Capítulo 21
Abby
Han pasado horas desde que se fueron y sería una mentirosa si dijera que he dormido algo desde entonces.
Me la he pasado mirando el techo por cinco horas y media ¿Alguna pizca de sueño? Para nada.
No he parado de pensar en mi hermano, en mi mejor amiga y todos mis amigos afuera.
La última vez que nos separamos algo salió mal.
Alguien golpea la puerta varias veces y yo ruedo los ojos antes de gritarle a quien sea que sea que se largue.
Segundos después Sam aparece de la nada en medio de la habitación y me hace pegar un brinco en la cama hasta que quedo sentada.
-¡Me has asustado!- Exclamo al verlo.
-Si me pagaran por cada vez que he oído eso de tu boca...
-Ja, ja, qué gracioso.
-¿Cómo te encuentras?- Pregunta recostando su espalda en la pared sin dejar de verme.
-Pésimo, me siento culpable por no haberlos acompañado.
-¿Quieres un poco de distracción?- Me lanza una sonrisa ladeada y yo no tardo en captar el doble sentido de sus palabras. Me aclaro la garganta y miro hacia otro lado para ocultar el rubor que ahora hace juego con mi cabello.
-Uh...
-Me refiero a entrenar.- Aclara soltando una risita y lo volteo a ver de forma asesina.
-Claro que era eso Sam, no tenías que aclararlo.
-Bueno, pues tu rostro me decía lo contrario.- Dice divertido. Pero cuando logro dejar su mirada es cuando me doy cuenta de la realidad de su aspecto y entonces dejo de sonreír.
-No has estado durmiendo bien.- Las bolsas bajo sus ojos delataban su fatiga.- No creo que sea una buena idea.
-Son los recuerdos.- Dice en tono serio.- Si duermo yo olvidaré lo poco que he recordado.- Parecía preocupado.
-Sabes que además de ti, soy la que más quiere que recuerdes pero no puedes matarte de sueño sólo por no olvidar, te aseguro que no importa el recuerdo, vale más que estés sano. Créeme, ya he estado mal por no dormir las horas que me corresponden.
-De hecho sí es importante.- Hace una leve mueca con sus labios.- Es la clave que había estado... buscando.
-¿A qué te refieres?¿Es algo sobre lo que viviste estando con los Primeros?- Estamos cerca, tanto que puedo verlo estremecerse levemente.
-No, no de hecho es sobre nosotros.
Por un segundo temo a ese recuerdo.¿Es algo bueno?¿Algo malo?
Si algo es cierto es que él y to tuvimos un poco o mucho de ambos.
-¿Puedo preguntar?
Eleva su mirada más allá de mi rostro y mira al cielo con una exhalación.
-Sólo diré que me había estado preguntando cómo hice la primera vez para evitar sentir esta culpa que siento cuando estoy contigo, la culpa de dejar que me envuelvas cuando estás cerca y el hacerme olvidar de todo lo malo que me ha pasado.
-Y en especial la culpa de estar conmigo y no querer asesinarme por lo que hice ¿Verdad?- Asiente.- Lamento decir que es un momento que yo no conozco por lo que no podría recordártelo ni con mis recuerdos si lo pierdes. No estuve ahí en ese momento.
-Yo lo vi, lo sentí, fue como si me teletransportara en el tiempo.- Sonríe tristemente.- Era la respuesta a lo que buscaba y ahora que lo sé temo olvidarlo, sé que sucederá si me duermo.
-Sam, puedes encontrar la respuesta de nuevo.
-No lo entiendes.- Se acerca hasta que nuestras narices casi están por tocarse, no puedo evitar dejar salir un suspiro ante su cercanía y mi loco corazón late como suele hacerlo siempre que él está cerca.- Lo que recordé fue el momento en que yo decidí dejar ir a Isak, cuando le pedí perdón por enamorarme de ti y cuando le dije que aunque evité hacerlo por meses, era momento de dejarme llevar por mis sentimientos, por ti. Fue el momento en que solté el peso que evitaban que me levantara y cuando lo hice, yo decidí demostrarte que estaba enamorado de ti.
No puedo evitarlo, emito un sollozo.
-¿Estás diciendo que recuerdas que me amas?
-Estoy diciendo que fui capaz de sentirlo, mi amor por ti y el sentimiento no me ha dejado, tal vez no recuerde toda nuestra historia ni cómo fue que me enamoré de ti, pero sí recuerdo el momento en que lo acepté. Si lo olvido, olvidaré mi amor por ti y yo...- Niega con la cabeza, sus labios tensos al igual que su cuerpo. Puedo reconocer lo que siente, por su expresión y sus latidos. Tiene miedo.-No puedo odiarte, mi pasado y mi presente se han mezclado a través de mis recuerdos pero no puedo asegurarte que esta conmoción seguirán en mi cuando despierte. Puede que cuando lo haga vuelva a sentir culpa, que vuelva a querer odiarte... No estoy listo para dejar ir ese recuerdo.
Sus verdes ojos me regresan la mirada acristalados.
-No basta con escribirlo junto con mis otros pocos recuerdos. Las palabras no se comparan con los sentimientos que recuerdo tener de ti. Ni siquiera mi forma de verte podría ser escrita apropiadamente.
Sonrío a pesar de mis lágrimas.
Eso es algo que mi Sam diría, esa es la forma en que mi Sam me miraría.
Lo tomo por la nuca sintiendo cierta irregularidad en la zona, por unos segundos eso capta mi atención pero entonces me mira sorprendido y penetrante y lo ignoro mientras lo acerco hasta que mis labios están rozando su oreja, se estremece bajo mi toque.- Muéstrame.
Le pido en voz baja.
Sus manos se aferran a mi cadera y me tiran hacia él hasta que no hay espacio entre nosotros y entonces lo hace, me lo muestra.
Cierro mis ojos y me dejo llevar por el recuerdo.
Me siento tan sólo, tan vacío.
Hace un tiempo me sentía de la misma manera pero no me afectaba como ahora, antes no me molestaba, ni siquiera me importaba.
Ahora es diferente, es como una sensación de ahogo que oprime mi pecho.
Me veo en el espejo y ni siquiera recuerdo al hombre de hace unos años. La mirada despiadada ha desaparecido, el ceño fruncido también y estoy consiente de que desde hace unos días tenía algo en los ojos, cierto brillo descarado, pero ahora ya no más, no desde que estoy sólo otra vez.
Y lo peor de todo es que ella está tan cerca de mí... pero tan lejos a la vez.
Miro al techo apoyándome en el lavado y suelto aire de manera exasperado.
La había dejado, le hice creer a mi pastelito que me iba del país y ni siquiera pude decirle la verdadera razón.
Era demasiado cruda, demasiado fuerte e incluso, demasiado brutal.
Estaba enamorado de ella.
Lo supe hace unas noches, cuando ella me encontró medio congelándome a la orilla de las frías aguas, vi sus ojos grises llenos de terror y escuché su voz llamándome, diciéndome que encontrara un ancla para aferrarme a ella y no dejarme ir al vacío.
Oh, si ella lo supiera. Ella era mi ancla.
Cierro los ojos y me hecho a reír con amargura. ¿Quién lo diría?
Sam Morrison, uno de los cazadores más despiadados, enamorado de una Origen.
Cuando la abracé supe que si esa noche moría con mi cuerpo cubriendo el suyo, iba a ser una buena forma de hacerlo.
Escuchar su corazón latir tan rápido como el mío me hicieron sentir que flotaba.
Pero al mismo tiempo hizo que descendiera desde lo alto que me encontraba porque la verdad me golpeó tan fuerte que por primera vez en mucho tiempo, me hizo temer por mí mismo.
La chica que había asesinado a Isak estaba en mis brazos y yo estaba bien con eso.
Y lo seguía estando.
En cuanto amaneció yo me había ido para despejar mi mente, cosa que no sirvió para nada porque seguía peleando conmigo mismo en la cabeza.
No puedo olvidar la tristeza y el enojo en sus ojos cuando se dio cuenta de que me iba.
Y por eso la traje conmigo esa misma noche, porque sus ojos llenos de enojo hacia mi no quería ser lo último que recordara de ella, así que en su lugar referí sentirla otra vez contra mi y que mi almohada se embriagara con su aroma cítrico.
Y entonces la dejé ir.
Pensé que ese iba a ser nuestro fin hasta que recibí ese retrato de ella y la firma en él con el apodo que le había dado.
Ella me ha dado un ultimátum, o la sigo a Old Town o me quedo aquí.
Podría estar con ella, dejarle saber mis sentimientos o pasar sólo en este apartamento hasta que tenga que correr a otro refugio o hasta que algún caníbal me mordiera y muriera.
Podría buscar la felicidad o podría seguir con mi vida de lobo solitario.
Camino de regreso a la habitación y me siento a la orilla del colchón con la foto de una versión de ella más joven y lo primero en que pienso es que me hubiera gustado conocerla en esa época, me hubiera gustado conocerla de forma diferente, no conmigo queriendo hacerle daño, no conmigo teniendo tantos pecados y tanta oscuridad.
Pero sé algo y es que si todo volviera a suceder, yo volvería a quererla igual.
Aunque me estuviera rompiendo por dentro por la culpa.
Una gota húmeda cae sobre el vidrio y golpea la imagen de mi pastelito.
El tiempo se me agota mientras lidero una batalla por la decisión final.
Lo que es correcto y lo que yo quiero.
¿Cómo algo así de malo puede sentirse tan bien?
-Oh Isak, si tan sólo las cosas hubieran pasado de forma diferente... la hubieras amado, a la verdadera ella, no la persona que creímos que era ese día. De cierta forma es como nosotros ¿Sabes? Obligada a dejar sus emociones atrás en las peleas. ¿A quiénes te recuerda? - Me río a pesar de que no hay diversión en el asunto.- Debí hacerte caso cuando me lo dijiste. Cuando me dijiste que un día alguien iba a golpearme realmente fuerte y luego no me dejaría olvidar mi caída. He caído querido amigo y estoy postrado a su mereced. Estarías riéndote de mi en estos momentos y...- Niego con la cabeza.- Seguramente yo estaría queriendo golpearte a ti.
Te gustaría, ella te gustaría y estoy seguro de que tú le gustarías a ella. Porque es increíble y tiene algo bueno en ella, así como tú.
Tomo el marco con fuerza pero de la misma forma con cuidado de no dañarlo y lo dejo en el colchón antes de levantarme para ir hacia el closet.
La ropa sale volando y es desordenada pero no importa, no importa porque lo he encontrado.
Tomo la maleta oscura y la cargo sin vacilar hasta la cama y luego rebusco y hago a un lado mi traje negro de cazador para sacar el más pequeño.
Lo elevo para verlo y puedo imaginármela dentro.
Ella se vería hermosa en él. Fuerte, invencible, así como un Fénix que surge de las cenizas, porque así es ella. Letal como el veneno más mortal y tan frágil como un cristal agrietado.
Así es ella y por eso me enamoré de ella.
Porque no es lo que esperas de alguien. Porque es alguien que te hace sentir vivo aunque estés muerto por dentro, alguien que deja una parte de su luz dentro de ti y hace que las sombras se alejen.
Así es ella, mi pastelito.
Dejo el traje en la maleta y con este meto también el cuadro.
Salgo por el pasillo y tomo las escaleras hasta llegar a la azotea.
Aquí es, donde por primera vez vi a Abigail Williams, la real.
Me apoyo en el borde mirando hacia abajo, hacia el callejón y los graffitis que decoran la gris pared.
Una vez ella también estuvo mirándolos desde aquí mientras yo la miraba a ella.
Y cuando elevo mi mirada al cielo me aferro a la barandilla con fuerza.
Puedo ver el rostro de Isak, recordarlo y sonrío al cielo aunque no sé si él es capaz de verme desde arriba.
-Discúlpame Isak.- Le pido en voz baja.- Tú sabes que no era esto lo que planeaba pero... Es ella o tu recuerdo querido amigo. Puedo dejarte descansar en paz o puedo estancarme yo por quedarme aquí mientras ella está tan lejos de mi alcance. Sabes que lo intenté, intenté odiarla pero no puedo ahora. Estoy jodido Isak y nunca me había sentido tan bien. No puedo dejarla ir, ella... ella es mi compañera, no puedo dejarla ir.- Algo pasa dentro de mi, al mismo tiempo en que mi corazón duele, también danza de alegría y emoción.-Algún día nos volveremos a ver y prometo dejarte reprimirme por esto entonces, pero ahora... ahora haré lo que me hará feliz, ahora... seré libre. Y sé que estarás feliz por mi, porque no eres un egoísta como yo. Así que Isak, lo lamento, pero no puedo cumplir mi promesa, porque si la cumplo, la parte de mí que no murió cuando tú lo hiciste, también lo haría.
Con una sonrisa torcida bajo la mirada y me digo a mí mismo que hago lo correcto, y si no lo es, con gusto pagaré el precio.
La decisión está tomada.
La quiero en mi vida, la necesito y sé que cualquiera que intente alejarme de ella pagará el precio.
Camino de regreso a mi apartamento para empacar algo de ropa mientras tengo un sólo pensamiento en la cabeza.
Voy por ti, pastelito.
Cuando abro mis ojos y me encuentro con los suyos estoy segura de que nunca me había sentido tan... no lo sé, ni siquiera puedo explicarlo.
Sam me había dicho y demostrado cuánto me quería pero sin duda no hay comparación con verlo y sentirlo a él tomar la decisión de amarme.
Fue duro para él, tanto como lo es ahora.
Mi Sam está asustado.
Alejo mi rostro del suyo por centímetros, sus manos siguen aferrándome.
-¿Ahora lo entiendes?
-Lo hago.
-No quiero dejar ir ese recuerdo, temo no sentir lo que siento cuando despierte.- Acaricio su rostro con delicadeza, trazando sus mejillas y mentón hasta que llego a sus labios y los acaricio con anhelo.
-No lo dejarás ir Sam, ahora yo también lo sé, puedo recordártelo cada vez que quieras.
-No será lo mismo.
-Entonces probemos algo diferente.
-¿Qué propones?- Pregunta con el cuerpo tenso.
-Propongo que lo dejes ir...- Se estremece.- Hasta que ya no sea un recuerdo sino la realidad. Déjalo ir Sam, así como el Sam de tus recuerdos lo hizo una vez. Empieza de nuevo... conmigo. Elígeme otra vez, así como dijiste que lo harías.
Sus dedos se aferran a mis caderas con fuerza como si no quisiera dejarme ir o como si debiera hacerlo pero no quisiera.
-Estoy asustado.- Acepta con voz ronca.
-Yo igual, cariño.
Cierra sus ojos así como lo hizo antes.- No sé si estoy para hacerlo, no sé si estoy listo... para olvidar.
-Dime que no me quieres entonces, dime que lo que sientes es sólo por el recuerdo, que me odiabas antes y que si no fuera porque recordaste lo seguirías haciendo, dime que estás dispuesto a cumplir la promesa que le hiciste a Isak sobre asesinarme. Dímelo Sam y entonces eres libre de hacerlo, yo misma te daré la daga, lo haré si me dices que luego estarás bien con eso y que por fin podrás ser libre.- Coloco ambas manos en su rostro y lo acuno haciendo que abra sus ojitos.- Dime que es lo que quieres...
-No.- Dice con firmeza.-No quiero.
-¿Por qué?- Pregunto sin parpadear, sin cortar nuestra conexión.
-Porque siempre ha estado en mi... el sentimiento de que te pertenecía y tú a mi.- Me deja ir con la respiración agitada.- Sabía que para que fuéramos compañeros tenías que haber sido especial para mi.
-No es suficiente.- Le reclamo acercándome. Lo estoy llevando al límite pero es lo que tengo que hacer si quiero que vuelva a mi.- No quiero que me digas lo que crees que significaba para ti, quiero que me digas lo que ahora, en estos momentos significo para ti¿Me quieres? ¿Me deseas?¿Estarías dispuesto a permanecer a mi lado porque así lo quieres?¿O lo único que te permite acercarte a mi y no matarme es por lo que has oído que éramos, nuestra conexión y lo que te he mostrado de nosotros? Dilo Sam, seré capaz de soportarlo.
No, no es verdad.
me rompería escucharlo decir que lo único que le permite verme sin asco son los recuerdos de algo que fue pero que nunca más será.
Porque si es así entonces no puedo permitir que siga encadenado a mi.
Si Sam no me quiere ni una pizca en estos momentos, lo dejaré ir, haré lo que él hizo hace tiempo y tomaré la decisión que es mejor para él.
No seré egoísta por quererlo a mi lado.
Lo dejaré ir aunque me rompa a mí misma hacerlo.
Mi labio empieza a temblar y cuando él fija su mirada en ellos me siento avergonzada e intento girarme pero entonces toma mi brazo, deteniéndome y girándome hacia él nuevamente, es entonces cuando veo sus ojos y la chispa en ellos, y me besa, Sam me besa.
Sus labios suaves se mueven duro contra los míos. Con hambre, con pasión, anhelo...
Me aferro a él de la misma forma en que él se aferra a mi, siento que hay demasiado espacio entre nosotros a pesar de que en verdad ya no lo hay, como para confirmarlo, él me estampa contra la pared, poniendo su mano entre la pared y mi cabeza para evitar que me golpee.
Mi mano busca su espalda por debajo de su camisa y en un dos por tres está es retirada. Me aferro a él con miedo a que no tenga la oportunidad de hacerlo otra vez y bebo de él en sus besos hasta tal punto de casi caer por las sensaciones que estaban consumiéndome.
No había sido besada así en meses y ya extrañaba sus labios contra los míos.
Sam disminuye la brusquedad del beso y lo vuelve lento y pasional hasta tal punto de llegar a ser doloroso. Las palabras "Te amo" Amenazan por salir de mis labios pero los reprimo ahí, dentro de mi pecho porque sé que lo asustaría.
Antes de retirarse, muerde mi labio inferior y sonríe de lado, haciéndome tomar aire bruscamente.
No me suelta y yo no suelto a él. Nos miramos fijamente sin decir nada.
Y cuando él aparta un mechón que se me ha caído sobre la cara, apoyo esta sobre su mano mientras me acaricia suavemente.
-Me sentí culpable cuando en los baños quise besarte.- Susurra suavemente.- Y no fue por nada más que verte ahí, toda furiosa y aliviada de verme.- Me río suavemente pero no me disculpo por ello.- Te he deseado Abby desde ese momento, no sabes cuántas veces después de ese momento quise... quise hacer lo que acabamos de hacer e incluso... más. Y ciertamente me atraes, demasiado, pero creo que es muy temprano para decir que te amo.- Mi corazón se agita dolorosamente pero no del modo bueno y agradable. Decepción, eso es lo que siento. Bajo la mirada porque no quiero que lo vea en mis ojos.- No, hey, mírame.- Me hace hacerlo y la sonrisa ladeada y suave que me da me hace sentir peor.- Quiero intentarlo.
-¿Qué?- Pregunto confundida pero sin apartarme de él.
-Quiero volver a enamorarme de ti.
-¿De verás?- Pregunto demasiado alto, pero no puedo evitarlo, la emoción y sorpresa me golpean como un rayo. Asiente.
-Quiero esto, porque desde que estoy aquí, desde que desperté hay una oscuridad en mi que sólo desaparece cuando estás cerca.
-¿Quieres realmente estar conmigo?
-Sí Abby, quiero empezar todo contigo.- Limpia mis lágrimas.- Vales la pena.
-Entonces... supongo que debemos hacerlo como es debido.- Me río mientras me separo para tenderle la mano.- Hola, Soy Abigail Williams.
Me mira con diversión y a pesar de lucir cansado noto alivio en su semblante, se le nota ligero.
-Mucho gusto Abby, mi nombre es Sam Morrison.
-Ahora que ya nos hemos presentado ¿Puedo invitarte a dormir conmigo?
-¡Vaya! No suelo aceptar dormir con alguien sin haber tenido citas con ella primero.
-Y yo no suelo invitar a nadie a mi cama pero puedo hacer una excepción ... creo que vale la pena.
-Entonces creo que la haré también, por ti.
Me toma la mano tan delicadamente, como si fuera de vidrio, como si pudiera romperme y lo temiera.
Sabe que podría romperme, podría hacerlo justo ahora como me prometió antes, tiene mi corazón en sus manos y aún así no lo estruja, no lo bota, sino que lo toma con delicadeza y cuidado.
Me tiene en sus manos y no me lastima sino que me envuelve en sus brazos.
Como en los viejos tiempos...
Capítulo sorpresa 7v7
Sé que han estado con ansias de ver a Sam y a Abby juntos, todo tiene que pasar a su tiempo, para Sam es como si la volviera a conocer así que a pesar de que lo dentro de él le dice que ella es la correcta, él debe saberlo por sí mismo.
Me gustó demasiado escribir desde el punto de vista de él y mucho más esa parte ya que fue uno de los momentos más importantes para él.
Por si se confundieron esta parte pasa cuando Abby le manda su retrato con Devon y Cam y luego él va a la bodega a darles algo de información antes de que se vayan a Old Town y entonces Abby y Sam hablan terminando con besarse y Abby le dice que se vaya con ella.
Como saben, Sam la elige y llega en el momento exacto para evitar que ella muera y ahí es cuando se unen como compañeros.
Hasta la próxima chicos y chicas ❤️
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