Capítulo 8
Cody se estrella contra la puerta con fuerza, se sacude pero no cede, sin embargo a Natalia y a mi nos hace sobresaltar.
-Ha estado así desde que despertó.- Murmura ella con tristeza.
Cuando lo trajimos, a la primera persona con quien nos topamos fue con Caín y no estaba feliz pero al ver lo que Julian cargaba se quedó sorprendido y nos ordenó llevarlo a una de las habitaciones de contención.
Los médicos aprovecharon que estaba dormido para revisar sus lesiones pero en el proceso descubrieron algo bastante peculiar y es que cuando intentaron meter un catéter en sus venas, este se dobló y la sangre no brotó. Sin embargo no hemos podido saber más ya que Cody despertó minutos después, los médicos salieron a tiempo, Cody ya iba a por ellos, se estrelló contra la puerta cuando intentó ir tras uno.
Vemos por la ventana de la puerta que por cierto no se romperá ya que está hecho de un material especial y fuerte, no es un vidrio común ni tampoco uno blindado sino algo más complicado y eficaz.
En la habitación únicamente hay una litera por seguridad, para evitar que los que están destinados a encerrarse ahí por X o Y razón, no se hagan daño, pero Cody no se lo haría ni aunque de un bisturí se tratara.
Hay algo malo en él, algo muy malo, parece desquiciado, no es él mismo.
-¿Qué le habrán hecho para que esté así?- Pregunta ella, ya no sé si me lo está diciendo a mi o a sí misma.
Me aparto de su habitación y tomo los pasillos de la enfermería, en los escalones me encuentro con Caín.
Veo su mirada, aún encendida.
-No estoy de humor.- Le advierto.- No es un buen momento.
-Lo sé, no iba a reprenderte sólo a preguntar cómo sigue.
Niego con la cabeza.
-No sé lo que le pasa Caín, no es nuestro Cody, ni siquiera nos deja hablar, no nos reconoce.
-Sabes que podemos sedarlo, hay medicina que lo ayudará en su ventilación.
-Creo que es lo mejor, no quiero que se lastime...- Luego recuerdo lo del catéter.
Pero eso malditamente no tiene sentido, yo lo golpeé, tenía sangre en la esquina de su boca por la herida que le causé.¿Cómo podría mi puño ser más dañino para él que un objeto corto punzante?
Caín asiente y me toca el hombro con delicadeza.- Deberías ir a descansar, no has dormido en veinticuatro horas, ya casi es medio día y sinceramente... te ves como la mierda.- Me río y niego con la cabeza, así me siento también.
-No puedo dejarlo, creo que pondré una silla frente a su puerta y ahí...
-Abby.
-¿Qué?- Lo miro extrañada.
-Lo lamento.
No lo entiendo al principio, luego veo el movimiento de sus dedos y lo comprendo... demasiado tarde, porque luego ya estoy siendo cargada por él y la oscuridad me consume.
..........................................................
Caín Warner.
La recuesto en su catre, sus ronquidos me hacen sonreír mientras le quito sus botines y le coloco una manta encima. Su rostro está sucio, lleno de lo que parece ¿Ceniza? no lo sé.
Lo que hicieron estuvo mal en muchos sentidos, fue estúpido e incoherente, Lukas ya me contó una parte aunque creo que me oculta algo, ese chico simplemente no es bueno para mentir.
Como sea, antes de su llegada no podía dormir pensando en lo que hice con Elis, pensando en nuestro acuerdo privado y entonces sentí el impulso de salir de mi habitación y vaya sorpresa, ahí estaba la obstinada mirándome entre asustada y sorprendida por mi presencia y luego vi a Cody desmayado en los brazos de Julian y a Lukas con el cabello de puntas.
Lo primero que pensé fue: ¿Pero qué mierda? y lo siguiente fue ¡Oh, joder!
De inmediato di la orden de que lo revisaran, Cody Sammer y yo no nos conocimos en los mejores términos, sin embargo nos volvimos muy buenos amigos, yo mismo lo entrené, le enseñé a controlar su don del hielo y estuvo viviendo en la comunidad junto conmigo y mi círculo personal. Lo conocí bien, lo hago de hecho y estoy muy seguro de que ese no es él sin embargo Abby no parece aceptarlo.
Aaron me dijo que no es una buena idea tener a uno de los soldados dentro pero debo estar seguro de que realmente no es mi amigo el que está adentro de esa habitación y actuando como desquiciado, logré tranquilizarlo cuando le aseguré que no traía ningún rastreador.
Cuando llego a la enfermería, los médicos que se encargaban de cuidarlo están afuera y viendo asustados por la ventana. Cody sigue tratando de romper la ventana pero cuando me acerco me doy cuenta de que no sólo es eso.
-Ha cambiado de estrategia.- Me explica una doctora.- Quiere congelar su entorno para que o las bisagras o la ventana se rompa.
Por la ventana él ya no puede verse, estoy seguro de que también ha congelado las cámaras escondidas en la habitación.
-Sédenlo, voy a entrar.- Doy la orden directa.
-Pero señor es demasiado arriesgado.
-No te preocupes por eso, sólo haz lo que te digo.- La chica parece vacilar pero asiente y con una tablet en sus manos ajusta la ventilación de la habitación para que libere el medicamento. Esperamos dos minutos para que haga efecto y el medicamento se disipe en la habitación y liberando mi parte Origen hago que el hielo que mantiene la puerta intocable se derrita.
Cuando entro veo a Cody sedado en el suelo, lo muevo a su catre, descongelando sus sábanas primero y lo recuesto, los médicos miran desde afuera así que les cierro la puerta, lo que estoy a punto de hacer es privado.
-Bien chico, es hora de saber si eres nuestro Cody o si eres un señuelo.- Coloco mis manos a cada lado de su cabez y cierro los ojos.-Anima liberatur .- Murmuro en voz alta.
Siento un cosquilleo en mis dedos, típico en mi cuando estoy invocando un hechizo y murmuro las mismas palabras hasta que la oscuridad de su cabeza me atrae más a lo profundo.
Dentro de su mente sólo hay oscuridad, no se supone que deba ser así, se supone que debería estar viendo sus memorias, sintiendo su humor pero no siento nada, no veo nada.
Trato de profundizar el hechizo, quizá hechizaron su mente para que nadie pudiera entrar.
Me salgo de su cabeza y lo suelto, cuando abro los ojos me doy cuenta de que hay sangre en su nariz, he presionado demasiado.
Estoy por limpiarle la sangre cuando lo recuerdo, necesitamos las muestras de sangre. Me levanto a la salida, lanzándole una última mirada.
-Le sangra la nariz.- Le digo a un médico.
-Pero¿Cómo lo ha hecho? cuando intentamos ponerle medicamentos vía intravenosa la aguja se dobló.
-Sí.- Corrobora la chica a su lado.- Fue como si su piel estuviera hecha de acero pero es extraño porque cuando vino su rostro estaba magullado, él y Abigail Williams estuvieron en una pelea.
-¿Se dobló?- Le pregunto impresionado. Ellos asienten.- Asegúrense de tomar la muestra ahora que se puede y quiero saber lo que le sucede a ese chico.
-Sí señor.- Dicen ambos chicos.
-Lo antes posible por favor.- Me retiro con un asentimiento.
Cuando entro a la oficina me encuentro con Aaron y Elis, una rápida mirada al escritorio donde él se encuentra basta para que los recuerdos de lo que pasó encima de él vengan a mi mente, carraspeo tratando de no verme afectado mientras me siento al lado de Elis frente a Aaron.
-Está dormido, le tomarán muestras de sangres para asegurarnos de que esté limpio de cualquier amenaza.
-Realmente espero que las cosas con tu amigo se solucionen, no quiero que nos cause problemas, ya tenemos suficientes.- Me advierte él, yo asiento omitiendo por completo el hecho de que tal vez no es mi amigo.- Hay otra cosa de la que quería hablarte, tiene que ver con Elis.- Mi cuerpo se tensa y toma de mi mucho el no actuar como un culpable, mantengo mi mirada neutral mientras asiento.
-¿Hay algún problema?
-Lo contrario.- Afirma él, cuando lo veo sonreír y parecer incluso contento el nerviosismo en mi estómago cesa, es cuando me atrevo a mirarla. Su cabello que habitualmente lleva suelto ahora lo ha recogido en una coleta alta, algunos mechones rubios se le salen y pegan al cuello, Elis no me mira y por muy extraño que parezca, me decepciona que no lo haga porque es como si ignorara mi presencia.
¿Qué demonios Caín? La chica tiene todo el derecho de no verte si así quiere, no es que por haber tenido sexo ahora sean inseparables, justo por eso llegamos al acuerdo de que podíamos tener relaciones sexuales sin involucrarnos emocionalmente y cabe decir que la idea no fue mía sino de ella, así que está bien que no me mire.
Aparto la mirada tratando de seguir con mi mirada neutral.- Hemos escuchado rumores de que se han empezado a formar grupos de resistencia en todo el mundo.
La noticia me sorprende y de alguna forma eleva mi ánimo. Si hay más grupos en contra de los Primeros significa que hay más soldados para esta guerra.
- La noticia es buena, no me malinterpretes pero no sé que tiene que ver Elis en esto.
-Mi idea es que formemos grupos de no más de seis personas para visitar los distintos grupos, no todos claro está porque bueno, hay grupos hasta en japón, pero al menos visitar a los que están más cerca para hacerles saber que no están solos y que para cuando nos enfrentemos a los Primeros ellos nos apoyen, estoy seguro de que más de uno conoce tu nombre y el de Abigail, sería de gran utilidad que sepan que ambos encabezarán esta rebelión.
-Pero Abby no querrá ir, su prioridad es encontrar a su compañero y ahora que encontramos a su mejor amigo en el estado que está dudo que quiera alejarse.
-Por eso irás tú, Elis te ayudará a escoger a los grupos, irán tus hombres de confianza y los míos de forma intercalada, será un viaje de días así que es necesario llevar equipaje.
-Espera, espera ¿Crees que sea buena idea salir en grupos así?¿Qué pasa si los rumores son falsos o una trampa para justamente hacernos salir de aquí?
-No lo son, los grupos de vigilancia que han ido más lejos han visto revueltas, al parecer ya han tomado valor y han empezado a atacar a los soldados para que se vayan del lugar, por desgracia los únicos que han muerto han sido los que Abigail ha atacado, son duros de matar.- Se burla él.
No estoy del todo convencido, no me gusta pensar en dividirnos y mucho menos alejarme cuando Abby ya encontró una pista, no cuando es probable de que haya soldados cerca para averiguar lo sucedido con sus compañeros muertos.
Mi grupo es mi familia, el dejarlos se me hace difícil incluso si puedo llevarme a una parte, dejar a la otra mitad no me gusta.
Me pasa por la cabeza que Aaron no me quiere aquí, que tal vez le hemos causado demasiados problemas, ya no sé qué pensar de esto.
-Si no quieres ir lo entiendo, puede ir Elis en nombre de nosotros y mis hombres, entiendo que por lo que ustedes están aquí es únicamente para atacar a los Primeros, yo sólo estaba tratando de ayudar, de encontrar a más gente que pelee junto a nosotros, así tendremos más ventaja.
Miro hacia Elis, esta vez ella ya me está viendo, me gustaría preguntarle qué piensa ella al respecto pero en su lugar aparto la mirada.
-Supongamos que acepto ¿Cuándo partiríamos?
-En la madrugada, no podemos perder tiempo.
Se me hace un nudo en el estómago.
Es aquí donde debo pensar no sólo en mi, sino en todos aquellos que confían en mi.
Unirnos con los otros grupos sin duda es una gran ventaja, el recorrido será duro, otra vez dormiríamos con un ojo abierto por si los Caníbales atacan o si nos pasa cerca un camión militar, estaríamos expuestos pero la recompensa es grande, incluso más grande que nuestro miedo a salir de aquí.
Si hago esto, si logro unirnos a toda la resistencia, ganaremos.
-Está bien, pero debo decirle a mi familia primero, antes que empiece a hacer los grupos, debo estar seguro de que ellos también están de acuerdo.
-Por supuesto, me alegra de que los estés considerando.
Asiento y me levanto de la silla, dándole a Elis una última mirada.
No estoy ni a la mitad del camino cuando escucho que alguien me sigue. Elis se coloca a mi lado, no me mira ni habla, sólo está ahí.
-Deberías aceptar, es una gran oportunidad.- Murmua en voz baja. Me sigue a la sala de entrenamientos donde sé que estarán Jordy, Cam, Devon y Jesse.
-Vaya,¿Ahora sí vas a hablarme?- Pregunto irónico. Ella suelta un bufido.
-No me digas que te has enojado porque no he sido obvia en la oficina de Aaron.
De repente, al pensar bien las cosas me doy cuenta de que estoy siendo estúpido, ella tiene razón, no tengo por qué estarlo y aún así siento un malestar en el pecho. ¿Pero qué se supone que esperaba de ella? ¿Una sonrisa o un guiño al verme entrar?
Ignoro su comentario y me dirijo a los chicos.
-Nos vemos en la tarima en veinte.- Ellos se miran entre sí y asienten.
-¿Malas noticias?- Me pregunta Jordy, en su mirada veo inquietud.
-No, creo que no.- Le contesto yo.- Dile al resto por favor.
-Claro.
Me doy la vuelta, una Elis silenciosa me sigue hasta la salida, ya en el pasillo la escucho hablar nuevamente.
-Cuando dije que debías aceptar, lo que quise decir es que me gustaría que lo hicieras.- Me paro de golpe, ella hace lo mismo, mirando a ambos lados del pasillo, ignoro el cosquilleo que me produjeron sus palabras.
Me mira con sus ojos color cielo.
-¿Por qué te gustaría?- Pregunto en voz baja, así el eco que hace el pasillo no llega a oídos de otros.
Hace una mueca y se cruza de brazos.-- Sólo... sólo piénsalo.- Murmura nerviosa, es la primera vez que la escucho dudar de lo que dice, me pregunto si yo tengo algo que ver con eso.- Uh nos vemos luego supongo.
Ella se aleja a paso rápido, no voltea a verme y sus pasos parecen seguros, me quedo ahí parado hasta que ya no es visible.
Entonces me dirijo a la habitación de Abby.
Ella sigue acostada, yo la miro desde el otro lado de la habitación, la silla que antes estaba llena de ropa sucia pero ahora me sirve para lo que realmente fue hecha me parece realmente incómoda, quizá por eso ella decidió utilizarla como cesto de ropa sucia.
La miro dormir profundamente, no se mueve cómo solía hacerlo antes, la he visto dormir en varias ocasiones, más frecuente cuando la vi en aquel supermercado, también cuando estaba viviendo en la comunidad, yo solía visitarla por las noches, la veía desde la oscuridad, ella soñaba con Jesse, la escuchaba llamarlo angustiada, lo extrañaba, dejé de visitarla cuando él también llegó, pero no la he visto dormir en muchos meses, la última vez fue en Canadá, Sam supuestamente se había ido, Abby estaba destrozada y entonces, por las noches, ya no llamaba a Jesse, llamaba a Sam mientras se aferraba a una almohada con fuerza.
Debí saber que lo quería desde que la escuché llamarlo o tal vez debí saberlo desde la vez que lo defendió y se hizo responsable de él al estar en el grupo, creo que ni ella lo sabía entonces no fue hasta que casi lo pierde cuando mandó todo al diablo y aceptó sus sentimientos.
Me afectó entonces, él y ella, su amor.
Pero ya no.
Me afectaba verla dormir, escuchar sus leves ronquidos o verla removerse, ya no, de hecho, ya no siento esos revoloteos en el pecho cuando la veo ni ahora, en estos momentos, lo único que puedo pensar es que luce tan tranquila y que es un alivio, pero esos pensamientos no son de alguien que está enamorado sino de alguien que aprecia a otra persona.
Ya no la veo de esa forma, no desde que me di cuenta de que si ella podía ser feliz sin mi a su lado como pareja, yo también podía.
Extrañamente, nunca odié a Sam por amarla aunque sí odié a Jesse todo el tiempo que pasó con ella, me pregunto si era el destino que me decía que él no era para ella pero lo malinterpreté pensando que era para mi.
Elis viene a mi mente, me pregunto si cuando ella está dormida se remueve o si ronca. Me la imagino y una sonrisa crece en mi rostro, me gustaría saberlo, así la molestaría de por vida.
Abby se despierta.
-¿Qué demonios Caín?¿Te volviste loco?
Ella se levanta y se pasa las manos por el cabello, ella piensa que ha bajado el volumen pero en realidad lo único que ha hecho es alborotarlo más.- Voy a matarte si vuelves a dormirme.
Me levanto del asiento y hago crujir los huesos de mi espalda, hago una mueca y luego la miro.
-Necesitabas descansar, era eso o amarrarte a las patas de la litera.
-Ja ja qué gracioso eres.- Rueda los ojos.-¿Cómo sigue?
-La última vez que lo vi seguía igual, tuve que sedarlo y logré hacerlo sangrar.
Me mira sorprendida.-¿Cómo?
-Quise entrar a su cabeza pero todo estaba oscuro, como apagado, supongo que lo forcé demasiado porque le sangró la nariz.
-¿Supones o sabes?
Suelto aire.- Como sea, lo sé.- Salimos de su habitación.- Tengo algo que decirles.
-¿Por qué lo dices en plural?
-Porque la noticia es para todo el grupo.
-Espero que sea algo bueno, porque estoy harta de escuchar malas noticias.
-Quiero que seas sincera.- Le advierto.- Si crees que es una mala idea sólo dilo.
-Okeeey pero me estás asustando.
-Sí bueno, no sé si estarlo.
Llegamos a la tarima. Jordy, Sabrinay Lukas sentados en las escaleras que llevan a la parte de arriba mientras que el resto están dispersos en la parte baja.
Cuando nos ven a Abby y a mi se reúnen.
-¿Y bien?- Pregunta Sabrina.
Es la primera vez que la veo desde que venimos, aún no ha recuperado su brillo natural, hay bolsas bajo sus ojos y sin duda ha perdido peso porque veo que en su rostro tiene ligeramente hundidas las mejillas. No está bien.
-He recibido una noticia de Aaron, él me ha hecho una propuesta y necesito la opinión de ustedes.
Todos asienten, aguardando por la bomba.
La suelto, les explico los detalles, lo que significa, las posibles consecuencias y hago la propuesta de que algunos pueden venir conmigo.
Sé por la mirada de Abby que la noticia de más grupos como los nuestros la motiva, yo estoy sorprendido todavía pero no puedo evitar esa emoción.
Desde que mis padres murieron quise este momento, el momento en que las personas abrieran los ojos y utilizaran su miedo para luchar contra el mal en este mundo, antes creía que ese mal eran los cazadores, pero siempre fueron ellos, los Primeros, y la gente lo sabe, yo lo sé.
Es mi propósito, lo he sabido desde hace tiempo, mi madre lo supo y lo escribió en su diario, ella dijo que o sería la esperanza de este mundo o la destrucción, su propósito fue hacérmelo saber y el mío es cumplirlo.
Sé que he cometido errores, que mis manos están manchadas de rojo carmesí y que la sed de venganza me tuvo en el mismo infierno en el que esos malditos fueron creados pero ahora estoy pisando tierra, mi familia me ha mantenido en el camino correcto, sin embargo siempre he sentido un vacío, ese vacío vibra a veces ante la mención de hacer caer a los Primeros, con la mención de una revolución en camino, con la mención de la libertad y yo estoy dispuesto a llenar ese vacío incluso si tengo que hacerlo con mi sangre.
Lo dudé antes, de si al morir yo iría al cielo, miraba al cielo y me preguntaba si habría un lugar para mi en la otra vida, Abby dice que sí y ahora también lo creo, no soy un monstruo, no soy un villano, hay fuego en mis venas y poder en mi corazón pero sigo siendo una persona que siente, piensa y cae y se levanta.
Eso es lo que todos aquí tenemos en común, sus miradas me lo confirman, incluso si agudizo mi oído podría escuchar sus corazones acelerados, emocionados.
-Caín, hermano.- Me llama Elías, llega hasta a mi y me toma del hombro con fuerza, siento lo que el toque me transmite, confianza, fortaleza.- Quiero estar contigo cuando te vayas, quiero ver la mirada de esa gente cuando sepa que hay esperanza.
-No debería sorprenderte.- Comenta Abby con lágrimas en sus ojos.- Siempre supe que estabas destinado a esto, a estar al frente de la rebelión, tú eres el líder, quien nos guiará a la batalla y...- Se seca las lágrimas y se ríe.- Te lo mereces. Estoy contigo Caín, te apoyo.
-Ni siquiera debería decirlo porque ya deberías saberlo.- Me dice Jordy dándome un abrazo.- Está más que claro que iría al infierno por ti.
Uno por uno da su voto, con cada voto me entregan su confianza.
-Hablaré con Aaron para decirle quienes vienen conmigo y aunque saben que quiero llevarlos a todos, necesito que otros se queden como mis ojos y oídos de este lugar.- Miro a Abby.- Sé que aunque quieres venir, no puedes.
Ella asiente.
-Gracias por entender.- Me siento mal por no poder cumplir mi promesa de buscar a Sam.
-Le diré a Aaron que te deje libre el paso para la búsqueda, si necesitas armas, las tomas, si necesitas hombres entonces tú sólo da la orden de que te sigan.- Se acerca a abrazarme, la aprieto con fuerza, no es una despedida, es agradecimiento y afecto.
Al terminar, todos nos dispersamos, Natalia y Abby se van junto a Zack, escuché que irían a ver a Cody, sólo espero que esté mejor o al menos pacífico o que las muestras lleguen pronto, debo ordenarles a los doctores que le entreguen las muestras a Abby para que las analice con Drew.
Jesse y Maggie se van a la cafetería y aunque hablan parecen discutir.
Los padres de Abby acompañan a Lilith a su habitación, por lo que oí no se sentía muy bien.
El resto sale tan rápido que no me doy cuenta.
Al bajar los escalones me topo con que Elis está ahí, medio en la oscuridad y medio iluminada por las lámparas, ella me mira, su semblante es serio y sus ojos no muestran nada.
-Acepté.- Le comento sin pasarla.
-Qué bien.- Dice para nada sorprendida, supongo que había estado escuchando todo pero pareciera que algo le molesta.
-¿Ocurre algo? esperaba algo más alegre.
Niega con la cabeza.- No ha pasado nada, sólo quería... felicitarte por tu decisión.
Empieza a voltearse pero la paro sosteniéndola por el hombro.
-No, ocurre algo, dime.
Niega con la cabeza.- He dicho que nada, estoy bien.- Hay algo en sus ojos celestes, no hay acero como siempre parece haber por ser tan intensa su mirada, ahora parece más bien... rota.
Pero es Elis, ella no demuestra estarlo aunque lo esté.
No es que la conozca a la perfección, sólo la he visto. Sé que se levanta más temprano que todos para entrenar a solas, lo descubrí una noche de insomnio, ella parecía danzar con cada movimiento de ataque. Pero descubrí al poco tiempo la razón de sus mañanas tempranas, ella no puede dormir, sé que hay algo más, algo que la perturba.
Lo sé porque a veces en sus entrenamientos se queda viendo su reflejo con odio, con asco y a veces incluso llora, pero no lo hace sin antes asegurarse de que está a solas.
Nunca se percató de mi presencia pero yo sí de la suya.
También la veo cuando se sienta con Aaron y Alexander para comer, ellos siempre se están riendo en su mesa, ella siempre parece estar sumergida en su mundo o prestándole más atención a su comida que a ellos.
Reconozco a una persona rota cuando la veo porque por mucho tiempo, lo único que veía frente a mi espejo era a un chico roto y enojado, vacío hasta los huesos y aprendí a reconocer a gente así con tan sólo verla, sólo hay que prestar un poco de atención, ver más allá de un rostro bonito o peinado perfecto.
Y Elis tenía un rostro bonito, precioso... pero roto.
-Deberías ir empacando así cuando la noche caiga estarás preparado para partir.
Ella se va, no la detengo y otra vez, como un tonto me quedo ahí viendo como se aleja.
Voy a visitar a Aaron y le comento mi decisión, pasamos dos horas hablando sobre lo que hay que hacer, menciona a sus hombres de confianza y me recomienda dividir a todos los que van en cuatro grupos para abarcar más terreno, así mientras yo estoy en un punto de encuentro, los otros ya visitaron a tres más.
En el almuerzo me encuentro con todos en la cafetería, no tengo apetito pero aún así consumo todo lo de mi plato porque sé que cuando estemos ahí afuera me hará falta.
-¿Cody?- Les pregunto a Natalia y Abby, ellas niegan con la cabeza, tristes por la falta de mejora.
-¿Ya sabes quiénes irán contigo?-Me pregunta Jordy, va a decepcionarse cuando le diga que él no.
-Cam y Devon son buenos luchadores.- Comenta Abby mientras come sus albóndigas como si no hubiera mañana.
Ambos chicos la miran con los ojos entrecerrados.- Eso sonó como si nos estuvieras regalado.- Le dice Devon con algo de sarcasmo en su voz.
Cam bebe agua antes hablar.- Y aunque lo estuviera haciendo, sabes que estás bajo nuestro cuidado.
Abby bufa.- Oh vamos, logré salir del búnker sin que se dieran cuenta, creo que no son buenos guardaespaldas.
-De todas formas, ellos no van.- Los miro a ambos.- No es personal, la razón es justo la que mencionaron.- Ellos se encogen de hombros y yo prosigo.- Sólo dos de la lista que mencionaré vendrá en mi grupo, los otros se dividirán en otros junto con la gente de confianza que Aaron recomendó. Elías y Jesse vienen conmigo.
Jesse, quien está más apartado que el resto mirando hacia su plato levanta la cabeza mirándome extrañado.-¿Yo?
-¿Ves a otro Jesse aquí?- Le contesta Abby en tono mordaz.
Tiene todo el derecho de estar enojada, ella me contó lo que él le confesó y por eso es que es mejor mantenerlos alejados, por el bien de Jesse claro.
-Luego están los otros. Además de Elías y Jesse vienen James, Natalia, Zack, Jared, Karum, Sabrina y Jordy.
-Ya decía yo.- Murmura Jordy.- Iba a golpearte si no me llevabas.
Me río y lo golpeo.
-Eres como una lapa de todas formas, si no te mencionaba seguro y te metías en mi mochila.
-Pff ya me conoces.
-Caín.- Me llama Sarah, ya madre de Abby.- Espero que todo salga bien y por favor...
-Cuida de James.- Repetimos todos a la vez y luego nos echamos a reír, Sarah incluida. Es lo que siempre dice cuando James se aleja, cuídate, cuídenlo... Es amor sin duda, un amor verdadero.
Y mientras me río junto a mi familia, aprovechando mis últimos momentos con ellos antes de marcharme, no puedo evitar mirar hacia la chica sentada en la mesa de adelante, la manera en que su cabello suelto se desparrama por sus hombres y cómo su flequillo le cae a un lado del rostro y cómo en un segundo corto, sus ojos azul celeste como el cielo se topan con los míos.
Estoy cayendo.
.......................................................
Abby
Fue difícil despedirme de los chicos, verlos con sus mochilas y listos para marcharse me provocaron un revuelo en el estómago espantoso y aunque no quise, fue inevitable no pensar en que podría ser la última vez que viera a alguno de ellos.
Me aferré a los brazos de mamá cuando vimos a James y Jared desaparecer por las puertas, los chicos de nuestro corazón se estaban yendo por quién sabe cuanto tiempo.
Pero estaba aliviada de que Jesse no estaría en los mismos grupos que mi hermano y mi padre porque entonces seguro y me comería la cabeza el pensamiento de él haciéndoles algo.
Aunque sé que James y Jared pueden defenderse muy bien, James como ex cazador y Jared usando su fuego.
Mamá me dijo que lo mejor era irnos a dormir, fue cuando las puertas se cerraron detrás de todos ellos, pero las dos sabíamos que so iba a ser imposible porque el vacío que dejaron en mi, más la preocupación y la inquietud no me dejarían cerrar los ojos esta noche.
Sabía que Natalia no estaba preocupada por salir, porque Zack estaba con ella, no tendría que dejar su corazón aquí mientras ella está fuera y eso la mantiene tranquila, a Zack también.
Pero antes de irse ella me dijo que cuidara de nuestro amigo y Caín me dijo que hay resultados que me darán sobre las muestras de sangre de Cody y que si tengo alguna duda que le pregunte a Drew por ello.
Y ahora que ellos se han ido me siento sola, lo que es tonto porque estoy rodeada por más de doscientas personas aquí en el búnker pero... mi mejor amiga, mis amigos gemelásticos, padre postizo, hermano, cuñado, cuñado postizo y amigo no estaban conmigo y son quienes en general se mantienen conmigo.
Así que simulo ir a mi habitación mientras mamá se mete en la suya y luego camino hasta la enfermería donde busco una silla y luego la coloco frente a la puerta de Cody y ahí me siento, trato de que el pasillo vacío no me cause miedo o las luces que en ocasiones parpadean.
Tengo un poco de sueño, de hecho mi cuerpo se siente pesado pero mis ojos permanecen abiertos.
Y una vez más, quisiera tener a Sam conmigo.
-Pastelito.- Digo en voz alta, pero o tan alta como para que resuene en el pasillo. Sólo quiero probar cómo se escucha en el silencio, hace mucho no escucho ese apodo y me hace reír porque... porque sí.
Se me escapa un sollozo cuando me doy cuenta de que no suena como debe, porque no es su voz quien lo pronuncia, no es su tono, no es con la caricia con la que él lo entona. Lo extraño, lo extraño demasiado.
Cuando miro hacia abajo es cuando me doy cuenta de que me había estado agarrando del borde de la silla y que este está... abollado.
Parpadeo varias veces porque la vista se me ha empañado por las lágrimas y alejo mi mano. Mis dedos están marcados profundamente ahí en el hierro.
Me miro la mano asustada, me tiembla ligeramente.
¿Qué me está pasando?
Me levanto de la silla y luego la oculto en una sala vacía antes de irme a la sala de entrenamientos.
Dejo que la soledad y el silencio se me pasen por alto mientras hago algunas flexiones.
Capítulo sorpresa, me encanta ver sus comentarios, hay varias chicas que se acercan con sus teorías pero ninguna ha dado en el punto central, pero los felicito a todos por estar tan atentos.
Saludos ;)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro