Yeonjun suspiró cansado bajando de su camioneta, el barro creado por la corta lluvia manchó la suela de sus zapatos, haciéndole caminar con sumo cuidado. De sus labios brotó un bostezo y sus ojos pesaban a causa del sueño ganado durante sus largas horas trabajando. Había visto a su asqueroso jefe, quien solo le dedicó una furiosa mirada mezclada con perversión, Yeonjun de solo recordarlo le daba escalofríos por todo su delgado cuerpo, subió los peldaños de madera con cansancio y limpió las sucias suelas con barro en el tapete de entrada, antes de sacar sus llaves e introducirlas en el seguro de su puerta. Vaya su sorpresa fue la que se encontró al entrar.

Sus cansados ojitos se abrieron como platos tras ver a un joven castaño devorar las frutas de su cocina, un chico mayor descansando en su sofá, y por supuesto, su gatote salvaje bajando las escaleras con expresión aburrida.

— ¡Cabeza de Sol! —Soobin le llamó emocionado mientras se acercaba a él, con una preciosa sonrisa en su rostro que a cualquier individuo enamoraría en tan solo un segundo.

Yeonjun cerró sus ojos y recargó su frente en su hombro cuando los brazos del más alto enrollaban su cintura en un dulce abrazo de bienvenida. Yeonjun se encontraba bastante cansado como para reclamar y enfurecerse por la no agradable presencia de esos posibles felinos feos.

—Binnie... —Yeonjun susurró luchando por mantener sus ojos abiertos— Son las tres de la mañana... deberías estar durmien-...do —Bostezó agotadoramente. Dejando que el chico más alto le cargue en sus brazos y le guiase a su habitación.

—Vamos a la cama, Cabeza de Sol. —Dijo dejando el maletín de Choi en el sofá y caminar a las escaleras.

— ¡Rómpelo entero, rayado! —Huening gritó desde la cocina, provocándole un avergonzado sonrojo a los dos individuos.

La risotada de Minho se oyó desde el sofá y Soobin no tuvo más opción que desaparecer por las escaleras con su lindo chico en brazos.

—Binnie... —Llamó en un murmuro Yeonjun, cansado mientras era recostado en la cama.

— ¿Mh? —Preguntó el híbrido yendo al cuarto de baño para llenar la bañera con agua tibia.

— ¿Qué hacen ellos aquí?... —Preguntó optando por sentarse sobre el colchón mientras deshacía su corbata, puesto que sabía que, al estar recostado, caería dormido sin siquiera obtener su ansiada ducha.

—Me sentía aburrido, Yeonjunnie... lo siento si te enoja mucho... —Se disculpó el mayor más alto saliendo del baño para acercarse al rubio y besar su frente— Te extrañé mucho... —Susurró ayudándole a desabrochar su camisa. Yeonjun acariciaba sus cabellos esbozando una adorable y perezosa sonrisa.

—Te extrañé mucho más, gatote...

—Ve a la ducha, Cabeza de Sol, la bañera está lista con las burbujas y el jabón de cuerpo con olor a vainilla. —Dijo el chico de cabellos negros y sonrisa gatuna, descalzando a Yeonjun y sacando las calcetas— Después podrás dormir.

Yeonjun asintió poniéndose de pie y besar la comisura de sus labios.

—Gracias, cielo... —Dijo dulcemente el rubio, caminando casi somnoliento hasta el cuarto de baño, dejando a Soobin sonrojado.

Sí, la Cabeza de Sol me encanta mucho. Pensó soltando un suspiro tras verle desaparecer por la puerta. Seguidamente, fue hasta su guardarropa, sacando prendas cómodas para su chico, preparó su cama, acolchando las sábanas y almohadas perfectamente y se aseguró que toda la cama estuviese fresca para que su pequeño sol pudiese descansar cómodamente. Las últimas noches donde se escabullía para dormir con él, Soobin notó que Yeonjun siempre dejaba la cortina de su ventana extendida excepto en la esquina, donde la débil luz de la luna atravesaba su ventana para iluminar pocamente su habitación, Yeonjun temía a la oscuridad, y odiaba dormir con las luces de la recámara encendidas puesto que eran fuertes y no lograba atrapar su sueño, en cambio, la luna relajaba sus párpados y le hacía perderse en su mundo de sueños en menos de un minuto por lo ligera que era.

Soobin escuchó la televisión de la planta baja encenderse, el volumen era un poco fuerte por lo que cerró la puerta para corroborar que Yeonjun no tuviese molestia con ello. Después de eso, Choi salió de la habitación en busca de un café ligero para su chico, bajando las escaleras apresurado por mimar a Yeonjun después de un largo día de trabajo, Hueningkai y Minho le miraban extrañados tras ver la prisa del joven al poner la cafetera y tomar unos panecillos en un plato. Si Soobin no supiese que lo que hacía era por amor al rubio, posiblemente estuviese sintiéndose extraño al estar tan atento con el rubio. La cafetera anunció que estaba listo y cuando todo preparado, regresó con su Cabecita de Sol, abriendo la puerta de la habitación para encontrarse con la adorable imagen de su pequeño luchar por pasar el hueco de la camisa por su cabeza.

— ¿Binnie? —Yeonjun preguntó atorándose con la prenda en su cabeza— Ayúdame con esta cosa, por favor...

Soobin rió suavemente y dejó el café con los panecillos en la mesita de noche, acercándose a Yeonjun para ponerle bien su camisa de pijama. El rubio rió cerrando sus ojitos cansado, abrazándose al cuerpo del híbrido y respirar su aroma.

—He traído un café con panes, de seguro no has comido nada en la noche. —Soobin sonrió besando sus labios cortamente— Come y después podrás dormir, Cabeza de sol...

—Gracias, Binnie. —Yeonjun besó su frente y tomó la taza con su café, Soobin se sentó en la orilla de su cama y miró a su pequeño Sol comer con cansancio. Después, miró de reojo el reloj colgado en su pared.

3:40am.

—Yeonjunnie, ya es demasiado tarde... —Soobin acarició su espalda.

Yeonjun estaba terminando lo último de su café y cuando por fin dejó la taza y el plato vacío, asintió caminando al cuarto de baño para cepillar sus dientes.

—Lo sé.

— ¿No tienes trabajo? —Preguntó observándole en el lavabo cepillar sus dientes.

Yeonjun hizo un ruido en negación ya que no podía hablar gracias al horrible sabor de la pasta de dientes y Soobin suspiró con una tonta sonrisa en su rostro.

Finalmente, Yeonjun salió y corrió a sus brazos, cerrando sus ojos y dejar recostarse en la cama que el tigre preparó para él. Soobin era muy atento con él, eso le provocaba un gran cosquilleo en su estómago, y la sonrisa perezosa en su rostro le delataba.

—Muy bien, cariño, ya puedes descansar. —Min besó su frente cubriéndole bien con las sábanas.

—Duerme conmigo... —Pidió estirando sus brazos para recibirle.

—Pero los otros están aba-...

—No importa, si son de tu confianza pueden quedarse, ven ahora... —Puchereó Jun derritiendo el corazón de Choi— Duerme conmigo...

Soobin suspiró rendido y se trepó en la cama, apagando las luces y abrazarse al cuerpo de su cabeza de sol, hundiendo el rostro en su cabello húmedo con olor a vainilla.

—Descansa, Yeonjunnie. —Susurró Choi dejando un dulce beso en su nuca.

—Descansa, Binnie. —Dijo Yeonjun apegándose al pelinegro y perderse en su mundo de sueños.

Cosa que Soobin hizo también felizmente, estando con su pequeño sol en sus brazos y su corazón gritando el nombre de este enamorado.

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Separador en estado inactivo

Bueno ha pasado un tiempo muuy largo, pero en resumen tuve una crisis muy fea y termine en terapia jajan't pero volví que es lo importante y no voy a hacer otro gran discurso como en BL así que en pocas palabras busquen ayuda si están pasado un momento feo y sepan que si me necesitan para algo acá estoy

☕ Comeback de Angie