[CAPITULO OCHO]
SECRETOS

Con el paso de los días Khalessi junto a Bella pasaban demasiado tiempo con los hermanos Black.

La menor al no verse interesada en las motocicletas sentía que no encajaba junto a ellos, Asher tras ver el desinterés de Khalessi tuvo una mejor idea. Hablar de libros y películas.

— ¿Súper héroe favorito? — preguntó Asher Black mientras caminaba junto a Khalessi cerca del taller de los Black.

Khalessi lo meditó unos cortos segundos. — ¿Marvel o DC?

Asher la miró con una sonrisa. Le ofreció un poco de las papas que traía en sus manos. — Ambos.

La joven Swan se metió una papa a la boca. — Marvel, Iron Man. — Asher asintió. — DC, Batman.

El Black río. — Acaso tienes una obsesión con los superhéroes con padres muertos o algo parecido.

La chica soltó una carcajada que contagió a Black.

La joven debía de admitir que le gustaba pasar tiempo con Asher más de lo que creía, que incluso olvidaba que no tenía demasiados amigos en el instituto.

— ¿Casa de Hogwarts?

— Slytherin— respondió Asher inflando su pecho con orgullo al responder. — Incluso tengo una bufanda. ¿Tú?

— El test decía Hufflepuff, pero en ocasiones dice mi padre que parezco más una Gryffindor.

— Diría que una Hufflepuff.

Los dos caminaban de regreso al taller, la hora de la cena se acercaba y Khalessi no quería llegar nuevamente tarde como la última vez. Aún recordaba como su padre la había traicionado viendo Sherlock Holmes sin ella.

— Creo que me debes un maratón de película — recordó Asher.

— Por supuesto — respondió Khalessi apartándose un mechón de cabello de la boca. — Primero me debes ese club de lectura.

Asher recordó como el día que se conocieron le habló sobre aquel libro que tenía en manos.

— Me agrada Nikolai — habló Asher con una sonrisa cargada de malicia.

Khalessi asintió varias veces, después frunció el ceño tras escuchar a Asher.

— Espera, aún no llegó a esa parte ¿Quién es Nikolai?

Asher se echó a correr tras escuchar las quejas de Khalessi, la joven Swan le siguió aguantando la risa. Sin lugar a duda le estaba agradando Forks.

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A la mañana siguiente, Khalessi despertó con cierta sensación extraña en su pecho.

Se levantó de la cama buscando la ropa que iba a usar ese día. Afuera escuchó un ruido que la confundió, se trataba del motor de la camioneta de su prima.
Corrió a la habitación de su padre para ver por la ventana descubriendo que su prima, Bella se había ido sin ella.

Khalessi bajó rápidamente las escaleras de la casa para buscar a su padre.

— ¡Papá! ¡Papá! — gritó Khalessi.

Eros salió de la cocina con dos tazas de café, portaba un pantalón de vestir al igual que la camisa, cambiando el aburrido saco por una chaqueta negra.

— ¿Qué sucede, cariño? — pregunto Eros mirando de arriba abajo a su hija descubriendo si algo malo le había ocurrido, pero todo aparentaba que estaba bien.

— Bella — habló Khalessi intentando recuperar la respiración. — Bella se fue al colegio sin mi.

Eros frunció el ceño confundido dejó la tazas en la barra de la cocina para mirar por la puerta. A dos casas de la suya donde vive su hermano en la cochera solo estaba la patrulla.

— Tranquila, te llevaré yo, será como en los viejos tiempos — Eros sonrió. — Pero no creo que quieras ir con esos zapatos.

Khalessi frunció el ceño ante las palabras de su padre, él jamás le había criticado su forma de vestir. Miró sus pies encontrándose las pantuflas de stitch que le regaló en navidad.

— Son realmente cómodas — se defendió Khalessi. — Podría irme en pijama en a la escuela.

— Si quieres que se te ensucien está bien, pero te voy a comprar otras — advirtió Eros volviendo a la cocina.

— ¡Iré a cambiarme! — gritó Khalessi subiendo las escaleras.

— ¡Khalessi Silver Swan Pierce, no subas corriendo las escaleras!

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El trayecto desde la casa hasta el colegio se sintió como un deja vu al tiempo que vivieron en Alaska.

Eros y Khalessi fueron cantando las canciones que sonaban en la radio, en especial las de Taylor Swift.

— ¿Quieres que pase por ti? — pregunto Eros a su hija.

Khalessi negó con una sonrisa.

— Regresaré con Bella o tomare el autobús, no te preocupes — respondió la menor. Se acercó a su padre para dejar un beso en su mejilla.

Bajo del automóvil de policía, porque si, Eros la había llevado en la camioneta de policía que le dio el Sheriff.

El hombre Swan se despidió de su hija moviendo su mano antes de arrancar y salir del estacionamiento.

Khalessi emprendió el camino desde el estacionamiento hasta la puerta escolar, sentía una extraña sensación. Veía como sus compañeros la miraban y susurraban algo, otros se hacían los que no veían nada en absoluto.

Se encogió de hombros pensando que eran ideas suyas, al llegar a su casillero puso la combinación para abrirlo y sacar su libro de historia, cuando este abrió una hoja cayó a los pies de la joven Swan, se extrañó por el objeto agachándose para tomarlo, se arrepintió de hacerlo.

Se trataba de una fotografía, una donde aparecía ella junto a Edward, se podía ver que fueron pareja, en la fiesta de navidad del colegio en Alaska.

Khalessi miró a su alrededor descubriendo que todos los demás la estaban viendo, ahora lo entendía. Entendía la actitud de su prima al dejarla y de sus compañeros al verla desde que estacionamiento.

Jessica que iba acompañada de Ángela se acercaron hasta Khalessi.

— ¿Cuándo planeabas decirnos que estuviste con el novio de tu prima? — cuestionó Jessica.

Khalessi sentía que todo a su alrededor daba vueltas, las miradas y los gritos no le ayudaban, murmullos, y las personas juntándose a su alrededor, se abrió paso entre los estudiantes para salir de institución.

Corrió al estacionamiento con su teléfono en la mano llamando a su padre, se detuvo al ver que casi una motocicleta la atropellaba, fue en ese momento que se permitió derrumbarse a llorar.

El chico de la motocicleta se asustó al verla quitándose el casco para ayudar a la chica Swan, se trataba de Asher quien había tenido una ligera sensación de que Khalessi estaba en peligro.

— ¿Estas bien, Ness? — preguntó Asher agachándose.

Khalessi lo miró, con la ayuda de Black se puso de pie. Estaba por abrir la boca, vio detrás suyo y descubrió a Bella caminando hacia ella con una fotografía en su mano.

— Sácame de aquí.

Asher asintió, le pasó su casco a Khalessi. Los dos se montaron en la motocicleta saliendo del estacionamiento, en el trayecto Khalessi siguió derramando lágrimas, sabía que en cualquier momento su prima se iba a enterar, pero esperaba ser ella quien se lo confesara.