Narra NamJoon.

Durante todo un mes en el que había transcurrido, YoonGi y Jin se la pasaban jugando con los más pequeños y compartiendo tiempo con los chicos.

Pero había algo que cambió completamente y eso era que ahora ellos pasaban mucho más tiempo juntos. Por ejemplo, hace dos días caminaron por la orilla de la playa, donde podías ver a uno de ellos riendo más que el otro, Jin se comenzaba a sentir cómodo con la cercanía que estaba teniendo el castaño con él. Aunque también le comenzaba a asustar todo  lo que estaba experimentando. Lo sé porque siempre los acompaño, no soy ajeno a lo que está pasando y sé que mi amigo avanza a pasos agigantados.

Sé que pronto, Jin logrará superar mi ausencia y ahora es cuando me doy cuenta de eso.

Ahora los veía a los dos, jugando con Sung y con Min, riendo a carcajadas, me hizo sonreír y añorar ser yo quien causara esa alegría.

Mi tiempo se agota, pronto tendré que irme. Es lo que quería, pero ahora me aterra.

Yoon se dio cuenta de mi presencia, su mirada cambió, dejándome ver aquel sentimiento de tristeza que compartía conmigo, y es que él sabe todo lo que siento y he sentido desde que mi plan comenzó o eso es lo que pienso.

Los demás chicos estaban frente a su cabaña, jugando con una pelota, los cuatro ahora sabían de mi presencia con ellos y a veces trataban la manera de hacerme sentir mejor al verlos, regalándome sonrisas.

Suspire y me levante del escalón para adentrarme a la cabaña.

Me dirigí hacia el cuarto en donde  dormía mi más hermosa mariposa.

— Quisiera poder besarte de nuevo — tomé entre mis manos un pequeño peluche que le había dado en una ocasión, algo que era insignificante para mi en ese momento.

Flashback

— Jinie, espérame — Corría por los pasillos de la universidad tratando de alcanzar a mi razón de existir.

— ¿Nam? — se dio la vuelta dejándome admirar nuevamente su belleza — ¿Qué haces? Hoy tienes clases hasta tarde, no puedes llegar muy tarde.

— Lo sé, pero quería darte algo antes de que te fueras  ya que dudo ir a tu departamento hoy — Saque de mi mochila un pequeño koala azul — Ten.

— Nam — lo sujeto y lo abrazó contra su torso — es muy lindo — Gracias.

— No agradezcas, no es la gran cosa — me rasque la parte de atrás de mi cabeza — Me alegra que te gustara.

Fin del Flashback. 

Ahora, este regalo se había convertido en el último que le daría.

Lo dejé en su lugar y me senté sobre la cama. Observaba todo a mi alrededor, Jin tenía sobre su mesa de noche una foto de los dos juntos, una foto que fue tomada por YoonGi. 

Min me preguntaba muchas veces si no lo extrañaba, si no extrañaba tomar su cuerpo y abrazarlo al mío,y simplemente no respondía, porque  no encuentro las palabras para expresar que sí. Que quisiera besar sus labios, acariciar su cabello, su rostro o su cuerpo, no encontraba las palabras para describir ese sentimiento en mi.

— ¿Nam? — desvíe mi mirada de la foto a la puerta, donde estaba la presencia de mi mejor amigo.

— Yoon — le sonríe — ¿Cuánto llevas ahí? 

— Lo suficiente — suspiro pesado, algo que me puso la piel de gallina, ¿será que escucho lo que había dicho? — no desde que subiste pero si desde que te sentaste en la cama.

— Pensé que estarías con ellos otro rato — le dije, pero en lugar de obtener la respuesta que quería, obtuve una pregunta.

— ¿Qué sucede? Sé que estás pensando en algo, llevas casi toda esta semana así.

— No sucede nada, Yoongo — niego hasta con mi rostro.

— Nam, soy como tu hermano, se cuando mientes — se acercó a mi y tomo asiento a mi lado — ¿Qué sucede hermano? 

— Solo, recordaba — asentí — Sí, eso. 

— No es solo eso, pero no te presionare.

Nos quedamos en silencio, solo sintiéndonos cómodos con la presencia del otro.

El tiempo transcurría, y sólo presenciamos el descender del sol hasta bañar las olas de rojo; salimos de la habitación donde bajamos y nos encontramos a todos en el sofá y en el suelo viendo tv.

Me desaparecí, dejando que se terminara de acercar. YoonGi se acomodó a un lado de Jin, quien le sonrió y se acomodó en su hombro. Eso había sido una punzada en mi pecho.

Salí de la escena, donde ahora solo me encontraba tras de la cabaña, presenciando la llegada de la luna quien fue mi compañera durante varias horas donde solo permanecí ahí sentado.

Las luces a mis espaldas se comenzaron a apagar y se encendió la que estaba sobre mí.

Nadie me vio, pero vi como los cuatro chicos se iban, despidiéndose de mi familia y mi amigo.

Todos tomaron caminos diferentes, donde Jin, Yoon y los niños se encerraron en sus habitaciones para dormir. Me quedé unos minutos más afuera, escuchando el romper de las olas en la orilla y cuando ya creí que era suficiente me adentre a la cabaña, subí las escaleras y me adentre a la primera habitación, la cual era de Sung.

— Hola campeón, ya estás un poco más grande — sonreí, su rostro sereno y su respiración pausada, la señal de que estaba profundamente dormido — Lo siento mucho Sung, por mí has tenido que velar por tu hermano — acaricie su cabello, donde ante mi toque el chico se removió y sonrió.

— NamJoon hyung  — susurro por muy bajo, haciéndome sonreír también.

Salí y caminé hasta entrar a la habitación contigua, la de mi pequeña MinWoo. Tan tranquila, abrazando los dos peluches que le regalamos, abrazando a Koya y a Rj con tanta fuerza.

Me senté sobre la cama y acaricié su rostro, al igual que Sung, mi pequeña estaba tranquila.

— Mi pequeña, Sung — me incliné y besé su mejilla — Te quiero tanto mi niña.

Con cuidado me levanté y la observé un poco más. Suspire cuando sentí que era suficiente.

Me detuve frente a la puerta que ya conocía, la de mi vida entera. Tenía miedo, pero tomé coraje e ingrese a la habitación donde lo vi ahí, dormido, con su rostro relajado y su respiración lenta.

Me acerqué y me puse de cuclillas a su costado, descansé mis manos sobre el colchón y recosté mi cabeza en ellas. Me dediqué sólo a observar, a admirarlo. 

Lamento todavía hacerle tal daño, lamento no haberme despedido como tal, pero no lamento el haberle dado mi vida a este ser maravilloso frente a mí.

— Te amo, y no bromeo con decirte que extraño besarte, y que extraño todo de ti — susurre y ante mis palabras solo vi como se removió un poco haciendo una mueca.

No creo que hacer lo que quería hacer estuviera bien, pero no soporto las ganas.

Me levanté, apoyándome sobre mis palmas, me incliné un poco dejando mi rostro a centímetros del suyo, mirándolo desde ese ángulo, me acerque un poco más, casi rozando nuestras narices, donde soy consciente que mis labios pueden rozar los suyos en un movimiento.

— Te sigo amando — mi respiración chocó con sus labios, pues fui consciente del gemido que soltó ante ello.

Sin resistirme más termine con la distancia que me impedía besarlo. Donde no me moví al comienzo, pero dejé que mis labios comenzarán un ritmo, me sorprendí al sentir como era correspondido. Al separarme, temí por que lo haya despertado, pero no fue así. Aún estaba con sus ojos cerrados, a diferencia que había una sonrisa en su rostro, lo siguiente, me sacó una sonrisa de un bobo enamorado.

—  Yo también te amo.

Solo lo dejo aquí y me iré porque realmente no tengo nada para decir.

I Purple U 💜

🦋🖤