Gulf se aleja incómodo y vergonzoso desviando la mirada y jugando con sus manos. Mientras Mew le pide disculpas en voz baja y se levanta atendiendo la llamada.

— ¿Hola? — habla el ojinegro en un tonto bajo, pero aún Gulf podía escuchar lo que decía.

...

— Hmm... Sí, cariño... Sisi, en unos minutos estoy ahí, lo siento por no estar antes, amor.— balbucea el mayor, el ojicafe siente una punzada en el corazón al escuchar los apodos que estaba usando.

— Espérame en casa, ya llego, mi niña... De verdad lo siento.— luego de unos segundos Mew corta la llamada y Gulf se encuentra aún mirando sus manos, con un ligero dolor en el pecho pero lo disimula.

— Yo, lo siento mucho Kana, no quiero tener que irme así, pero me esperan en casa.— Hace una leve mueca y le tiende la mano al otro para ayudarlo a levantarse.

Gulf asiente aún sin mirarlo y Mew frunce el ceño pero decide no preguntar.

— Ya es muy tarde y no quiero que te vayas solo, te acompaño hasta tu casa, ¿quieres? Para compensar que debo irme.— lo mira con una media sonrisa pero el castaño niega.

— N-no, no es necesario. Puedo ir solo, tú estás apurado.— murmura — Luego editaré el vídeo y lo subiré. Nos vemos luego, Mew.

Apenas termina de decir y se gira, caminando en dirección contraria y alejándose del azabache. Mew lo mira irse un poco confundido por su actitud pero suspira sacando su celular para llamar un taxi, su mejor amiga lo esperaba en casa.

...

Gulf caminaba cabizbajo hasta su casa, estaba dolido y un poco decepcionado. Había sido doloroso escuchar como le decía de esa forma a otra persona cuando estuvo a unos segundos de besarlo. Y cuando juraba que él le encantaba y gustaba mucho.

Pero que podía esperar de alguien que conocía por comentarios en sus Tik Toks. Suspira mordiendo su labio para no llorar.

Encima de todas las cosas, no podía negar que tenía miedo, era muy de noche y el lugar por donde pasaba estaba muy solitario.

No había aceptado la propuesta de Mew porque tenía un poco de orgullo y dignidad, pero en esos momentos se estaba arrepintiendo.

Se sobresalta al sentir a alguien muy cerca de él, su corazón latía muy rápido y fuerte.

De un callejón apareció alguien más y en unos segundos ya se encontraba acorralado.

Cierra sus ojos con fuerza y maldice pidiéndole a Dios o al cielo que no le hicieran nada... pero, ya era muy tarde.

Uno de los chicos lo agarró bruscamente por la cintura tapando su boca y los otros le seguían. Gulf pataleaba y trataba de gritar, mientras lágrimas salían de sus ojos, pero era más de frustración que de otra cosa.

Trata de morderlo y grita muy fuerte pero era en vano.

— ¿Por qué te resistes, amor? Si se nota que eres una putita vestido de esa forma.— murmura en su oído burlón.