Capítulo 39
Abby
Dejé mi arma en la celda y es una lástima porque no estaba de humor para otro enfrentamiento.
Estaba frente a frente con el hombre que asesinó a mi padre.
Por años lo único que quise fue poder vengar su muerte y ahora estoy tan, tan dolida que me siento débil.
Eso y todo el poder que descargué en las celdas.
Pero este era Michael, no podía desperdiciar la oportunidad.
Él había sido como Aria, un seguidor de Mauro por elección, bien, ahora iba a arrepentirse de esa elección.
Mis puños se vuelven fuego puro, los de él se vuelven hielo.
-Sólo tengo una pregunta para ti Michael. ¿Por qué él?
-No fue nada personal, él sólo se había estado metiendo demasiado en mis asuntos, supongo que te heredó eso a ti, sino no estaríamos aquí. Cuando tu padre se dio cuenta que trabajaba para los Primeros supe que no podía dejar vivir para decírselo a nadie. Así que el secreto murió con él.
Mi mandíbula se tensa.
Y yo que pensaba que no podía sentir más dolor.
-Eras su amigo.-Murmuro en voz baja.- Y lo apuñalaste por la espalda.
-No, de hecho no fue así, primero le arranqué la lengua y luego... Le disparé de frente.
Con un grito de rabia le lanzo la bola de fuego directo a la cabeza, la esquiva y me lanza una especie de flechas de hielo.
Aria y yo las deshacemos.
-Retrocede Aria, esto es asunto de Michael y mío.- Y luego lo miro a él.- Y tú, deja de jugar ¿O es todo lo que tienes?
Avanzó hacia él al instante en que lo veo hacer lo mismo hacia mi.
Él se levanta unos centímetros y hace su brazo hacia atrás para golpearme pero yo derrapo y crudo entre sus piernas hundiendo el filo de mi daga en su tendón. Él grita y cae de boca.
Yo me enderezp sin soltar la daga, la hago girar mientras saco la otra de mi muñequera.
-No tratas con ninguna principiante, te equivocaste si pensabas que así era.
Le pateo la cara aprovechando que está arrodillado en el suelo.
Levanta su mano ensangrentada por la herida en su pie y trata de lanzarme hielo en formas de flechas nuevamente.
Logro deshacer la mayoría pero una logra cortarme la mejilla, demasiado cerca del ojo.
Le regreso el golpe haciendo que la sangre le hierva en el cuerpo.
Empieza a retorcerse e intentar pararse pero su pie no ha sanado del todo aún, así que renquea hacia atrás.
Le lanzo una daga mientras continúa caminando hacia atrás y le doy en el hombro derecho. Se entierra profundamente y lo que más lo hace gritar de dolor es el hecho de que la hoja estaba hirviendo.
La siguiente trata de detenerla pero se corta y quema la mano en el proceso.
Logra sacar su arma de detrás de la espalda y me apunta con ella.
-¿Ahora qué piensas hacer?- Me pregunta con los dientes apretados.
-¿Crees que con eso me detendrás? Si Mauro lo hubiera creído no me habría temido tanto.
Dispara, lo esquivo, vuelve a disparar, me da en el hombro pero el traje nuevamente evita que mi piel sea atravesada.
Cuando apunta a mi cabeza me impulso contra la pared y caigo sobre él. El arma cae al suelo lejos de su alcance y el mío, me da puñetazos en los costados y luego otro en la cara mientras que yo trato de asfixiarlo.
-Hazme un favor y en cuanto llegues al infierno dile a Mauro que no pudo ganar, por si le quedan a dudas.
Y entonces hundo mi puño en su pecho, lo atravieso como si de papel se tratara, y tomo su corazón en mi mano.- Esto es por el daño que le causaste a Jesse.- Le doy un apretón al corazón.- Y esto es por mi padre.
Saco el corazón de un tirón.
La sangre me resbala de la mano y se mete por la manga de mi traje.
Miro ese pequeño y bastado corazón con odio y lo exprimo en mi puño hasta que no queda nada más que sangre.
Me aparto del cuerpo de Michael y ni siquiera me molesto en cerrarle los ojos.
No quemo su cuerpo porque será decisión de Jesse si quiere dejarlo aquí o despedirse de él de esa forma.
Escucho pisadas al final del pasillo y antes de que voltee sé que es Sam quien se acerca.
Pero ya no tengo fuerzas, me dejo caer contra la pared, dejando que la sangre en mi mano gotee ente mis rodillas.
No levanto la cabeza cuando se arrodilla frente a mi. Antes de que pregunte cómo estoy, le muestro mis recuerdos de Cody y luego lo que pasó con Michael y cuando lo ve, él ya no tiene que preguntarme si estoy bien, sabe que no es así.
Sam me toma por los hombros y en unos segundos me carga como si de un niño pequeño se tratara. Lo dejo hacerlo, porque no quiero ni siquiera ponerme en pie, siento que no he llorado lo suficiente, que no he gritado lo suficiente aún.
Cody no está, realmente se fue y no pude... No pude abrazarlo, no pude sentir sus brazos corresponder a mi abrazo o murmurarme que soy su mejor amiga.
Se ha ido, se ha ido.
Escondo mi rostro en su pecho mientras lloro, puedo escuchar los pasos de aria seguirnos desde atrás.
Cuando llegamos afuera puedo ver que nuestro grupo viene hacia nosotros.
Busco a Cam con la mirada y cuando lo veo junto a Devon dejo salir una sonrisa.
Está bien.
Cam me mira y viene hacia mi, de alguna forma se las arregla para abrazarme estando aún en brazos de Sam. Y murmura un "Gracias" en mi oído.
Se aleja no sin antes limpiar un poco mi rostro, ya sea de sangre o de las lágrimas que lo mantienen mojado.
Sam se encarga de darles la noticia sobre Cody, no da detalles sino que se limita a decirles que ya no está con nosotros. Nat llora en el hombro de Zack.
Y cuando Jesse es informado sobre la muerte de su padre lo único que hace es asentir con la mirada baja.
-Lo entiendo.- Murmura.- Sabía que este día llegaría y no te culpo.
Lo miro sin decir palabra alguna.
No quiero discutir hoy. No hora, no aquí.
Todo es un borrón luego.
Se reúnen los cuerpos, incluso de los que nadie reclamo como algún conocido o amigo.
Y como en la primera vez que estuvimos aquí luego de una pelea, hacemos una fogata y quemamos los cuerpos.
Me mantengo alejada del rito y empiezo a caminar por las calles desoladas, casi fantasmales.
Había logrado que Sam me bajara peor sólo porque lo necesitaban para algo e insistí en que me bajara y ayudara.
Así que aquí estoy, caminando sola por las calles de un pueblo en donde he perdido más de lo que creí soportar, ambas veces que estuve aquí.
El viento se siente demasiado frío, mis pisadas son muy ruidosas.
Me pregunto cuantas vidas exactamente se perdieron aquí.
Me gustaría tener a Mauro de frente y preguntarle si todo esto de verdad valió la pena.
Estoy en medio del punto más devastado del pueblo, donde la pelea de hace un año se concentró, ninguno de los edificios son familiares para mi, ni siquiera sería capaz de reconocer edificio en donde Sebastian Anderson murió.
Levanto la mirada hacia el cielo y las estrellas me saludan.
Me pregunto si Cody me está viendo en estos momentos, me pregunto si sabrá que lo que hice fue para que él pudiera descansar.
Si no lo hacía, si no le disparaba entonces él habría sufrido, no habría podido descansar en paz.
De pronto, las palabras que una vez Cody me dijo vienen a mí, como susurradas por el viento.
"-Tú sanarás Abby, algún día comprenderás que lo que pasó en ese pueblo no fue del todo malo, hemos mostrado al mundo la verdad sobre los Primeros, muchos murieron, sí pero muchos más se liberaron del yugo que cargaban. El mundo no empezó a sangrar en un sólo día, y tampoco en un sólo día sanará. Y así como un día el mundo sanará, lo harás tú también."
-Gracias Cody, por haber entrado a mi vida y haberme dado varios de mis mejores recuerdos. Espero que desde donde te encuentres y me estés viendo, seas feliz y espero... Realmente espero que Isabel esté contigo. Ninguno de los dos merecía irse de este mundo, ambos tenían mucho que vivir pero a veces... A veces la vida no es justa....
Las lágrimas regresan, la limpio antes de que se acumulen demasiado.
La situación me lleva a creer que Cody no murió aquella vez en manos de Caín sólo para conocer a Isabel, sólo para cambiar y ser una mejor persona.
Pero sé que él se merecía mucho más, mucho tiempo más.
Pero estaré bien, tal vez no hoy, o mañana, no en un futuro próximo pero lo estaré, estaré bien lo prometo.
Te hecharé de menos Cody.
Me despido de él de una forma silenciosa.
-No podía encontrarte, estaba preocupado.
Me giro hacia Sam.
Me abraza en cuanto llega a mi.
-¿Qué haces aquí sola?
-Yo sólo estaba diciendo adiós. Pensé que se sentiría mejor pero ¿Te cuento un secreto?- Asiente.- No pasó.
-Lo sé.- Murmura.- Siempre duele, nunca es fácil.
-Y es imposible olvidar.
Asiente mirando a la distancia, luego me mira.
-¿Te molestaría si me uno a tu caminata?
-Para nada.- Sonrío de lado. Me toma la mano y empieza a caminar a mi lado.
-Cuando Isak murió y este pueblo quedó desolado, también quise despedirme, no pude, como sabes, me aferré a que lo vengaría y no fue hasta meses después que pude decirle adiós.
-¿Qué cambió?
-Me sentí listo para hacerlo, algo me impulsó, fue como si él me hablara y me dijera que había sido suficiente. Le pedí perdón por no cumplir la promesa que le hice y cerré ese capítulo de mi vida, luego fui por ti a Old Town.
No te mentiré Pastelito, será duro saber que no volverás a verlo pero no cometas el mismo error que yo, cada vez que pienses en él no acompañes el recuerdo con sentimientos agrios, recuérdalo con felicidad, amor e incluso melancolía pero nunca, jamás te aferres al odio o enojo para recordar a tus fallecidos. Eso no te hará sentir mejor.
Absorbo sus palabras con agradecimiento y tiro de él más cerca.
Y cuando llegamos al centro del pueblo, donde a hace un año se quemaron cientos de cuerpos en una fogata, algo dentro de mi se estremece.
¿Quién diría que el destino nos traería nuevamente a este lugar?
-¿Ves ese edificio de ahí? - Me pregunta Sam. Sigo su dedo y asiento.
-Desde ahí te vi la primera vez. No había visto tu rostro cuando sucedió lo de Isak, sólo tu espalda y tu perfil pero desde ahí arriba pude verte claramente.
-Llévame ahí.- Le pido.
Sam nos teletransporta en segundos.
El amanecer nos da la bienvenida.
Sam me sostiene mientras vemos hacia abajo.
Miro el lugar donde posiblemente me vio por primera vez y luego miro su perfil. Sus ojos verdes me regresan la mirada.
Con mi mano acaricio su barba y su piel suave como la seda.
-Te amo.- Las palabras le salen de pronto.-Y te amaré incluso cuando mis piernas ya no puedan sostenerme, o cuando mi cabello esté blanco por las canas, te amaré incluso cuando muera y en las próximas vidas también lo haré y te prometo que haré lo posible por encontrarte sin tantos obstáculos ente nosotros.
Sus palabras se dejan atontada. Le beso el mentón.
-Y yo te amaré incluso cuando ya no pueda moverme por mi cuenta, cuando empiece a olvidarlo todo, incluso mi nombre, te seguiré amando incluso si por la edad no puedo recordarte y cuando muera, serás lo último en mi mente, pero eso sí, en las próximas vidas no me prometas que no habrán obstáculos porque... Porque eso es lo que lo hace divertido ¿Cierto?
Se ríe y niega con la cabeza antes de envolverme en sus brazos.
Nos quedamos en silencio mirando hacia el amanecer.
La oscuridad es borrada por la luz.
-No importa qué pase mañana o a qué problema nos enfrentemos, ten por seguro Sam, que el sol saldrá al siguiente día.
.....................................................................
Caín Warner
Estoy hablando con algunos militares cuando miro a la distancia a Elis bostezar, está hablando con Lukas.
Había logrado contactar con el jefe militar y algunos agentes del gobierno, les había contado lo que el tiempo me había permitido sobre lo que había pasado. Desde cómo empezó esto hasta el tema de los chips.
Estuvimos hablando sobre las posibilidades de volver a poner un orden mundial pero como yo ya sabía, se necesitaban de años para que todo volviera a ser igual.
Las cosas iban a cambiar a partir de ahora.
Ya todos en el mundo saben que no sólo existen humanos sino también Orígenes y Medio Orígenes.
Y todos tenían que aprender a vivir con ello.
Me logré escabullir de la conversación y caminé hacia Lukas y Elis.
-Así que ¿Estamos vivos? - Pregunta Lukas.
Miro hacia el cielo en tres tonos de rojo y amarillo.
-Al parecer así es. Sobrevivimos a un día más.
-Por unos momentos pensé que te perdería.-Admite Elis.- Pensé que te harían olvidar quién eres y que llegaría un punto en el que tendríamos que enfrentarnos contra ti. Sino fuera porque Abby logró unirnos y rehacer el plan no estarías aquí con nosotros.
-No sólo fue ella quien me salvó aunque le estaré agradecido siempre por lo que hizo, todos ustedes fueron a rescatarme aún sabiendo que podrían morir en el intento.
-Eres de esas personas que valen la pena salvar.- Me dice Elis.
-Así que... ¿Ahora qué? -Pregunta Lukas.
-Ahora... Creo que es tiempo de ir a casa.
-¿Casa? ¿Qué casa?
-La que construiremos juntos.- Le contesto yo.
......................................................................
El agente Stone del gobierno se contactó conmigo antes de irnos del pueblo, él iba a tratar de contactarse con sus jefes y nosotros le ofrecimos un establecimiento dónde quedarse mientras sanaba de su pierna fracturada.
Lo llevamos con nosotros de regreso al búnker. No todos los que vinieron regresaron, algunos decidieron seguir su camino lejos, otros sólo regresarían para traer a sus hijos y sus pocas pertenencias.
Pero dentro del poco el búnker no sería un lugar seguro. Incluso yo me iría dentro de poco a donde le prometí a Elis que empezaríamos de nuevo, sólo esperaría a tener noticias de Elías sobre la cura y otras respuestas que necesitaba antes de partir.
Sam y Abby habían aparecido unas cuantas horas después de que la fogata se encendiera, ella parecía más calmada, incluso se dejó abrazar por mi y se alegró de tenerme de vuelta.
Regresamos al búnker, pero nada se sentía igual.
Llevé al agente Stone a una de las habitaciones y le indiqué a uno de los doctores que le brindara ayuda.
No sólo él se nos unió, también varios jefes militares y verdaderos soldados de todo el mundo.
Y no todos eran humanos o todos eran Orígenes, las razas como siempre estaban mezcladas.
Miré junto a Elis cómo varios se despedían en las puertas abiertas del búnker. Muchos me agradecieron por todo lo que había hecho por la gente y yo siempre respondí que no había actuado solo.
Elis y Natalia se despidieron de los niños que iban a irse, ellos se habían encariñado mucho con el par de chicas sin duda.
Cuando las despedidas cesaron, Delilah me llamó para hablar.
Nos encontramos en mi oficina.
Ella me miró directamente desde la silla frente al escritorio.
-Así que... Delilah ¿Eh?
Ella hace una mueca.
-Siempre odié ese nombre, por alguna razón me gustó más el apodo que Abby me dio.
-Bueno, le hacía honor a tu don, supongo.
Me encojo de hombros y nos quedamos en silencio.
-Sigo esperando que lo preguntes.- Me dice con un tono bastante tenso.
-¿Preguntar sobre tu relación con Mauro o sobre verdadera identidad?
-Todo, supongo.
-¿Y estarías dispuesta a darme las respuestas?
-Ahora ya no tengo por qué guardar secretos, todo ha terminado, al fin soy libre.
-¿Era tu padre?
-No.- Su voz se vuelve amarga.- Yo era humana, al menos lo fui cuando era bebé. Pero Mauro asesinó a mis padres y me tomó. Me tuvo en jaulas hasta que cumplo ocho y entonces empezó a experimentar conmigo. No era la única por si te lo preguntas. Habían cientos de sujetos más. Mauro quería hace una nueva especie, nunca entendí esa parte ¿Sabes? Porque quería deshacerse de los Orígenes pero quería crear algo nuevo. Supongo que quería control sobre sus nuevas creaciones. En fin, experimentó conmigo y por alguna razón fui compatible con los sueros que me daba, no me convertí como lo hicieron muchos más, de hecho, yo fui la primera en no morir y revivir como una Caníbal, fui el experimento 12 pero la primera en ser cien por ciento eficaz. Y Mauro quiso engañarme haciéndome creer que era su hija para que cooperara. No me creí ese cuento jamás y logré escapar cuando pude. ¿Sabías que yo estaba en el mismo edificio en donde atraparon a varios de tus amigos hace tiempo? El hermano de Abby, su ex y Lukas fueron dos de los que recuerdo. Ellos lograron salir y se tomaron la molestia de dejarnos ir pero ellos no sabían qué estaban liberando.
Me quedo boquiabierto.
Ella estaba ahí, Delilah estuvo atrapada en el mismo lugar en el que contuvieron a Jesse, Lukas, Jared y los otros.
Sino hubiera sido por ellos entonces ella no hubiera podido escapar. O tal vez sí, creo que sí habría podido, tiene ese... Fuego en ella.
Pero me sigue sorprendiendo lo que el destino es capaz de hacer.
Ella había estado en el mismo lugar que Lukas, me imagino que si él no hubiera escapado con Jesse aquel día, entonces habría sido un experimento de Mauro también.
Y Jesse, y Jared...
-Veo que estás sorprendido, yo también lo estuve cuando reconocí a los chicos y cuando supe que Lukas había estado ahí también. Me alegra saber que Lukas pasó de ser una cáscara a un ser lleno de vida, incluso si él no recuerda haberme visto antes.
Me paso la mano por la cara, me siento sucio, después de tanto sudor y sangre. Pero también cansado, lo único que me mantiene despierto es el hecho de que todavía quedan ciertas cosas por arreglar.
-Ahora entiendo por qué querías ser tú quien lo matara, te lo quitó todo.
-Y me hizo un monstruo.-Termina por mi.-No he podido tocar a nadie desde que tengo memoria, mis padres fueron los únicos y ni siquiera recuerdo su toque. Lukas no sabe nada de esto, le mentí sobre mi vida, diciéndole que sí reconozco a mis padres y que no fue mucho tiempo que pasé dentro de esas jaulas y tampoco sabe que en realidad soy un experimento, no quiero que me vea diferente, es el único que no piensa que soy un monstruo.
-Él es demasiado bueno, te aseguro que incluso si sabe la verdad, no te verá como tal.
Se queda callada mirando sus manos enguantadas.
Es increíble, otra especie está suelta en el mundo, viviendo entre nosotros.
-Pero ¿Qué te diferencia a nosotros? Tu toque es letal, sí pero nosotros también podemos ser peligrosos si queremos.
-Lo que nos hace diferentes es que nuestros dones son equivalentes a la muerte, nada de hielo o fuego, lo nuestro es enfermedad, dolor y muerte. Somos como un virus andante y todos eran controlados por él, los pocos que sobrevivieron como yo también fueron sometidos a esa operación para el chip, así que... ¿Qué puedo decirte? Sí hay una verdadera diferencia entre los Orígenes y nosotros. Somos destrucción.
La palabra se me queda en la cabeza.
Y me retumba una y otra vez. Destrucción, son destrucción.
-Aún así, ellos pueden vivir entre nosotros, siempre y cuando no utilicen sus dones como armas contra la gente. No podemos ir y cazarlos, merecen ser libres tanto como nosotros. Tanto como tú.
-No estaba diciendo que tuvieras que cazarlos, sólo te estoy contando la verdad sobre Mauro, sobre lo que soy. Ahora que mi propósito está cumplido voy a irme.
-¿Sabes? Lukas, Elis y yo planeamos irnos a Old Town, un pueblo que está a unas horas de aquí, lo reconstruiremos, será un lugar hermoso en el futuro, por si quieres unírtenos.
Se pone de pie y sonríe de lado, sin embargo es una sonrisa vacía.
-Eres un buen hombre Caín, espero que logres ser feliz luego de todo esto. Y suerte con tu familia.
Es una despedida.
Asiento y luego la veo salir dea oficina.
Me pregunto si se despedirá de Lukas o se irá sin decírselo a nadie más.
Después de darle vueltas a la charla con Delilah al rededor de una hora, algo hizo clic en mi cabeza.
Delilah había dicho "Somos destrucción"
Enciendo la computadora y me meto en los archivos nuevamente. El archivo del Proyecto D sigue sin poder ser accesible pero me pregunto... ¿Qué pasa si el Proyecto D se trata de los experimentos de Mauro?
Al parecer nunca lo sabremos.
Más tarde tuve una reunión con un grupo que personalmente se encargó de hacer explotar el edificio continuo al de la pelea, destruyeron todo a excepción de una buena cantidad de sueros contra el virus, mejor conocidos como la cura.
Guardamos las dosis en la enfermería y la contamos ahí. Más de doscientas dosis de la cura estaban a nuestra disposición. Se lo dije a Elías, él vendría dentro de poco para recogerlas y hablarme sobre los procesos.
Me encontré con Abby en la tarde, estaba saliendo de su habitación.
-¿Has dormido algo?-Le digo como saludo.
Hace una mueca.
-No lo creo, siento que tengo demasiada energía guardada, además, en cuanto traté de cerrar los ojos yo...- Sacude la cabeza y el cabello suelto se le pega en la cara por el sudor.-Lo veo.
-Entiendo, no sabes cuanto. Pero a diferencia de ti, estoy totalmente drenado de energía.
Sonríe.- Los beneficios de estar en coma supongo. Por cierto ¿Cómo sigues? Te dieron buenos golpes ahí.
-Ni lo digas, me dieron la paliza de la vida.
Llegamos hasta el pasillo principal y nos quedamos ahí parados.
Mira a su alrededor suspirando.
-No puedo creerlo todavía, todo este viaje hasta este punto y ahora hemos ganado.
-Dime que no soy el único que se pregunta ¿Qué será de mí mañana? ¿Quién seré?
-Créeme, no lo eres, esas preguntas no me han dejado estar quieta por mucho tiempo. La guerra fue todo lo que tuvimos por un largo, largo tiempo y ahora que se ha acabado y que nuestro mundo fue prácticamente destruido entonces siento que... No sé qué hacer ahora.
-Pues eres libre, puedes ir donde tú quieras.
-¿Y dónde es eso? Todo está destruido.
-Entonces construye un nuevo hogar.
Suelta aire y me mira de reojo.
-¿A dónde irás tú? Por cierto, Sam mencionó algo sobre tú y Elis, me alegró saber que tomaste los consejos.
-Fue un duro camino.-Admito con una sonrisa.- Pero logramos dejar nuestras diferencias atrás y darnos una oportunidad. Mi camino a partir de aquí apunta hasta Old Town.
La veo sobresaltarse y girarse por completo hasta mi.
-¿Old Town? ¿Regresarás a Old Town?
Parece de cierta forma feliz de escuchar la mención de nuestro antiguo pueblo.
-Siento que es apropiado, todo empezó ahí, ahí debe terminar también.
-Sería bueno, reconstruir el pueblo, hacerlo un hogar nuevamente.- Suspira.- Suena como un buen plan.
-Algo así como reabrirlo había sido mi idea pero... No creo poder hacerlo sólo.
Me mira sonriente.-¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?
-Si crees que digo que tú y Sam deberían venir a Old Town con Lukas, Elis y yo, entonces estás entendiendo bien.
-Eso suena...- Cierra la boca de golpe y mira hacia el pasillo de donde venimos.- Suena como una gran idea sólo que no he hablado con Sam sobre nuestro futuro. Digo... Él me ama, yo lo amo pero ¿Vivir juntos? No lo hemos discutido.
-Pero ya han vivido juntos.
-Eso fue porque sabíamos que sería por tiempo limitado, además, de cierta forma pensábamos que íbamos a morir.
-¿De verdad piensas que Sam no querría ir a vivir contigo? ¿Después de todo lo que han pasado? Estás loca.- Me río.
-No lo entiendes Caín, está vez sería diferente porque es como si empezáramos una nueva vida juntos ¿Y qué pasará en cinco años? ¿Él querrá seguir estando conmigo? ¿Qué pasará en diez? O en...
-Estás divagando.-La corto.- Estarías ciega si no te dieras cuenta de lo loco que está por ti. Sam lloró por ti casi a diario mientras estabas en coma, dormía a tu lado todas las noches esperando a que despertaras, él era la sombra de quién es cuando está contigo.
La mirada de Abby se suaviza al escucharlo.
-No hemos hablado de ello, sobre lo que le pasó en su tiempo estando con los Primeros o lo que sintió cuando estaba en coma. Me dijo que lo operaron, que tú encontraste la forma de traerlo de vuelta. Gracias Caín, me regresaste lo que yo más amo en la vida.
Sonrío.
-Lo mereces, créeme, están destinados a estar juntos.- El recuerdo de aquella visión viene a mí mente.- Abby ¿Puedo preguntarte algo?
-¿Sí? - Pregunta con el ceño fruncido.
-Si yo supiera lo que pasará en tu futuro ¿Querrías saberlo?
-Depende...-Parece dudosa.-No quiero saber cómo moriré ni cuando.
-No, no me refiero a eso.
-¿Entonces?
-Creo que seríaa respuesta a tu pregunta de qué pasará en cinco o diez años.
Se queda callada, realmente pensando en su respuesta.
Por los latidos acelerados de su corazón o bien está asustada o nerviosa.
-No, no quiero saberlo, cree que eso arruinaría la sorpresa que la vida me tiene preparada. Pero ¿Cómo serías tú capaz de saber algo así? Hasta donde sé tú no ves el futuro.
-No, no lo hago. Pero aquella vez que forzamos a tu parte origen a despertar tuve que mostrarte cosas que te hicieran sentir emociones intensificadas, por alguna razón la visión surgió a partir de ahí. No sé cómo fue posible, creo que tuvo que ver con que fuéramos almas gemelas en ese tiempo pero para serte sincero, realmente no sé cómo pasó, sólo sé que fue real. Te lo aseguro.
-¿Cómo puedes estarlo?
Una palabra, por una simple palabra puedo estar seguro de que es real.
-Puedes confiar en mi Abby, serás feliz.
Entre abre sus labios y parece estar buscando en su cabeza los recuerdos de aquellos tiempos.
-¿Quieres decir que yo también lo vi?
Asiento.
-¿Y por qué no lo recuerdo?
-Porque tal vez no prestaste la atención sufienciente.
-¿Entonces me estás diciendo que todo este tiempo has sabido qué pasará conmigo en el futuro?
-No todo este tiempo, lo recordé hasta hace poco, cuando lo vi para mi no significó nada porque la visión no fue detallada, y no puedo explicarte cómo es que supe que es real porque te estaría diciendo todo.
-Uh... Tienes razón, no quiero saberlo.-Sacude la cabeza.-Bueno, yo... Iré a hacer algo ahora mismo ¿Sí?
Asiento.
La veo irse, caminar hacia las gradas que van a la enfermería.
Sólo que antes de que llegue a pisar el primer escalón se gira.
-Sólo dime una cosa Caín ¿Seré feliz?
La visión regresa a mi cabeza. Cada detalle igual.
Ella estando en aquella cocina mirando por la ventana, tan feliz y sonriente mientras de fondo se escuchan las risas de unos niños y luego.... Luego unos brazos masculinos que la envuelven de forma protectora.
Y entonces el hombre que la sostiene dice...
-Los niños vendrán en cualquier momento, pastelito.
Parpadeo para alejar la visión y no puedo evitar sonreír.
-Muy feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro