Capítulo 33
No puedo creer lo que veo.
Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que la vi que ahora se me hace sorprendente.
Pensé que estaba muerta, según Abby, Cody dijo haber asesinado a una mujer con los ojos azules, el cabello negro y que se llamaba Isabel.
Pero ella estaba aquí, tan viva como mi ansiedad por saber lo que está pasando aquí.
Termina la botella de agua y la tira al piso junto con las cuatro más. Cuando Jordy le pasa una sopa enlatada la embulle en segundos.
Está tan delgada que da miedo, su cabello negro es una maraña desarreglada y las hojas secas no le dan un mejor aspecto. Su tes es diferente, antes era blanca pálido, ahora es más de un tono oliva como la piel de Cody, debió heredarle ese aspecto cuando aceptaron su vínculo hace un año.
Está jadeante cuando suelta la lata y nos mira con ojos asustadizos. Le ofrezco una manta para cubrirse ya que sus ropas están hechas tirones.
-Isabel, hola¿Me recuerdas?- Le pregunta Jordy con calma.
Sabrina no está a su lado, ella había partido con los otros grupos a advertirles sobre nuestro plan luego de que rastreáramos a Cam en la prisión.
Isabel parece reconocerlo con la mirada.- Sí, tú me enseñaste a pelear junto con... tu hermano gemelo.
-Sí, Soy Jordy¿Puedes decirnos qué te ha pasado?
Isabel me busca con la mirada.
-Ellos lo tienen.
-A Cody, lo sabemos.- Asiento.- Pensamos que estabas muerta.
-Casi lo estoy.- Dice con voz rasposa.- Cuando nos fuimos de Old Town hace un año estuvimos por nuestra cuenta por un tiempo, luego esas cosas aparecieron y las cosas no tardaron en ponerse feas. Estábamos huyendo de los policías que nos querían poner ese... chip cuando nos atraparon. Un hombre vestido como militar le disparó a Cody y me esposaron. Todo es borroso después, nos tuvieron encerrados por mucho tiempo y cuando nos sacaron fue para ponerle aquel aparato a Cody y luego él... intentó atacarme.
-¿Te lastimó?- Le pregunta Jordy. Ella asiente.
-Me hizo una herida profunda en el estómago, había mucha sangre.
-¿Cómo sobreviviste?- Le pregunto yo.
-Cody iba a arrancarme el corazón cuando el lugar fue atacado, algo pasó porque muchos presos salieron de sus jaulas, los experimentos salieron de sus habitaciones y todo se volvió un caos, desde entonces nos separamos Cody y yo, pero sabía que ya no era él, le hicieron algo.
-Espera...- Dice Jesse.-¿Estuviste en las mismas instalaciones que yo?- Su mirada se encuentra con la mía.- Fue así como salimos Lukas, Jared, Karum, Maggie y yo.
Isabel entrecierra sus ojos.- A ti también te recuerdo, eres un traidor.- Entonces me mira.-¿Por qué está él aquí?
-Las cosas son diferentes ahora.- Le aclaro.- Jesse está de nuestro lado y si lo que él dice es verdad entonces ambos estuvieron en el mismo lugar.
-He estado a la deriva por meses e intentado encontrar a Cody. Hace poco regresé al pueblo, pensé que sería un buen lugar para estar ya que estaba abandonado pero en su lugar había un hormiguero de soldados, estuve días esperando a ver si él estaba ahí, mi Cody pero nunca lo vi. Luego este hombre.- Señala a Devon.- Hizo un espectáculo junto con otro y todo se volvió un caos de balas ahí dentro, no era seguro que estuviera husmeando por los alrededores, iba a irme hasta que escuché al otro hombre decirte que le dieras algo a Caín. Iba a ser demasiado irónico si no se tratara del mismo CaÝn que conocí hace un año así que lo seguí por si las dudas.
-No te noté.- Le dice Devon con el ceño fruncido.
-Te desmayaste más de una vez¿Cómo esperabas estar alerta? Me sorprende que no atrajeras a una horda de Caníbales con toda esa sangre que dejaste atrás. Por cierto no te reconozco de antes ¿Quién eres?
-Soy Devon, me uní al grupo cuando los Caníbales empezaron a hacer sus primeras apariciones.
-¿Caníbales?- Le mira confundida.- Oh, hablas de los comedores de carne.
-Sí.- Interrumpo su conversación.- Isabel, te haremos unos exámenes para saber si estás bien¿De acuerdo?
-No, no es necesario.- Dice apresuradamente.-Yo sólo quiero encontrar a Cody, creí que podrían ayudarme a buscarlo. Por cierto¿Dónde está Abby?
Mira curiosa la habitación.
Sólo estamos Devon, Jordy, Natalia , Jesse y yo.
-Ella no está en condiciones para verte.- Le dice Jordy.
La mirada de Isabel cambia, se vuelve menos temerosa y más agobiada.-¿Ella está... bien?
-No.
-Sí.
Decimos Natalia y yo al mismo tiempo. La miro con incredulidad.¿Por qué mentir y decir que está bien cuando no lo está?
Ella sacude la cabeza y mira hacia otro lado.
¿Qué ocurre aquí?
Me giro hacia Isabel.- Abby está en coma, no ha despertado en un mes.- Se lo digo porque ella y Abby fueron buenas amigas cuando estuvieron en la comunidad.
Oigo la inhalación brusca de Natalia detrás de mi y al parecer Isabel también lo nota porque la mira.
-¿Ella quién es?
-Soy la mejor amiga de Abby.- Le contesta Nat con tono brusco.
-Oh, Abby te mencionó un par de veces...
-Me imagino.
-Nat.- La interrumpo.-¿Puedo hablar contigo un segundo?
Ella asiente, yo señalo la puerta y los dos salimos de la habitación médica que le conseguimos a Isabel en cuanto entró. Ella se mantenía con costo de pie.
Caminamos por el pasillo lejos de la puerta y nos detenemos.
-¿Qué ocurre contigo? Actúas como una amiga celosa.
-No son celos.- Me corrige con el ceño fruncido.- Abby me habló de Isabel hace mucho tiempo y en vez de sentirme mal porque mi mejor amiga encontró otra amiga cuando no estuve por ella me hizo sentir mejor porque supe que no estuvo sola, pero esta chica... hay algo que no cuadra con ella.
-Está sola Nat, se llevaron a su pareja y estuvo encerrada como lo estuvieron Jesse y el hermano de Abby, ella no es peligrosa, es buena persona.
-No lo entiendes Caín, hay algo en ella, puedo sentirlo, no es como Abby la describió.
-¿Y cómo la describió?
-Dulce, esa palabra fue la que Abbs utilizó. Dijo que Isabel era dulce. Esta Isabel incluso es sarcástica.
La miro con las cejas fruncidas. ¿Iba en serio?
-Todos hemos cambiado, los Primeros nos hicieron cambiar a la fuerza, incluso Abby es diferente a como ella era, tú lo eres. Isabel era dulce, sí pero tienes que ponerte a pensar en que ella pudo cambiar por las cosas que le sucedieron.
-No es sólo eso, deja de verme como si fuera una perra psicópata. Cuando Cody estuvo aquí, le habló una vez sobre Isabel, él dijo que la había asesinado, que le había arrancado el corazón, jamás dijo que le había dejado una herida en el estómago.
-¿Qué es lo que insinúas?
-Que esta no es Isabel, tal vez ella está siendo manipulada por un chip¿Por qué siquiera no quiere que la chequeen médicamente?¿Quién en su sano juicio niega querer ayuda y más cuando se trata de salud?
-Estás siendo paranoica Nat. Isabel no quiere que la revisen porque tiene miedo, hay muchas caras desconocidas para ella, ni tú te dejarías revisar por desconocidos.
Escucho cómo inhala.-Bien, entiendo, no me crees y está bien pero... al menos evita decirle todo ¿Sí? Guarda detalles.
-Haré que la revisen para comprobar que no lleve ningún chip¿De acuerdo? Nos vamos esta noche, seguro estás estresada por ello.
Me mira mal.
-Cierra la boca antes de que te dé un puñetazo.- Me hecho a reír.
-Vamos Nat, ve a dormir, es de madrugada.
-Vimis Nit.- Me arremeda con una mueca.- Después no digas que no te lo advertí.
Ruedo los ojos.
-Como sea, ve a dormir. Yo me haré cargo.
Cuando regreso a la habitación trato de poner al tanto a Isabel ya que ella no ha estado con nosotros desde hace un año y todo era diferente en esa época.
Se sorprendió al saber que ahora éramos amigos de cazadores, que incluso Abby que tanto los odiaba se hizo compañera de uno.
Le contamos cómo llegamos hasta el búnker y lo que tuvimos que pasar después.
La cura, el C-15 y la verdad sobre los soldados con chips le caen como valde de agua fría y para cuando me doy cuenta, es de día. El cansancio me cobra factura pero tenía que informarla, no podía dejarla a medias, luego de todo lo que tuvo que pasar se me hacía injusto.
-Todo ha sido duro para ustedes, no sólo Cody y yo la pasamos mal al parecer.- Hace una mueca de disgusto.
-Bueno, creo que es hora de que descanses.- Trato de darle una sonrisa amigable a pesar de que por dentro estoy medio dormido y medio despierto. Ahora que perdí mi noche de sueño, no tendré cómo recuperarla, atacamos esta noche se supone así que debo alistar algunas cosas.
Claro que, pensando en lo que Nat dijo, decidí omitirle ese detalle a Isabel, sólo para ser precavido. Además ella no está en condiciones para pelear.
-Sólo...- Me toma del brazo, deteniendo mi salida.- Prométeme que me ayudarás a encontrar a Cody, es lo único que te pido.
-Por supuesto Isabel, él es amigo nuestro también y planeamos detener todo esto muy pronto.
-¿Cómo?- Pregunta confundida.
Suavemente y con cortesía aparto su mano de mi brazo.- Todavía no lo sé, pero lo haremos.
Salgo de ahí con una sensación rara en el pecho.
¿Serán las palabras de Nat junto con mi desvelo que me están atormentando la cabeza?¿O algo de verdad está pasándole a Isabel?
Me voy a la sala donde varios doctores trabajan. Elías y Drew solían hacer sus investigaciones aquí, ahora quien pasa más tiempo con el resto del personal médico es Zack entre aprendiendo y enseñando.
Me acerco a él.
-Escuché la noticia ¿Ella está bien?
Asiento.- Sí, pero Nat cree que a Isabel le pasa algo?- Su ceño se frunce.
-¿Tú también lo crees?
-No lo sé, ahora la duda está ahí. Por favor, haz que alguien escanee su cuerpo, quiero saber si tiene un chip dentro de ella y que le saquen muestras de sangre.
-Correcto, yo mismo lo haré.
-No, que alguien más lo haga, necesito que sigas intentando a acceder a los documentos con código, debe ser algo importante si tiene tanta seguridad.
-Bien, me pondré a trabajar en eso.- Palmeo su espalda.
-Gracias.
......................................................................
Recibí un mensaje de Elías dos horas después de salir de la habitación de Isabel.
Drew y él tuvieron un progreso pero según ellos, debieron pagar un precio.
No especificaron bien las cosas y eso me preocupa, fue un mensaje corto, breve. Temo que el precio al que se refiere Elías sea una vida, espero que Julian no los deje hacer algo tan arriesgado. Yo le informé con dos palabras que estábamos para atacar. Las palabras que utilicé fueron: Estamos listos.
No había tiempo para detalles.
Me pasé el resto del día comprobando las armas y las posiciones de batalla que armaron Sam, Jordy y James. Y de paso también repasamos el plan por cualquier falla. Ahora que sabíamos que Cam se encontraba en la prisión nos dividimos diferente, llevaríamos más gente a la prisión que al pueblo de los soldados.
Sabrina me envió un mensaje de fuego, todos están listos para pelear y algunos grupos ya partieron desde la noche, dividiéndose en pequeños grupos para no llamar la atención.
Ellos tendrían como objetivo acabar con los experimentos de los Primeros.
Lugares como el laboratorio serían quemados y la hermana de Mauro que estaba ahí como donadora de sangre sería asesinada.
El resto, el otro grupo iríamos a recuperar a Cam, asesinar a Mauro de una vez por todas y a arrebatarle el C-15 para poner a todos esos soldados en libertad.
Estuve pensando en un plan para no dañar a los soldados. Un hechizo de sueño sería útil pero tendría que ser lanzado antes del combate ya que una vez que empiece estaremos esparcidos por todos lados y si lanzamos un hechizo así, tanto los soldados como nosotros caeremos en él. Le comenté a Sam la idea y la modificó, de hecho, él es el único que sabe mi plan sobre cómo entrar a la prisión sin la barrera interponiéndose en nuestro camino,¿Le pareció buena idea? No.¿Lo haremos de todas formas? Sí.
Sólo espero ser más fuerte que la última vez, que mi espíritu no se quiebre y mi voluntad se mantenga firme.
Espero no ceder a la oscuridad cuando absorba todo el poder del hechizo.
-Es imposible, probablemente tenga algún hechizo encima.- Dice Zack refiriéndose a la memoria USB que ha estado tratando de desbloquear.
Eso me saca de mis pensamientos.
-No siento nada en ella.- Paso mis dedos levemente por ella.-¿Estás seguro de que no puedes?
-Me temo que no, ya intenté todo lo que sé, como quieres que lo de la memoria no llegue a manos equivocadas las opciones son limitadas.
-Entonces tendremos que atacar sin esta información, quedan pocas horas para salir de aquí.
-¿Y si es algo que pueda servirnos en la guerra?
-Entonces tendremos que descubrirlo por nuestra cuenta dentro de un par de horas.
-Bien, lamento de no ser mucha ayuda.- Se disculpa Zack. Nos levantamos de las sillas frente al escritorio y lo veo sobar su cuello.
-Hiciste lo que pudiste, claro que ayudaste. Por cierto¿Isabel?
-Iré a verla y hablar con su cuidador, había estado aquí por horas así que no sabría decirte.
-Y luego irte preparando para el viaje.
Cuando está por salir se detiene en la puerta.
-Oh, casi lo olvido. Elías había estado trabajando en algo, son brazaletes que emiten ondas que aturden a las personas, son cinco, he tratado estos días de hacer más pero sólo logré un nuevo prototipo.
-¿De verdad?- Elías no me habló de nada al respecto.
-Sí, mi prototipo como que...- Sonríe.- Ayuda a bloquear la magia en el cuerpo de alguien.
-Vaya.- Mis ojos se abren por la sorpresa.-¿Cómo lo lograste?
-Lukas ayudó con un hechizo protector, según nuestros cálculos, el brazalete trabaja con su propia magia, como el hechizo de bloqueo está activado en ella, funciona para bloquear la magia del portador y se alimenta de esa misma magia para continuar con la suya. El chico es brillante.
-Pero no lo entiendo...- Frunzo el ceño.- Mauro no tiene magia.
-Lukas dijo que sabrías cómo utilizarlo.
Me quedo callado procesando la información hasta que lo comprendo. El chico lo sabe.
Trato de que no se me note en la cara el peso de la verdad y asiento.
-Gracias Zack por todo el trabajo.
Cuando se va me paso una mano por la cara. Le daré ese brazalete a Sam, él sabrá cómo usarlo si yo me vuelvo loco con tanto poder.
Lukas sabe lo que haré. Probablemente nos escuchó a Sam y a mi hablar en la habitación de Abby, como siempre a él, le gusta inmiscuirse. Espero que no haga ninguna tontería como decírselo a alguien para detenerme.
Se nota que ya está en perfecto estado, su enfermedad, su adicción ya ha desaparecido, hace unos días terminamos las últimas terapias. Por eso ayudó con ese brazalete, porque le dije de mi vieja adicción, sabe tanto como yo que podría caer en una como en el pasado.
Por todo lo que le dije.
Pero es extraño porque fue hoy que le dije a Sam esto, lo que quiere decir que.... Lukas sabía que tomaría esta decisión desde antes, probablemente desde que fuimos a la prisión por primera vez.
Chico listo.
Cuando miro a la memoria USB ahora lo hago con algo en mente.
Hechizo de bloqueo.
¿Y si la USB de verdad tiene magia en ella?
La saco y estudio con atención. No puedo sentir esa vibra, esa chispa en ella. No puedo sentir la magia en ella.
La encierro en mi puño apretado.
-Hoc meis reserans- Digo en voz alta.-Hoc meis reserans.
Pero nada sucede.
Porque cuando instalo nuevamente la USB e intento nuevamente abrir el archivo bloqueado, sigue pidiéndome una contraseña.
Tal vez haya una solución no mágica pero simplemente no la sabemos.
Zack entra corriendo a la oficina.
-Tienes que venir conmigo.- Dice de forma entrecortada.
No sé en qué momento empiezo a moverme pero lo hago.
Corro a su lado, ni siquiera tiene que decirme qué ocurre, ya empiezo a suponerlo.
Isabel.
Cuando llegamos a su habitación lo primero que veo es sangre, sangre y un cuerpo tirado en el suelo con la garganta abierta.
Siento las bilis en mi boca.
Miro a Isabel que está en una esquina mientras se abraza las rodillas.
Vuelvo a ver a Zack y luego mi atención de nuevo a ella, medio preparándome para atacar si es necesario.
-Ese era el chico que la cuidaba.
Ante el sonido de la voz de Zack ella nos mira.
-Ese hombre intentó tocarte.- Su voz entrecortada muestra enojo y al mismo tiempo desesperación.
Hay locura en sus ojos asustadizos.
No sé qué creer.
¿Y si vivir todo lo que vivió la afectó psicológicamente?
Pudo ser eso lo que Natalia sintió en ella, el cambio que percibió de la descripción que Abby le hizo de su personalidad.
Ella está loca, Isabel está loca.
La manera en que nos mira, a Zack y a mi es como si en cualquier momento pudiéramos saltarle encima.
-¿Descubrieron si tiene implantado un chip?
-Está limpia.
-¿Exámenes de sangre?
-Él no logró llegar hasta eso.-Miro al chico en el suelo.
-Intentó lastimarme, intentó tocarme.-Repite Isabel, eso se vuelve como su mantra, no deja de decirlo.
Debió recordar aquellos momentos en que los soldados de los Primeros la capturaron salvajemente, creyó que íbamos a hacerle daño.
-Isabel, ya te lo dije, estás a salvo.
-¡Iba a tocarme!- Se hecha a llorar.
Miro a Zack.- Saca al cuerpo, lo honraremos quemando su cuerpo cuando salga de aquí.
Asiente y va a por el cuerpo, lo levanta con dificultad pero con ayuda de su don se quita el peso restante y levanta la sangre del suelo, se va, llevándosela suspendida en el aire como si la gravedad se cortara en su espacio vital.
Lentamente me acerco a ella, con las manos levantadas y la mirada fija en ella.
-No voy a hacerte daño, no voy a atacarte.- Ella me mira asustada. Definitivamente algo se activó en ella, no lo había notado antes, este estado, esta nueva ella debió salir a la luz cuando el chico trató de tomarle muestras de sangre.
Pensar que pudo haber sido Zack me produce escalofríos.
-No te haré daño, sólo quiero comprobar que estés bien.- Me arrodillo frente a ella, sus ojos se llenan de lágrimas.
-Quiero a Cody.- Dice con las palabras rompiéndose en su pequeña oración.
-Lo lamento Isabel, lamento que no esté contigo pero te ayudaremos a encontrarlo, lo prometo.
-Lo tiene, esa mujer lo tiene.
-¿Qué mujer?
-Ela es... Ravena, ella lo tiene en su poder.
-¿Ravena?- Ella debe ser la otra hermana. Al fin apareció, empezaba a preguntarme si estaba muerta ya, llegué a suponer que Mauro ya la había utilizado como lo hizo con su otra hermana Leah.-¿Tú la viste?
-La vi llevárselo junto con el otro hombre.
Mauro, debió ser Mauro.
-¿Ella estaba ahí cuando lo hicieron herirte?
-Fue ella quien le ordenó, ella... fue quien lo obligó.
Al parecer Mauro no es el único con acceso al C-15, también su hermana.
Eso significa que ya no sólo iremos por Mauro sino también por su hermana. Son tres Primeros a los que matar. Justo lo que queríamos. Acabar con ellos de una vez.
Isabel retuerce sus manos en su regazo lleno de sangre, tanto su cara como sus manos están cubiertas de sangre. Me había estado preguntando con qué le abrió la garganta al chico pero cuando veo sus uñas afiladas y largas tengo mi respuesta.
Le desgarró la garganta con las manos.
Trago saliva.
-Tienes que calmarte, estás a salvo y pronto también lo estará Cody. Escúchame, iremos por ellos.
-No pueden, son demasiado peligrosos... Los matarán.
-No lo harán.
-Mira, tengo que salir esta noche, te dejaré al cuidado de alguien pero necesito que no mates a nadie más, aquí estás a salvo, te prometo que traeremos a Cody con nosotros esta noche.
Sus ojos se abren, iluminados por algo parecido a la esperanza.
-¿Esta noche?- Pregunta.
-Sí, esta noche. Ahora, ven, te llevaré a las duchas para que te limpies.
A paso lento la guío por el pasillo, me encuentro con Nat agitada.
-Escuché lo que pasó. Zack me lo contó...- La mirada que ella le da a Isabel es de amenaza.
-Nat, no, tengo que explicarte algo.
-Pero...- Niego con la cabeza y ella se calla.
Me sigue en silencio, Isabel gira la cabeza para verla, sus ojos la escanean.
-Ella quiere hacerme daño.
-No, no quiero.- Le dice ella con voz fría.
Pasamos por la habitación de Abby pero sin detenernos, por desgracia y mala suerte de nosotros la puerta está abierta.
-¿Abby?- Isabel se detiene. Sam que estaba sentado a su lado de la cama levanta la vista y entrecierra los ojos hacia nosotros.
Isabel se desvía y camina hacia la habitación.
-Isabel.- La llamo para detenerla pero Sam ya se está moviendo, se teletransporta hasta la entrada y le evita el paso.
-No, no es hora de visitas.- Dice con los dientes apretados.
Mira la sangre en la ropa de Isabel y me mira negando con la cabeza.
-Isabel, vamos a limpiarte.
-No quiere que la vea, ella es mi amiga.- Dice en voz baja.
-No te acerques demasiado, Sam.- le advierte Natalia.
-Pero quiero verla.- Le contesta Isabel.-¿Por qué no me permiten verla?
-¡Porque mataste a un hombre inocente!- Le grita Natalia. Isabel se sobresalta y luego le gruñe una respuesta.
-¡Intentó tocarme!
-¡Intentaba ayudarte!
- ¡Basta!- Intervengo.- Isabel, sígueme y no discutas, Natalia si sigues así será mejor que te alejes.
- ¿Vas a bañarla tú? No creo que a Elis le guste.
-¿Qué? no, la esperaré afuera.- Hago una mueca, por supuesto que no iba a hacer lo que ella comentaba, sólo lo decía para molestarme.
-Entonces los acompaño, prometo no discutir más.
-Bien, pero si sigues...
-No lo haré.- Me interrumpe rodando los ojos.
Sam no se aleja de la entrada hasta que nos alejamos.
Cuando llegamos a las duchas de mujeres me quedo en la puerta junto con Natalia, Isabel entra con pasos vacilantes y lentos.
-Te traeré una toalla.- Le digo.- Nat, quédate con ella.
Asiente.- Está bien.
-Y sabes.- Le advierto.- Isabel, báñate mientras tanto.
Ella asiente y empieza a quitar la ropa, me voy antes de que se quite la primera prenda.
Me encuentro con la chica muerte de regreso por el pasillo con la toalla en mi mano, ella disminuye su paso cuando me ve.
-Escuché lo de la nueva invitada.- No sé si hay sarcasmo en su comentario, la verdad es que su tono de voz ya de por sí tiene sarcasmo incluido de forma automática. Pero no sonríe así que supongo que lo dice en serio.
-¿Qué tanto escuchaste?
-Que asesinó a uno de los del búnker, fue fácil de creer, ya sabes, ya que el cuerpo del hombre está en una de las habitaciones vacías con la garganta abierta. Deberías hablar con tu gente, están empezando a entrar en pánico.
Suelto aire.
-Debí saberlo, en un espacio tan cerrado como este, los rumores corren rápido.
-¿Ella está bien?
-Sí, sólo está...- Tuerzo el gesto.- Es difícil de explicar.
-En realidad no lo es, yo estuve en una situación parecida a la de ella.
-¿De veras?- Pregunto sorprendido.
-Hay muchas cosas que no sabes de mi Caín Warner.
-Sé que eres peligrosa.
-Nací para serlo, por si no lo haz notado, tan sólo mi don es mortal.- Toma la toalla de mis manos.- Ve a calmar a tu gente, yo le daré esto a al chica y trataré de tranquilizarla.
-No te acerques demasiado, no le gusta que...
-La toquen, ya lo sé, como dije, estuve en una situación parecida.
Se va, dejándome con ciento de dudas, sé que él único que podría comprender todo lo que acaba de decirme es Lukas pero sé que por su lealtad y honor no me lo diría.
Hago lo que ella sugiere. La gente me hizo demasiadas preguntas, las respondí lo mejor que pude y les aseguré que Isabel no es peligrosa, que ella es una de nosotros sólo que en el fondo no me lo creí el todo. Ella es peligrosa porque está asustada y porque todo lo que le sucedió la dejó mentalmente inestable.
Y cuando son las seis, lo inevitable sucede, todos ya están reunidos en el área de la tarima con sus armas listas, Sam y James se encargan de abastecer a todos, ellos junto con Jordy hicieron un excelente trabajo entrenando a todos para este día.
Elis y Natalia ayudan a los niños en el área donde antes estaban las celdas y ahora son salones de clases, los ayudan a calmarse puesto que muchos lloran por temor de no volver a ver a sus padres. Varias personas mayores que no podrán ir a luchar con nosotros hoy bajan con ellos para escuchar los planes de entretenimiento que ambas chicas formaron y evitar que los niños y jóvenes entren en pánico. Ni siquiera he tenido tiempo de preguntarle a Natalia cómo está Isabel, no las he visto a ninguna de las dos desde que fui a hablar con la gente.
Zack y yo hacemos un último intento de abrir los archivos, sin éxito alguno.
Lukas ha estado encerrado en su habitación durante todo el día, no ha salido ni cuando le dije que podía ayudar a entregar las armas, eso es raro, él siempre quiere estar presente.
Sam entra por la puerta de mi oficina. Zack y yo levantamos la cabeza de la computadora.
-Están todos listos, iré a despedirme de Abby.
-Está bien.- Asiento distraído.- Toma el tiempo que quieras, aún falta que Sabrina nos diga su posición.
Se va.
-¿Los brazaletes ya han sido entregados?- Me pregunta Zack sin desviar la mirada de la pantalla.
-Sí, junto con las armas. Tenemos demasiada suerte de que Elías inventara esos, lástima que el viejo diseño que nos hacía invisibles ya fue descartado, perdimos los planos en Old Town así que no podremos volver a crearlos así de simple, eres un genio Zack, tú mejoraste su diseño.
-Gracias, yo sólo... lo hago, es como si estuviera en mi el cómo hacerlo.
- ¿Tienes el brazalete que bloquea la magia?
-Sí, en la oficina de Elías.
-Lo necesito.- Digo con voz tensa. Inmediatamente levanta la mirada y me escudriña como si supiera que oculto información importante.
-Va a pasar algo ¿Cierto? o mejor dicho, a ti.
Miro hacia otro lado y golpeteo mis dedos sobre el escritorio.
-Ese hechizo de protección es demasiado fuerte, sólo absorbiéndolo podremos entrar a la prisión.
-Pero tú encontraste la forma de hacerlo...- Le miro y asiente, lo hace en cuanto ve el miedo en mis ojos.- Lo absorberás tú.
Asiento.- Nadie más debe saberlo, no quiero que me detengan, es algo que debo hacer.
-Pero tú dijiste que eso podría matarte o volverte malvado.
-Por eso agradezco que hicieras ese brazalete Zack, si yo pierdo el control entonces lo quiero en mi muñeca. Quiero que lo tenga Sam, si él me ve perdiendo el control entonces no vacilará.
- ¿Sam lo sabía?- Asiento.- ¿Y no trató de detenerte?- Pregunta totalmente confundido.
-Por supuesto que sí pero tanto él como tú saben que no podrán detenerme, que no deben.
-Pero Caín ¿Acaso no aprecias tu vida? ¿No haz pensado en qué pasará con Elis si te pierde?
-Le escribí una carta, ella lo entenderá, si muero o me vuelvo malvado entonces leerá la carta y con el tiempo tal vez me perdone.
Por las promesas que he arriesgado y que tal vez rompa.
Por no ser lo suficiente para ella.
Por arriesgar mi vida de forma tan egoísta.
Pero si me odia está bien porque al menos estará viva. Me odiará pero lo hará en el nuevo mundo. En el que hay libertad y días buenos.
Y con el tiempo entenderá que mi decisión fue en gran parte para que ella pudiera tener lo que le ofrecí, aunque fuera sin mi a su lado.
Si muero ella tendrá una casa, un hogar.
Si muero... ella estará bien.
-Hablas como si supieras que morirás.
-Puede que lo haga, puede que la oscuridad me envuelva o puede que sea lo suficientemente fuerte para soportarlo.
-Ay Caín...- Suspira.- Si Abby estuviera aquí te encerraría, encadenaría y sedaría para que no lo hicieras.
-Y probablemente lo haría ella de alguna forma, es así de obstinada.
Reímos de forma melancólica.
-Esto está por terminar.- Lo animo y palmeo el hombro.-Deja eso ya, no hay forma de que logremos abrir esos archivos hoy, de todas formas, cuando mueran los Primeros, eso ya no tendrá importancia. Ve prepárate que estamos por salir.
Sabrina me manda un mensaje de fuego, informándome que ya están en posición, camuflados en los límites del pueblo. Un tercio de la gente de los otros grupos se nos unirá a nosotros para ir a la prisión. Después de todo necesitamos más gente porque Mauro se encuentra ahí por lo que habrán más soldados cuidándolo.
Cuando la gente llega les abro las puertas del búnker, anulando el hechizo de protección para que entren y les brindamos armas y brazaletes mientras dejan a sus niños y ancianos con el resto de los nuestros.
Jordy y James se encargan de repasar una última vez con los nuevos el plan.
Cuando había hecho el hechizo localizador para encontrar a Cam este me hizo saber que estaba en la prisión. Sam y yo llegamos a la misma idea de que lo tendrían resguardado porque de que Mauro sabe que atacaremos, lo sabe, sólo que no cuando y mucho menos sabe que lo atacaremos de frente, él espera que ataquemos en el pueblo porque no tiene ni idea de que sabemos sobre la prisión.
Atacaremos en ambos lados, destruiremos lo que ha construido y al final, nada de su oscuridad quedará. Sólo luz y un nuevo mañana.
Hoy termina todo.
Llego hasta la habitación de Abby, Sam levanta la mirada vidriosa y preocupada y me ve.
-Estamos listos para partir.- Le informo.
Le da una última mirada a Abby y aprieta la mano que sostiene antes de besarla y dejarla a su costado.
-Le avisaré a Sarah para que se quede con ella.
Su madre había pedido quedarse a cuidarla y James también. Ambos vigilarían su habitación en nuestra ausencia.
-Ya le he dicho yo, probablemente ya venga en camino
Asiente distraído y sé que no quiere irse, que no quiere dejarla.- ¿Sabes? Puedes quedarte si quieres, sus padres también lo harán.
Sam niega con la cabeza.- No, ella quería luchar esta guerra por una razón, ahora ella no puede hacerlo así que lo haré por ella. Me retiraré si veo que corro el riesgo de morir porque... no puedo arriesgarme a dejarla, a que sufra por mi muerte. Pero lucharé sus batallas y entonces, cuando despierte, ella será libre, estará en paz.- Una sonrisa ancha marca su rostro y sus ojos parecen brillar cuando dice:- Ella es un Fénix de fuego, sé que surgirá de las cenizas en todo su esplendor y con un estilo que sólo ella puede lucir.
Quiero estar ahí cuando suceda.
-Espero estarlo también.- Admito.- Y sino lo estoy, admírala por mi.
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