Aunque Modeus fuera un tanto pesada de más, conseguimos avanzar sin ningún tipo de problemas. O casi. En el momento en el que llegamos al puente colgante, nuestra suerte se suicidó:
Dan: Oh mierda... Ese puente no aguantará nuestro peso...
Modeus: ¿Seguro?
Asentí. Alcé a Modeus y a Pandemonica en brazos.
P: ¿¡Que demonios haces!?
D: Cruzaremos todos a la vez.
M: Sí que estás loco
Entonces comencé a correr. Cuando pisaba una tabla del puente, se rompía. Aceleré, y a pesar de que los pechos de Modeus me tapaban la visión, sabía que faltaba menos de cinco metros. Cuando puse un pie en suelo firme, suspiré aliviado.
P: Nada mal para un humano
Ambas se bajaron, y seguimos nuestro camino tranquilamente, hasta que tres figuras se me pusieron delante:
¿?I: ¡Un humano!
¿?II: ¡Un auténtico humano!
¿?III: ¡Por favor, llévanos contigo!
Dan: Eh... -las miré curioso- ¿Quienes sois?
I: Somos Cerberus...
II: ...el demonio...
III: ...Triple
I/II/III: ¡LLEVANOS CONTIGO!
Me rasqué la nuca y miré a Pandemonica. Ella se encogió de hombros:
Dan: Bueno, supongo que...
Modeus: ¡SÍ! ¡CUANTAS MAS SEAMOS EN EL HAREM MEJOR!
Dan: Bueno, eso...
Cerberus: ¡Bien! ¡Por fin corromperemos el mundo de los mortales!
Tercer demonio conseguido. ¿O son tres? No sé, no me quedó muy claro...
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