Todo lo que percibimos
en cualquier dado instante
es una rebanada de la totalidad.
Nuestro sentido de tiempo: Una ilusión.
Nada pasa; nada cambia.
El universo (el universo real, oculto a nuestra vista fragmentada)
comprende la totalidad de estas intemporales
y eternas líneas de mundo.

-RESUMEN DE LOS PENSAMIENTOS DE MINKOWSKI-
[MAESTRO DE EINSTEIN]

YOONGI
Fecha:10 de abril 2020

Estaba viajando otra vez.

Blanco, era todo lo que Yoongi podía ver.
Un blanco cegador que lo obligaba a cerrar los ojos con fuerza en un intento vano de evitar que el dolor se siga expandiendo desde sus pupilas hacia la parte posterior de sus cuencas.
Quería respirar, pero se sentía jodidamente asfixiado, como si una bolsa plástica estuviera en su cabeza. Esforzándose para no desvanecerse, el jovencito de cabellos color cereza apretaba los puños mientras trataba de mantenerse concentrado.

Más Blanco.

Incluso con los párpados cerrados, lo seguía viendo, como si aquello fuese lo único que existía en el universo aparte de él mismo.
Un mareo que surgía desde la parte posterior de la cabeza, se extendía como electricidad zigzagueante y dolorosa, haciendo aún más tortuoso cada segundo.

Blanco. Todo blanco.

El malestar se hacía cada vez más intenso, envolviendo todo su cuerpo hasta el punto de hacer cada extremidad diez veces más pesada.
Con las rodillas temblorosas y débiles, Yoongi sintió en su estómago el tirón vertiginoso que se siente cuando la montaña rusa inicia un descenso pronunciado, obligándolo a doblarse sobre sí mismo.

Blanco. Doloroso blanco. Una vez más.

Cuando el jóven estaba a punto de dejarse vencer por el mareo y finalmente ceder ante el inminente vómito, su panza sufrió el sacudón y el alivio posterior del viaje anunciándole lo obvio: había llegado.
El dolor que azotaba su cerebro, disminuía rápidamente en cuestión de segundo hasta que se convertía en un leve cosquilleo.
La náusea también se había ido, aunque sentía el ácido de la bilis en la boca.

"Estuvo cerca" pensó.

Y ya no había más blanco.

Yoongi se tomó unos momentos para asimilar las sensaciones antes de abrir los ojos mientras trataba de acompasar su respiración: sus pies estaban sobre pavimento firme, el viento helado le azotaba la cara así que supuso entonces que era invierno. El olor a quemado se colaba en la nariz y...

Momento..

"Quemado?"

Yoon abrió los ojos y trató de enfocarse dentro de la nebulosa de sus pensamientos mientras la imagen de su ciudad entre el humo y el fuego se presentaban frente a él como una postal apocalíptica.
Autos destruidos en la calle, casas incendiadas, vidrios rotos desperdigados por el suelo...

Pero lo que más le importó era que aún se oían gritos lejanos, sirenas sonando...
Había vida.
Aún.

Yoon con esfuerzo logró unir los sucesos.

"Cierto. Es hoy..." concluyó mientras daba un primer paso tembloroso, apoyándose en un colectivo estrellado contra la pared cercana donde apareció para poder mantenerse ergido. Los vidrios estallaron bajo sus zapatillas, a medida que iba tomando ritmo constante.

"Es El Fin."

Escupió el sabor ácido que había quedado en su boca. Sus pasos se volvieron más determinados e inició la caminata a su destino.

Ya sabía lo que debía hacer.

Esperaba una sola cosa: que no sea demasiado tarde.

Ni para sus amigos, ni para la humanidad.