[CAPITULO DOCE]
SECRETOS REVELADOS

Khalessi miró por quinta vez su teléfono en búsqueda de algún mensaje de Asher y nuevamente no tenía nada.

— ¡Khalessi ! — giró Eros.

Había estado llamando a su hija en cinco ocasiones y ella no le prestaba atención en absoluto.

— ¿Si?

— Te llevaré a la escuela, vámonos.

La chica guardó su teléfono acercándose a la barra de la cocina donde su padre le dejó el termo y una mitad de sándwich que tendría que comer en el camino.

Sabía que cuando su padre quería charlar con ella, la llevaba a la escuela. Así como vio el auto de su prima aún aparcado afuera de su casa.

— Habló tu tío — comenzó Eros.

— ¿Qué quería? — preguntó Khalessi antes de darle una mordida a su Sandwich.

— Me aviso que había un viejo conocido de nosotros en Mystic Falls — comenzó Eros. — Un antiguo amigo original.

— Dile que me salude a Elijah — hablo Khal. Eros la miró de reojo. — ¿Qué? Ambos sabemos que donde esté Klaus, Elijah también y él me agrada.

Khalessi sabía que su padre le escondía algo.

— Dilo — hablo la menor. — Solo dilo.

— Alaric también mencionó a otro conocido — habló Eros haciendo una pausa. — Katherine Pierce.

Katherine Pierce, la vampiro que convirtió a Eros y la Doppelganger que asesino a su madre, una mujer que al parecer era de su linaje.

Eros estacionó la camioneta en el estacionamiento de la escuela. Varios estudiantes no pudieron evitar mirar la camioneta, sin duda aún era motivo de curiosidad.

— Será algo que jamás creí decir, papá, pero — Khalessi suspiró jugando con el anillo en su mano. — Ojalá Alaric le clavará una estaca a Katherine.

— Khal...

Ella suspiró mirando a su padre. — Lo sé, me criaste para que no creciera con odio, pero aún no puedo perdonarla papá, ella te convirtió en vampiro y asesino a mamá, no me pidas que deje de odiarla.

— Cuando tengas hijos entenderás que no puedes vivir odiando a la gente.

— Falta mucho para eso — recordó Swan quitándose el cinturón. — Sabes, cualquier padre le diría a su hija que el odio es algo maslo y tú me hablas de nietos que aún no existen.

— Hija, soy inmortal, quiero ver a mis nietos antes de que pregunten por qué no tengo canas.

— Podrías pintarte el cabello. Y les diremos que te tomaste la fuente de la juventud, claro que cuando eso suceda tendrás que criar a tus tatara tatara tatara nietos.

Padre e hija rieron, esa era la Khalessi que Eros adoraba, una niña feliz, una chica que se era la alegría de su casa y que le fascinaba regañarlo cuando veía series sin ella.

— Nos vemos para la cena — aviso Eros.

— Te quiero, papá.

Khalessi bajó de la camioneta para ir rumbo a su clase de artes. Desde la penumbra del bosque un chico había estado escuchando la conversación de padre e hija, sabiendo que sus sospechas sobre cierto hombre eran ciertas.

Eros Swan era un vampiro.

La clase de historia era la última antes de poder salir al descanso, la clase se había tratado sobre diferentes culturas entre esas la egipcia.

— ¿Cómo es que sabes tanto sobre los dioses egipcios? — preguntó Angela hacia Khalessi.

— Cuando mi padre estaba en la universidad le fascinaba mucho la cultura egipcia fue así que conoció a mi madre a ambos les fascinaba lo mismo — explicó Khalessi.

Ambas chicas llegaron a la mesa dejando sus bandejas, el celular de Swan sonó anunciando un mensaje.

Asher
Sal, estoy afuera

Khalessi guardó nuevamente su celular.

— Olvide algo en el salón — mintió. — No tardó.

— Pero guardaste todo — hablo Angela.

— No, estoy segura que olvida algo, no tardo.

La chica salió del lugar bajo la mirada de su prima quien notó como su cambio de ánimo se transformó.

Khalessi mantenía su agarre en la mochila que colgaba sobre su hombro. Se detuvo antes de salir pensando si era acaso alguna broma.

Al salir se encontró a Asher en su motocicleta, se acercó a él quien le extendió un casco.

— Iremos a dar una vuelta.

— Estoy en clases — recordó Swan.

— Se tu secreto — murmuró Asher.

Khalessi se colocó el casco al escucharlo, podía mentir diciendo que se sentía mal y se fue a casa.

Caminaron por el bosque hasta donde Asher sintió que la manada no lo estaría escuchando.

— Me diras que sucede — habló Khalessi.

— Recuerdas los libros que hemos leído y las películas que hemos visto — comenzó a hablar Asher. — Aquellas que hablan de hombres lobo y criaturas sobrenaturales.

Khalessi tuvo una vaga idea de a donde iba la conversación.

— Bueno, creo que si dijera que no creo en todo eso estaría mintiendo.

— ¿Por qué le mientes a todos sobre tu padre?

Con que ese era el secreto que tanto decía. Khalessi se sentó en césped, Asher la siguió.

— Por qué no es mi secreto — respondió la chica Swan. — Es el secreto de mi padre y no voy a andar por todos lados diciendo oye mi padre es un vampiro.

— Se lo estás ocultando a Charlie...

— Es decisión de mi padre — repitió Khalessi. — Mi madre murió el día que transformaron a mi padre, una mujer vampiro los atacó, mi padre tenía dos opciones convertirse o morir y mi madre se sacrificó para que él viviera, por mi.

Asher guardó silencio, escuchando con atención la conversación de Khalessi y el como ella explicaba el día que su padre fue transformado.

— Eras solo un bebé...

— Era un bebé y el un vampiro recién transformado, tuvo mucha fuerza para no lastimarse y jamás lo ha hecho — habló Khalessi. — Y por lo que creo tú te convertiste — Asher la miró sorprendido. — Mi papá me explico de los quileutes y la manada que había acá, tuvimos que pedirle permiso a tu padre y la condición era que...

— Tu papá no podía pisar nuestro territorio.

— Correcto.

Se formó un silencio entre ambos, se podía escuchar el sonido de las aves e incluso Asher podía escuchar el latido del corazón de ella.

Los ojos de la Swan miraron hacia Asher. — No es necesario que lo expliques, se por que no has escrito, ni hablado. Y no me importa, si quieres una amiga aquí estaré.

Khal dejó su cabeza en el hombro de Asher.

— Es hora de regresar o tu padre va a querer cruzar la reserva — aviso Asher poniéndose de pie.

Ayudó a que Swan se levantara. Caminaron de regreso hacia donde estaba la motocicleta.

— No quiero herirte, Khalessi. Ya no soy bueno para ti.

— Puedo tomar mis propias decisiones, cómo sabremos si alguien es bueno o no, sino te dan el privilegio de elegir.

Asher negó con la cabeza, tenía miedo de herirla, de un día descontrolarse y lastimarla. Él simplemente no se lo perdonaría.

NOTA DE AUTOR:

¿Qué tal? Me disculpo por la tardanza, como verán Netflix retiro Twilight de su catálogo y ahora me es un poco complicado seguir el hilo, pero se hace lo que se puede.

La actividad de votos seguirá, lo dejare en el mismo límite que el capítulo pasado con 25 votos y 10 comentarios, no cuentan los puntos o emojis.

Me despido hasta un nuevo capítulo <3