Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

33 - Nueva oportunidad


Cuando Angela se negó a revelar sus planes y ofertó un trato, la capitana estalló en un ensordecedor grito, llevada por la frustración golpeó sin cordura a la presa. Pasó de una actitud tranquila a una violenta, en menos de un minuto perdió la paciencia y no le dio oportunidad de hablar, mucho menos de defenderse. Atada en una silla, Angela permaneció inmóvil y sin pedir un alto hasta caer desmayada, sin embargo, entre la oscuridad podía escuchar a Krisal recordarle la muerte de su madre, y aunque su padre y abuelo pensaron que la misma Angela mató a su progenitora, solo ella sabía la culpa que albergaba dentro porque, aunque no fue con sus propias manos, su madre murió por defenderla.

—Estoy harta, cansada de gente que piensa que puede sacar ventaja de mi paciencia. —Gritaba Krisal mientras enterraba sus pies en las costillas de Angela—. Vas a decirme todo, así tenga que conectar tu cerebro a una computadora.

Pero Angela yacía inconsciente en la habitación blanca. Ahí en ese lugar, sin una ubicación real, muy metido en su subconsciente, la indefensa niña luchaba para despertar un día más lejos del Sótano.

Sus ojos parpadearon un poco más para adaptarse a la oscuridad y recordad que todo era parte del pasado, que su padre la rescató y que ahora estaba a salvo.

Le tomó un poco más de tiempo para reconocer que estaba en su cama, con su ropa. Se levantó y observó su rostro, había cicatrices visibles de haber estado en el Sótano, su cabello ya no crecería más. Se colocó la peluca y vistió para la ocasión, era hora de su siguiente movimiento y para ello salió del sector acompañada de Luis, el nombre del preso al que le había sacado un ojo. De pronto se había convertido en una persona que la seguía a todas partes, como un perro fiel que estaba a su lado.

Feiro guardaba silencio ante los cambios de humor de su hija, aunque Nana nunca le reclamó o culpó le bastaba sentirse responsable por las atrocidades que Krisal le hizo. Sentía la imperiosa necesidad de vengarse, de tomar la vida de la capitana con sus propias manos, pero se detenía pues Nana tenía mejores planes.

Se corría el rumor de que Nitel estaba desaparecida, ningún comunicado formal, y él ya no formaba parte de las capitanas así que se sentía atado de manos. Su hija le habló sobre ir al coliseo y liberar a algunas personas, no para sus propósitos, solo para causar desorden en el sector Nitel. Ya la gente estaba alterada en el sector Amec, según Nitel; y es por ello que Nana va acompañada de Luis en dirección al coliseo.



Los gritos lo aturdieron, y por más que deseaba averiguar el lugar donde se encontraba no tenía manera de descifrarlo. Sintió un golpe en el costado que lo obligó a arquearse y caer de rodillas, en seguida una cuerda sujeto su cuello y sus pies se elevaron por los aires. Lo estaban ahorcando.

Su mente estaba en blanco, ya no había nada que anhelara, pero sentía, por primera vez, la enorme necesidad de vivir. Contuvo la respiración, con ambos pies se meció y pateó a diestra y siniestra hasta que alguien dejó caer la cuerda. Su cuerpo cayó al piso y sin perder un segundo se puso de pie.

—Parece que servirá, ubíquenlo con los nuevos.

La voz le pareció tan dulce, como si de una princesa se tratara.

—Sí señora.

Antes de que la silueta desapareciera, le quitaron el capuchón de la cabeza e Iván pareció reconocerla.

—Jaime —susurró. La mujer escuchó su nombre y miró en su dirección, en la oscuridad su rubio cabello se camuflaba, pero su mirada esmeralda no—. Tú no eres ella.

—Soy la capitana Jaime —sentenció y le dio la espalda.

—Camina —le ordenó un guardia.

Él obedeció sin repeler. Bajó algunos escalones y entonces una puerta se abrió. Cómo si un portal del tiempo se abriera, las luces coloridas del sector Nitel desaparecieron para dar paso a un oscuro, pestilente y sombrio lugar. Dentro era como un mercado, pero en vez de ofrecer mercancías, ofrecían peleadores, había un guardia por cada grupo de hombres y mujeres. De la multitud dos hombres completamente ensangrentados emergieron, sin embargo, nadie se acercó a auxiliarlos. Iván caminó por el pasillo para estudiar el lugar, todas las paredes estaban pintarrajeadas, a diferencia de Ritma, ahí abajo era una cloaca, no había pantallas, paredes de cristal, monumentos ni mucho menos comida chatarra.

El grito de uno de los moribundos llamó su atención, aullaba con júbilo y lloraba; el mismo guardia que acompañó a Iván terminó con la vida del tipo.

La despedida le recorrió la espalda al muchacho. Estaba en el mismo lugar en que había visto morir a su padre, ahora se encontraba en el coliseo de Nitel. Tragó saliva, media su fuerza contra las personas presentes y se sentía indefenso. Trajo a su mente las palabras de Jaime, de su Jaime, ya no quería sentir pena de sí mismo, ya no quería ser mas la marioneta de un juego del que no conocía los controles, deseaba ser auténtico y luchar por una causa, pero desconocía absolutamente todo del sistema.

Con agresión lo empujaron dentro de una jaula, y de nuevo su rostro juvenil y bien formado hizo el trabajo más pesado, enseguida generó confianza e incluso ternura por haber terminado en un lugar tan hostil. De primera impresión creyó que todos ahí eran delincuentes, pero pronto descubrió que muchos eran más pequeños e indefensos que él, esa ruda apariencia le pertenecía solo a los ladrones del Sótano, en el coliseo solo iban los tontos que eran atrapados en algún delito menor, y su delito fue confiar en Nana.



Krisal se había dado el permiso de regresarle el verdadero nombre a Nitel, ahora la llamaba Reyna, pero el animal no parecía mostrar indicios de querer aceptarlo, cada que Krisal se refería a ella emitía un aullido espantoso, y ese hecho a la capitana le causaba mucha curiosidad. En toda su experiencia ninguno había mostrado ni siquiera una pizca de tener "entendimiento", sin embargo, ahí estaba el animal intentando comunicarse con ella, o quizá solo era que la capitana quería ver más de lo que había.

—El otro día descubrí esto —le dijo Jaime al tiempo que electrocutaba los barrotes en los que retenían al engendro.

Krisal se sorprendió al observar cómo Reyna se alejaba de los barrotes y se quedaba quieta en el centro cuidando con no lastimarse.

—Increíble.

Entonces, la rubia abrió la puerta y el animal salió mirando a Krisal con temor, intentaba alejarse y Jaime la rodeó, de un impulso se abalanzó y le inyectó un localizador, el animal no la atacó, se quedó quieto y permitió que la capitana manipulara su cuerpo como quisiera. La esencia de Jaime le proporcionaba confianza, como si ella fuera su dueña.

Krisal observó a Jaime de nuevo con sorpresa, parecía que se estaba metiendo en ella con prisa, no sabía si eran tantas cosas que estaban ocurriendo o la necesidad de llenar el vacío que Marina dejó, pero sentía que su colega sería capaz de entenderla y quedarse a su lado, ser parte importante de sus planes y mejor si su nueva mascota la obedecía.

—Siéntate —ordenó. Reyna no obedeció y Jaime usó un paralizador, repitió el procedimiento hasta que el agresivo animal parecía un muñeco con pilar.

Krisal no pudo evitar excitarse con la escena, asombrada no dejaba de ver a Jaime. La capitana sintió recorrer el éxtasis en la misma frecuencia que su colega y volvió a encerrar a Reyna en su celda para saciar las ganas de Krisal por poseerla.



Geral había salido de la casa y Marina se encontraba completamente sola. De nuevo la ansiedad se apoderaba de ella, deseaba buscar a Iván, ir con Sirel o incluso regresar a su sector, parecía que hasta el viento estaba en su contra porque cada vez que lo sentía en la piel reaccionaba el miedo apoderándose de sus sentidos.

—Basta —comienza en un siseo—, por favor, ya no más.

Marina cierra los ojos. Cada una de sus experiencias aparecen en su mente, el día en que Krisal la llevó al lado de sus padres y le brindó una amistad, cuando ambas llegaron a la academia y se convirtieron en capitanas, el día en que fue nombrada protectora del Sótano. La llegada de Iván a su vida. Entonces el llanto la acomete, sentada en el frío piso se vuelve a lamentar cada decisión tomada, se reclama el por qué tuvo que enamorarse de Diego y después de un muchacho tan banal. Esconde la cara entre sus piernas y ríe sordamente, tiene los ojos clavados en el piso y sigo flagelándose. En qué momento se dejó llevar por sus emociones y dejó que Ángela saliera del Sótano, de verdad creyó que Feiro la ayudaría. Claro que no, nada tuvo que ver con Iván o Ángela, Marina sabe que todas las decisiones tomadas las hizo porque ella es así, si en sus manos tiene la posibilidad de ayudar al prójimo toma su mano y lo impulsa. Es como Geral le dijo, ella sabe que detrás de su nombre está una mujer con un gran corazón y de nuevo se reclama. De nada le sirvió ser noble si al final perdió todo. Todo depende del lado en que ves las cosas, lo que tu crees que fue un final representa un inicio y tu punto de partida depende de tus objetivos. Las Palabras de Geral la atormentaban en especial porque empezaba a entender que necesitaba tomar la decisión de continuar, no sabía por donde, pero era necesario dejar ir el pasado.

Marina se vio de pequeña, siempre callada, esperando a que algún adulto tuviera el tiempo de hablar con ella, siendo lista y privilegiada porque pese a no tener padres no vivía marginada como mucha gente de los suburbios, la mujer piensa en esas personas, a dónde los movieron, qué fue de la niña que le ayudó, Sirel también habrá desaparecido. Su ansiedad empezaba a ser sustituido por curiosidad. Después de todo, quién era Geral, cómo salió del Sótano. El hombre le dijo que cuando ella estuviera lista él le contaría todo lo que deseaba saber, y entonces se dio cuenta de que él no le había negado nada y sin obtener algo a cambio.

Marina levantó el rostro y regresó al jardín. Sobre el cielo se encontraba el punto central del domo, en donde solo los Primeros y gente muy poderosa de Ritma tienen acceso. Se asustó y al mismo tiempo le dio esperanza.

Se limpió el rostro pues su mente empezaba a abrirse, quedarse encerrada en ese lugar no haría la diferencia, en definitiva Krisal y todas la capitanas continuaban moviendo los hilos mientras ella escondía la cabeza, no estaba segura de las intenciones de Geral, pero a diferencia de Feiro no la golpeó, no intentó sacarle información, mucho menos la obligó a ir en contra de ningún ser humano, Marina supo que era tiempo de ceder un poco y confiar en el hombre, podría realmente ayudarle y desenredar tanto lío político, ya había perdido todo, solo le quedaba cuidar de su vida. 



PROHIBIMOS LA COPIA PARCIAL O TOTAL DE ESTA OBRA, ASÍ COMO TAMBIÉN LAS ADAPTACIONES.

TANTO LA HISTORIA COMO LOS PERSONAJES NOS PERTENECEN, NO AL PLAGIO.


Se despiden, seulRN Dulce-Miyuki

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro