Vivir juntos no será fácil.
—¿Te importaría explicarme qué fue lo que sucedió en mi habitación?
Cuando Sidon se marchó en busca de una compañía más agradable que la de su molesto compañero de cuarto, sus aposentos estaban impolutos, los suministros para Link habían sido entregados y colocados en un rincón junto con las almohadas que debía utilizar como cama. Incluso fue agradable no escuchar quejas por una vez cuando un escritorio del tamaño de un Zora fue traído al interior, después de todo, todo pensaban que él era el que trabajaba allí para impresionar a su dama...
Esperaba que el hyliano sólo ocupara un poco de espacio, en lugar de eso, volvió a sus aposentos para encontrarlo cubierto de pequeños montones de papeles, con sólo un pequeño pasillo que unía la puerta principal con el dormitorio de Sidon. ¿Esos eran todos los informes? Sabía que había pedido que le entregaran los de los últimos seis meses, pero no esperaba ver tantos.
Y la pared... Oh, sus pobres y hermosas paredes blancas estaban cubiertas no sólo por el mapa, sino también por documentos.
—Estoy trabajando, eso es lo que sucede. —Link ni siquiera se molestó en levantar la cabeza para mirarlo u ofrecerle un saludo apropiado, solo estaba sentado en el suelo, rodeado de documentos que tenían toda su atención—. Soy consciente de que no estás familiarizado con este concepto ajeno de...ser productivo, pero es algo con lo que los adultos tenemos que lidiar a veces.
—Sigue con esa actitud y te enviaré de vuelta a tu pequeño agujero.
—Haz eso y perderás. No puedo creer lo ineficiente que eres. ¡Todos los informes que firmaste estaban literalmente tirados al azar en cajas!
Sidon casi dio un paso atrás... sólo los leyó, firmó los papeles y se los entregaba a sus hombres, rara vez había algo importante en ellos y, de todos modos, cualquier cosa mereciera ser informada solía discutirse entre los miembros del consejo. Saber cuántos suministros se habían entregado cada mes no era precisamente emocionante de estudiar, no cuando todo el mundo estaba luchando por razones más serias.
—Es porque es innecesario...
—¡No lo es!
Sidon rodó sus ojos, esa cosa y sus hábitos de interrumpirlo comenzaba a ponerle de los nervios.
—¿Me vas a decir que la solución a todos mis problemas está en el número de personas que pidieron permiso para ver a la familia el mes pasado? Si es así, la guerra está ganada, ¡mandaré a todos a casa ahora mismo!
Por la forma en que Link levantó los brazos y gimió, Sidon pudo al menos divertirse un poco sabiendo que había conseguido ponerle de los nerviosos. Espera, ¿qué era esa cosa en la nariz del otro? No había utilizado eso ya que actuaba como concubino y con su pelaje hacía abajo recién ahora notó la cosa extraña. Oh, espera... eso eran gafas, ¿verdad? ¡Eran para hylianos que no veían bien! Huh, tenía que averiguar dónde las guardaba Link y pisarlas accidentalmente tarde o temprano.
—Eso es. Ven aquí, Rojo. —Todavía dando órdenes, ¿hm?—. Y no pises nada, estoy organizando todo por fecha y lugar para que al menos podamos tener una idea general de qué demonios salió mal en los últimos meses. Aparte de que pises una posición de mando, claro. —Vale, Sidon lo iba a echar ahora mismo. —. ¿Sabes? Creo que en realidad he encontrado algo.
O, bueno, iba a esperar hasta que Link terminara de explicar lo que encontró, suponiendo que fuera relevante.
Con un gruñido, Sidon finalmente se acercó tomando lugar frente al hyliano aprovechando uno de los pocos lugares aún vacíos. ¿Morderse los labios y rascarse la cabeza eran claros signos de que los hylianos estaban concentrados, verdad?
—Mira esto y dime qué es lo que ves.
Dos documentos habían sido arrojados sin miramientos frente a él y el príncipe agarró ambos, tratando de entenderlos. Ambos tenían la misma fecha, misma caligrafía y ambos solicitaban más suministros de armas en la zona de Farone justo antes...
—¿Se trata de cómo perdimos esa zona? Porque enviamos todo lo que pudimos en su día, nuestros suministros son limitados mientras no tengamos acceso a las minas Goron.
—No estoy...comentando necesariamente la mala gestión de sus tropas, aunque ese es un punto que tendremos que tratar. —Uno de los dos documentos fue arrancado de sus manos y Link señaló la fecha del que aún estaba entre los dedos de Sidon—. Mira el día y luego la localización, ¿no notas nada extraño?
El valle de Tubio...Valle de Tubio...El príncipe se giró a mirar el mapa, era en algún lugar cerca del Monte Faroria, ¿no? Aun así, no podía recordar nada realmente relevante acerca de eso, todos estaban retirándose durante esas semanas.
—¿Por qué no me iluminas, oh, todopoderoso hyliano?
La expresión de Link era simplemente...de decepción ante eso, como si al menos esperara algo de él.
—Trabajar contigo será una pesadilla, Rojo. Comprueba la fecha, perdimos el Valle de Tubio un mes antes de que se enviara la petición, no teníamos hombres allí.
¿Oh? Bueno, quizás alguien cometió un error escribiendo la fecha, necesitaba que alguien se lo aclare–
—Ahora, este otro.
Sin muchos reclamos, Link arrebató el documento y volvió a colocar el otro entre las manos del príncipe. Paciencia, Sidon, paciencia.
—Bien, este es de la Meseta de Atara y sé que aún somos dueños de ese territorio.
—Sí, lo somos. Escucha, sáltate la mitad, sólo lee la parte de abajo por mí.
Sidon casi gruñó, ¿por qué ese hombrecillo era tan impaciente? Era casi como si sólo quisiera terminar la conversación y seguir adelante cuanto antes. No es que quisiera pasar más de lo necesario cerca del pequeño mono, pero para el hyliano se suponía que era un honor estar allí.
—Blah, blah, con el mayor de los respetos —Una pequeña sonrisa apareció en sus labios mientras levantaba la mirada hacia el centenar—. ¿Sabes? Deberías aprender al menos un poco de este buen hombre. En fin... con el mayor de los respetos, blah, blah, espero nuevas órdenes. —Y ante el nombre, su boca sólo se abrió sin que ningún sonido escapara de ella por un momento—. ¿Oficial Link Link?
La amplia sonrisa en la cara del hyliano estaba diciendo claramente: 'Por fin lo descubriste, ¿eh?'
—Estoy bastante seguro de que nunca te envié ninguna carta tratando de lamerte las botas.
Sí, realmente no podía imaginarlo haciendo eso, no después de conocer a la pequeña plaga en persona.
—¿Quizás alguien intentó censurar tu actitud poco amistosa? No me imagino que ninguno de tus informes de peticiones estuviera bien redactado.
—Puedo pensar que eres un líder horrible y una persona aún peor, pero no necesariamente lleno mis misivas con vitriolo innecesario, es contraproducente. Dicho esto, puedo garantizarte que no pierdo el tiempo intentando ganarme tu favor de esa manera.
—De todos modos, no funcionaria.
El caballero puso los ojos en blancos, suspirando como si no creyera las palabras de Sidon.
—No es tu caso, tal vez, pero...escucha, sólo digo: faltan cosas en el mapa principal, procederé a añadir todo lo que pueda recordar y me pondré en contacto con mi segundo al mando–
—Espera, se supone que no debes contactar con nadie fuera de esta sala.
—Bueno, podemos confiar en informes completamente falsos o podemos contar con una persona de confianza que nos ofrezca una segunda opinión y quizá información de segunda mano. Sólo para confirmar lo que estamos recibiendo, si es posible.
¿Por qué tenía la sensación de que Link ya tenía una forma de hablar con ellos? Parecía demasiado casual al respecto.
—...Bien. Pero quiero ver todos y cada uno de los mensajes que intercambias con tus hombres antes de que se envíen y que se me permita comprobar cada respuesta.
—Trato hecho.
Cuanto menos le importaba al hombre, más sentía Sidon que estaban jugando con él, pero ¿cómo? Eso lo enfurecía... sin mencionar que Link lo estaba ignorando descaradamente una vez más.
—¿Algo más antes de que regrese a mi piscina?
—No, no real– ¡Oh! Necesitas ser un poco más apasionado cuando estemos afuera.
—¿Disculpa?
—No puedo aferrarme a ti y ser como un gato cuando estoy sugiriéndote cosas mientras pareces tan emocional como una tabla. Escucha: no me gusta, note gusta, actuamos como adultos y nos tragamos el trago amargo.
Vale, Sidon había sido el que había sugerido la cooperación, podía intentar fingir que tenía una inversión emocional en la cosa peluda.
¿Cómo es que los otros zora se sentían atraídos por ellos? Simplemente no podía entenderlo y apoyaba completamente la indignación del anciano.
—De todos modos, no esperes que te alabe ni nada —Link reaccionó con un escalofrío exagerado y una mueca para hacer notar que no quería eso en absoluto. —. Cualquiera se daría cuenta de una carta escrita a su nombre si no fuera él el que está detrás.
Link ni siquiera se dignó a responderle, ni acusó recibo de su comentario mientras volvía a trabajar en sus cosas, al parecer estaba buscando todos los informes escritos por el que se hacía pasar por él. Eh, su presencia era casi tolerable cuando estaba tan callado y esforzándose tanto por la gloria del Dominio Zora.
—¿No deberían los arqueros tener una vista perfecta? Es decir, tú estás a cargo de, ¿cuántos hombres? ¿Cien?
—Es un error común pensar que se requiere buena vista en el tiro con arco. —Ni siquiera levantó la vista de uno de los papeles mientras recorría las líneas con el dedo. —. Algunos incluso sostienen que una vista deficiente en realidad mejora las habilidades de tiro, ya que el arquero se centrará menos en la parte de la puntería y trabajará para tener una mejor técnica, que es la parte más importante en el tiro con arco.
—¿Seguro que no te estás excusando?
—¿Estás seguro de que no estás intentando autosabotear tu propia campaña molestándome? Amigo, realmente no quiero charlar contigo.
—Estoy tratando de aprender más sobre mi.... aliado.
No quiso decir esa última palabra en lo más mínimo y al ver cómo Link sólo suspiraba y golpeaba su frente contra el escritorio en señal de derrota confirmó que era algo mutuo.
—Nos estamos usando mutuamente, principito, hasta ahí llega nuestra colaboración.
Qué ingenuo fue Link al creerlo, casi adorable, Sidon trabajaba para sí mismo y el hyliano sólo servía al Zora también... sólo que no necesitaba saberlo.
—Me rompes el corazón, centenar, creí que habías dicho que querías enseñarme a ganar esta guerra, dejarme fuera es contraproducente, ¿no estás de acuerdo?
Sólo intentaba molestar al otro, por supuesto, y fue una verdadera decepción cuando Link ni siquiera se molestó en responder. Diosa, quedarse en sus aposentos iba a ser un infierno... y al mismo tiempo no podía pasarse todo el tiempo deambulando por el palacio, no cuando todos daban por hecho que quería estar en su habitación para entretenerse.
—Entonces... ¿se supone que debo esperar aquí mientras tú haces tus cosas?
—Sufre en silencio si no piensas ser productivo, después de todo no me oyes quejarme cuando tengo que aferrarme a ti y fingir que eres lo más sexy de Hyrule.
—Debo informarte de que estoy considerado uno de los hombres más atractivos entre... ¡No pongas los ojos en blanco así!
—Se acabó, no puedo trabajar así. Y tengo hambre, ¿cuándo será la cena?
—Está en camino.
En cuanto terminó la frase ambos abrieron los ojos, intercambiando una rápida mirada antes de mirar alrededor de la habitación. Oh, no era posible que dejaran entrar a alguien mientras Link no estuviera vestido como una bolsa de basura y todo el lugar parecía la cala de una persona que creía en conspiraciones y esas cosas.
—¡Ve a buscarlo tú mismo, idiota!
Quería objetar que Link era el que se suponía que debía ocuparse de ese tipo de cosas, era el sirviente entre los dos, pero al mismo tiempo Sidon no quería que la gente pensara que tenía aún menos clase y estilo del que ya había demostrado al elegir a un mamífero como concubina, así que...
—Tienes suerte de que no quiera arruinar más mi reputación, hyliano —siseó antes de salir corriendo por la puerta. Suerte que se encontró con las sirvientas en uno de los pasillos y, con elegancia, les arrebató todas las bandejas de los brazos y les mencionó que necesitaba un poco más de intimidad porque su dama no se encontraba en un estado presentable en estos momentos.
Un guiño, una sonrisa, un comentario de pasada sobre cómo aquella "mujer" había quedado tan impresionada por sus habilidades que no podía dejarle descansar y estaba corriendo de vuelta a su habitación con sus hermosos pescados crudos y... lo que sea que hubiera en los platos del hyliano.
—Al menos podrías tener la decencia de ayudarme ahora —dijo secamente después de volver a entrar a la habitación, Link seguía donde Sidon lo dejó y apenas estaba haciendo espacio en el escritorio para la comida ya que, obviamente, no había mucho espacio disponible en este momento.
—No puedo ver que eso termine bien...
—¿Perdón?
—Esas bandejas de plata son demasiado grandes para equilibrarlas bien con una mano, no soy tan grande como tú.
—Entonces usa ambas manos.
Eso... tocó un nervio, Sidon no estaba muy seguro de cuál, pero sintió una punzada de alegría cuando Link se volvió casi gruñendo en su dirección. Las expresiones que siguieron, pensó, las apreció mucho menos. Confusión, preocupación repentina, una expresión de sorpresa como si por fin se hubiera dado cuenta de alguna gran verdad...
—Oh, cielos.... ni siquiera te diste cuenta, ¿verdad?
¿Notar... qué, exactamente?
—Joder, si así es como prestas atenciones a la gente que te rodea no me sorprende que estés perdiendo esta guerra de esta forma.
Sidon frunció el ceño y estuvo a punto de exigir una explicación, pero lo único que hizo el hyliano fue meter la mano detrás del escritorio y sacar un bastón. Un bastón. Y, cuando empezó a caminar hacia él, cada paso de la pierna izquierda tenía que ser apoyado, ya que su tobillo no parecía doblarse en absoluto.
Pero.... pero... él había visto a Link moverse, ¿verdad?
No, lo había visto de pie en la tienda donde se conocieron por primera vez y, aunque estaba seguro de que el otro no tenía bastón, Link no se movió aparte de asumir una pose militar más rígida hacia el final. Cuando llegó para su primer encuentro en la habitación del príncipe, alguien se encargó de llevar a Link adentro y apenas prestó atención al hecho de que el hyliano fue quien sugirió caminar del brazo para "apoyarse".
Joder, Link era tan pequeño que ni siquiera sentía el peso contra su brazo.
Cuando volvieron a los aposentos de Sidon, Link se tiró al suelo, claro, pero... ¿en realidad no se movía? E incluso si lo hizo, el príncipe pasó el tiempo en su piscina hasta que llegaron los suministros solicitados.
—En mi defensa, realmente no pasaste mucho tiempo caminando frente a mí.
—Sabes, una de las primeras cosas que la gente nota en mí es el hecho de que tanto mi rodilla izquierda como mi tobillo están estropeados, no sabía que tenía que montar un espectáculo para que lo vieras.
—Pero puedes ponerte de pie.
—Incluso puedo dar algunos pasos, Rojo, pero no es tan fácil. Ahora, avísame si me llevas la comida al escritorio o tengo que llegar y comer en el piso, de cualquier manera, sólo... ¿sabes qué?
El príncipe no dijo nada, simplemente caminó hacia el escritorio con la comida de ambos. Comida hyliana, ugh, ¿era necesario cocinarla y darle un aspecto tan asqueroso? Sin mencionar que comían hierba, musgo, bayas y toda esa mierda.
—Pensé que te odiaría aún más, viviendo aquí y todo eso, pero... ¿no es así?
—¿Y qué es, entonces?
—Es que... vives en una burbuja tan pequeña en tu propia cabeza, que sólo ves lo que quieres ver... me das pena.
· · · ◦ ☽✮☾◦ · · ·
A pesar de la tensión presente hasta que ambos se sentaron a comer, el príncipe en el sillón grande y Link en el escritorio, la expresión del hyliano cambió absolutamente en cuanto vio su comida. Había conflicto, Sidon no sabía muy bien sobre qué, y... deseo.
La forma en que Link miraba uno de los trozos de carne a la parrilla era la forma en que un hombre enamorado mira a su amada. Sin embargo, él no quería comer.
—¿Cuál es el problema ahora?
Oh, iba a mostrarle a ese pequeño bastardo que podía prestar atención a la gente a su alrededor. No es que tuviera que hacerlo, pero... demonios, quería demostrar que los Zora eran mejores personas allí. E incluso si Link señalaba errores en su trabajo y Sidon no se daba cuenta de un pequeño detalle, eso no significaba que Sidon no pudiera demostrar su valía, ¿verdad?
Al final de la guerra se iba a llevar toda la gloria, su padre iba a estar encantado con él y quizá las cosas no volvieran a ser como cuando era alevín.
Eran momentos como este los que le hacían echar de menos a su madre.
—Está todo perfecto, al menos la comida, sólo necesito...
¿Rasparle la crema? Sidon no sabía muy bien qué era esa cosa blanca que habían puesto debajo de la carne, algo que a los hylianos les encantaba según los pocos recuerdos que tenía y, sin embargo, Link se estaba deshaciendo cuidadosamente de todo eso. Y oliéndolo como un cuidadoso bicho.
—No puedo creer que seas quisquilloso con la comida... —¿Después de todas las charlas sobre cómo su gente se moría de hambre se atrevió a actuar como un niño mimado, mh? Era un buen material de burla para más tarde.
El príncipe sonrió, dispuesto a hacer otro comentario sarcástico tras tragarse entero a uno de sus peces, pero el sonido que hizo Link en cuanto sus dientes hincaron el asado fue... bueno...
No esperaba un fuerte gemido de placer, la verdad, sin embargo el hyliano cerró los ojos descaradamente y procedió a... a... ¿cómo se atrevía?
—¿Podrías, por favor, no tener orgasmos sobre nuestra cena mientras intento comer?
—No me arruines este momento, Rojo.
—Yo también estoy intentando comer y lo último que necesito es oírte hacer ciertos sonidos.
—No me importa, pero, de verdad, ¿qué carne es esta? Es... ¡divina! —Vaya, la cosita realmente amaba la comida, ¿eh? Sus ojos brillaban positivamente y de repente nada parecía ir mal en su pequeño mundo. Vaya, ya ni siquiera parecía disgustado de estar en la misma habitación de Sidon. —. Creo que nunca comí algo como esto... ¡Es tan... rico! Pero tan magra y tierna... es claramente carne roja, pero no es de vaca ni de ciervo ni nada que haya probado. ¿Oh? ¿Y eso es brócoli fresco? No creo que los haya comido en años...
¿Ésta iba a ser la norma de sus comidas? Sidon casi estuvo tentado de ocupar su lugar, tirarse a la piscina y devorar sus cosas él solo. Por otra parte... la comida era la primera cosa (Aparte de todo el asunto de la liberación hyliana) por la que la plaga mostraba verdadera pasión.
Tal vez podría prestar atención durante un tiempo, sólo para aprender lo que realmente le gustaba y lo que no.
Mientras se echaba otro pescado a la boca, Sidon no pudo evitar sonreír con satisfacción, sin duda iba a decir a las camareras que incluyeran nata doble en todas las raciones a partir de ahora.
· · · ◦ ☽✮☾◦ · · ·
—¿Cuándo vas a dormir?
Sidon se consideraba bastante flexible, pero ya era más de medianoche y todas las antorchas luminosas seguían destapadas en la habitación, iluminándola como si aún fuera de día, e incluso desde su piscina podía oír el constante golpeteo del bastón del hyliano contra el suelo. La mayor parte de la habitación ya había sido vaciada, todos los papeles archivados en un rincón con algún tipo de orden que Link no se molestó en explicar.
Al menos su habitación ya no parecía una papelería y el hyliano más o menos preparó tanto su cama como su estudio en un rincón como se suponía que debía ser.
—Pronto. Estoy terminando algunas cosas. Empiezo a verle sentido a estar aquí.
—No me digas.
Una vez más, la mayoría de la gente vendería un hígado por una oportunidad de convertirse en la amante del príncipe o en el estratega de guerra personal del príncipe, ambas posiciones que Link estaba cubriendo ahora (Bueno, en teoría, la parte de concubina estaba lejos de ser real) y, aún así, se aseguró de repetir una y otra vez lo poco que le gustaba la situación.
—¿Sinceramente? Acepté,porque el premio al final es bueno. —Sí, el premio que Sidon no iba a concederal final. Demasiados Zora adoraban su nuevo e inmenso lago, a diferencia delmar, no les irritaba las branquias y... se iba a quedar como parte del Dominio.Si los Hylianos realmente querían algo, podían reclamar el Lago Faroria,después de todo, las repentinas y peligrosas tormentas eléctricas hacían la zona indeseable para la gente de Sidon. —. Y, bueno, planeaba intentar hacer control de daños para mantener al menos a mi gente a salvo, pero...
Por supuesto que había razones egoístas detrás de las acciones de Link, pero ¿quién era Sidon para juzgar eso? Sus propias razones eran tan egoístas como las del otro.
—¿Creo que puedo hacer algo bueno aquí?
—Y- —El príncipe bostezó, no tenía interés en charlas como esta y fue un alivio cuando Link comenzó a caminar cubriendo las diversas fuentes de luz— ¿Y qué quieres decir con eso?
El hyliano se encogió de hombros, solo respondió con una sonrisa burlona antes de dejar caer su cuerpo sobre una de las almohadas
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