciones, Min apuró los pasos para llegar a él.


  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro