Jaime terminó de cargar los archivos a la computadora de Linna y se dirigió a la sala de juntas en donde los cinco integrantes de la junta y su colega la esperaban. Llegó con una juvenil expresión mientras los integrantes de la reunión parecían sostener un mundo entero sobre sus hombros.

—Falta Krisal —sentenció Linna.

—Ella no vendrá, al parecer tiene asuntos más importantes que atender que darle la cara a la Junta —Mirlo dijo con serenidad.

Jaime observa por primera vez el rostro de Triscal, Mirlo, Nico, Dan y Herb. Siempre imaginó este momento, tenerlos de frente, verles el rostro, hablar con ellos y después, quizá con un poco de suerte, matarlos.

—Krisal está intentando sobrevivir, pero lo que no sabe es que no puede escapar de nuestro poder —Triscal parecía poco interesado por la capitana—. Lo que nos preocupa son los acelerados sucesos que ocurren. Aunque Krisal haya perdido la cabeza no justifica que matara a Nitel, mucho menos ocultarnos información sobre... —hizo una pausa más larga de lo que hubiera querido—. Cuéntanos Linna, qué has hecho últimamente.

La capitana miró a cada uno de los integrantes de la Junta sin entender de qué se trataba.

—Tú sabes que mantenemos vigilado a nuestro personal —dijo apacible Nico—, así que hemos revisado las grabaciones pasadas y sabemos que tuviste una charla con la mujer que mató a Amec.

Linna se indignó. Amec fue su amiga en todo momento y haberla perdido fue un golpe bajo para ella. Sabía que algo andaba mal pues no tuvo ningún tipo de relación con la asesina de su colega.

—Incluso el día de su muerte Amec le marcó, pero ella no atendió la llamada —Jaime lanzó el comentario con toda tranquilidad de saber que sus palabras tendrían un efecto perturbador sobre la capitana.

—Maldita perra, fuiste tú quien llegó para hablar sobre el poder, quitar a todas del camino para que tú y yo gobernemos.

En la frente de Jaime apareció una pequeña arruga, señal de que se irritó.

—Sabemos que realizaste el último pedido de Krisal, ¿para qué quería a los clones si el laboratorio estaba inservible? —Cuestionó Dan.

—¿Se los entregaste? —indagó Jaime.

Por cada intromisión de la rubia, Linna se irrita, no la soporta y tiene la certeza que ella arruinará el sistema.

—No pienso caer en este juego absurdo, no hice nada malo, desde mi llegada con ustedes hice todo al pie de la regla, rendí informes, construí una ciudad limpia y sana, un oasis en medio de toda la basura tecnológica que consumen los habitantes de Ritma.

—Creo que es hora de decir la verdad Linna —Jaime se puso de pie para hablar con más imponencia—. Planeaste la muerte de Amec después de saber que Krisal no volvería e hiciste clones para quien sabe qué, ¿porque ella te lo pidió? Y esto —la capitana transmitió un video de la muerte de Nitel, donde Marina se arrastró por los pasillos del laboratorio hasta que una mujer uniformada como capitana la encontró, su cabello iba recogido y en ningún momento se le vió el rostro, la transmisión termina cuando la excapitana cae desmayada—. Es claro una mujer le tendió la mano, ese día de mi nombramiento el laboratorio de Krisal estaba vacío, y solo estábamos nosotras, sumale el hecho de que portaba el uniforme de una capitana, entonces, resumiendo, Nitel ni krisal la ayudaron, Amec estaba conmigo ese día en que Marina escapó, pero tú, ¿dónde estabas?

Linna gritó al tiempo que sus ojos se enrojecen de coraje.

—¡Mentiras! No pueden creerle a esta impostora.

—Eso lo decidimos nosotros, además se rumorea que el líder de la revuelta fue tu escolta junto con el de Nitel. Geral y Feiro están detrás de todo esto —Dan dejó que Linna se volviera a sentar—. Lo mejor que puedes hacer es decirnos la ubicación de Marina.

Linna cerró los ojos, ¿en qué momento todo había salido de control?

—Geral fue enviado al Sótano, no tengo idea de donde esta la imbécil de Marina y mucho menos sé para qué quería Krisal sus estúpidos clones. Además, qué casualidad que justo ahora esos videos circulan libremente, nadie dijo nada sobre Marina y Nitel hasta que mataron a Amec. Es a esa tonta niña que la asesinó a quien deberían estar buscando...

—Solo queremos tener la certeza de que sigues estando de nuestro lado, investigaremos todos los elementos que tenemos a nuestro alcance.

Pero Linna sabía que las palabras de Dan eran mentira, no importaba si fuera inocente o culpable, igual la eliminarían del camino, no podían darse el lujo de dejar cabos sueltos.

—Sería mejor si solo dices lo que sabes Linna.

La mujer respiró, Triscal tenía razón.

—Sé donde está Geral.

Desde la oscuridad del pasillo más profundo el canto de un grupo de hombres ebrios se escuchaba desentonado; no había explicación lógica de cómo consiguieron la bebida, pero si algo era seguro es que desde hacía tiempo que nada era normal, pues las peleas habían cesado, los maltratos por parte de la capitana desaparecieron e incluso no había nuevos reclutas. Sin embargo, los hospederos del coliseo se saben divertir solos.

Los hombres desnutridos y golpeados se encuentran embebidos en la dulce epifanía de las drogas y el alcohol, ya la vida no les sabe más que a mugre y orinas, han pasado tiempo suficiente para olvidar la comodidad de una comida sobre una mesa, en el coliseo se comen sus propios vómitos y se dice que ciudad Ritma es un lugar ejemplar para vivir. La ironía se huele en el aire. Y entre toda esa podredumbre, Iván pensó mejor las cosas.

—No podré ir contigo —dijo Iván mientras veía a la gente reír sin razón alguna—. Incumpliré mi palabra y seguiré en deuda contigo, pero no regresaré al lado de Nana. No sé si es lo correcto, pero ella no es la mujer que tú piensas. Nana es egoísta, ambiciosa y solo piensa en sus propios beneficios, jamás te protegerá y si te rescató del Sótano solo es porque tú le sirves, por ahora.

—Eso lo sé —La respuesta de Luis no fue lo que Iván esperaba, quizá era el efecto de la bebida—, eres, aparentemente, él único que no entiende las reglas del juego. —Sin detener sus pasos Luis se quitó el parche del ojo, la herida hacía mucho había cicatrizado y solo quedaba lo grotesco de la cicatriz, una marca que hacía evidente la falta de órgano—. Esto me lo hizo ella, pero no por eso la odio, al contrario la admiro, ha sido la única persona que ha podido darme una paliza y no me mató, eso para mi es significativo, o me uno a ella o no le estorbo, es una mujer capaz de arrancarse el corazón para conseguir sus metas. —Iván no evitó sentir escalofríos—. Esta es la evidencia de una herida física, y nuestro carácter es la evidencia de las heridas emocionales. ¿Acaso le has preguntado por qué es así? ¿Qué le pasó para terminar al lado de Feiro? Y ¿Por qué quiere derrocar a los primeros?

Iván no había pensando en eso, la había visto actuar, pero no buscó el porqué de todo lo que ella representa. A estas alturas ya no le importa, si después de todas sus desgracias terminó siendo una mujer con codicia y malicia él no la seguiría.

—Igual no regresaré a su lado. Luis, ella te quitará del camino cuando ya no seas útil.

—Así será muchacho, y entonces habré cumplido mi función. Te quejas mucho, haces poco y no entiendes a los demás, si me preguntas, en algún momento terminarás muerto.

—Ese, mi estimado, es el futuro de todos los mortales —Luis rió por el comentario de Iván.

—Ella, como otros y yo, hemos sufrido el lado oscuro de la vida de Ritma, somos los que no tenemos cupo en su sistema manipulador, pero queremos vivir. Todos queremos hacerlo, vivir.

—Yo no soy él que pelea Luis, no soy el que se queda con la chica linda de la revista, ni el que gana por un golpe de suerte, soy una rata que va de una caja a otra donde haya comida —Iván sabía que seguir sumergido en el pasado no era la solución pues le costaba demasiado superar sus desperfectos. No imaginó que todo ese optimismo que sintió al emprender la búsqueda de su hermano se terminaría en un abrir y cerrar de ojos, que sus actos tuvieran la consecuencia de matar a sus padres—. Soy una basura amigo. —Al principio tenía un plan, pero hacía mucho lo olvidó, igual que se olvida un sueño.

—Pues tienes dos opciones amigo, seguir sumergido en tu mierda o crearte un futuro. Quizá ser el niño bueno y miedoso no es tu papel, prueba con ser el villano —Luis rió con fuerza, Iván no tenía madera para ser ambicioso, y ese era una de las claves para pisar a los demás.

—¿Cómo terminaste en el Sótano?

—De niño viví en los suburbios y a falta de comida comencé a comer animales muertos en los límites de Linna, mi familia era numerosa así que pronto empezaron a morir por desnutrición. Un día presencié el asesinato de un guardia, no sentí remordimiento, pero el hambre era demasiado. Entonces, a mis 10 años probé un trozo de carne fresca. Le llevé un poco a mi familia y con el tiempo esperaba ver morir a otro, como no pasaba yo mismo empecé a matar gente. Así hasta que se convirtió en un hábito, crecí como un animal que mataba por placer.

El muchacho sintió el estómago revolverse. En definitiva pensó en que jamás sería el villano de nada.

—Muy bien, sientate Ángela.

A Nana se le instaló un gigante en el corazón, la obligó a sentarse pesadamente sobre la silla al punto de romperla. Miró directo a los ojos de Feiro y comprobó que había ambición.

—Padre.

—No, no —el hombre sonrió como si de frente tuviera una fortuna que le garantiza una buena vida por siempre—. Tanto tiempo juntos y no lo mencionaste. Eres nieta de Dan, heredera de Nitel y dueña de una leyenda espectacular. —Sonrió con malicia.

—Dan mató a mi madre frente a mi, Azu me encerró en la academia y luego lo maté, pero ese que llamas mi abuelo me quiere muerta y no tengo intenciones de darle el gusto, no pienso volver a Nitel.

—Es una oportunidad de oro Ángela, estaríamos hasta arriba.

—¿No lo ves? Cuando me tengan de frente me asesinarán.

Feiro entrelazó los dedos, pensaba en la manera de convencer a Ángela que esa era la vía correcta. Mientras ella sabía que no lograría salir de ahí sin la misión de volver al lado de sus descendientes. La mirada de Ángela se tornó vacía. Nadie la obligaría a volver a pasar el infierno de vivir con los Primeros.

—Tú lo dijiste, padre, cambiarías mi lugar en el Sótano. Pero ahora me pides que baje al mismo infierno.

—No es lo mismo Ángela, esto es más grande...

—Es peor, no tienes idea del tormento que viví. No soy alguien que acata reglas y si tú quieres que vuelva con Dan, lo mejor es que me aleje de ti.

Acto seguido Ángela se levantó y salió de la habitación. El hombre no perdió la cordura, sabía que al final ella haría lo que él quisiera, siempre había sido así.

Ángela llegó a los límites del domo, ahí siempre encontraba extrañas maneras de sentirse extasiada, no era una mártir, ella toma sus decisiones y es una mujer de espíritu libre, siente que es tiempo de hacer lo que desea no lo que su padre pide. Ambos se acoplaban perfectamente, torturaron, mataron, amenazaron, y Ángela podría soportar cualquier tipo de dolor pero no el regresar con Dan. El Sótano fue un reto grande y lo que no soportaba era la idea de que la excapitana salvara su vida, estaba acostumbrada a que las personas hacían cosas por conveniencia o porque necesitaban de ella y no por el simple hecho de ayudar.

Deseó nunca haberla conocido, incluso se deshizo de Iván porque le recordaba que su vida se la debía a una capitana. Y ahora Feiro le exige convertirse en una, y Ángela no estaba dispuesta a cumplir dicha petición.

Geral no la había visto más hermosa desde que había llegado. El traje le quedaba como si hubiera sido confeccionado a su personalidad, completamente blanco pero con sensores que lo convertían en gris, un traje resistente a las balas de plasma, elástico y liviano, de cuerpo completo.

—Krisal ha desaparecido, dejó su sector por la noche, pero usó una línea directa para comunicarse con Jaime y sé a dónde se dirigen.

—Envíamelo a mi transmisor, iré a encontrarla —La mujer salió por primera vez a las calles de Ritma como Marina, dejando atrás su postura de capitana.

PROHIBIMOS LA COPIA PARCIAL O TOTAL DE ESTA OBRA, ASÍ COMO TAMBIÉN LAS ADAPTACIONES.

TANTO LA HISTORIA COMO LOS PERSONAJES NOS PERTENECEN. NO AL PLAGIO.

Se acerca el final.... últimos tres capítulos...

Se despiden, seulRN Dulce-Miyuki