35 - Ángela
—Hay una historia que escuché cuando era pequeña, y que nunca se la conté a Krisal —dijo Marina al entrar a la habitación de Geral—. Algo que vi, investigué y descubrí.
Geral apartó la vista de su lectura e invitó a Marina a sentarse.
Los seres humanos llegamos a este planeta tratando de escapar de una terrible enfermedad que atacó el planeta tierra, y fue exactamente aquí porque de aquí salió una muestra biológica que daba pauta a la vida a base de carbón. Sin embargo, el riesgo era demasiado y solo un grupo selecto se aventuró a surcar la galaxia. El sistema se replicó cuando ellos llegaron y se esforzaron por construir lo que tenemos. Es irónico, pudimos crear un enorme muro que nos permite vivir, pero no podemos repetir la hazaña de viajar por el espacio.
Dan tuvo un hijo varón, al que educó con las costumbres terrícolas, ese hijo de nombre Azu logró desarrollar la réplica de la nave espacial que salió de la tierra, él deseaba saber qué había pasado con el planeta azul. Por supuesto no lo hizo solo, a su lado había una mujer llamada Iveth, ambos genios y juntos crearon un equipo especializado que trabajaron por años para lograr descifrar la tecnología.
Desafortunadamente los Primeros prohibieron que se siguiera con el proyecto e intentaron en más de una ocasión arrebatarle la información a Azu, pero él guiado por su esposa Iveth negaron la información. Dan mantuvo a su lado a su hijo, encerrado, aislado para que renunciara a sus deseos de viajar por el espacio. Lo torturó hasta que se dio cuenta de que en realidad era la mujer quien tenía todo el acceso a esa nave espacial. Liberó a su hijo y lo mantuvo vigilado, parecía que la pareja había renunciado a ese efímero sueño, pues después de un tiempo la señora quedó embarazada. Tuvieron a una hermosa niña y Azu creó una obsesión por mantenerla a salvo y como todo hombre que pierde el rumbo de sus objetivos se apegó a lo que parecía seguro: a su padre. Se involucró en los asuntos de Ritma, fue uno de los candidatos fuertes para ser parte de la política, pero Iveth, que era su ancla a la razón, insistió en resguardar la información sobre los estudios del viaje interplanetario.
Dan temía que Iveth pudiera intervenir en los planes para Azu, así que la mató. Desafortunadamente la muerte de la mujer no pasó desapercibida, todo hubiera parecido un terrible accidente de no haber sido porque la hija de ambos estuvo presente cuando asesinaron a su madre. Dan intentó quitarle la vida a la pequeña, pero en ese momento Azu apareció y a su padre no le quedó más que culpar a la pequeña de haber cometido el crimen.
El hijo del Primero quedó devastado, pese a que la niña era aún pequeña la culpó y rechazó su presencia. Antes de la muerte de Iveth ella le confesó que la información quedó cifrada en una de las naves de su sector, el sector Nitel. Azu intentó buscar la llave o clave que le diera las respuestas, poco a poco se alejó de las cuestiones políticas y mientras que su hija le exigia amor, él la rechazaba y siempre culpaba. Al final y por recomendación de Dan, esa niña fue enviada a la Academia para prepararla como capitana. Dan se esforzó por hacerla letal, de quitarle lo emocional y convertirla en una asesina. A ella no le gustaba, pero tuvo que encontrarle el amor a la agresión.
Cuando esa chiquilla tuvo conciencia de porqué su madre fue asesinada, no se tocó el corazón para asesinar a su padre. Dan no perdonó aquel acto y mandó matarla, pero ella desapareció. Su puesto fue tomado por la nieta de Mirlo y Nitel tuvo capitana. Con el tiempo el nombre de esa niña quedó vetado del sistema, nadie la menciona, y la dieron por muerta. Pero a nadie se le ocurrió que ella fuera la clave, la llave para abrir la información que nos hará volver a viajar en el espacio.
—Y eso de que sirve si ella no existe —interrumpió la historia Geral.
—Ella está viva. Y tú la viste —la mirada del hombre taladró los pensamientos de Marina—, sí, es ella. Ángela o Nana, esa mujer que estuvo en el Sótano y ayudé a escapar.
—¿Ángela está consciente de quién es?
—No lo sé, pero si ella quisiera, podría revelar la verdad y tomar el lugar de Nitel, por derecho le corresponde y tendría la nave.
Geral se puso de pie y recorrió la habitación. Pensaba sobre la información que acaba de recibir sin poder creer la posibilidad, aunque sólo existiera un pizca de posibilidad para expandirse como raza, la idea era tentadora; pero sabía que para que eso pudiera ser posible primero tendría que encontrar a Ángela, y lograr que los primeros aceptaran la posibilidad de reanudar las investigaciones. Esa información la debería saber su jefe. Quizá Marina ya podría conocerlo, pero las órdenes fueron explícitas y ella aun no cumplia con la principal, aun Geral no podía revelar la identidad del empresario.
—¿Esa información es confiable? —La interrogó.
—Diego y yo lo investigamos, pero tras su partida... —La excapitana se tragó sus palabras, ahora sabía que él no abandonó Ritma nunca— yo deseché la idea.
Krisal besaba con delicadeza la espalda de Jaime mientras terminaba de contarle la información que había recibido de parte de Ángela en esa caja, la misma nieta de Dan le reveló la verdad sobre la muerte de sus padres y la posibilidad de encontrar el lugar donde estaba resguardada la nave.
Nana sabía que por sí sola no podría encontrarla, y confiaba en que Krisal haría el trabajo por ella, así cuando el momento fuera el adecuado se encargaría de llegar hasta la nave. De esta manera se aseguraba de que Krisal no la matara, por el contrario buscara la manera de protegerla, pues de tanto desperfectos por parte de su liderazgo, los Primeros estarían molestos con ella, Ángela confiaba en que la misma Krisal cavara su tumba.
—¿Qué harás cuando encuentres la nave?
—No lo sé. Lo primero es averiguar si es real o un simple truco de esta ladrona.
—Tenemos otro problema —continuo Jaime—, ¿qué haremos con Nitel? En este momento ya Mirlo debe saber que no aparece, y no tardará en venir a buscarnos. Necesitamos un plan.
Krisal acercó sus labios a los de Jaime, miró en la profundidad de sus ojos esmeraldas y sonrió con complicidad, que ella siempre hable en plural le daba confianza.
—Vamos a vestirnos, es hora de llevar a este espécimen a la práctica.
—¿A dónde iremos?
—Al coliseo de Nitel.
Feiro mantiene una partida de damas chinas con Nana, ambos en silencio, pensando en lo que ha sucedido últimamente, en vez de concentrarse en el juego.
—Creo que te volveré a ganar —la voz de la chica arrastraba nostalgia.
—Debes acostumbrarte a ganar.
Él esperaba alguna reacción, la costumbre era que ella siempre le compartía sus pensamientos, se comunicaban hasta en silencio, pero Nana estaba perdida y no sabía cómo regresar. Fue Feiro quien la ayudó, le enseñó el amor de familia, y a quien le juró lealtad.
—Dame tu informe sobre el coliseo.
Nana entendía la urgencia de su padre porque los planes salieran a la perfección, pero algo dentro de ella estaba roto, y recibir órdenes ya no le parecía la mejor manera de demostrar amor. Deseaba otras palabras, otras posibilidades.
—Luis se infiltró en el coliseo, en una semana se invadirá el sector Amec y podremos matar a su capitana, pero todo depende de que tan buen trabajo realice el infiltrado.
Feiro guardó silencio. El desgano de Nana lo fastidiaba y preocupaba. No había vuelto a ver a Iván y estaba esperando a que ella le dijera qué ocurría, pero nada pasaba, se guardaba sus pensamientos y en su rostro se notaba las horas en vela.
—Nana me preocupas.
Ella quitó la mirada del tablero, esa voz, ese tono paternal, lo odió.
—Ángela, mi nombre es Ángela. —El hombre se asustó, la persona que tenía enfrente era otra, la misma mirada asesina que tenía la primera vez que la encontró—. ¿Debo recordarte que no eres mi padre? —Sonrió con burla—. Tenemos un objetivo en común, creo que...
—Fue mi culpa —dijo el hombre—, fui yo quien debió entrar al Sótano, no debí exponerte. Eres mi pequeña, mi hija y todo, tal cual ha pasado, es culpa mía.
Nana endureció el rostro, su actitud no era por culpar a Feiro de las cosas que pasaron, él nada tenía que ver con su verdadera familia y haber estado con Krisal le recordó su vida pasada.
—Alguno de los dos morirá —de nuevo empezaba a ser sincera con él— y no quiero que eso te pase. Siento que si no muevo los hilos de este juego, alguno de los dos terminará expulsado, eso en el mejor de los casos, igual que esa capitana que dio su vida por mí —bajo el rostro y una mueca de desagrado se implantó en ella. Entonces Feiro lo entendió. Su hija sentía culpa—. Todo pasó muy rápido, recuerdo vagamente sus palabras. Y no solo eso, Iván, ese inútil perdió todo cuando supo que ella había sido expulsada.
Feiro suspiró y se acercó a Nana, tomo un mechón de su falso cabello y la recostó sobre su hombro.
—Si alguno de los dos tiene que morir será protegiendo al otro. Jaime tomó su decisión y no fue tu culpa, fue libre de así hacerlo. Iván es solo una pieza que se deja llevar.
—No lo soporté padre, verlo como un fantasma. Solo le di un final a su estúpida existencia.
—Esto nos define Nana, haber sobrevivido del Sótano te convirtió en la líder de este movimiento, no pierdas la brújula, ellos te necesitan, yo te necesito para tomar el control.
Si, Feiro tenía razón. Los planes no debían cambiar solo porque un par de personas murieron, después de todo ese es el ciclo de la vida. Nana abrazó a su padre y soltó entre lágrimas un par de carcajadas, deseaba volver a tener ese ánimo arriba y carisma que la caracterizaba, sentía que todo estaba confluyendo para el final esperado, ese que representa otro inicio.
El informante de Feiro penetró su habitación con agitación y sin ser invitado a sentarse escupió las palabras.
—Nitel, señor, la capitana Nitel ha muerto. La última vez que se le vio fue en el nombramiento de la capitana Jaime, partió rumbo al sector Krisal y desapareció. Mirlo ha dado la orden de llevar a la capitana Krisal a su casa, la destruirán si resulta culpable de la muerte de su nieta.
El hombre sonrió, todo estaba alineándose para su triunfo, la poderosa Krisal sería derrocada por sus propios errores.
—Muy bien, esa es una noticia maravillosa. Me hubiera gustado ver morir a Nitel, pero me ahorró tiempo.
El informante estaba por salir del salón, pero Feiro lo detuvo para darle una nueva tarea: Investigar quién era Ángela y su relación con el Sótano.
PROHIBIMOS LA COPIA PARCIAL Y/O TOTAL DE ESTA OBRA, ASÍ COMO TAMBIÉN LAS ADAPTACIONES.
LOS PERSONAJES Y LA HISTORIA NOS PERTENECEN, NO AL PLAGIO.
Se despiden, seulRN Dulce-Miyuki
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