Habían pasado los días desde el incidente del desayuno con Yeonjun y ahora parecía estar ese tema en el olvido, ambos se encontraban en el césped recostados mientras miraban el cielo y los frondosos árboles sobre ellos, el cantar de las aves junto el viento levantando las hojas secas dejaban una situación un poco relajante. Soobin parecía demasiado cómodo en el pecho de Yeonjun y el rubio apoyó su mentón en su coronilla.

ㅡPodría dormirme ahora mismo estando entre tus brazos, Cabeza de Sol. ㅡSoobin murmuro roncamente, relamiendo sus labios resecos.

ㅡTú donde sea te quedas dormido, Binnie, eres un perezoso. ㅡChoi sonrió adormilado cuando la risita dulzona de Yeonjun llenó sus oídos.

Su risa era el mejor cantar que el de las aves, saber que esa contagiosa melodía alteraba su corazón dejaba a Soobin en un estado crítico. Sin embargo, la relajante tarde pronto les haría correr hacia la cabaña, puesto que pequeñas gotas heladas de la prometedora lluvia comenzaron a empapar los rostros de los dos melosos jóvenes.

ㅡ¡No puede ser! ㅡYeonjun chilló levantándose junto a Soobin y correr en dirección a su hogar, prácticamente la madre naturaleza los estaba corriendo del aire fresco y eso al híbrido le enfadaba.

Soobin se lanzó en el sofá cómodamente cuando la lluvia se intensificó de poco en poco, volviéndose por fuera de color grisáceo debido a las fuertes gotas caer a montones y el aire frío congelando sus huesos. Yeonjun había ido por una manta, tal vez si pasaba el resto de la tarde junto a Soobin en el sofá se sentiría similar la tranquilidad, su corazón latía felizmente ¿por qué? Yeonjun sabía que la razón era el gruñón tigre en el sofá, su preciosa y blanquecina sonrisa le hacía perderse tan fuertemente en sus pensamientos, pero ¿por qué de todos los chicos existentes en el mundo, Choi Soobin tuvo que ser el que se haga dueño de sus sentimientos? Aquél gatote salvaje llegó tan peligrosamente al corazón de Yeonjun para gobernar en él y parecía que no iba a irse nunca de él.

El rubio de solo recordar sus besos, sus caricias, su mirada, le hacían perder los estribos, queriendo gritar a los cuatro vientos que su dueño era nada más y nada menos que Choi Soobin.

ㅡ¿Binnie? ㅡPreguntó una vez estuvo de vuelta, la cabellera pelinegra de Soobin se asomó a su campo de visión y seguidamente sus ojos penetrantes y oscuros se fijaron en su pequeño ser.

ㅡ¿Mh? ㅡSoobin bajó sigilosamente su mirada por el cuerpo de Yeonjun, como todo un felino al acecho y sonrió lentamente al ver la manta en sus manitosㅡ Ven aquí, bebé.

Yeonjun prácticamente corrió a sus brazos, recostándose en su pecho y cubrirse con la enorme manta, besos se esparcieron por sus preciosas y regordetas mejillas, junto a caricias en su espalda y ronroneos satisfechos por parte del híbrido.

ㅡ¿Estás cómodo, Cabeza de Sol? ㅡPreguntó Soobin en un dulce susurro, haciendo sentir a Yeonjun protegido.

ㅡUhúmm. ㅡYeonjun cerró sus ojos dispuesto a quedarse dormido en aquélla tarde con una relajante lluvia estremeciendo sus oídos y un chico hermoso dándole besos en su coronilla. Simplemente delicioso.

Soobin simplemente observó a su niño dormir, tan precioso como delicado, pero a su vez fuerte y valiente, Yeonjun parecía estar sediento de amor y cariño, Choi al principio pensaba que nunca podría ablandar su corazón con él, sin embargo, Yeonjun inconscientemente lo logró. Logró adueñarse de sus sentimientos y sus suspiros, su natural ternura, endulzó al híbrido, haciéndole saber que su verdadero amor era él, el chico de las mejillas regordetas y con ese auténtico sol en su cabeza, Yeonjun era su alma gemela, lo sentía... Soobin lo sabía.

Y su fiera despertó para proteger a su pareja.

El lado sobre protector de Soobin salió a flote desde el momento que vio a Yeonjun con aquellos arañazos en su precioso y sensible cuello, heridas que solo fueron sanadas con besos y marcas suyas. Porque ellos se complementaban, Soobin era el bálsamo de Choi Yeonjun.

ㅡBin... ㅡYeonjun susurró entre sus sueños, atrapando la atención del nombrado y protagonista de sus sueñosㅡ Te adoro...

Un fuerte sonrojo color durazno se adueñó de Soobin, sus mejillas notoriamente teñidas dejaban un suave y encantador aspecto a la persona del tigre, la risita tímida no tardó en hacer acto de presencia y jugó con sus propios cabellos

ㅡTe adoro más, Yeonjunnie... ㅡRespondió con el mismo tono dulce, dejando un cálido beso en la frente de su pequeño sol.

Y Soobin durmió, durmió sabiendo que alguien más le adoraba a pesar de sus defectos.

La lluvia continuaba, y a pesar de que las nubes eran dueñas del cielo, no fue impedimento para hacerle saber al mundo que la luna estaba brillando por sobre ellas. Soobin protegía entre sus brazos a Yeonjun mientras dormían en la oscuridad de su hogar, un momento tan acogedor que cualquiera querría estar en el lugar junto a ellos. Sin embargo, nada dura para siempre.

Un fuerte rugido se escuchó fuera del hogar, uno lo suficientemente fuerte para hacerse notar entre todo el ruido de las hojas de los árboles chocar y el furioso caer de las gotas de lluvia contra el suelo.

Soobin rápidamente abrió los ojos y levantó la cabeza en dirección a la puerta, todo estaba oscuro y su pequeño dormilón sol no había dado señales de vida desde que se acomodó entre sus brazos. Creyendo que solo era un sueño o alguna alucinación, volvió a acomodar su mentón en la coronilla de Yeonjun, no sin antes dejar un casto beso en sus labios.

ㅡCariño. ㅡMurmuró dulcemente, intentando captar la adormilada atención de Yeonjunㅡ Despier-...

Otro rugido se oyó fuera del hogar y seguidamente, una voz desesperada.

ㅡ¡Soobin, maldita sea, abre la puta puerta! ㅡLa conocida voz de Hueningkai se hizo notar entre la lluvia.

Yeonjun despertó cuando Bin salió disparado fuera del sofá, corriendo hasta la puerta y abrir ésta. Huening estaba con sus cabellos castaños pegados a su frente, sus ojos brillaban fuertemente en un verde furioso, pero en ellos se reflejaba la desesperación, la necesidad.

ㅡ¡¿Qué sucede?! ㅡSoobin habló con preocupación en su voz, notando la mirada de Huening, deseando decirle algo con ellaㅡ ¡¿Le ha pasado algo a tu manada?!

Kai negó rápidamente, su pecho subía y bajaba desesperadamente y su respiración estaba irregular, la pantera luchó por tragar el fuerte nudo en su garganta.

ㅡ¿Estás bien, Hyuka? ㅡLa somnolienta y dulce voz de Yeonjun se escuchó detrás de la espalda de Soobin, Yeonjun lucía igual de preocupado y aunque haya tenido malentendidos anteriormente con la pantera, su bondadoso corazón se hacía líder de las situaciones con aquélla, queriendo ayudar a sanar el posible dolor que sentía sus ajenos.

Huening tosió debido al frío y Choi tomó su muñeca, intentando arrastrarle al interior de la cabaña para protegerlo del horrendo frío, pero el menor se zafó de su agarre.

ㅡ¡¿Qué mierda te pasa?! ㅡSoobin explotó ansioso, desesperándose por la lentitud de su amigoㅡ ¡Habla ya!

Y aunque Hueningkai no tuviese las palabras para hablar, no le quedó opción que decir todo entre lágrimas camuflajeándose entre las gotas de lluvia.

ㅡTaehyun...

La respiración de Soobin se detuvo, la expresión de su rostro desapareció y sus ojos se cristalizaron.

ㅡ¡¿Dónde está?! ㅡHabló por fin, Soobinㅡ ¡Dime dónde está mi hermano!

La pantera trago grueso.

ㅡEstá en una jaula en el terreno dónde están acampando los cazadores... ㅡHabló sintiendo ese horrible nudo en su gargantaㅡ Oí a los cazadores que Taehyun está muriéndose en la jaula. Debemos hacer algo, Choi, pero el lugar está infestado de cazadores y no podremos salvarlo.

Soobin inconscientemente dejó caer las lágrimas por sus mejillas, sus ojos brillaban en ese precioso azul profundo, la furia se había adueñado se él. Pero estaba después Yeonjun, personaje a la cuál no quería dejar solo sabiendo que podría sucederle algo.

ㅡVe

Soobin giró al escuchar la voz de su pequeño, tan baja y preocupada. Yeonjun aferraba sus manos a la tela de su camisa, y es que cuando aquéllos asesinos ojos se fijaron en su pequeño ser, se sintió intimidado y diminuto.

ㅡ¿Qué? ㅡPreguntó Choi.

ㅡVe ahora por tu hermano, sálvalo. ㅡRepitió fijando sus ojos en Soobinㅡ Él te necesita ahora mismo y si no te apresuras... no podrá salir bien.

Soobin vio el miedo en los ojos de Yeonjun, pero nunca lo mencionó, estaba tratando de ser valiente, pensando una vez más por los demás que por él.

ㅡ¿Estás segu-...

ㅡYo no soy más importante, Soobin. ㅡEl híbrido se aterró cuando Jun habló por su nombreㅡ Tu hermano lleva tu sangre, y tu deber es ir por él.

Soobin miró a Hueningkai, quien estaba mirando hacia los frondosos árboles.

ㅡNo te preocupes por mí, Binnie. ㅡSusurró Yeonjun en su oídoㅡ Estaré bien cuida de ti y de Taehyun.

Sin más, cerró la puerta, dejando a Soobin afuera junto a Huening, el pequeño rubio estaba ahogando el enorme sollozo de la preocupación, y finalmente...

Se soltó a llorar cuando las pisadas de Soobin y Hueningkai se alejaron de su cabaña, con el corazón en sus manos deseando por el bienestar de su gatote salvaje.

Tan tan tAAAN

voy a intentar tener el capítulo para más tarde como  regalo por la demora

☕Angie quien en realidad no toma café desde hace meses pero el emoji ya es parte de ella