Alguien me dijo un día que la música es poesía para el alma. Seguro que no se equivocaba. Sin embargo, tú me dices ahora que la poesía es música para el corazón. Yo te miro y no puedo evitar pedirte que vengas a mi lado. Abandonémonos en los brazos de esta hipnótica canción: la vida. Seamos poesía. Juntos.

© Oana Frumuzache
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