Cuando todo el mundo te considera un inútil...
Muzun y Link eran una pareja hecha en el infierno, y Sidon no podía evitar arrepentirse de cualquier elección en su vida que llevara a la decisión de juntarlos; se llevaban demasiado bien para su gusto. Y pensar que siempre trató de impresionar al mayor, uno de los pocos verdaderos amigos de su padre antes de su enfermedad, y en lo que Sidon fracasó en años, Link lo consiguió en cinco minutos al ponerle delante de las narices algo que había escrito y obtener de algún modo su plena aprobación.
¿Qué había en ese papel? No tenía ni idea, ya que en cuanto intentó acercarse a echarle un vistazo, Link lo desmenuzó todo y se lo comió, y aunque se sintió ofendido, el anciano se rió entre dientes, murmuró algo sobre que hacían "buena pareja" y volvió a centrar su atención en los documentos de Link.
—Entre Sidon y yo sólo logramos recuperar y organizar dos años de mensajes- —el tiburón refunfuñó ante las palabras del hyliano, él fue quien terminó pidiendo como un idiota todos los informes, lo único que hizo Link fue ponerlos todos en orden cronológico. Y leerlos todos. Y hacer una lista completa de todas las inconsistencias entre ellos. Aun así, él fue el que puso el rostro molestando a la gente que trabajaba en varias oficinas—. Y la persona que está detrás de los informes falsificados ha estado activa al menos durante todo ese tiempo.
—Ya veo...
—Y... sobre todo, pidiendo suministros. Dos veces para áreas que ya perdimos. Por lo demás, está dando informaciones que no coinciden con nuestros movimientos reales por lo que puedo recordar. Admito que no puedo hablar por todas las unidades, pero puedo asegurarte que, en enero, mis hombres no estaban en la Meseta de Esgar; no nos necesitaban por la plaza, estábamos manteniendo la línea con las tropas de la señora Eshei.
—Por no mencionar que no puedo imaginarte llamando a nuestro amado príncipe 'su alteza' o expresando admiración de ningún tipo fuera de tu acto.
—E x a c t o.
Sidon gruñó unas silenciosas protestas, pero tanto Muzun como Link agitaron sus bastones en su dirección haciéndole callar. ¿No era fantástico? Si no necesitaba el centenar y no podía montar una escena contra uno de los ancianos más respetados... se quejaría en voz alta.
—He resaltado todas las anomalías que he podido encontrar en los informes y me gustaría que les echaras un vistazo cuando vuelvas a tus aposentos.
Tuvo que luchar contra una mueca allí, se sentía apartado de la discusión, ya que el otro seguía ignorando la mayoría de sus comentarios para seguir charlando entre ellos. Que sí, que la idea de contratar a Link había sido suya en primer lugar y, sí, quizás el hyliano era un tormento para trabajar junto a él, pero había habido resultados.
Aun así, el documento que le estaba entregando a Muzun parecía más largo que la lista que le había ofrecido antes.
—O podríamos leerlo todos juntos —comentó entre dientes—. No hay secretos entre nosotros, ¿verdad?
Link inhaló bruscamente antes de soltar un gruñido molesto.
—No hay nada aquí que no hayas leído antes.
—Entonces no veo por qué el anciano Muzun no debería compartirlo con nosotros dos.
—Porque cada vez que comparto que alguien me parece sospechoso, o bien descartas mis preocupaciones o me dices que la persona de la que desconfío nunca haría nada malo —señaló Link—. Tratar de cooperar contigo puede ser bastante... agotador.
¡Claro que sí, acusando al anciano Viri! Pero antes de que Sidon pudiera replicar, un bastón se interpuso entre ellos para detener cualquier posible pelea.
—Ya, ya... no se comporten como niños ustedes dos. Estamos aquí para trabajar, pueden coquetear después.
Por una vez, Sidon y Link estaban de acuerdo en algo mientras hacían una mueca ante la simple idea, aunque estaban contentos de que su acto funcionara con otros, era inquietante escuchar ese tipo de comentarios de una de las pocas personas que sabían la verdad. Rayos, además de Muzun ¿quién lo sabía? El segundo al mando de Link que se hizo cargo de la unidad y... ¿nadie más?
—De acuerdo. Discutiremos más tarde. Aun así, añadí algunos comentarios personales en mi carta y prefiero que lo compruebes por tu cuenta.
Muzun asintió, colocando los papeles en su bolso personal
—Bueno, si es algo personal, creo que nuestro príncipe lo entenderá. —Con eso, Sidon supo que toda la discusión había terminado. Link cedía a los sentimientos, de vez en cuando dejaba pasar cosas cuando estaba demasiado enojado, pero Muzun... él era algo diferente—. ¿Verdad?
—Así es... —respondió entre dientes. Oh, iba a descubrir lo que Link le ocultaba de un modo u otro.
—De todos modos... —Link se dejó caer en una de las grandes almohadas, probablemente cansado de moverse todo el día—. La razón por la que pregunté por ti es: los otros miembros del consejo te escuchan mucho más de lo que lo hacen con Rojo.
—¿Cómo dices? —La indignación era clara en su voz.
—Sólo digo la verdad, chico. Sonríen y actúan como si fueras un gran y maravilloso rey en proceso, pero oigo muchos comentarios desdeñosos que eres demasiado ingenuo para notar. Me irrita y ni siquiera me importas.
Antes de que Sidon pudiera replicar, Muzun se interpuso una vez más entre ellos, probablemente para evitar peleas innecesarias.
—El hyliano no está del todo equivocado, príncipe, pero esto hay que arreglarlo más tarde. Ahora, ¿por qué mi posición es importante para ti, centenar Link?
—Necesito ayuda para infiltrarme en la corte de Viri. —Sidon se congeló ante eso. Pensó que toda la discusión había sido resuelta antes, pero Link apenas le ofreció una rápida mirada antes de continuar—. No tenemos ninguna pista actual, pero lo escuché mencionar cosas que no debía saber aún y si hay un topo en el castillo, tal vez sea uno de sus sirvientes y también podría ser importante para su seguridad averiguar quién está contra nosotros.
¿La peor parte? Si Link ponía las cosas de esa manera, Sidon no tenía nada que objetar, aunque podía notar que el hyliano no estaba siendo completamente honesto. Iba a sonar como un irracional.
—Ya veo. Se puede hacer. Tendrás que estar preparado si quieres intervenir.
—Eh, honestamente, sueno bastante tonto la mayor parte del tiempo, sólo diré que me siento solo cuando mi príncipe está demasiado ocupado o alguna mierda así.
—Todavía se espera que estés completamente preparado en un tema específico.
Sidon frunció el ceño, mientras que la respuesta de Link vino como una cara de disgusto y un gesto general de la mano, como si estuviera tratando de descartar pensamientos desagradables.
—¿Sinceramente? Sólo dame un curso intensivo sobre el sexo entre Zoras y creo que habremos terminado.
Oh.
Oh, claro, bueno, estaba aliviado de que Link le pidiera aclaraciones a Muzun en vez de a él y-
—Me temo que no será tan fácil ni agradable. —Las orejas del hyliano se movieron hacia abajo y la aleta de Sidon hizo lo mismo, a ninguno de los dos le gustaba el tono de voz divertido del anciano—. Se supone que lo conoces muy bien, si se difunden voces sobre que careces de conocimientos básicos sobre sus preferencias, la gente empezará a dudar de tu posición.
—¿Estás tratando de decirme que él... ¡ES UN NIÑO!? —Realmente no le gustaba como Link pasó de considerarlo un imbécil de mente maestra a, básicamente, un gran bebé que odiaba desde que empezaron a trabajar juntos, pero la conversación logró incomodarlo tanto en este momento que no se atrevió a hablar.
—Nuestro príncipe es un niño ingenuo en muchos aspectos menos en ese. Sus escapaditas con Redo no son precisamente un secreto para nadie.
Sidon quería cavar un hoyo y esconderse en él. ¿Cómo? Siempre habían sido más que discretos al respecto-
—Así que se espera que yo sepa al menos lo que los demás saben de él, ¿no? Oh, esa va a ser una gran conversación- espera, ¿no es Redo el tipo escultor?
Vale, no había hueco lo suficientemente profundo para eso, casi se había olvidado de que se cruzaron cuando Link se mudó. Tener una cortesana no significaba mucho en el gran esquema de las cosas y sus amantes ocasionales decían que no era gran cosa, pero...
—Suponiendo que batee para ambos lados. —Casi quería hacerle saber al hyliano que claramente también podía equivocarse, pero por una vez no quiso—. ¿Por qué estoy vestido de mujer? No me importan las túnicas, pero ¿sabes cuánto tiempo pierdo cada mañana entre el pelo y el maquillaje?
El dedo de Sidon apuntó inmediatamente a Muzun, por una vez él no era el culpable, sabía que era más que nada para mantener una fachada considerando que se suponía que se casaría con Kada eventualmente, pero...
—Tu reputación te precede, centenar, nadie creería que, de todas las personas, aceptaste ser un trabajador sexual para el príncipe. —Link chasqueó la lengua ante eso, aparentemente de acuerdo con la explicación de Muzun—. Especialmente considerando tu comportamiento durante las últimas batallas.
Link agachó las orejas una vez más y Sidon enderezó la espalda, su interés en la conversación repentinamente renovado. ¿Estaba Muzun a punto de darle una reprimida al hyliano?
—Pero no estamos aquí para discutir eso. —Aw—. Ahora... realmente no planeo sentarme aquí mientras haces una lista de las manías del chico, tengo cosas que leer. Sobre esa cosita... —el anciano se mordió los labios, mirando en dirección a Sidon antes de sacudir la cabeza antes de hablar una vez más—. He tenido esa opinión desde hace años, sólo que no puedo encontrar ninguna prueba tangible ni se me permite estar cerca de mi viejo amigo nunca más. Consíguenos una pista y te ayudaré a seguirla.
Link respondió con un movimiento de cabeza y toda la reunión pareció haber terminado, ya que el anciano comenzó a caminar hacia la puerta. Espera... ¿eso era todo? Tanto Link como Muzun parecían satisfechos, como si hubieran conseguido exactamente lo que querían y-
—Iré a disfrutar de una pequeña charla con nuestro amigo Viri, le convenceré de que te dé acceso a su pequeño harén para que puedas aprender más sobre tu trabajo. Confío en que no desaprovecharás esta oportunidad. —El hyliano sólo asintió una vez más, mordiéndose los labios y aparentemente buscando papeles vacíos.
—Sólo necesito saber con antelación cuándo voy a tener permiso para entrar. Necesito vestirme y lucir elegante, eso lleva tiempo.
Sidon quería objetar que nada de lo que hiciera Link le hacía lucir mejor, sin importar cuánto pelaje se arrancara de las piernas o cuánto pasara peinando la mata amarilla de su cabeza. La falta de joyas era una ofensa para el propio príncipe, era como decir que no podía permitirse el lujo de decorar el cuerpo de su propiedad. No, propiedad no, Link se enfadaba cada vez que se dirigía así a la gente y Sidon no estaba de humor para más peleas.
—Bueno, señora Servilia... —Muzun le ofreció una media reverencia—, La dejaré con nuestro precioso príncipe para que ustedes dos puedan disfrutar de la maravillosa conversación privada que les espera. Trata de no matarlo.
—No puedo asegurar una mierda, viejo, pero me tomaré más en serio mis deberes de niñera a partir de ahora.
Sidon puso los ojos en blanco, no le gustaba nada que le consideraran un crío, pero no quería armar una escena mientras Muzu estuviera allí; sabía que no era de los Zora que valoraban la cortesía por encima de todas las cosas, pero si ya le consideraba un crío no quería cimentar esa opinión.
—Bien. Y tú, Sidon... —El Zora rojo enderezó la espalda, era raro que alguien lo llamara por su nombre y... aunque se suponía que eso no le gustaba, en realidad era... ¿agradable?—, trata de llevarte bien con este hyliano, es una preciada posesión.
Se giró para mirar a Link, pero no parecía ofendido por aquella afirmación, sino todo lo contrario. Era casi como si el anciano acabara de ofrecerle uno de los mayores cumplidos que podía hacerle. Ugh, Sidon no entendía a esa cosa.
—Como desee, anciano.
Y con eso, Muzun se fue. Dulce Hylia, ¿eso era todo? ¿En serio? Seguía sintiendo que se guardaban las cosas entre ellos, pero ¿cómo iba a quejarse si nadie más conocía todo el plan y las otras dos personas involucradas eran las que lo mantenían a oscuras?
Estaba a punto de volver a su piscina cuando sintió que Link le tiraba de la cabeza para llamar su atención. El contacto físico con personas que no eran cercanas estaba mal visto en la sociedad Zorana, pero después de acurrucarse en público con el hyliano durante días, simplemente dejó de importarle, no es que le gustara, pero ya no le importaba que lo tocaran en privado.
—Toma asiento, tenemos que planear lo que voy a contar cuando esté con las otras concubinas.
Sidon apretó la mandíbula, no le gustaba el tono de asco que tenía el otro.
—Acerca de la pierna, no voy a avergonzarte en público, diré que siempre eres un amante gentil, pero pusiste demasiado peso encima y estoy esperando que mejore, pero... —Los labios de Link se cerraron en una delgada línea mientras se preparaba con tinta y papel, aparentemente preparándose para una tarea increíblemente desagradable—, Rojo. Tuviste amantes. Estoy esperando saber todo lo que te gusta, más o menos, así que... es hora de que me digas todo lo que te excita.
Genial. Esto iba a ser un infierno de conversación.
· · · ◦ ☽✮☾◦ · · ·
Tanto Sidon como Link estaban más que satisfechos al descubrir que la mitad de los... intereses del príncipe no podían aplicarse a un hyliano, porque no poder respirar bajo el agua representaría un problema. Y eso les permitió acortar mucho la lista y que el Zora conservara algo de su dignidad.
Algo.
Seguía odiando tener que compartir detalles tan privados sobre sí mismo con la persona más arrogante que había conocido en toda su vida, al menos Link se abstuvo de comentar o juzgar, pero no se perdió un par de miradas extrañas cuando mencionó ciertas cosas. Todo era por un bien mayor y él iba a hacer que Link se arrepintiera de todo lo que hiciera y dijera en cuanto terminara la guerra, eso seguro.
Sólo necesitaba tragarse su orgullo por un rato y luego tomar todo el crédito por la victoria, si el nombre del hyliano alguna vez salía a la luz, sólo sería elogiado por usar a uno de su especie. Sin embargo...
La cabeza de Sidon salió del agua cuando, contra toda razón, empezó a hablar con su supuesto aliado.
—Escucha, sé que piensas que soy un inútil... —Un gruñido fue la única respuesta que recibió, ya que el otro estaba ocupado emplastando su cara con esos pigmentos que tanto gustaban a las mujeres hylianas—, pero no me gusta que me excluyas de lo que estás planeando con Muzun. Lo sé, no entiendo todo por completo, pero seguimos siendo aliados y lo intento por mi parte. Es... frustrante que te traten como al idiota del grupo.
La respuesta a esto fue un suspiro de alguna manera diferente a los habituales 'me molestas' de Link, terminó de pintarse los labios y volvió a ponerse de pie, acercándose lentamente a la piscina de Sidon. En realidad, Link había estado un poco diferente desde que hablaron antes sobre los ancianos, aunque el Zora aún no podía precisar exactamente qué había cambiado.
—Ayúdame, chico, tenemos que hablar.
Parpadeó confundido antes de darse cuenta de que el otro le estaba pidiendo apoyo mientras intentaba sentarse cerca de los bordes del agua, su pierna que no se doblaba dificultaba ese tipo de movimientos, y Sidon se molestó en salir del agua, agarrarlo por las caderas y colocarlo suavemente en el suelo antes de volver a su posición original.
Ese era... el tono más calmado que Link había usado hablando con él y por razones que no podía entender del todo, no quería arruinar eso. Sea lo que sea.
—Entonces... —El hyliano parecía luchar para encontrar las palabras por una vez y chasqueó la lengua antes de continuar—, como estoy tratando de llegar a un acuerdo con el hecho de que no eres esta mente maestra del mal que me imaginaba que eras antes de venir aquí... —Sidon frunció el ceño ante eso—, tienes que aceptar el hecho de que no te considero preparado para manejar esto, no cuando eres tan inflexible a la hora de defender a cualquiera que traiga como posible sospechoso.
Intentó abrir los labios para hablar, pero el hyliano le tapó la boca con una mano, las orejas crispadas y la cara contraída en lo que era un claro intento de ocultar lo doloroso que le resultaba inclinarse hacia delante con la pierna en medio.
—Nos caemos mal y eso está bien, pero necesito que creas que estoy actuando por tu causa, porque también lo hago por la mía.
Y Sidon necesitaba que las cosas siguieran así. Oh... oh. Necesitaba informar a Muzun para mantener su secreto también, ¿no? Lo último que necesitaban era que Link descubriera que el príncipe no tenía poder de decisión sobre la Presa por su cuenta.
—No tengo respuestas claras para ti en este momento, es por eso por lo que me expongo a investigar-
—Sólo vas a conocer a otras concubinas, ¿qué esperas aprender de ellas?
Otro suspiro cansado, de esos que al príncipe le desagradan de verdad. Sentía como si el otro le estuviera dando a entender que a estas alturas estaba dispuesto a darse por vencido.
—Es sorprendente lo mucho que puedes aprender cuando la gente apenas valora tu presencia, Rojo, simplemente eres... invisible. Y eso es exactamente lo que necesitamos.
—¿Y necesito confiar en ti, mh?
Link dejó escapar un sonido frustrado.
—Tú eres quien me puso aquí, Rojo. Y aunque estaría tan, tan tentado de ver arder el Dominio... —El príncipe hizo una mueca al oír eso, no era la primera vez que el hyliano decía cosas así y aun así le irritaba de sobremanera—. Seré leal a la reina Zelda hasta el final.
Cierto, antes mencionó que la princesa hyliana seguía viva y bien escondida
—Mientras nuestro contrato no cambie eso, significa que tú también tienes mi lealtad.
La cola de la cabeza de Sidon se movió nerviosamente ante eso y pudo notar que Link lo notó por un cambio en su postura, afortunadamente logró pensar lo suficientemente rápido en una excusa válida para su reacción.
—¿Así que si tu reina te dijera que me traiciones, lo harías?
—Sí. —La franqueza y honestidad de las respuestas del hyliano aún lograban sorprenderlo. Sidon se quedó mirando los ojos azules de Link, tan llenos de determinación, durante un largo momento, sólo para que se encogiera de hombros y volviera a hablar—. Pero como he dicho: tenemos un contrato aquí y mientras no jodas las cosas seremos aliados.
Casi estuvo tentado de preguntar qué pasaría si cambiaba de opinión, pero... no, no necesitaba plantear esa pregunta, no ahora. Cuando el príncipe se decidió a hablar de nuevo fue sólo para murmurar un "Bien" disgustado que apenas obtuvo reacción alguna del hyliano.
—En fin... intentaba decir... que me iré a investigar. Y aunque no me siento seguro de compartir lo que sospecho contigo por ahora, al menos puedo garantizarte que te contaré cualquier cosa relevante que pueda probar.
Todavía le parecía injusto, pero si Muzun confiaba en el hylianon y si era tan devoto a su propia causa... Sidon iba a aceptarlo. Mientras Link aún parecía tener cosas que decir, el príncipe salió una vez más del agua, levantándose y sosteniendo al pequeño hombre entre sus brazos, ignorando eventuales protestas. Ropa mojada, ¿por qué era un problema para los hylianos de todos modos?
—Lo entiendo, idiota, necesito confiar en ti y blah, blah, blah. No puedo decir que lo haga, pero en este punto, estamos avanzando y no creo que pueda retirarme ahora. Sigue haciendo retroceder a las Gerudo y toleraré tu comportamiento irritante. Ahora.... Has terminado de prepararte para este viaje sin sentido, ¿verdad?
Cuando Link volvió a su comportamiento más que molesto, Sidon casi se sintió aliviado, ahora era un terreno familiar con el que trabajar. Lo que sea que haya visto antes, era mejor que se hubiera ido.
—Supongo que sí, no creo que los Zora sepan mucho acerca de los estándares de belleza hyliana de todos modos.
—No puedo decir que lo hagamos, tienes una obsesión tan patética por tu pelaje corporal...
—Lo dice el que se pule las escamas cada dos por tres. Y, escucha, antes de venir aquí nunca me afeitaba, créeme cuando te digo que lo odio con pasión.
Sidon puso los ojos en blanco, antes de agarrar el bastón del otro hombre y acercarse a la puerta.
—Como quieras. Pon tu mejorsonrisa, centenar, es hora de nuestro espectáculo habitual.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro