Unas segundos después Gulf reacciona y corre en la dirección que Mew había salido, la había cagado, sabía que la había cagado horriblemente y tenía que solucionarlo.

Puede divisar a el azabache charlando con un chico, bufa tratando de controlar sus celos y sin pensarlo dos veces se acerca a ellos con pasos "dominantes" pero era gracioso, porque parecía más un gatito enojado.

Mew siente la presencia de Gulf detrás suyo y gira encontrándose con el ojicafe, éste lo mira y luego le dirige una mirada seria al otro chico, tenía ojos cafés claros casi como los de él, cabello castaño con reflejos, tez blanca y una media sonrisa, era bonito pero aún así no dejaba de mirarlo mal.

El mayor lo estaba mirando pero estaba en silencio, claramente no tenía nada que decir.

— ¿Podemos... hablar? Solos.— murmuró el más bajo mirando de reojo al ojicafe.

Mew suspiró y se volteó mirando al de tez blanca.

— Fue un gusto volver a verte, Sam. Espero sigamos en contacto, pero tengo que irme, nos vemos luego.— ambos sonrieron y Sam asintió sin nada más que decir para así girarse e irse.

Gulf jugaba con sus manos antes de hablar mientras mantenía su mirada fija en éstas, Mew sólo lo miraba esperando que hablara, estaba muy dolido y muy decepcionado. Ver a su casi novio besando a otro chico fue como agujas entrando a su corazón, y joder, no se sentía nada bonito, pero intentaba disimularlo, y lo hacía bastante bien.

— Yo... lo siento muchísimo, ¿si? Sé que lo que pasó no estuvo para nada bien, pero te juro que no lo hice con intención, quise besar su mejilla porque me lo pidió y él volteó el rostro. No fue nada voluntario de mi parte, créeme, de verdad, perdón.— balbuceó hablando rápido y nervioso, pero el mayor había logrado entender todo, aunque su mirada inexpresiva aún seguía, como si Gulf no hubiese dicho nada.

— Te vi coqueteándole Gulf, maldición.— negó desviando la mirada.— Aunque no tienes que darme explicaciones, al fin y al cabo no somos nada.— escupió las palabras y le dolió más a él que a Gulf.

Eso fue un golpe muy pero muy bajo para el menor, tenía razón, joder, no eran nada pero aún así Gulf quería y sabía que tenía que darle una explicación.

— Pero quiero que entiendas que no quiero a otra persona más que ti, Mew. Seamos o no seamos pareja, te quiero a ti y a nadie más. Perdóname, ¿si? Mierda.— suspiró viendo como Mew no cedía, si no todo lo contrario.

— No tengo ganas de esto, Gulf, no creo que vaya a funcionar. Nos vemos.— apenas terminó de decir se dio media vuelta y se alejó de Gulf saliendo del lugar.

Es muy fácil lastimar y pedir perdón, ¿cierto? Porque eso es lo que saben hacer todos, victimizarse y luego pretender que todo está bien cuando nada es así.

Mew salía del centro comercial reteniendo sus lágrimas y mordiendo su labio que temblaba. Él estaba dando y dejando todo por ese maldito pequeño y él lo tiraba todo por la borda como si nada de lo que estuviese haciendo por él valiera pena.

Porque al fin y al cabo nadie valora lo que tú haces por ellos.

Mew tenía un horrible dolor en su pecho y unas terribles ganas de llorar, pero no lo haría, porque él era mucho más que eso.