Narra NamJoon

Estar en la cabaña me hizo recordar todo lo que viví en ella aún cuando mi corazón latía. Por mucho que quería regresar el tiempo y tal vez evitar el hecho de que quisiera que las cosas sucedieran de esta forma no podría, porque esta era la única manera para que el amor de mi vida viviera.

Mirarlo ahora con su rostro lleno de vida aún, sonriendo cada vez que veía a los chicos y a los niños solo me hacía pensar que la decisión que tomé fue acertada. 

Sí, tal vez Jin era el amor de mi vida, pero sé que él encontrará a aquella alma que está destinada a la suya.

Por mucho que haya mentido en el pasado, por mucho que mi juego tal vez fue muy a lo cliché. Tal vez en el fondo soy un romántico que solo pensó en lo que quería y no en lo que la persona que más amo quería.

— Bien, ahora que estamos solos y que ya pasaron dos días desde que estamos aquí — YonGi tomó asiento en la cama que anteriormente me pertenecía — ¿Qué tengo que hacer primero? 

— Primero ya que desde hace mucho se conocen, porque no empiezas creando una salida como amigos, acércate de esa forma.

Esa era la primera fase de mi plan, que ellos se acerquen, así como Jin se acercó a mi.

Narra YoonGi.

Tener que hacer lo que Nam quería me estresa de una manera diferente, no era un estrés a causa de lo molesto que me pareciera el plan, me estresa por los nervios que tengo. No me creía capaz de poder lograrlo.

Salí de la habitación encontrándome con Jin en la cocina.

— ¿Y Sung y Min? — pregunte al ingresar.

— Jugando en la sala — Me respondió — ¿Sabias que teníamos todo los ingredientes para preparar un pastel? — Me pregunto con una sonrisa en sus labios — Como lo sabrías si no fuiste quien compró todo.

— Vine un mes antes para saber que hacía falta, todo lo compre y lo llené antes de venir.

El rostro de asombro que Jin tenía me causó risa.

— No te rías — Su risa contenida me causó más gracia — Bueno, te parece si preparo un pastel para merendar, incluso podría ser para la cena si te apetece.

— Decide tú.

Asintió mientras sacaba un bowl de la alacena — Haré uno de fresa.

Le sonreí y me despedí para ir a ver lo que hacían los revoltosos.

Estaban tan concentrados jugando "UNO" que no me habían notado.

Regresé con Jin a la cocina y este ya estaba preparando la mezcla de para el pan y a un lado tenía lo demás del relleno.

— Este postre lo preparaba mi madre cuando era pequeño. Antes de que ella muriera me dijo que siguiera mi corazón siempre.

— Nunca me has hablado de tu madre.

— Era una gran escritora, amaba tanto los libros que siempre que escribía algo se notaba como si se estuviera enamorando de nuevo. Mi padre siempre se ponía celoso por eso.

— ¿Tu padre? 

— Si, Kim JungHan. El también murió cuando era pequeño. No soporto mucho la perdida de mi madre. No le había dicho mucho sobre mis padres a Nam, la verdad él solo sabe quién es mi madre, pero nunca le comenté más sobre mi padre.

— Tu madre es la escritora Kang MinJi y tu padre es el mayor fiscal que existió. Vaya joya de padres que tenías Jin.

— Lo importante no era lo grandes que eran en la sociedad, para mí ellos eran los mejores padres porque siempre estaban con nosotros.

— ¿Y qué más? 

— ¿Qué más? — me miró — Pues mi vida no es tan interesante. Me enamoré de la literatura por mi madre. Y he luchado desde que perdí a mis padres para que a SungJin no le faltara nada. Mi libro aún no sale porque no me siento listo para que el mundo conozca esa obra, que para mí no es muy buena.

— Por Dios, Jin, ¿te estás escuchando? — Hice que me mirará — Nam hablaba tanto de lo maravilloso que es tu libro que me quede con las ganas de leerlo. ¿Por qué dudas tanto de tí? ¿Es que acaso no ves lo maravilloso que eres? Y no hablo solo por como te veo como escritor, has sido un gran amigo, un gran hermano, un gran padre pero sobre todo ... — Sin darme cuenta mis manos estaban temblando — Has sido el primer amor de Mi mejor amigo.

~ Que porque él haya hecho lo que hizo no significa que no hayas sido lo más importante para él. ¿Te has preguntado por qué Nam hizo lo que hizo? Te daré la respuesta, Nam encontró su destinado, la persona que lo complementaba, tu eras su razón de existir. Pero claramente algo salió mal, pero no es culpa ni tuya ni de Nam. Es culpa del maldito tiempo que les jugó una horrible pasada. Que le hizo ver que esa era la mejor solución, sin tomar en cuenta que tal vez lo que tu querías no era estar vivo, sino vivir junto a él. Pero eso no te convierte, ni lo convierte en un egoísta. 

Lo prometido es deuda.

Espero les haya gustado este capítulo, la verdad, siendo sincera ya lo tenía escrito pero me dio un bajón horrible que no me dieron los ánimos para corregir los errores y publicarlo.

Bien, creo que no tengo nada que decir.

I Purple U 💜

🦋🖤