diez
═════ ❝ 「 ❃ 」 ❞ ═════
Regulus no se consideraba a sí mismo celoso. Había salido con un par de chicas pero no fue nada realmente serio, al menos no para él. Ambas partes se habían divertido pero aún eran adolescentes que disfrutaban de la vida y preferían seguir experimentando.
Sin embargo, cuando Regulus conoció a Jane supo de inmediato que ese sería su fin. Ella era diferente a lo que estaba acostumbrado.
Tan ruidosa y parlanchina siempre, se emocionaba por todo y le ponía atención a las cosas más pequeñas. Nunca le restaba importancia a nada. Y la le encantaba que fuera así.
Le encantaba absolutamente todo sobre Jane Potter.
Y aunque antes no le hubiera importado en lo más mínimo, por alguna razón, ahora notaba mucho más las miradas que le dirigían a la chica y a los diversos chicos que se acercaban a ella para intentar coquetarle.
Lo detestaba, en serio lo odiaba. Pero no podía comportarse como un idiota, confiaba en ella pero no en esos idiotas que no paraban de intentar invitarla a salir.
Aunque su mirada de pocos amigos funcionaba constantemente. Si a un chico se le ocurría la grandiosa idea de acercarse a Jane, mirar al sujeto con odio funcionaba bastante bien. Regulus tenía una mirada muy pesada y fría, era mejor no meterse con él.
Sin embargo, sus celos estallaron por completo cuando un día saliendo de la clase de encantamientos vio Jane abrazada del brazo de Remus Lupin.
La chica reía a carcajadas y le fue inevitable notar la forma en que el castaño la miraba. La miraba de una forma especial, como si fuera la chica más maravillosa del universo y eso él lo sabía porque él la miraba de esa misma manera.
Jane era, en definitiva, el ser más maravilloso del universo. Aunque fuera ruidosa y a veces muy torpe y desordenada. Adoraba cada parte de ella.
Y Regulus sabía que él no sería el único en notar lo especial que ella era. Pero por Merlín, ¿por qué tenía que ser Remus Lupin?
Black aceptaba que Remus tenía su propio encanto, de una extraña manera. Era inteligente, amable y era capaz de hacer reír a Jane con mucha facilidad.
Lo odiaba. En definitiva, Regulus odiaba a Remus Lupin. Pero odiaba aún más sentirse celoso de él.
Aunque Black también podía notar que Jane ni si quiera se daba cuenta de lo enamorado que Remus estaba por ella. Era obvio, los comportamientos que tenía cuando estaba con Jane pero ella simplemente parecía ignorar por completo ese hecho.
No esta muy seguro de cómo sentirse al respecto. Le alegraba que Jane no viera de forma romántica a Remus, pero no le gustaba ni un poquito que Remus viera de forma tan romántica a su novia.
Era un jueves por la tarde, Regulus se dirigía con bastante tranquilidad hacia la biblioteca para reunirse con Jane y terminar los deberes, aunque era cierto que él ya los había finalizado y sólo iba para pasar el rato con ella.
Apenas entró cuando comenzó a buscar a la chica con la mirada. No le fue muy complicado dar con ella cuando escuchó su fuerte risa, él también sonrió y comenzó a ir a paso rápido para verla. Sin embargo, su sonrisa se desvaneció y la cara de pocos amigos apareció cuando vio a Remus y Jane sentados juntos.
Jane trataba de ahogar su risa ocultando su rostro en el hombro del castaño. Odiaba sentir esos celos inundando sus venas.
Pero no iba a dar marcha atrás, si debía comportarse como un completo idiota para alejar a Remus de su novia, eso iba a hacer.
—Jane, hola —se acercó por atrás y puso sus manos en los hombros de la chica mientras dejaba un beso en su cabeza.
Miró con intensidad a Remus, como tratando de ahuyentarlo la mirada. El castaño sintió la fuerte mirada del pelinegro y de inmediato se sintió incómodo.
—Hola, Reg —saludó con entusiasmo— hace rato que llegué me encontré con Remus y me ha ayudado un poco con los deberes de transformación. Es muy bueno, ¿sabías? Realmente me ha ayudado mucho.
¿Por qué hablaba tan efusivamente de él?
—Oh, que bien —volvió a mirar fijamente al castaño. Tampoco iba a hacer una escena, no era su estilo.
Siempre funcionaban las miradas asesinas y podría amenazarlo si era necesario, tal vez un hechizo en casos más extremos.
Remus se sintió aún más incómodo que antes.
—Yo... tal vez deba irme —habló rápidamente mientras guardaba sus cosas en su mochila.
—Te puedes quedar si quieres, Remus —ofreció amablemente la chica con una gran sonrisa.
Remus miró de nuevo a Black, pese a que era menor, le intimidaba bastante.
—Lo siento, Jane. La verdad tengo que hacer algunas cosas ahora mismo.
—Que lástima. Me gusta mucho estudiar contigo.
Remus no pudo evitar sonreír tontamente.
—Será en otra ocasión, ¿bien? —puso su mano en la cabeza de la chica mientra le dedicaba una corta sonrisa.
Regulus liberó un profundo suspiro Y rodó los ojos. Luego miró a Remus con el ceño fruncido esperando a que se marchara.
—De acuerdo —contestó Jane, sin siquiera notar la mirada de Regulus— nos vemos más tarde en la sala común.
Remus le sonrió cálidamente.
—Por supuesto.
Tomó todas sus cosas y pasó junto a Regulus quien seguía mirándolo con un intenso odio. Cuando lo perdió de vista, tomó el asiento donde antes había estado el castaño y la hermosa sonrisa de Jane fue sólo para él.
Era un idiota, pero en realidad no había hecho nada malo. Jane era la primera cosa buena que tenía en su vida y le aterraba muchísimo perderla.
La pareja comenzó a hablar, Regulus le sonrió a la chica y la escuchó con atención, recordándole de vez en cuando que debía continuar con los deberes.
Regulus se prometió a sí mismo no ser tan idiota la próxima vez. A menos que realmente fuera necesario. Si algún imbécil tenía la brillante idea de coquetear con su novia.
Pero estaba completamente seguro de que nunca haría nada que pudiera herir a la chica. Incluso si eso significaba que tenía que soportar al tonto de Remus Lupin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro