Había pasado una semana desde que Tzuyu había ocupado su voz de mando y desde ese suceso ha estado muy sensible.

Nayeon estaba muy pendiente de su alfa ya que si ella veía una película o algo que puede ser triste se ponía a llorar, a Nayeon le parecía que su alfa era toda una bebé.

-Tzu, bebé – dijo entrando a la habitación de Tzuyu.

La omega encontró a su alfa tapada hasta su cuello y con su gorrito negro, también se dio cuenta que su nariz estaba un poco rojita y sus cachetitos por igual. Se dio cuenta que había llorado.

Se acercó lentamente y se subió para sentarse en su estómago.

-¿Alfa, otra vez estuviste llorando? – preguntó algo tonto y vio a Tzuyu negar despacio y abrazó su cintura.

-No, es que tengo frío – dijo acostando a Nayeon en su pecho.

La omega se acurrucó en el pecho de su alfa, Chou empezó a soltar su aroma y toda la habitación olía más a ella. Im empezó a cerrar sus ojos hasta caer dormida en los brazos de Tzuyu.

-¡Chou Tzuyu! – una Nayeon gritó enojada – Eres una alfa tonta.

Tzuyu solo bajó su cabeza y su aroma empezó a cambiar a uno triste.

-¿Por qué lo dices? – preguntó algo confundida.

-No te hagas la tonta, sabes que hoy era día de visitar a mis padres y se te ocurrió dejarme un chupetón en el cuello – empezó a explicar – Sabes la vergüenza que pasé el día de hoy.

Tal vez Nayeon no estaba midiendo sus palabras y más cuando sabía que su alfa estaba un poco muy sensible.

-¿Te aver-avergüenzas de mí? – preguntó con su voz entrecortada.

Nayeon al escuchar eso volteó a ver a su Chewy y vio que se encontraba sollozando en silencio. La culpa llegó de golpe al darse cuenta que su alfa lloraba por su culpa.

-No, eso no quise dar a entender, alfa – se apresuró a explicar para acercarse para abrazarla por la cintura ya que Chou era más alta que ella.

Chou rápidamente enterró su cara en el cuello de Nayeon para aspirar su aroma.

-Tzu, sabes que eso no es lo que quise decir, es solo que ellos pensaron que nos habíamos adelantado a nuestros planes a futuro - explicó sobando la espalda de Tzuyu - ¿Me perdonas por hacerte llorar?

Tzuyu asintió y se separó un poco para quedar cara a cara para después hablar – Te perdono si comemos fresas con chocolate - preguntó algo feliz, para después limpiar rápidamente sus lágrimas cuando vio a Nayeon asentir.

-Está bien, Tzu – dejó un beso en su nariz.

A Nayeon le gustaba que su alfa fuera diferente como la primera vez que la vio, era una alfa que estaba solita con su mirada al suelo y balanceando sus pies ya que no llegaban al suelo. Se veía tan tierna, tímida y como una osa para abrazarla todo el tiempo.

Chou alzó su mirada cuando la vio y se sonrojó cuando vio a esa hermosa omega viéndola y por su timidez y nervios salió corriendo de ahí.

Esa fue la primera vez que la omega vio a la alfa, pero no la última, esa fue la primera de muchas, por eso es que ahora estaban así, dándose un beso tierno sin ninguna mala intención.

-Te amo mucho, Yeonie – dejó un beso en su frente. 

-Y yo te amo a ti, mi tierna alfa – dijo en un susurro para después dejar muchos besos por toda la cara de Chou.